La niña se vuelve a reír, para acto seguido aparezca en su cara la imagen del mismo diablo.
He cambiado de opinión. Ya no te llevaré ante él. Él vendrá a ti
En menos de dos segundos, sientes que está llegando alguien por tu derecha. Aparece este hombre, que contrasta mucho su traje con la gran capa de nieve blanca
Al llegar a tu lado, te dice
Buenas noches, Nkrumsh. Soy Roberto.
No tiende su mano para saludarte, no parece tener un gesto amable. Todo lo contrario, es más bien hostil.
Esta es la oferta siguiente. O te vienes conmigo por las buenas, o por las malas. Tengo un experimento pendiente y tu eres un sujeto fundamental. No tengo tiempo que perder, así que decide ¡YA!
Y no te molestes en atacarme, si esa pequeña niña de ahí puede contigo, yo no seré menos dice señalándola, la cual sigue riéndose
— ¿Que me has hecho?, ¿Quiénes son ustedes?, ¿Qué quieren conmigo? —Digo gritando fuertemente. Cada vez el sueño doblegaba más mis piernas, la fatiga, y la presión, me hacía sentir como los pulmones comenzaban a hiperventilarse, y con el último aliento solo pude decir—. Yo no le he hecho nada a nadie, y ahora ustedes me hacen esto, no se quienes sean, o que razones tengan, pero no creo ser a quienes ustedes buscan.
Quede totalmente desbastado en mi sueño.
No había esperado ese golpe... solo se había concentrado en una de las jeringuillas y no se había percatado que en su otra mano tenía otra escondida. Nota como su cuerpo se entumece y comienza a perder la consciencia, no sin antes lanzar un puñetazo en el rostro de Roberto. Al menos, le rompería la cara antes de caer...
- ¡ALTO!
Grito en voz alta levantando los brazos con las palmas abiertas
- ...cooperaré.
Digo a regañadientes apretando fuertemente mis puños frustrado. Luego me entrego sin presentar mayor resistencia.
"Al menos lo he intentado" pienso mientras espero los siguientes acontecimientos.
Bravo, eres el más inteligente de todos. No me extraña, siendo un hombre de tu potencial...
Roberto se acerca a tí, donde te tenían preso sus matones. Te agarra del pelo y tira hacia atrás.
Lástima que no seas más que una víctima dice y, sin más, te clava una jeringuilla en el cuello.
Podéis soltarle, no irá a ningún sitio exclama a los otros vástagos, que, ante su orden, te dejan caer.
No te sientes raro, pero poco a poco te vas adormilando. Nunca habías escuchado de un sedante tan fuerte como para dormir a un vampiro, pero parecía que Roberto lo había encontrado.
No tardarás en quedarte dormido. Pero te concederé una última pregunta, al fin y al cabo, eres el que mejor me cae te dice mientras se sienta en su butaca y te sonríe
Este será tu último turno. Después, caerás dormido y comenzará una nueva escena
Como ya te dije, habías terminado en esta escena, y hasta que tus compañeros no terminen, no podemos empezar la siguiente
Tratando de ignorar las insidiosas e irritantes risotadas de la niña observo receloso al recién llegado, si es que realmente acaba de llegar y no ha permanecido oculto observando desde a saber cuánto tiempo. De haberme ofrecido la mano no me habría movido un centímetro para estrechársela y mucho menos pienso presentarle ningún respeto a este trajeado desconocido que simplemente quiere raptarme con o sin mi consentimiento.
-No parece como si tuviera elección-
¿Qué puedo hacer? ¿Cómo he podido terminar siendo emboscado por un par de exenticos?
-Me da igual tu estúpido experimento...- Digo asegurándome de marcar cada palabra para denotar que sigo considerablemente cabreado -...y esa oferta deja mucho que desear. Tendrás que añadir algo más ¿A caso gano algo de todo esto o se trata de un secuestro en toda regla para que me pinches y me sondes a gusto?
-De ser así déjame decirte una cosa Roberto, antes de convertirme en una cobaya prefiero probar suerte aunque me haga matar en ello-
Mmm... "Pinchar", dices... Pues por ahí empieza mi experimento dice sacando una jeringuilla de uno de los bolsillos de su chaqueta.
¿Sabes lo que es esto? te pregunta Es un somnífero. Uno tan potente capaz de dormirte. Quita el tapón de la jeringuilla y le da unos golpecitos a la aguja, imitando a un médico.
Es una pena que no quieras colaborar, pues te dolería menos...
Con un gesto muy rápido, te lanza la jeringuilla. Asombrado de lo estúpido que parece, la esquivas con un leve movimiento de cabeza. Pero, cuando te quieres dar cuenta, Roberto ya no está frente a tí.
Se ha movido tan rápido que no le has visto, y ahora está detrás tuya. Ha cogido la jeringuilla al vuelo y, con otro hábil movimiento, te la clava en el cuello.
Tu cuerpo lentamente empieza a dormirse
Bueno, este es el último, si no he contado mal. Mary le dice a la niña pequeña diviertete un par de minutos y tráelo, quiero empezar cuanto antes.
Roberto desaparece de tu campo de visión para aparecer la pequeña Mary. Ella no parece querer entretenerse contigo, así que te da un bofetón que te tumba en la nieve y se queda esperando a que desfallezcas.
Será tu último post en esta escena, ya que caerás dormido. Puedes probar a preguntar o lo que quieras
Totalmente atónito, me encuentro de repente extenuado camino hacia la inconsciencia antes de que pueda siquiera reaccionar a tiempo. Maldiciendo mi suerte por cien veces empiezo a notar enseguida los efectos de la droga.
El bofetón de la niña, llamada Mary, no me despeja precisamente y el suelo corre a mi encuentro.
La furia que debería sentir en este momento así como deseos de vengarme de esta jugarreta se va remplazando por una somnolencia sedante muy fuerte y en pocos segundos todo queda en calma. Nada parece tener importancia salvo estar tumbado en la nieve mirando las que ahora me resultan adorables facciones de Mary.
En un último esfuerzo por no desvanecerme e integrar mi consciencia, ya más cercano al mundo onírico que a la realidad, trato de articular algunas palabras entre gemidos soñolientos.Todo me empieza a dar igual. Al parecer me seleccionaron para este experimento, ¿pero con qué finalidad? ¿Por qué a mí? me digo cada vez con menos interés.
-Malnacidos...me las pagareis, ¿Por qué yo?-
Aprieto las mandíbulas para evitar hacer una mueca de dolor cuando me clava la jeringuilla con quien sabe qué tipo de droga. Palpando con mis manos trato de encontrar algun punto de apoyo donde aguantarme cuando el veneno empiece a hacer su efecto; no quería desplomarme al suelo como un saco de patatas golpeándome en la cara. Aún que un golpe así no significaría nada para alguien de mi naturaleza, todavía me quedaba algo de orgullo después de todo.
- ¿Por... por qué ich? ¿...qué tengo yo de especial?
Digo entre dientes, tratando de pronunciar sin jadear demasiado. Debía sacar el máximo de información que pudiera y aquello fue lo primero que me vino en mente
- ...Te mataré
Le lanzo la amenaza finalmente, con mis ojos llenos de furia fijos en aquel rostro que nunca olvidaría
Chsssst... Ya está, déjalo. No vas a morir. Todavía no. Has sido elegido para llevar a cabo un experimento. Tu muerte definitiva ayudará a que la Gehena comience
Y no consigues oír más, ya que caes dormido
Tú o cualquiera, no te sientas único. Símplemente, has tenido suerte.
Es una lástima no poder jugar a las muñecas contigo, me habría divertido dice la niña riéndose mientras te quedas inconsciente
Me hubiera gustado que fueras mi ayudante, pero seguro que funcionas mejor como sujeto. Así sufrirás lo mismo que los judíos.
Tu muerte ayudará a que mi proyecto llegue a buen puerto
Sus risas son lo último que oyes cuando te quedas dormido...