Mamoru, manteniendo la farsa, sonrió y asintió con la cabeza.
-Exactamente, Taro. ¡Hemos venido a sacarte de aquí!. Vamos a sacarte de este agujero -dijo, manteniendo un tono de voz autoritario y seguro. Luego, sacó una hoja de papel arrugada de su bolsillo y se la entregó a H- Pero antes, necesitamos hacer unas preguntas para confirmar tu identidad. No queremos sacar a la persona equivocada, ¿verdad?
H tomó la hoja, mirando a Mamoru. Sabía que tenía que mantenerse en el papel para que la mentira no se desmoronara. Miró la hoja arrugada, como si estuviera revisando las preguntas, luego levantó la vista hacia Taro.
-Muy bien, Big McMenu -Dijo girándose a H- Hazle las preguntas con tu acento irlandés.
La hoja había sido robada de Jilliam Wustice, aunque algunas de las preguntas que ahí estaban escritas claramente las habia escrito otra persona, alguien con una caligrafía pauperrima, como si le dieras un boligrafo a un niño pequeño que no sabe escribir y le gritaras muy fuerte que escribiera algo... y el niño es ciego... y sin manos....
*!!! la ídolo?! - las piezas se iban sumando casi a punto de encajar, pero entre el cerdo gigante a punto de estampárseme y la decepción de Mamoru-senpai al teléfono pinganillo... *y ahora que hago?.. y ahora qué hago!? - por suerte, todo funcionaba según el plan B. Del cual no tenía ni idea, pero visto que Mamoru sí lo sabía, seguro que iba por buen camino.
Y así fue, vino en seguida a salvar el día... siendo... Alk. ALK? Tomas era un nombre más reconocible pero Alk?! Como va a creerse que ahora él se llama Alk? .. ... ... ....
...
Ahora yo era Big McMenu SinPepinillos.
Irlandés.
Y tenía un sombrero verde en mi cabeza. A juego con el de Mamoru. O eso noté justo antes de que me tapara la cabeza con ese sombreraco anulándome la vista. Menos mal que él iba mejor preparado que yo para el Plan B y llevaba toda esa ropa bajo el uniforme!! Y menos mal que al ponerme el sombrero se bajó ligeramente el tapabocas permitiéndome hablar mejor.
Ni iba a cuestionar porqué me había puesto un sombrero sin desatarme los cinturones. Tampoco iba a cuestionar la mala letra de las preguntas, obviamente había sido algo escrito a toda prisa sin mirar y quizás con la mano metida en su bolsillo con un bolígrafo sin tinta. Para que no sospechase nadie.
Ni se me pasó por alto... EL MEJOR AMIGO DE MAMORU!! ... Bueno, sabía que era todo un espectáculo. Pero no dejó de hincharme de orgullo!!! Aunque algo en el universo se torció y se sintió como si me estuvieran clavando una mirada o unos dientes puntiagudos en el cráneo tras esas palabras... PERO EL SHOW TENÍA QUE SEGUIR! Y Taro se lo estaba tragando todo con patatas... o debería decir...
-"Kon poTEYtows!"~
-oF cORs Alk, my fREND!~
Mamoru me metió la lista por dentro del gorro para que la leyese. Era casi imposible no leerla la letra era gigante.
-Amigo mÍo, my fREND! todo era un prueba, my fREND! yu NOW... hay que estar ShiURE, seguros de que eres quien dices ser...
-Ar yu, ¿yú? my fREND? ... Guats yu'rnaeim, big gaei? o sea, Nombre completo por favor? Also, guats yur fEIvorit koFEE ? ... café favorito? ... and jow meny pipol jav yu killd M'aBoy?... yeA yeA gud guud. Next CuEstion, ¿fEIvorit GRUP? Cual es tu grupo favorito grandullón? mEiby alsou guAt yu did el agost tuelf fitin yiears ago? ya sabes, 15 años atrás en agosto, que hiciste durante la noche del día 12? Let as sii if yu ar yu, yu NOW? a ver si eres quien dices ser... gou on!
Era un bombardeo!! solo faltaba rezar para que al confusión fuese superior a la percepción de este tipo!!
Motivo: sé algo de irlandés?! xD 1 si, 2 no.
Tirada: 1d2
Resultado: 1 [1]
Mamoru y H escuchaban atentamente a Taro, quien parecía haberse tragado por completo su historia. A pesar de la tensión en la celda, Mamoru mantenía la compostura, confiando en que su improvisación irlandesa sería suficiente para convencer al grandullón. H, por su parte, sostenía la lista de preguntas con firmeza, tratando de no dejar traslucir su nerviosismo mientras se preparaba para obtener más información.
-Taro Kato O'Sullivan O'Connel Murphy McFarland -repitió con orgullo- De los McFarland de Dublin. Soy Irlandés de Irlanda, como vosotros.
Taro rió con una risa ronca que resonó en las paredes de la celda.
-Café Irlandés -dijo, con un destello de astucia en sus ojos- Siempre ha sido mi favorito, me mantiene despierto para cuando tengo trabajo que hacer... si entiendes a lo que me refiero.
Taro se recostó contra la pared de la celda, su enorme cuerpo casi llenando el espacio disponible. Sus ojos se entrecerraron como si estuviera evaluando a H, midiendo cuánta información compartir.
-Aquí tengo que diferenciar entre matar y asesinar -dijo finalmente, con una sonrisa siniestra-, porque yo fui francotirador del ejército, así que me he cepillado a un montón de gente de forma totalmente legítima y legal. Es lo mejor, para mí la única manera de matar.
Taro frunció el ceño, pensando por un momento. Parecía que estaba luchando para recordar ese detalle específico, pero entonces sus ojos se iluminaron con un destello de reconocimiento.
-Joder, como coño voy a... ¡No sé lo que estaba haciendo! Pero soy vuestro hombre, ¿vale? En serio, he amenazado, he extorsionado, he asesinado... -hizo una pausa, su expresión se volvió aún más sombría- Una vez amenacé a los habitantes de un barrio entero para echarlos de sus casas. ¡Huyeron por la noche! ¡Solo Taro Kato podía hacer algo así! Así que, larguémonos de aquí. ¡Vamos!
Mamoru y H intercambiaron una mirada rápida. Sabían que habían tocado una fibra sensible, pero aún necesitaban más detalles antes de poder actuar...
-Muy bien, Taro -dijo Mamoru, tratando de calmar al gigante- Quédate aquí y mantente tranquilo. Nosotros nos encargaremos de todo lo demás. Recuerda, nadie puede saber que estamos aquí.
Taro asintió, todavía convencido de que estaba en compañía de sus "compañeros" irlandeses. Mientras Mamoru y H se alejaban, el peso de la información que acababan de escuchar comenzaba a asentarse. Sabían que estaban más cerca de desentrañar el misterio, pero también que el tiempo se estaba agotando rápidamente.
-¡CORRE!. -Exclamó Mamoru perdiendo no solo el personaje si no también la oportunidad de obtener más respuestas.
En un instante, ambos se lanzaron hacia el pasillo, sus pasos resonando en el frío suelo de la prisión. Miraron hacia atrás justo a tiempo para ver la puerta de la celda cerrándose con un estrépito metálico. A través del pequeño ventanuco en la puerta, vieron la figura de Taro Kato, inmenso y amenazante, presionando contra la reja con un gesto de furia.
-¡EH!. -Exclamó el hombre- ¿QUE PASA?. ¡YO AÚN SIGO DENTRO!.
Mientras Mamoru y H ya estaban a salvo en el pasillo, con el eco de sus pasos resonando en las paredes metálicas, Mamoru no pudo evitar soltar una risa burlona. Su tono sarcástico resonó en el frío ambiente de la prisión. Ciertamente aquel policía era lo que no había.
-¡Gracias por la confesión, Taro! -gritó Mamoru, echando una mirada rápida hacia atrás hacia la celda- ¡La verdad es que ha sido un placer escuchar tus historias de vida! Aunque, lamentablemente, no son exactamente lo que estamos buscando... porque en realidad somos... ¡Policías!.
Desde el otro lado de la puerta de la celda, la figura imponente de Taro Kato se perfilaba con una furia creciente. Su voz retumbó en el pasillo, cargada de amenaza y enojo. La puerta sonaba como si un Iceberg estuviera chocando contra el casco de un barco a medida que el prisionero golpeaba la puerta con odio.
-¡Malditos! -bramó Taro, su tono violento y amenazador- ¡Volverán a enfrentarse a mí, se los prometo! ¡Nadie se burla de Taro Kato O'Sullivan O'Connel Murphy McFarland y sale impune!
Mamoru y H se apresuraron a alejarse, sabiendo que la situación estaba a punto de escalar. La puerta de la celda se cerró con un estruendoso golpe, y el sonido de la cerradura asegurándose resonó con un clic seco. A medida que se alejaban del área, Mamoru volvió a mirar a H, su sonrisa burlona aún presente.
-Parece que hemos hecho un enemigo bastante enfadado -comentó Mamoru, tratando de restarle importancia a la amenaza de Taro- Aunque, sinceramente, no creo que Taro Kato Oesto OloOtro pueda hacer mucho desde su celda. ¡Así que tanto tú, H-San, como yo, estamos a salvo!.
El grupo se movió rápidamente hacia la salida, con Mamoru asegurándose de mantener a H en alerta. Aunque el incidente había sido incómodo, sabía que la búsqueda de respuestas no había terminado. La "confesión" de Taro había sido nada más que una distracción, y había mucho más trabajo por delante. Mientras se iban, pudieron escuchar un sonido gutural, casi en forma de susurro...
H-San...
Después de su arriesgada incursión en la prisión de Sakurami City, Mamoru Ai Yastis y H-San se dirigieron rápidamente hacia la salida. La tensión del momento aún cargaba el aire, pero el alivio de haber salido sin incidentes graves era palpable. Una vez completamente cambiados, Mamoru echó una última mirada al edificio de la prisión. Sus ojos reflejaban la mezcla de satisfacción y frustración que sentía. Habían logrado salir con algunas pistas útiles (que no entendía), pero el caso aún estaba lejos de resolverse.