Partida Rol por web

Aun sobre el Jinnin, Zacharee no se dejó detener por el hecho de que el Jinnin le sujetaba el pulso. En realidad, parecía estar preparado para eso, puesto que dejó caer su espada, la agarró con la otra mano y lanzó un nuevo ataque sorpresa contra Melkiel.

El General Accipitris soltó su espada, aun clavada en el Jinnin, pero al ver que este seguía vivo, gruñó de frustración, volando hacia atrás para apartarse de Melkiel, y entonces, lanzándose contra el a toda velocidad, poniendo sus piernas por delante del cuerpo para caer con un pisotón contra la empuñadura de su espada para clavarla aun más en el cuerpo del demonio.

El Jinnin rápidamente se empujó contra el Simeonita, su vuelo haciendo una trayectoria en curva hacia abajo y así esquivando otro ataque psíquico de Apolo y a Accipitris, que terminó pasando volando justo por encima suya.

De repente, cadenas aparecieron de la nada y rodearon el disco de bronce lleno de runas que usaba Melkiel, alarmándolo por tiempo suficiente como para que Zacharee hiciese un cambio de manos con su espada y, aun cayendo con el Jinnin encima suya, le clavase la espada curva en horizontal justo debajo de la axila, cortando carne hasta el medio de su pecho.

Ameri no había llegado a imobilizar el Jinnin pero logró obtener algo parecido, tirando de las cadenas y haciendo con que el demonio, ya sin fuerzas, soltara su artefacto y dejara que este fuera jalado con fuerza hasta caer en el suelo cerca de Ameri.

El Jinnin cayó sobre la parte aun intacta del tejado de la casa, rodando con el Profeta Sangriento por encima de esta hasta llegar casi a su borda contraria. Aun seguía vivo, tratando de usar el otro brazo para levantarse mientras miraba con una expresión neutral hacia Zacharee. Este se levantó rápido, ignorando la caida, y de una patada, proyectó el cuerpo de Melkiel de vuelta al jardin donde el combate había empezado, como si fuera tan solo un pedazo de basura.

Algo raro había pasado allí.

Puede ser que Ameri no tuviera la mejor de las punterías, nunca había trabajado enlazando ganado ni nada por el estilo, pero... Estaba seguro que las cadenas iban a rodear el Jinnin, si estas no hubiesen cambiado de recorrido en mitad del trayecto y rodeado el artefacto.

Ahora, con el Jinnin moribundo y el combate terminado, su mente empezó a clarearse de la adrenalina y pudo pensar con más claridad.

Un momento...

No habían cadenas en el suelo cuando llegaron.

¿Y como es que habían cadenas ahora?

Alarmado, Ameri miró hacia el amontonado de cadenas que tenían al artefacto rodeado, a tiempo de ver como estas eran jaladas hacia la oscuridad de la construcción medio-destruir, desapareciendo entre las sombras y llevando consigo el artefacto.

Antes de salir corriendo hacia el Jins, le entrego la corona Apolo en la mano y me voy directo para darle una patada en la bolas al Jins. Ya estaba muy cansada que el monstruo siguiera vivo, una y otra vez despues de los ataque del dios apolo. Si los hombres no pueden acabar con el moribundo jins, yo lo hare,

La luz del artefacto cayo entre la niebla acompañado con el traqueteo de las cadenas, al tocar el suelo la niebla se hizo menos densa y se vio de nuevo a Ameri sosteniendo la cadena entre sus manos, intercambió una mirada de confunsion con dido, como no comprendiendo cómo su idea había funcionado. Se le dibujo una pequeña sonrisa, al comprender que había sido así. Pero dudo poco, como si hubiera pensado más la situación, Se vio las manos donde las cadenas se habían comenzado a deslizar entre sus dedos, cuando quiso mirarlo mas de cerca, trato de correr hacia donde estaba el artefacto, el jinnin cayó en el centro del jardin donde esta y el profeta pasó casi por encima de él para estamparse en un tejado. Las cadenas se desprendio de su manos de forma brusca, lo que le dejo aun mas confundido.

Se tiró y manoteo adonde creía que estaba las cadenas, se abalanzó al suelo tratando de atrapar la cadenas o el artefacto, pero estas se le escapaba de las manos, sus ojos y oídos estaban totalmente atentos en como se movia el artefacto entre las cadenas, totalmente fascinado y ensimismado en aquella situación que se le había metido delante, no noto que se perdía dentro de una de las construcciones.

Ameri corrió, siguiendo las cadenas, tratando en vano de alcanzar el artefacto que se alejaba en la oscuridad, sus runas visibles por su brillo azul.

De repente, ya en el interior de la vivienda, las cadenas dejaron de ser arrastradas para ser suspendidas, y Ameri pudo ver como el artefacto era suspendida por una silueta escondida en la oscuridad.

Sus ojos tardaron algunos segundos en acostumbrarse con la escuridad, y lo que vio lo dejó primero alarmado, y después, le hizo el corazón latir con tanta fuerza que parecía que saldría de su pecho.

Era... Era...!

Las cadenas rodeaban una muchacha joven, no mucho más vieja que Ameri. Llevaba una especie de medio-vestido de tela negro, con pequeñas monedas colgando de sus bordas, además de pantalones holgados de ese mismo color y zapatos. Sus ojos estaban cubiertos por un pañuelo de un color marrón, y su pelo, corto, era de un color morado oscuro.

Ameri reconocía muy bien esa apariencia.

Sobre la cabeza de la chica, dos orejas lupinas se asomaban, y rodeando su cuerpo, una peluda cola.

Ameri tan solo confirmó la identidad de la chica con aquello.

Aunque no la había visto mucho desde su infancia, era imposible para el dejar de reconocer su rostro. No había llegado a pensar mucho sobre ella desde que su familia fue separada por la tribu Ushina, pero al verla, sus recuerdos regresaron como una torrente de agua.

Era su hermana, Anath Tenesit. Era... Familia!

Améri, se quedó sin palabras, casi sentía que estaba soñando despierto.
Extendió una mano casi pidiendo que le tocada y le sacada de dudas de si estaba soñando, el hambre de tantos años había hecho estragos en su recuerdos, era incapaz de recordar el rostro de  su hermanos o algo de su gente. Pero unas palabras brotaron de su boca, como un recuerdo de que se había negado a morir.
- Anath eres tu?
Se acercó mas cauteloso, un poco de cenizas cayeron de sus ojos, era ella.
- Soy y-yo ameri
El tenue color azul del artefacto daba un ambiente tétrico a ese reencuentro, pero a améri no le importaba.
- Te extrañe, extrañe a todos
Dejó caer lo que tuviera en las manos y extendio los brazos, mientras mas lagrimas cenizas rodaban por su rostro.
- ... dime que no estoy soñando.
Las palabras tembraron en su garganta, lleno de una alegria amarga, por algun motivo. Era incapaz de pensarlo, algo iba mal pero no le importaba, pero a estas alturas era solo un murmullo ante todas las emociones que querian salir a frote en ese momento.

La Ushino jadeó de repente al escuchar la voz de Ameri. Por su postura, y por estar volteada en su dirección, ya sabía que este se acercaba, pero aparentemente, Anath era ciega, o al menos, cubría su visión con el pañuelo, y solo pareció reconocer a Ameri tras escuchar su voz.

- ¿A-ameri? - Dijo, en un tono de voz bastante bajo. Su expresión era de desconcierto, pero su voz parecía estar llena de emoción. - Anath... - Empezó a decir, pero se cortó en medio de la frase. Su emoción, que parecía amenazar expresarse en su rostro con fuerza, de repente fue tragada por la chica y cerrada por tras de una cara seria y neutra. - No es mi nombre. - Dijo con firmeza. De repente, era como si Ameri y ella fuesen completos desconocidos. - Mi nombre es Azra Salem, y soy el Espíritu del Cambio. - Sin decir una palabra más, la chica agitó con sus manos las cadenas en dirección de la oscuridad detrás de ella. Las cadenas se quedaron tiesas, y en un movimiento rápido, Azra fue jalada por ellas, alejándose del Ushino rápidamente con el artefacto en manos.

Ameri trató de detener a la ushina, pero no fue lo suficientemente rápido para lograrlo, su mano que extendió hacia ella llegó a sentir la calidez de la joven que se parecía a su hermana, pero no logró tocarla.
El sueño cada vez parecía más real y lejano a la vez, y le aterraba la idea de que la oportunidad se le fuera entre los dedos.
...
En un suspiro, con su otra mano consiguió darle apenas  una pequeña caricia en la mano, y con delicadeza se la hizo sentir más ligera, dejándole a él cargando con el peso.
Sin poder hacer nada mas que ver como se perdía en la oscuridad

- An... Azra te estare esperando!!
Gritó a la noche, y aulló esperando que le escuchara. 
Y dio pena, era el primer aullido que hacía en su vida. 
Pero su sentimientos habían sido claros

Vio el disco en su mano y lo aprisionó entre sus brazos como si fuera el objeto más preciado que tuviera en aquel momento. Y de apoco las runas azules se fueron apagando, dejandolo también a oscuras en aquel cuarto. El cual guardó entre su telas, en una parte cercana adonde todos solían tener su corazón. 
- Volverás, almenos esto espero sea motivo suficiente. 
Se mordió los labios reprimiendo esta alegría amarga. Y se preparo a salir de la casa, secándose las cenizas de los ojos.
El dolor del estómago ardía como el fuego y la piel se iba tornando negra, pero solo le mostraba que estaba despierto. 
Finalmente salió al jardín este era un dia para recor…

Ameri se acercó a uno de los recovecos de la casa con una expresión risueña, la cual cambió al caerle encima la dura realidad, quedándose paralizado al ver que el Jinnin aun seguía con vida. 

Frente a frente con el jins, PERO EL MALDITO ESTA CONCENTRANDO EN MIRAR AL GUNEDASMAHA ¡AHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHH!
Le lanzo una patada en toda su bolas, restregándola con el piso con la fuerza de mi ira. El jins me mira sorprendido , no se si fue por la bola o porque se olvido de mi. ¿no sintió dolor o es el miedo ?
Echo una respiración para relajarme y el jins levanta su brazo izquierdo, me lanza un golpe directo a mi rostro.
Mi escudo psy detiene el ataque en el aire, sonrió ante mi victoria y le lanzo un puño en su costillas con todo el amor y cariño que una madre le puede dar. Gracias a dios el Jins no se habia levantando aun de la caida.
Escucho como su costillas se rompen, obligando al Jins a restregarse al suelo con dificultad de respirar.
No se mucho como funciona el cuerpo, pero se que es muy fácil dejarlo sin aire y aunque sea un parasito, su cuerpo es su debilidad
Lanzo mi cuerpo hacia sus piernas dejo que todo el peso haga todo el trabajo, del impacto debería caer hacia los lado su pie y bueno, mas que suficiente para facturarle algún hueso o torcérselo.
El jins sigue forcejeando, intento golpearme con la poca fuerza que le quede. Algun que otro golpe me esta dando, pero ya no son tan poderosos que ante, ¡esta muy debil!
Me levanto y corro hacia al lado izquierdo de su rostro, con la palma de la manos abierta le lanzo otro ataque hacia su mandibula. Extiro mi manos para que el impacto deje lo mas arriba posible su mandíbula, quitándole el poco aire que tenia y con el impacto de mi musculos, sus mandibula se golpeara con su boca. Hasta quiza se llega a morder la lengua por accidente.
Suelto mi agarre cuando ya su piel se pone violeta, le inserto uno de mis dedos en su ojos y luego uso mi derecha para agarrar el cabello y lo utilizo para que golpe el piso una y otra vez, hasta que la viceras de su cabeza salga y ya no halla duda de su muerte. Por ultimo le escupo en el pecho y le hago una carita sonriente con la saliva.

Así, Dido convirtió al Jinnin en una pulpa de sangre usando tan solo sus manos. El demonio no se quejó, tampoco expresó dolor. Sin embargo, antes de morir, su expresión cambió por un segundo.

Expresó una pequeña, pero tenebrosa, sonrisa.

malditos jinnis! 
decia con una exprecion preocupada mientras que para el grupo apenas llegaba a la escena, alcanzando a divisar esa sonrisa maldita en su cara, su pelaje se erizaba y su cola se levantaba en una mescla de disgusto y miedo
seguramente ya le informo a todo mundo de las tacticas que usamos aqui... o peor....

suspira y se lleva la mano a la cara antes de ir a con el ushino para tomar ese disco con el que estaba jugando, mirando su compañero con una cara de "damelo" como con la que verias a una mascota, en cuanto lo tenia lo alzaba para el grupo

Es un artefacto de absorcion! ... creo que todos aqui nos podemos imaginar que absorbia no es asi? 

y procedia a acercarse al general con este objeto, posiblemente con el proposito de entregarlo a la autoridad correspondiente

La sangre mancha todo mi ropas, y mi rostro pero siendo sincera tampoco es que se viera muy diferente a mi piel actual.

Es la sonría del Jins que me congela mi corazón, yo por supuesto para evitar demostrar debilidad le regrese la misma sonrisa y le lanzo el ultimo golpe en el rostro.

Cambio mi sonrisa a uno de asco-¡Estos jins son todos unos enfermos!-Me alejo del cada ver y voy hacia los arboles, donde arranco alguna parte de sus hojas para usarla como trapo para limpiarme, llevaba mucho tiempo que no sentía el rigor y la felicidad de la sangre. Mi corazón palpita como a una desesperada, mas me siento feliz....cosa que me molesta. Debo pelear contra mi propia naturaleza, mis deseos oscuros.

El cantar de la guerra, solo trae sufrimiento y problemas a la larga. Es el engaño, la trampa que nuestra mente hace. Todo es risa y felicidad, hasta cuando el enemigo clave su espada en tu pecho y la vida desaparece poco a poco de tu cuerpo.

Hago una yoga en el piso, buscando separar mi mente de aquellos pensamientos maligno. En eso, recuerddo a Rhea y me detengo en seco, me levanto y voy hacia su habitaciones buscando entre los montones de cadaveres si ella esta muerta o no.

Azra escapa, dejando a Ameri a solas en la casa vacía, ignorando que este le había hecho el cambiazo sin que se diera cuenta. 

Lo ultimo que vio Ameri antes de que Azra desapareciera en la oscuridad fue sus espaldas, donde un pequeño tatuaje estaba pintado justo en su trapecio. Tenía una forma extraña, casi como un test de rorschach. A Ameri le recordaron dos cabezas de caballo espejadas... O algo suavemente parecido con eso.

El ushino salio de uno de los recovecos de la casa a medio destruir con una expresión risueña, cuando vio como Dido reventaba la cabeza del Jinnin contra el piso. Quedándose perplejos.
Miro a Ashen que se acercaba a él con una mirada perpleja, quizás un poco dolido.

El bastemi le pido el artefacto con voz firme mientras le extendía una, como si fuera una mascota
- Damelo
Se aferró más al objeto en su pecho y no se lo dio, aun mirando el cuerpo del Jinnin.
- No era otro el plan?
Pregunto, mientras abrazaba aun mas a aquella cosa que tenía.
Cuando se lo trató de quitar, ameri lo evito tomandole con fuerza la muñeca al bastemi
- No es mio... pero tampoco dejare que me aparten de el por ahora
Mirando rabioso a los demás y gruñó a Ashen, mientras le soltaba el brazo.
- Ire a ver como esta Elihu.
Sin esperar respuesta se marcho.

No volvio a ver hacia donde estaba el cuerpo del Jinnin, pero se detuvo ante los cuerpo de los dos soldados, toco la sangre de cada soldado y se marco una mancha en la tela que tenia, murmuró unas cosas y finalmente llego con elihu para ver como estaba trato ver si aun respiraba, viéndose preocupado por el, llamo a accipitris para que le ayudará, aunque se le veía serio, era incapaz de soltar cada tanto un quejido de preocupación.
Cuando vio que no podia ayudar mas al general se sentó cerca de ellos y se puso a dibujar entre los escombros con un palo, sin ánimos de hablar con nadie.

Parecia que iba a empezar a hacer el mismo simbolo pero mirando para el otro lado.

Apolo se sentó, se quito el sombrero y se paso la mano por la cara quitándose el sudor y la arena, miro el cadáver de Melkiel por unos segundos antes de acostarse y estirarse, su cabeza zumbaba y podía sentir como la energía psíquica interactuaba alrededor suyo, de hecho, la arena debajo de su cabeza se movía en constantemente creando formas simétricas y en espiral.

Hey..!HEY!, ¿cuantos quemados?

Apolo tomo varias respiraciones antes de levantarse y sacudirse la tierra, miro a su alrededor, el numero de bajas se redujo al jinnin y a los soldados que los acompañaron.

Apolo comenzó a caminar en dirección a Eliuh, queria saber que tan grave estaba.

Elihu estaba bastante pálido y lleno de sangre, la herida le había pillado profundamente. Sin embargo, seguía vivo y respirando. Cuando Apolo se hacercó, abrió ligeramente uno de los ojos y trató de sonreir.

- Estoy bien... Ya me golpearon peor... Solo estoy descansando un poco... - Murmuró, antes de empezar a toser por el esfuerzo.

el gigantesco hombre de piedra se acercaba hacia el herido elihu, dudando si cargarlo o no, ashen le ordenaba con la mano esperar mientras que este se acercaba al general

se que no es el momento debido a la situacion... pero me gustaria formar parte del grupo de analisis de artefacto, sabiendo que es un artefacto de absorcion podriamos rebertirlo haciendo...

y empezaba a parlotear de mas terminos tecnicos frente al general