Partida Rol por web

Tomáis vuestro tiempo para descansar y prepararos para el viaje. La temperatura baja y eso os reconforta, al menos estáis cerca de casa que es lo que más añoráis.

De entre vosotros, Mallon parece tener las mayores dificultades para conciliar el sueño. Temblando de frío y buscando el calor en mantas y pieles de animales que vosotros mismos le habéis proporcionado. El norte es duro para un extranjero y el mago no es poseedor de una gran fortaleza.

A la mañana siguiente, comienza a nevar copiosamente. Karasten solicita a las portadoras de las espadas que unan sus filos cuidadosamente mientras él mismo se concentra posando las manos sobre ellas. Un agudo chillido emerge de los propios filos y un aura translúcida se genera alrededor de ellos -. ¿Estáis preparados? - inquiere el mago mientras os anima a acercaros al aura.

Algo ha fallado. Deberíais encontraros en la pequeña ciudad de Kelten y, sin embargo, os encontráis en mitad de un camino helado entre montañas y árboles nevados. Quizá las espadas os protejan o quizá sus intenciones son mucho más retorcidas.

En pocos minutos, siendo experimentados viajeros como sois, os situáis. Debéis estar a unos tres días de camino de Kelten. Eso sí, todos parecéis exhaustos y debilitados por el tortuoso viaje mágico.

- ¡Maldición! - exclama Karasten jadeante mientras trata de recuperar el aliento con clara dificultad, de bruces en el suelo helado.

- Uf! Asi que esto era la retribución - comenta el guerrero entre jadeos al notar como el cansancio recorre su cuerpo - No sé Uds, pero yo, lo que necesito antes que nada es descansar! - añade buscando una piedra en donde apoyar sus posaderas.

- Y al final resulta que no estamos en la ciudad, sino sólo cerca de ella. Como pretendíamos - comenta mientras sus ojos recorren el camino, tratando de asegurarse que nada, ni nadie, esté al acecho - Solo debemos recuperar fuerzas y mañana nos pondremos en marcha - tras una pausa observa a Helden, el líder del grupo, y se corrige - O mañana o cuando Helden nos indique que debemos hacerlo! -

-A... al final ha habido suerte y... y todos hemos conseguido lo que... lo que buscábamos--ironiza la druida albina con la voz muy afectada por el cansancio.

A pesar del lamentable estado en el que se encuentra, Ingrid se esfuerza por elevar varias plegarias a Elhona que mejoran sensiblemente el estado general del grupo. No obstante, tanto la mujer de los bosques como la loba siguen presentando tan mala cara como los dos arcanistas.

Una vez aparecen en el camino Helden llega exhausto como los demás. Estad atentos. Vamos a quitarnos del camino para no llamar la atención. Que dos de vosotros examinen en terreno para ver un lugar para descansar. No podemos llegar asi a la ciudad. 

- Debemos buscar refugio lo antes posible -Dijo la cantante entre jadeos. En cuanto pudo recuperar un poco de aliento comenzó a cantar, más tenue y con menos fuerza que de costumbre, pero no menos inspiración. Era aquella canción de ritmo lento y rítmico que conocíais y que precedía a las curaciones.

Después comenzó a tocar a la gente al tiempo que integraba las palabras arcanas entre su canción.

- Con eso tendrá que bastar por ahora, cuando tengamos refugio y podamos descansar unas cuantas horas, podré ayudaros con el resto del daño que habéis recibido. Ayudadme a levantar a los magos, aún están completamente exhaustos...

Como de costumbre, el canto de Sabrala hizo magia, o algo parecido.

Baern no podía decir que se sentía como nuevo, pero entre las oraciones de la druida y la música de la bardo si podía asegurar que estaba en mucho mejor estado que cuando aparecieron en medio del camino

Poniéndose de pie, buscó en el entorno un sitio donde pudieran pasar desapercibidos mientras descansaban - Yo me ocupo - aceptó las instrucciones del líder del grupo mientras salía del camino y buscaba algún lugar que le pareciera seguro

- Es cierto que hicimos mucho viaje en poco tiempo, pero no me gusta estar tan debilitado - le comentó al resto del grupo - Quizás haya sido lo mejor que no aparecimos en medio de la ciudad. Ahora... porqué habrá sido? Quizás la espada que buscamos no permita que sus hermanas se le acerquen de esta manera? - comentó más que preguntó a nadie en particular - En fin, supongo que son esas cosas de la magia que nunca entenderemos - completó mientras se encogía de hombros

Fenestir aterrizo de donde sea que viniesen con su cuerpo apoyado sobre el puño de la espada clada en el suelo cada vez ...tengo ...mas ...claro ... que hay ...ciertas cosas ... que no ... estoy ...dispuesta a ... hacer. Murmuro con evidente dificultad . Las palbras de sus compañeras hicieron que la joven recuperase la mayor parte de sus energias .

Gracias hermanas , vuestras palabras y canciones han hecho que recupere mis fuerzas .

Luego guardo la espada y comenzo a buscar un lugar en el que poderse resguardar para descansar .

Finalmente, y como es habitual cuando te relaciones con piernas largas, no hacen caso a mis advertencias, utilizando esas espadas, y la magia que llevan, para transportarnos. 

Cuando pronuncia las palabras mágicas, como un torbellino comienza a girar en mi cabeza, mezclando colores y dimensiones, haciendo que tenga que luchar para mantener la consciencia, apretando los dientes y no estando dispuesto a dejarme vencer por el conjuro de ese maldito viejo. El tiempo que transcurre parece que nunca a va a acabar, mi estómago se encoge y a punto está de expulsar el desayuno, pero finalmente acaba; Lo primero que noto es la brisa acariciando mis barbas, las luces comienzas a difuminarse, los contornos a definirse hasta que, finalmente, de rodillas, logro mirar a mi alrededor. 

Maldita sea, ¿dónde cojones hemos aparecido? digo mirando a derecha e izquierda, intentando orientarme, cosa que logro a los pocos minutos.

Grr, ya os dije que no era buena idea ¿pero alguien me hizo caso? no, para qué. farfullo mientras me siento, una vez más tranquilo al saber que no estamos tan lejos, pero no dispuesto a dar mi brazo a torcer.

La magia de Sabrala recupera prácticamente todo mi malestar, dejándome dispuesto para continuar el viaje Gracias Sabrala. La verdad es que necesitaba algo así después de ese maldito viajecito.

Por suerte solo estamos a tres días, y podremos llegar, o mejor dicho, preparar nuestra llegada. Si al final hasta igual ha salido bien la cosa y todo digo mirando esta vez a Karasten has tenido suerte. finalizo asintiendo mientras me giro y camino hasta un lugar donde poder descansar Baern, no le des más vueltas. Nos ha dejado a 3 días de nuestro destino, ¿por qué? magia digo con una sonrisa, sin decir nada más.

Sopla una brisa fresca a través de un río cercano conforme os situais y recuperais.

De repente oís el relincho de unos caballos y el ruido sus las bridas provenientes del sur. Cuando os dais la vuelta, veis a siete jinetes acercándose. El líder es un elfo de aspecto noble, vestido con una armadura brillante que refleja perfectamente el cielo despejado.

Cuando este grupo se acerca a vosotros, el líder detiene a su caballo y le indica a sus seis compañeros humanos que hagan lo mismo. Desmontando de sendos corceles. 

- Entiendo que poseéis los tres filos y éstos nos pertenecen legítimamente. Si me los entregáis, podéis salvar vuestras vidas. Si no lo hacéis, todos moriréis.

- Si conoces los filos, sin duda sabrás que es el arma la que elige al portador ¿Eres consciente de ello? Te ruego que antes de hacer ninguna tontería hablemos, hay muchas más cosas en juego de las que crees.

El guerrero se sorprendió ante la presencia del elfo, pero más aún de que tanto el como sus compañeros estuvieran montados - Muchos animales juntos - atinó a murmurar antes de que la bardo del grupo contestara.

Sabía que no estaban en las mejores condiciones, pero también era consciente que ninguno de sus compañeros entregaría sus armas sin luchar, por lo que se acercó a Sabrala dispuesto a escudarla si resultara necesario.

- Parece que ni siquiera te tomas el trabajo de informarnos quien es el que nos amenaza de esta manera - espetó midiendo las distancias que lo separaban de su interlocutor mientras desenvainaba su arma.

Helden se adelanta a sus compañeros y hace un gesto con las manos tratando de apaciguar la situación. Chicos hemos tenido un viaje muy largo. Seguro que quereis problemas?

Al oir al orejas, no puedo evitar lanzar un bufido. ¿Qué se había pensado? a punto estaba de soltarle cuatro cosas al muy pomposo personaje, pero Sabrala se adelanta, intentando siempre con buenas palabras evitar la confrontación.

Negaba con la cabeza, mirando a estos tipos que, por lo que parecía, solo querían conseguir lo que estábamos intentando hacer nosotros, pero ellos de la manera más fácil, esperando que otros se las trajeran. 

A pesar de estar un poco cansado todavía, no estaba dispuesto a entregar aquello que tanto nos había costado.

-¿Que os pertenecen?--se mofa Ingrid mientras observa al elfo sonriendo.

Suka agacha las orejas y gruñe al grupo de jinetes, pero no llega a separarse de la druida albina.

Fenestir , niega con la cabeza ... solo hay una cosa peor que un orco y es un elfo , no tiene claro si manchar la bella hoja nueva con la sucia sangre de un elfo o dejar que sus antiguas hojas inunden la blanca nieve de sangre apestosa .

Ditt fienderblod vil bade den hvite snøen ... bare stinkende blir guidet av en skitten elv Dice la joven furiosa , como siempre que esta rabiosa no es capaz de hablar en comun y es que los insultos siempre suenan mejor en lengua fria .
Pero la joven con su rabia pierde reflejos y rápidez .