Partida Rol por web

Parezco excesivamente confiado en mi naturaleza revelada por un ser que aun no ofrece, como rasgo de cortesía, al menos su nombre. Debería estar consternado, ¿cómo lo ha descubierto?

Pero no. No importa. Realmente no importa. De nada sirve negar que soy una garra de Gaia, no ahora. Soy un ser civilizado. -Respondo tan ambiguo como puedo, con un tono de voz sobrio, quizás prepotente, pero amable. No niego tus palabras pero tampoco las confirmo. Solo tengo presente que, para algunos malditos no somos más que salvajes cambiaformas. Saca las conclusiones que quieras, igual mis palabras no harán la diferencia, no contigo.

De alguna extraña forma me fío de ti. Seas lo que seas. Si hubieras querido darle noticia a otros acerca de qué soy, de seguro lo habrás hecho antes de venir conmigo bajo la luna. Sabrán del temor que deben tener. Y sin embargo, a pesar de develar mi secreto, no quieres que alguien más se entere. ¿Por qué? ¿Qué ganas resguardando el secreto con celo bajo tu custodia?

¿A qué te refieres con mil años? ¿Qué deseas? -Sonrío altivo orgulloso de lo que soy.

- No me cabe duda de ello - dice el misterioso personaje apoyandose en la barandilla, con una calma absoluta- Como ya te he dicho conoci un hijo de gaia hace poco, tengo buenos recuerdos de mi duelo de ajedrez con él. Lo que busco es sencillo Sr.Narshal, busco aliados en los que pueda confiar lo cual hoy en día es mas dificil de encontrar que un perro verde.

¿Por qué persiste en mencionar a los Hijos de Gaia? Seguro tiene dudas sobre cómo ganarse la confianza de un Garou. 

Guardo silencio por unos segundos mientras escruto una serenidad inusual. Un destello de dudas se asoma sobre mi alerta estado de observación, mientras escucho ciertas palabras que no hacen más que prevenirme. Búsqueda. Confianza. Aliados.

¿Y aliados para qué? No vale la pena insistir en la fachada orquestada. De nada servirá pretender que en verdad quiero deshacerme del poder que me he forjado para susurrar como el viento la muerte de quienes la merecen. ¿Por qué crees que podrías confiar en mi? -Sostengo la sonrisa altiva, pero amable.

Falacia. El que sea un Garou nada tiene que ver con que pueda confiar en mi. Entre los nuestros aun desconfiamos de algunos de los nuestros. No en vano, los media luna han recibido regalos de los espíritus; regalos que Halcón ha concedido a su hijo guerrero. Las mentiras no escaparán del ojo dorado de la estirpe del honor.

El don del Halcón no parece detecat falsedad alguna, quizas diga la verdad, quizas sea un maestro de los dobles sentidos o quizas simplemente hoy no sea tu día, el tiempo lo dira.

- El fin, el fin està cerca, aquello contra lo que lcuhas es tambien aquello contra lo que lucho. La verdad, no se si puedo confiar en los garou, pero desde luego pocas alternativas mejores tengo. De todos modos, no intento confiar en tí por el hecho de ser garou sino por el hecho de que no eres el único aqui que esta escudriñando al otro.

Jajajajajaja -Me sorprende que pueda escudriñar en mi mente- ¿Contra qué crees que luchamos?

Ni tú ni yo podremos impedir la llegada del Apocalipsis. ¿Qué te motiva a luchar contra el Wyrm? Podrás ver mi mente, pero desconoces el mundo espiritual. No luchas por proteger a Gaia. Has vivido fuera de su propósito viviendo más de mil años. 

Pero eso no quiere decir que no podamos combatir juntos contra eso que tú crees que luchamos. Ilústrame colega. Ilústrame.

Muestro interés en su propuesta, pero algo de impaciencia en los detalles. Me acomoda y presto atención, dispuesto a oírle un largo rato.

- No lucho por Gaia, ni tengo nada en contra del Wyrm o de la Tejedora, es posible que yo no pueda hacer nada para evitar el apocalipsis, pero una cosa es cierta. Yo y los mios hemos nacido por un motivo muy concreto. Es mi cometido lucha contra aquello que quiera acabar con el Mundo, no puedo dejar de hacerlo, seria totalmente antinatural para mi. Dicen que el enemigo de mi enemigo es mi amigo y algo de verdad espero encontrar en esa expresión.

Me alegra oír palabras tan generosas de alguien como vos y estaría encantada de poder contar con vuestra experiencia y consejo en tal asunto. Decidme..... podríamos hablar de este asunto más profundamente para contar con vuestro apoyo para cuando llegue el momento? Por supuesto soy una persona que no olvida a quien me ayuda.

Leonor te lleva a uno de los despachos del edificio para que podais hablar tranquilamente en privado. Esta muy bien decorado, despues de todo es el despacho del antiguo presidente de la empresa, el Principe.

- Veras, en esta lucha por el poder no tenemos porque estar enfrentadas, sabemos muy bien que no van a permitir que una persona ocupe dos cargos al mismo tiempo. Por ello quiero tu apoyo en mi candidatura a Primogenita Ventrue, a cambio de mi apoyo en tu candidatura a guardiana del Eliseo. Mujeres y vampiros, debemos ayudarnos mutuamente ¿No crees? Por si mi apoyo no te parece lo suficientemente tentador, tambien tengo información sobre el Sheriff.

Se moverá lentamente por el despacho observando los detalles y apreciando el gusto del anterior príncipe. Dándose unos segundos para pensar e impacientar a Leonor Smith.

Es una oferta tentadora pero mi apoyo a vuestra candidatura me enfrentará al resto de ventrues que optan a ese puesto, y varias de esas personas están en la sala de al lado, personas importantes y con mucho poder....

Seguirá moviéndose lentamente por la sala acariciando levemente los diferentes objetos del despacho para disfrutar de su tacto.

Sin embargo vuestras palabras no carecen de razón y la oferta de información sobre el sheriff es muy tentadora. Si dicha información es como lo diríamos.... "importante", contad con mi apoyo si yo puedo contar con el vuestro.

Cuando termine de hablar se parará y se girará a para mirarla directamente.

No logro recordar la última vez que estuve a la deriva del conocimiento, a merced de otro ser; descubierto, desnudo a sus ojos. Es desconcertante. No tengo muchas opciones. Estoy en sus manos.

¿Exactamente qué deseas? -Las indirectas y las vacilaciones nunca han sido buena señal de confianza. Palabras que delimitan su rumbo hacia la incertidumbre, normalmente son cabalgadas por quienes ofrecen como moneda de cambio la más sutil de las manipulaciones. ¿Qué esperas que haga por ti y qué harás por mi? Sé claro y específico por favor.

Te daré una oportunidad. Por fortuna no apestas.

- Mi sire, el principe, y él se conocián, no se si fueron amigos pero desde luego tenian un negocio entre manos, se muchas cosas que ni siquiera saben sus dos socios - Informa Leonor- Tambien fui testigo, junto al primogenito Brujah de como incineró a Alamo.

Alamo era el pseudonimo que utilizaba uno de los Sabbat mas peligrosos de la ciudad. Sabes que era un tipo poderoso a la par que escurridizo. Muchos siglos llevaban sus enemigos intentando que cometiera un error y jamás lo habían logrado, hasta que Nuñez se metió en escena.

Gaspar sonrie al oir tus palabras, se apoya en el balcón mientras te responde.

- Mis palabras pueden hacerte pensar que oculto mi verdadera naturaleza. No es que me avergüence de ella ni que pretenda ocultartela, solo que la maldición que pesa sobre mi me obliga a ello. Si te dijera que soy probablemente no tardarias mucho en olvidarlo. ¿Que espero y que ofrezco? Sinceramente de momento nada, solo quiero establecer el contacto contigo y los tuyos, por eso prefiero no revelarme, de nada me serviria  establecer el contacto si en una semana ya no te acuerdas de mi.

Cuanto necesito saber se ha dicho. Soy franco y directo. Conciso y sin dilaciones. Muy bien, cuando me necesite para algo concreto, será cordialmente recibido en mis oficinas. 

La incertidumbre pocas veces visita mis pensamientos, pero de dudas no puede alimentarse la rabia de un Garou. Sólo de actos. Extiendo la mano amablemente, elevo una sonrisa y dejo aquel ventanal. Me dirijo a las inmediaciones del salón, una vez más, dispuesto a transitar una noche llena de sorpresas con las pieles de un humano, al acecho de mis víctimas.

¿En busca de quién? Varias entidades se han descubierto a mi espíritu como estirpe del mal. Todo parece salir mejor de lo que creo. Sutiles brisas procuraban el declive de mi fuerza mental al no saber con quién compartía, forzadamente, mis secretos. Y aun así, parece que tengo un aliado. Parece.

No me molesté en preguntar el nombre de aquel milenario extraño, y sin embargo no parezco tener más alternativas que confiar en él. Giro la perilla que separa el balcón del interior, deslizo el enorme ventanal, y termino por rendirme al calor de la posada. Es momento de seguir actuando.

Ya adentro, postro mis ojos en los presentes. Aclaro la garganta, dispuesto a proferir un sutil discurso, y aprovecho para mis propósitos que recién salgo de una charla tan incierta para los demás como lo es para mi. 

¡Estimados! -Golpeo levemente con el puño sobre la pared convocando las miradas- En los próximos días es posible que inicie un proceso de licitación abierta -Un proceso de selección a fin de encontrar el "perfecto" contratista- para aquellos que estén interesados. Me encantaría poder participar de diversos procesos de due diligence para saber qué afortunados empresarios están en capacidad de adquirir parte de mi multimillonario imperio. Tenemos retos imprescindibles por afrontar con la sociedad, con nuestros trabajadores, y con el medio ambiente.

Miro con una mirada cómplice, discípula del lenguaje propio de quienes aman el dinero. Las grandes responsabilidades de una empresa en tiempos contémporaneos, da plata- Y algunos dicen que hacer las cosas bien no es lucrativo. ¡Ja!

Una última pulla, una indirecta para aquellos que sustentan su monopolio entre sombras oscuras, cuestionables si las viese la luz. Algunos querrán participar. Otros, ofendidos, procurarán su defensa. 

El juego ha comenzado.

Sin embargo -Replico- Hoy no hablaré de negocios. Tengo los correos de todos los presentes, o al menos de quienes creo que podrían pagar el precio justo. Orgullo que carcome a las bestias llenas de avaricia, liderará el espíritu de quien no reciba invitación. Se descubrirán así mismos.

Así que -Una breve pauso-  espero no les moleste si hoy sólo me dedico a disfrutar de unos cuantos tragos.

Tomo la copa que llevo en mis manos, camino lentamente hasta un sirviente destinado por el amable anfitrión, sirvo un poco de vino, y lo elevo a los cielos- ¡Salud damas y caballeros!

Las gentes se miran unos a otros, con ojos llenos de codicia, mientras brindan. Ves que el milenario entra en la sala, su sonrisa al ver a los presentes parece indicar que él conoce de que va el juego. Coge una copa de vino blanco y alza su copa para el brindis, en silencio debido a que llega tarde.

Eres consciente de que no deben quedar muchas sanguijuelas en el lugar, pues muchas fueron las que pudiesteis contar muertas en las noches pasadas y muchas las que murierón y desconociais su identidad. Así a vista puedes ver que los que han desaparecido eran los más ricos y seguramente los que manejaban los negocios más cuestionables. Es curioso ya que la mala hierba es la más dificil de eliminar, es como si alguien hubiese usado la guerra entre chupasangres para purgar a aquellos que menos le gustaban, algo bastante probable ya que ese tipo de personas tiene muchos aliados pero todavía más enemigos.

Nadie se atreve. Nadie se cuestiona el por qué de esta situación incómoda. Todos parecen amedrentarse por el silencio, o quizás por la angustía de no saber qué cartas poner sobre la mesa en este juego. Por lo que simplemente se conforman con sonreír.

¿O acaso será temor lo que tienen? Dudo que la prudencia le gane a la codicia; o al amor por el poder. Caerán en la trampa, eso es seguro.

Mientras tanto cumpliré mi palabra, tomaré algo de licor y observaré a los presentes.

Sigo con mi licor, me siento confiado de mi mismo, concentrándome en cada una de las presencias precedentes con que, sin duda, revelan sus motivos como si fuesen transparentes, corrompidos por el Wyrm.

Permanezco atento, sentado y atento. 

Por cierto, ¿dónde estará... em... Celestine?

No encuentras a Celestine en lo que queda del evento. Nuñez no tarda mucho en irse, con una cara de sueño bastante poco disimulada. Cuando te quieres dar cuenta esta a punto de amanecer y la mayor parte de los invitados, entre ellos todos los vampiros, se han marchado.