Finalmente conseguimos llegar sin más inconvenientes. Decido no pensar más en el pájaro y, si más adelante nos causa problemas, encararlos en su momento. Pero preocuparme por algo por lo que ya no puedo hacer nada es una tontería.
El túmulo está delante de nosotros con Kenjiro esperándonos junto a otro hombre. Le miro con curiosidad, esperando su presentación, y cuando esta llega le hago una profunda reverencia. Saludos, noble Rei, de los Kitsune. Mi nombre es Quillo, y si bien todavía no hemos hablado demasiado sobre los puestos que ocupamos cada uno que podría decir que soy una Hoja de Madera de la raza Nagah.
Traemos con nosotros el cuerpo de una mujer que fue poseído por un Bakemono. Mientras mis compañeros mantenían a raya al ciempiés gigante en el que se había convertido el Rey Bakemono en el mundo de los sueños, yo me enfrenté a su secuaz para luego llegar a la forma física que tenía, supongo que poseída, el Bakemono, y conseguir despertarla. Con eso mis compañeros pudieron librarnos de ese Rey y quitar algo de influencia del ciempiés en el mundo cuento, mirando con orgullo a mis compañeros pues estoy realmente orgullosa de haberles podido ayudar a lograr tal hazaña.
Y claro, hemos asumido que el cuerpo de la mujer que poseyó el secuaz del Bakemono había sido corrompido añado, descubriéndola. Sobre todo porque nunca utilicé fuego para enfrentarme a ella.
Kenjiro observo a ambos llegar y les asintio, que hubieran llegado era bueno. No esperaban que tuvieran problemas y al final parecio que pudieron reunirse rapido. Que Rei hubiera aceptado era un alivio, no queria distraer a los mayores por algo asi. Dejo que Quillo contara todo asintiendo de vez en cuando sin comentar nada hasta el final.
"Asi nos ha ido. Los tres hemos podido honrar como se debe a nuestros antepasados." comento entonces vio el cuerpo quemado. "Aunque lamentablemente ninguno de los tres tenia la habilidad de purificar a esta mujer. Que piensas Rei?"
Una pena que no supiera que decía el mensaje pero siguió sin premura y avanzó sin cuidado, mientras cargaba aquel cadáver, al llegar junto a su compañera fueron recibidos por aquel kitsune y kenjiro.
Saludos, soy Jinrou, un puño madera.
Hacia una pequeña reverencia de saludo mientras aún cargaba consigo el cadáver en sus hombros y su compañera explicaba lo ocurrido, luego vio a Kenjiro, se preguntaba que tal le había ido al tigre, pero viendo que llegó antes que ellos y parecía ileso nadie debió de haberlo molestado.
Kenjiro, veo que tuviste un buen viaje.
Con pasos suaves, Rei los guió hasta un pequeño claro en el corazón del nido. El pasto era de un verde intenso, el arroyo que serpenteaba por el centro del lugar llevaba aguas cristalinas, y el aire se sentía más puro de lo habitual, como si estuvieran en un santuario natural. Cerca del río, una pira de madera había sido cuidadosamente construida para la cremación, rodeada de un círculo de sal y pequeños minerales, símbolos claros de purificación.
Jinrou depositó el cuerpo sobre la pira con suma delicadeza y, tras salir del círculo con cuidado, el Kitsune inició el ritual. Sosteniendo un bastón de madera de unos cuarenta centímetros de largo, cuya punta estaba adornada con telas blancas, Rei sumergió las telas en las aguas del arroyo. Luego, comenzó a caminar en círculos alrededor del cuerpo, mientras de sus labios brotaban cánticos budistas en una cadencia lenta y solemne. Durante cinco minutos, no hubo señales de cambio, y algunos de ustedes comenzaron a preguntarse si el ritual estaba funcionando. Sin embargo, justo cuando alguien estaba por romper el silencio con una pregunta, la pira se encendió de golpe, pero las llamas no eran comunes: eran de un intenso color morado, y parecían moverse con una viscosidad extraña, como si fueran algo más que fuego.
Rei no interrumpió ni su canto ni sus movimientos. Tras un minuto, las llamas comenzaron a tornarse del típico color anaranjado, mientras la sal que rodeaba la pira giraba en remolinos pequeños, como si fuera arrastrada por un viento invisible. Las piedras purificadoras se volvieron opacas, habiendo cumplido su función. Finalmente, el Kitsune detuvo su danza ritual, cubierto de sudor pero visiblemente satisfecho con el resultado.
Falta un post para cerrar, pueden comentar algo si desean, el proximo post lo pongo el 26/09 para que tengan tiempo.
Observo el sitio al que llegamos, claramente un sitio limpiado de toda corrupción. La paz se puede respirar en este lugar, y aprovecho para cerrar los ojos y rezar una rápida oración a mis ancestros.
Rei nos lleva a una pira ya preparada. No puedo evitar preguntarme si la pira estará aquí de continuo, para una purificación urgente, o la habrán hecho en algún momento alguien que no hayamos visto.
En cualquier caso Jinrou deposita el cadáver y empieza el ritual. Reconozco que tengo algo de nervios en este momento pues yo fui quien dio muerte a esta mujer, y siento como si fuera mi responsabilidad que al menos su alma se purifique.
El silencio invade la zona mientras solo se escucha la letanía de cánticos budistas de Rei. El tiempo pasa y los nervios crecen, tanto que estoy casi por preguntar algo. Entonces las llamas cambian mostrando claramente algún tipo de corrupción, pues ese color no es normal. Espero que todo el proceso acabe, pero a lo mejor tenemos que enfrentarnos al espíritu que poseyó a la mujer cuando esta sea liberado de su influencia, así que no me relajo del todo.
Rei les informó que todo estaba hecho y que sería conveniente ir a ver a O-ume-Sama, ya que seguramente estaría esperando recibir el informe de todo lo sucedido.
Avanzaron por el Nido; aunque internamente se le llamaba "El Pueblo", la verdad es que estaba lejos de esa definición, ya que no había más de veinte casas en toda la zona. Algunas eran grandes, pues en ellas residían varios cambiaformas y sus extensas parentelas, mientras que otras eran pequeñas y albergaban solo a una familia, o incluso menos. La zona era verde y tranquila, y la gente caminaba de un lado a otro haciendo sus quehaceres, sin las preocupaciones mundanas que afectaban a los mortales de otras regiones.
Los gorriones cantaban cuando llegaron a la casa más antigua del lugar, era amplia y seguía una arquitectura muy típica de las fincas nobles de la época. Se detuvieron frete a esta y miraron por unos segundos el gran mazo de hierro solido que alguna vez uso el Bakemono que gobernó por estos lares.
La puerta corrediza se abrió y dejo ver a una sirvienta del lugar, una parentela mokole llamada Ryuki, que tras hacerles entrar les guio hasta la habitación donde estaba la encargada de todo el Tumulo.
Frente a ustedes se encuentra senada una figura de inconfundible gracia y autoridad. La joven mujer viste un jūnihitoe, el elegante y tradicional kimono de la nobleza japonesa. El rojo intenso de su atuendo principal contrasta con los delicados patrones circulares blancos que decoran el tejido, como flores esparcidas en un campo al amanecer. Debajo de esa capa, asoman colores más sutiles: un azul profundo, un verde suave y un blanco puro, cada tono cuidadosamente escogido para armonizar en una perfecta sinfonía visual.
Su cabello, negro como la noche,cae liso y pesado hasta más allá de su cintura. No hay adornos en él, como si la simpleza de su caída fuese un símbolo de poder y autoridad natural. La expresión en su rostro es serena y calculada. Sus ojos, oscuros y profundos, transmiten una sabiduría que va más allá de los años que refleja su juventud. No hay una sonrisa en sus labios, pero tampoco severidad. Es como si estuviera en perpetuo equilibrio entre la compasión y el juicio, como si comprendiera el peso de cada palabra no dicha, de cada gesto aún por realizar.
Tras mostrar los respetos adecuados le cuentan la aventura que tuvieron, los hechos sucedidos y el resultado de esta… ella con tranquilidad asiente con la cabeza y muestra una actitud serena, casi ante sus ojos parecía saber todo eso que le contaban ¿era simplemente una ilusión que daba su aspecto o significaba algo más? Con palabras suaves hablo, reconoció sus actos e informo que ya no serían un Sentai ola, sino que desde ese momento serian un Sentai montaña… les faltaba un espejo, pero estaba segura que pronto lo encontrarían.
TEMA CERRADO: 20 de EXP para todos. Esto seria casi 5 sesiones sin duda.
Pueden ahora todos poner (seleccionando solo para el master) en un mensaje lo que creen que deberian ganar en Renombre, yo revisare todo y si estoy de acuerdo dare mas o menos.