- Voy a intentar redirigir la energía, pero intenta evitar sus disparos - dijo Deenia mientras pulsaba botones.
Parecía que fuera un poco a lo loco, pero el patrón era claro, para alguien que estuviera acostumbrado a ello.
- Ekim, dispara justo debajo de la cabina, donde se junta con las patas, en el lado derecho - dijo -. No parece dársele bien maniobrar hacia un lado y está dejando esa zona descubierta cuando el AT-ST da un paso - comentó.
Motivo: Disciplina de tiro
Tirada
1 éxito (2 éxitos - 1 fallo)
2 amenazas ( - 2 amenazas)
Acción: Disciplina de tiro (1 éxito - 2 amenazas) (dado azul para el disparo de Ekim)
La humedad de Onderon no era nada buena para dejar almacenados durante excesivo tiempo los andadores AT-ST del imperio, puesto que tras varios meses sin uso en aquel entorno algunas de sus piezas se habían visto oxidadas. Y el andador que manejaba el teniente hubiera tenido mucha más capacidad para resistir aquellos cañonazos bláster de no ser por esa circunstancia. El disparo de Asyr, insistiendo en doblegar las patas del vehículo, hizo que Sarev perdiera algo de control sobre el andador y éste se inclinara peligrosamente hacia el suelo. Fue Ekim quien terminó de rematar el asunto con otro disparo que quebró la pata definitivamente e hizo caer brutalmente a la cabina contra el suelo.
Tras unos emocionantes segundos de festejo por la hazaña, quedaron expectantes a que el teniente saliera del vehículo por la trampilla superior del mismo. Así lo hizo, a duras penas y sangrando de una herida abierta en la frente por el impacto. Arrastrándose fuera del vehículo, al ver la moto de Asyr y al otro andador rodeándole alzó las manos en señal de rendición. Capturarlo iba a ser muy importante, por un lado habían logrado evitar que Sarev avisara al moff Dardano de la captura de su base y la tapadera se mantenía intacta. Eventualmente, Dardano terminaría dándose cuenta de que su puesto de escucha había dejado de informar, pero la captura de una importante base para la resistencia había sido lograda. Sarev sería importante para ayudarles a la rendición del resto del contingente y para terminar de controlar la base Susurro. Que ya era prácticamente suya.
Motivo: Disparo de Ekim
Tirada
2 éxitos (2 éxitos)
1 ventaja (1 ventaja)
Asyr, restado el blindaje haces 3 heridas.
Lanzo por Ekim, que restando el blindaje hace 4 heridas.
- ¡Buena esa! - exclamó Deenia desde su puesto en el AT-ST.
El cruce de disparos terminó mientras el andador que pilotaba Sarev se tambaleaba y finalmente, besaba el suelo. Unos instantes más tarde, después de bastante tensión, el teniente imperial salió por su propio pie y Deenia se levantó de su lugar dispuesta a bajar del AT-ST.
Desenvainó el bláster.
- Ya es nuestro - dijo -. Asyr, encárgate de retenerlo, voy ahora - añadió por el comunicador antes de salir.
Cruck, ni bien vio que el teniente salía y Deenia se encargaba de decirle a Asyr que lo retuviera, el mon calamari direccionó el AT-ST hacia la base Susurro, de donde seguramente provendrían más soldados. Tenían que estar listos mientras tomaban prisionero al teniente.
-Estemos listos- le dijo a Ekim, todavía más que nervioso por el intercambio de artillería que se había sucedido con la suerte de su lado.
Bien Dennia. - dijo el bothan por el intercomunicador. -
Teniente Sarev, le sugiero que salga con las manos en alto detrás de la cabeza. Ni se le ocurra intentar sacar un arma o le hago pedazos sin remordimientos. Sabe lo que le puede hacer un cañón de esta moto?
No se que le ha dado el Imperio para ser tan leal a él, pero yo se lo que me ha quitado... En mi grupo hay gente con el gatillo fácil como hubiera visto si no se hubiera marchado corriendo del centro de control. Yo soy de los menos agresivos. Hago mi trabajo como usted el suyo...
Ahora, puede hacer que sus hombres se rindan y evitar muertes inútiles, o mantenerse en sus trece, y observar como cada uno de ellos recibe un tiro de laser en la cabeza mientras usted es obligado a verlo...
Mis superiores querrán hablar con usted, de hecho de no ser por eso, yo hubiera optado por dejarle seco a usted y arengar a su tropa a rendirse (mejor matar a uno y salvar al resto), pero las ordenes son ordenes, verdad?
Asyr tenía al teniente en el visor de punteria de su cañón, y mantenía el objetivo mientras le hablaba. La idea era convencerle de que cualquier acción extraña, le causaría la muerte y a sus hombres lo mismo. La resistencia en este momento era fútil, y un oficial debía saber cuando rendirse y salvar a sus hombres.
Bien, aqui Asyr, quiero al puto teniente vivo y a los soldados que se rindan vivos... A quien se le pase por la cabeza seguir con sus venganzas personales, pasando por encima de la misión, me lo cargo. Es hora de meter a esta gente en celdas y llamar a la caballería para que vengan a hacer su trabajo, y con los muertos no se puede trabajar, entendido? No os estoy pidiendo permiso, estoy invocando las ordenes que he recibido.
Gracias.
Por cierto alguien debe de encargarse de Kia... alguno tiene estabilizadores?
Asyr usa su habilidad de convencer y la habilidad de Engaño, porque en realidad sabe que puede intentar salvarle la vida a esa gente, hasta que lleguen los "jefes" pero luego, la decisión será de arriba... Podrá intentar apelar, pero la Alianza suele ser tan hija de puta como el imperio en estas cosas, así que Asyr se teme lo peor... Pero que sea tras un juicio justo y no un genocidio imperial.
Además confía en que su tono seco y directo, sus crines erizadas y su cañón laser, ayuden a convencer de que va muy en serio.
Entre tanta adrenalina, se le había pasado que Kia necesitaba ayuda. Por lo que decidió ocuparse él mismo.
-Deenia, quédate al mando aquí, revisaré a Kia antes de que sea demasiado tarde- y acto seguido, bajó del AT-ST.
Tenía que ser rápido, por lo que mientras corría hacia donde estaba la piloto, preparaba todo lo necesario. Ya Asyr mantenía a raya al teniente, y Deenia y Ekim podían disuadir a cualquier imperial que fuera a acercarse.
Sacó el medpac de emergencia y aplicó todo lo necesario como para estabilizar a Kia, así como también intentar que saliera del estado inconsciente en el que se encontraba. Necesitaban estar todos listos...
Cruck giró aquel trasto en dirección a la base, pero Ekim se mantuvo apuntando al teniente. Las palabras de Asyr eran muy bonitas, pero había algo que el felpudo con patas había olvidado.
- Nadie te ha mandado jefe de nada, Asyr. Así que procura no amenazar si no vas a cumplir con ello. Si no has sido capaz de matar a sangre fría a tus enemigos, menos aún lo harás con tus aliados. No te crees enemigos en tus filas o tendrás que vigilar tu espalda hasta cuando duermas.
La voz de Ekim no era para nada cordial en aquel momento. Solo se descompuso un poco cuando Cruck habló de Kia.
- Tranquilo, procuraré cubriros a ambos. - Le dijo al calamar, dejando claro que la bola de pelo quedaba fuera de su rango y prioridad por jugar a las amenazas.
Ekim, eres un psicópata, pero no te tengo miedo. Y no amenazo por amenazar. De hecho, en el puto tubo aquel no pude evitar la masacre, pero de buena gana te hubiera reventado la cabeza, aunque como profesional antepongo la misión... Lo de la Sala de control no era necesario.
Si tienes algo de psicología es algo que te aconsejo uses ahora y valores si amenazo por amenazar o no...
No mato a sangre fría porque no soy un asesino de mierda como otros. Tu no deberías estar en la Alianza, y SI te considero tan enemigo como a los cerdos imperiales, sois lo mismo pero con distinta máscara, así que por el bien común, te lo diré una sola vez más, no más asesinatos. Si no, aceptaré de buen grado un consejo de guerra. Y no soy el jefe de nadie. Esto es básicamente tus cojones o los míos.
Hasta los huevos de tu irrisoria superioridad. Sin la Alianza o alguien que te suministre no eres nada!!!
Maldito hijo de puta cabrón, deberían lanzarlo por una puta escotilla al espacio y dejarlo que reventara.
Asyr estaba enfurecido. Le habían mezclado con unos tipos repudiables. Si esto es lo que quería la Alianza de él, lo tenían crudo. El dejaría este nido de basura. Presentaría su renuncia y marcharía a buscar donde ayudar a los oprimidos de verdad.
Por ahora tenia el dedo en el cañón de su moto y apuntaba al Teniente, pero que a ese malnacido no se le ocurriera disparar y fallara... Estaba alejado y el disparo con su rifle le sería complicado... no le daría una segunda oportunidad.
Como conseguir una base y luego perderla en tres actos, jajajaja.
Asyr no tuvo que insistir demasiado para convencer al teniente Sarev de que acatara las órdenes que les estaban dando para su rendición, con su AT-ST hecho polvo y los cañones de la moto y del otro andador era consciente de que si quería seguir con vida debía hacerles caso. El teniente, que había salido con las manos en alto para evitar que lo mataran, las colocó del modo en que le indicó el bothan y ofreció su rendición sin paliativos, aceptando su necesaria colaboración para terminar de rendir la base Susurro.
No aparecieron más soldados imperiales, Kia y Asyr podrían explicarles cómo habían dado buena cuenta de un grupo de ellos que les habían perseguido en moto por la selva. El resto debía haber huido para salvar la vida o se preparaban para darles una sorpresa al volver a la base. Garantizar que el teniente obligara su rendición era clave para terminar de tener el control de la base. Así que Cruck pudo usar todo el tiempo necesario para atender a Kia y que la maltrecha piloto se recuperase de sus heridas lo suficiente, al menos, para poder regresar a la base con ellos.
No obstante, las diferencias del grupo volvieron a surgir una vez más cuando Ekim y Asyr protagonizaron la enésima diferencia de opiniones entre ellos. El intercambio de palabras entre ambos fue en una vertiginosa escalada hasta el punto de que la misión podía peligrar. No porque los imperiales pudieran darle la vuelta a la situación y reconquistar lo que aquel pequeño grupo de rebeldes les había arrebatado, sino más bien porque si no intervenía alguien para poner paz y sensatez terminarían tirando por la borda todo lo que habían conseguido peleándose entre ellos.
El teniente Sarev parecía confundido ante el enfado del bothan. No estaba seguro de si el disparo de la moto terminaría con él o con uno de los otros rebeldes que le habían vencido, pero una pequeña sonrisa se dibujo en su rostro. Tal vez pensando en que si el enemigo mostraba abiertamente aquellas grietas de discordia pudiera terminar aprovechándolas en su beneficio. Tal vez no estuviera todo perdido, las diferencias entre los rebeldes le daban una oportunidad al Imperio. Quizá con algo de suerte lograran aprovechar aquel gran punto débil y volver a tomar la base. Solo tenía que ser paciente y mostrarse colaborador hasta que llegase su momento.
Con Sarev capturado y la base bajo su control, el grupo de rebeldes se movió rápidamente de vuelta a la base para asegurar todas las instalaciones críticas, empezando por el centro de control cuya puerta habían bloqueado manteniendo el acceso a través del pasadizo del garaje. Los soldados imperiales no ofrecieron ninguna resistencia gracias a que el teniente Sarev se mostró colaborador y les ordenó rendirse. Así pudieron centrarse en asegurarse de que los sistemas de comunicación permanecieran bajo su dominio. Los pasillos, que antes resonaban con los ecos de disparos y gritos de alarma, ahora estaban en silencio, solo interrumpidos por el zumbido constante de los sistemas operativos y el sonido de las botas rebeldes asegurando cada esquina. En el centro de control, Deenia y Cruck revisaron los datos y planos estratégicos que la base imperial albergaba, descubriendo información valiosa para la Alianza Rebelde. Con la misión cumplida, el equipo empezó a preparar la base para su eventual evacuación, sabiendo que los refuerzos imperiales no tardarían en llegar. A pesar de las heridas, el cansancio y las diferencias entre ellos, una sensación de triunfo y alivio se apoderó del grupo. Habían logrado una victoria crucial, desbaratando los planes imperiales y dando un paso más hacia la liberación de la galaxia.
Al menos de momento...