Partida Rol por web

En Lince hay un templo de Abadar! Y si lo profanan?

Después de escupir un poco y cuando se me pasan las arcadas, me recompongo y le contesto:

Meh, así que sólo tenía que tengo que traicionarlos? Me apena por Ulfgar, pero bueno, que gano yo aparte de que me liberes de esta cosa, ya me he visto en alguna situación similar donde alguien superior a mí me controla. Sí quieres el libro necesitaré un pergamino de teletransporte, además de un seguro para que no estalle este diablillo de las narices y un incentivo adicional, si pretendes que vuelva, claro.

A que viene esa cara de sorpresa? Ya te he dicho que me han controlado alguna que otra vez. 

Por cierto, toma esto, no puedo volver a la taberna con el jarrón de nuevo, haz con ellos lo que quieras.

Ah, tendrás que mantener a la guardia ocupada para que pueda escapar la clérigo en el barquito del otro, haz que sea creíble.

Al escribano no le gusta tu tono. Musita una sílaba en abisal. Al instante un dolor te corroe por dentro de tal forma que vuelves a caer al suelo sujetándote las tripas. Pierdes los sentidos unos instantes. Te despierta otro dolor: el de uno de los guardias pisándote el escroto.

- No estoy negociando contigo, gusano. Te estoy dando una orden. A cambio tendrás tu mierda de vida. Si prefieres morir entre alaridos, también te lo puedo dar.

"Apáñatelas para hacer lo que te he dicho. Y no te creas imprescindible para nada. Hay más como tú de donde saliste.  Y ya viste como terminó la enana. ¿Está claro?

Asientes con la cabeza (no puedes hablar siquiera). Te dan una patada más de propina y se alejan. No consigues incorporarte hasta pasado un rato.

Uso prestidigitación para ocultar toda la suciedad producida por la paliza y espero un rato antes de volver a la taberna y que no sospechen acerca de lo que ha pasado.

La sorpresa le cae como un golpe al estomago, al procesar en su cabeza lo que el niño dice. Y produce que una expresión de terror se genere en su rostro al tiempo que abre los ojos de forma alarmada.

-¿Torre de lince? ¿Se quema?- Es lo único que logra articular, mientras un sin fin de pensamiento horribles luchando contra una leve esperanza dan por resultado solo desesperación en el. Al parecer sigue siendo un niño asustado en el fondo. De repente logra hacer mover su cuerpo que sale atravesando la sala, empujando a quien tenga delante que estorbe su camino. No le importara golpear a nadie.

Su necesidad de salir afuera es imperante, y el es una fuerza de la naturaleza difícil de detener. Una vez fuera, solo movió sus brazos hacia abajo, y luego los extendió hacia los lados cual pájaro, mientras eleva en el cielo. Solo que esta vez es lo que sucedió, ya que de repente un águila se elevaba del lugar donde el había estado, para ahora surcar los cielos en dirección al hogar de sus padres, debía volar rápido y buscarlos.

Anuruk sale precipitadamente por la puerta al mismo tiempo que vuelve Sylpher, al que casi atropella.

Los que salís fuera (como la mayoría de la gente de la taverna) veis que la ciudad es un avispero. Se ha corrido la voz de la incursión a los dos pueblos. Algunos dicen que son los gnolls, otros los putos qadirianos, uno dice incluso que son los fieles a la "Zorra Dorada" (Sarenrae) vengándose del decreto real...

Suenan las campanas de la ciudad en la torre del castillo, advirtiendo del peligro.
 

Zoria y Yasmina se ponen en pie rápidamente.

- Aunque no podamos salir de la ciudad, podemos ayudar en la enfermería. Quizá así nos permitan reabrir el templo.

- Gnolls, nada menos que gnolls. Malditos perros, gnolls, como hayan tocado el templo de Abadar ¡van a ver a sus dioses en breve! - ruge el enano, rabioso. Mientras corre lo que sus cortas piernas le dejan.