Karin entendió rápidamente las intenciones de Angelica al ver como dejaba caer las sabanas al suelo y mostraba su miembro eréctil, lo que la puso un poco celosa, pues ella también tenía ganas de jugar con ese dulce. Por suerte tener la flor tan cerca le hacia no perder los papeles, así que con fuerza de voluntad llamó la atención de Arianne señalándola lo más discretamente posible las flores que había a los pies de Amy.
Eres una pervertida Angleica~ ¿Porque no la calientas un poco y después jugamos las cuatro? Cuantas mas seamos mejor. Querás jugar con nosotras también no Amy? Le dijo a su ex-amiga intentando no mostrar su nerviosismo. La situación la ponía cada vez mas tensa, quería conseguir las flores lo más rápido posible.
Las orejitas de la nueva Amy se movieron encima de su cabeza, escuchando cada palabra que decíais mientras sus dedos aun aprisionaban al ratoncito. Sus labios dibujaron una fina sonrisa antes de que sus ojos se iluminaran débilmente ante la visión del miembro de Angelica. La mano que sostenía a Mimi se abrió de golpe, dejando caer al animalito que no tardo en salir corriendo, volviendo a subirse a la ropa de Karin casi al instante.
Amy se coloco a cuatro patas, moviéndose con movimientos ágiles por el suelo, con los ojos fijos en el futa. -Nyaaaa….Entonces queríais jugar nya? No vale, no vale, Amy también quiere jugar, Amy también quiere jugar. Parecía que la mente de Amy estaba ya de lo mas tocada, como si no pudiera pensar en nada mas que en cosas pervertidas o quizás simplemente en que debía tomar el futa de quien fuera. La frente de Amy rozo el futa de Angelica antes de que sus manos lo atraparan, relamiéndose los labios. -Amy se ocupara de calentar a Angelica antes de que las demás la prueben, ama no me a dado mi tazón de leche, nyaaaa.
La lengua de Amy no tardo en comenzar a acariciar el glande del futa, pasando una y otra vez como si se tratara de un caramelo, tomando toda la superficie, babeandola y degustando su calor. En un principio la lengua tenia un tacto áspero antes de que lo pasara por segunda vez y fuera mas suave gracias a la saliva que soltaba. Después de babearla entera, la mano de la gata fue masturbandola mientras su boca empezaba a comerse tan jugoso miembro.
Cuando vio que Amy dejaba escapar al ratoncito y centraba toda su atención en ella, hizo una señal con la mano para que sus amigas recogiesen las flores que habían quedado frente a ellas para poder quitarse los efectos de una vez por todas. No obstante, para entonces, Amy ya se encontraba lamiéndole aquel miembro como si no quisiese perder ni un solo segundo en ello, lo cual hizo que Angelica tuviese que apoyar sus manos en el muro de la cabaña para sostenerse puesto que tan solo con el efecto de la flor podría caerse después de tratar de contenerlo durante tanto tiempo.
-A-Amy... N-No te recordaba tan impulsiva... -Apenas podía hablar puesto que con el más mínimo contacto ya se escapaban algunos gemidos, le había costado mucho contenerse y ahora estaba recibiendo un gran alivio por parte de la que una vez fue su amiga. Sabía bastante bien que ahora mismo lo principal era volver con Shimi y que les dijese como debían emplear aquella flor para curarse, pero le iba a ser imposible moverse al menos hasta que Amy terminase con lo que estaba haciendo.
Ari trató de concentrarse en la tarea que le habían encargado y se deslizó lentamente a espaldas de Amy para hacerse con las flores sin que se diera cuenta. Sin embargo, era prácticamente imposible apartar los ojos del magnífico miembro de su amiga y más aún cuando Amy empezó a lamerlo como si fuera una enorme piruleta.
Una dulce y jugosa piruleta que llamaba a Ari como la miel a una abeja...
Cojo las flores antes de que se lie más la cosa.
Ya tenían el antídoto, ahora el problema era librarse de Amy... por desgracia para ella, las flores no la salvarían y si se la llevaban, solo daría problemas. Así pues, tenían que quitársela de encima.
Se acercó a Amy y la cogió de la poca ropa que llevaba, apartándola del futa de Angélica y sonriendo pícaramente, moviendo el dedo índice de un lado a otro como negación.
-Ah, ah, ah, si quieres más nos tienes que seguir. No se la iban a llevar a casa de Shimi por supuesto, pero si seguían haciendo ruidos allí la gran dama acabaría pillándolas
-Nyaaaaaaaa..... Su boca no paraba de moverse, al mismo ritmo que su cuerpo, mirando a su amiga conforme metia su futa hasta el inicio de la garganta antes de sacarlo y pasarlo por todo su cuello para masturbarlo y vuelta a empezar. Con cada movimiento la gata parecía disfrutarlo mas y mas a su vez Angelica también estaba recibiendo su dosis de estimulo, sintiéndose como en una nube.
Entonces parecía que Karin la empezaba a apartar, notando como el futa se iba escapando de sus zarpas. -Nya nya nya, yo quiero yo quiero. Empezó a decir Ami molesta, en un tono bastante algo y un poco enfurruñada, moviendo las manos hacia el futa como si quisiera volver a tenerlo entre sus dedos. -Dame, dame, quiero su miembro, su leche. Damelooooo. Parecía que si la soltabais y ibais alejando a Angelica como si se tratara de un juguete para gatos, Ami os seguiría.
Amy lo estaba haciendo realmente genial y se podía apreciar en las expresiones de placer que Angelica ponía mientras se sujetaba como podía a la pared para evitar deslizarse al suelo. No obstante Karin no tardó mucho en apartar a Amy haciendo que esta se quejase al igual que la peliblanca, la cual en aquel momento estaba totalmente a merced del efecto afrodisíaco y quería continuar con aquello.
-No seas mala, deja que Amy termine de jugar y reciba su premio... -Ella misma sabía muy bien que si Amy seguía levantando la voz terminaría por despertar a las habitantes, de la misma forma que si se la llevaban podía ser una molestia. Fue entonces cuando se le ocurrió una idea. -Podríamos llevárnosla con nosotras y así puede terminar lo que está haciendo. Luego solo hay que atarla y usar esto. -Angelica desabrochó la mordaza que le había dado Shimi y había estado levando hasta ahora en su muñeca por si hacía falta, con eso podrían mantenerla callada sin problemas.
Ari, que ya había sacado las flores por la ventana, negó con la cabeza.
-Ya oisteis a nuestra amiga. Es demasiado tarde, le han lavado la cabeza. Se pasaría la vida tratando de escapar y volver con la Dama y nos traicionaría en cuanto pudiera. Demasiado riesgo. Dale su premio y vámonos de aquí.
Los gritos de Amy asustaron a Karin. Temerosa de que las oyesen y las atrapasen, iba a soltar a la chica cuando Angélica propuso de llevársela. Iba a negarse al igual de como había hecho Arianne, cuando pensó lo que podía pasar si la dejaban:
-"Vi a una ratita pero cuando quise atraparla las prisioneras me pararon!" era lo que seguramente diría a la gran dama si la dejaban en ése lugar. Suspiró por sus adentros y dejó que la gatita se acercase al miembro eréctil, pero sin dejar que lo lamiese.
Pero no podemos dejarlas así pobres...nos la llevaremos para jugar con ella. Miró a Arianne como si le suplicase que aceptase.
Ari estaba teniendo serios problemas para mantener la compostura y no mirar el falo de Angelica pero se lo debía a Shimi y se concetró en convencer a sus amigas.
-Esto no es ningún juego, Karin. La casa de nuestra amiga no es nuestra y la estaríamos poniendo en peligro si llevamos a Amy allí. Ya se la ha jugado dos veces por nosotras, tía.
Ari se dirigió a su antigua amiga. Le da ba un poco de repelús verla así, cubierta de pelo.
-Amy, ¿Tu que prefieres? ¿Venir con nosotras o quedarte con la gran dama y acariciar su gran... cosa?
Verdaderamente, en ese preciso momento, Karin tenia problemas con sujetar a Amy. Amy estaba tirando bastante fuerte, teniendo casi sus hombros bien sujetos por la joven mientras que mordía en el aire intentando atrapar el miembro de Angelica, parecía que había comenzado y no tenia ninguna intención de parar. Sus ojos estaban fijos en su golosina, haciendo que cada vez su cuerpo se acercara mas y mas, estaba a escasos centímetros, sus labios aunque mordiendo iba soltando unos maullidos que se parecían a los de una gata con tal fiabilidad que si hubiera pasado un gato por aquel lugar se hubiera girado para hablar con ella. -Nyaaaaaa, quiero mi leche quiero mi leche! Dijo mas fuerte, estaba alzando demasiado la voz, no tardarían en despertarse si es que no lo estaban ya. -Aunque Amy vaya para tomar su leche volverá con Dama, su miembro y leche son mas dulces y me encanta. Ademas me a prometido que enseñara modales a Amy antes de darle una casa. Ahora dame mi lecheeeee, me la habéis prometido, nyaaaaa!
Amy comenzaba a hacer demasiado ruido al levantar tanto la voz y Angelica se encontraba en la misma situación que esta, así que antes de que su antigua amiga continuase así se acercó para meter su miembro en la boca de esta y que se callase de una vez por todas mientras dejaba escapar un suspiro de alivio.
-Ari, no deberías privarla de su golosina... Eso no está bien, te estás comportando como una chica muy mala~ -Angelica sonrió un tanto pícara debido a los efectos de la flor, en aquel momento podría lanzarse a cualquiera de ellas sin demasiados miramientos o tener que pensárselo dos veces. Pensar que no podría llevarse a Amy para divertirse de nuevo con ella no le gustaba del todo, pero al menos se divertiría aquella vez.
Cediendo a las súplicas de la chica gata y al ver que Angélica acercaba el miembro, la dejó para que se entretuviese un poco y así dejase de gritar. Suspiró ya cansada de aguantar a la chica (además de que el efecto de la flor empezaba a ser insoportable) y se acercó a Arianne. Con un poco de timidez cogió a la chica de los brazos y le dio un beso poniéndose de espaldas a Amy. Arianne, no te enteras. ¿Que crees que pasará si la dejamos aquí? Nos delata seguro. O nos la llevamos o pondremos aún en más riesgo a Shimi. Le susurró a la chica para que Amy no las escuchase y ,sin miramientos, cogió uno de sus pechos y empezó a mover la mano aplastandolo hasta coger el pezón y empezarlo a estirar ¿Lo has entendido? Su poca paciencia y sus ganas de hacer perversiones se juntaron y acabó recibiendo Arianne.
-APARTA! -Arianne ya había tenido suficiente. Si aquellas dos querían que las cogieran con las manos en la masa, allá ellas.
La joven, furiosa por lo poco que habian aprendido sus amigas de la situación con la Lamia, trepó hasta la ventana, dispuesta a irse a casa de Shimi con la flor.
-Si os quereis jugar vuestra libertad y la de nuestra amiga, hacedlo son mí. ¡Yo me voy corriendo a usar esta puta flor para curarme!
-Nyaaaaa~~ Un leve maullido de los labios de Amy hizo finalmente que se callara, dejando que vuestro infiltramiento volviera a estar a salvo, aunque estabais haciendo demasiado ruido, en una ocasión normal ya os habrían atrapado hacia tiempo. Las manos de Amy, una vez libre de ser presas por Karin, envolvieron el miembro con cierta presión, masturbandola rapidamente mientras sus labios se apretaban alrededor del miembro, haciendo que pasara por el interior de su mejilla, jugando con su lengua como intentando recuperar el tiempo que había perdido con toda aquella medio discusión sobre ella.
Al menos parecía que Karin también quería llevarse a Amy con ellas, algo que tranquilizaba a Angelica aunque realmente solo fuese debido al efecto de la flor más que cualquier otra cosa. Poco después Ari gritó de forma que hizo que la peliblanca se sobresaltase, mirando hacia los alrededores para asegurarse que realmente no había nadie por allí ni que podían ser descubiertas por ello, no obstante sus preocupaciones desaparecieron de nuevo en cuanto Amy volvió a retomar lo que estaba haciendo. -A-Amy, n-no tengas tanta prisa... Eres demasiado golosa... -Gimoteó mientras volvía a perder la estabilidad, estar de pie mientras le hacían aquello no ayudaba demasiado.
Sorprendida apartó la mano del pecho de Arianne y la miró un poco vergonzosa, aunque se notaba más su enfado, no solo por el grito que había soltado podría haber alertado a alguien además de que se quería llevar las flores que tanto les había costado de llevarse, sino porque había rechazado su intento de juego erótico.
No tenemos tiempo para discutir tus estupideces. Esas flores son de las tres, así que si te vas no se te ocurra moverte de la casa de Shimi, o como mínimo dejar suficiente ración para Angélica y yo, porque si desapareces te pienso atrapar y tirar en esa jaula otra vez. Yo me quedaré con ellas. Vete antes de hacer otra estupidez. Le dijo susurrando con toda la autoridad que pudo y señalando la jaula en la que habían estado encerradas. La situación era estresante y solo faltaba Arianne para poner más nerviosa a Karin.
Iba a irme en paz y esperarlas en casa de Shimi pero la actitud de Karin, quien les había costado el plan de la boticaria y había insinuado que ella no se preocupaba por Shimi, acabó por hartarla.
Y le soltó una bofetada.
Tengo que tirar algo?
El bofetón que Arianne le dio a Karin, quizás a mala fe o solo para que se callara, aunque se interpretaba como la primera opción fue ya la gota que colmo el vaso. Se escucharon como unas sabanas se movían sutilmente antes de que, los rayos de luna que se filtraban por la ventana, vuestra salida, fueran tapadas de repente por lo que parecían unas zarzas de rosas, imposibilitando que pudierais escapar por aquel lugar. Amy, ni se inmuto, acorralando a Angelica contra la pared y obligando a que se sentara para que ella misma continuara lamiendo su miembro, con dos manos en los hombros de esta conforme su boca hacia que el miembro desapareciera en ella, babeandola bien para la delicia de la joven, había aprendido en muy poco tiempo.
Los insectos y el fuego que iluminaba todo el lugar se apagaron de repente, dejándoos en silencio y oscuridad, quitando de que el unico sonido que se escuchaba era la boca de Amy con su golosina. Unos ojos carmesíes se iluminaron en la oscuridad conforme notabais como vuestro cuerpo era apresado por algo que no podíais identificar, solo que era muy duro y resistente, no os podíais escapar de ninguna de las maneras. -Así que...No aceptáis mi buena fe de que durmierais todas juntas y pudierais jugar con vuestra antigua amiga...Encima me habéis despertado...Me parece que con vosotras no voy a ser mas delicada… Algo os aprisiono el cuello, tirándoos contra el suelo como si os tumbarais, lejos de sentir dolor, empezasteis a oler algo como dulce y poco a poco vuestra visión se iba desvaneciendo. -Ahora, mejor que descanséis… Os queda un largo día por delante mañana.
Escena finalizada