Para aquellas personas que desean simplemente algo más normal, esta habitación es la ideal, además de que es la más utilizada por los estudiantes que desean estudiar a la ciudad, lejos de su hogar. Tiene el equipamiento más básico: Ordenador con internet, un equipo de música, un escritorio y una cama acompañado de una mesita de noche y un gran armario.
Tuvo especial cuidado en no ensuciar la habitacion, se quito las sandalias y las analizo en sus manos. estaban total y completamente jodidas: las tiro en la basura junto con su playera desvencijada. Se quedo solo con los jeans que aun parecian poder sobrevivir algunas semanas mas, éstos los doblo cuidadosamente y los puso en un lugar aparte junto con su ropa interior para lavaros mas tarde.
Desnudo, vacio todas sus cosas en el suelo y comenzo a acomodarse, en el armario puso sus 5 playeras, 2 camisas y 2 jeans extras. Su ropa interior en uno de los cajones bien doblada. tenia un par de zapatos y unas sandalias buenas. todo lo guardo muy bien. Encontró una paleta entre sus cosas y sin pararse a pensarlo comenzo a comerla al tiempo que ordenaba sus libros y cosas de aseo personal, se puso un sombrero vaquero que tenia arrugado entre sus pertenecias solo para divertirse consigo mismo.
puso su cartera en la mesita de noche, tenia apenas unos pocos yens y los papelitos de "como retirar dinero del banco"
encendio el monitor y mientras iniciaba se puso a hacer flecciones en el suelo, con su paleta en la boca, su sombrero arrugado en la cabeza y nada mas.
Entro en la habitación de Kokoro y dejo un sobre al lado del ordenador
-No te preocupes por el dinero
Voy hacia la puerta y antes de cerrarla digo
-Yo también fui campesino
En el sobre hay dinero.
Abrio los ojos desmesuradamente cuando Kurogane entro, apenas y pudo cubrir sus verguenzas con el viejo sombrero. Lo miro sin saber que hacer o como reaccionar hasta que se fue, miró el interior del sobre.
-- ¿y... y esto...? -depronto hizo una mueca de horror, caridad... odiaba la caridad. Se puso un short y salio corriendo tras Kurogane.
-- ¡Kurogane-san! ¡¡Kurogane-san!! -cuando finalmente le encontro le extendio el sobre.- disculpe mi descortecia, pero no puedo aceptar esto, apesar de mis ropas y modales, soy un trabajador honrrado, no puedo aceptar este dinero sin habermelo ganado de alguna forma, mi padre me enseño de esa forma y no sera de otro modo... Si lo que dice es cierto y es... err... ¿un espadachin?... ¡estoy seguro que podra entenderme! Por favor... aceptelo de vuelta, esta completo. Le aseguro que nunca precisaré de su caridad.
Sonrío mirándole
-¿Y qué te parece esto? ganarás dinero ayudándome a podar los árboles…de esa forma ni tú ni yo veremos nuestro honor comprometido
Se relajó y le sonrio de vuelta. Era una cantidad excesiva por podar unos cuantos arboles (en realidad, no sabia cuantos arboles habia en el terreno) pero pareci aque ninguno de los dos iba a dejar de jalar.
-- de acuerdo... me parece justo. humm... gracias Kurogane-san...
Esta persona empieza a caerme bien... apesar de portar una espada.
Se apresura a terminar la conversacion y regresa a su habitacion... necesita tomar un baño y quitarse la mugre de hace dias. Ademas le haria bien un baño relajante.