Partida Rol por web

Caribe Nocturno: Muerte y Redención

Creación de la ficha

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11/09/2014, 01:45
Director

La ficha que vas a usar está pegada unos mensajes más arriba. Ponte un nombre, pégate una fotillo chula y hazte la ficha. Elige entre Camarilla o Sabbat. Vamos a seguir el libro básico de Edad Oscura. Clanes raros no, por favor, que sean un poquito coherentes con la secta que vayas a elegir. Le doy más importancia a una buena interpretación (ceñirse a la naturaleza, conducta y senda) o tener buenas ideas que hacerte una megaficha de un Kyashid.

Sois un puñado de neonatos que vuestras respectivas sectas os han mandado a Ultramar a mostrar vuestra valía y/o a redimiros de algún crimen.

Lunes y martes comprais armamento, tropas, barcos y demás y el martes/miércoles empezamos el roleo puro y duro.

Cualquier duda, por aquí.

A disfrutar!!!

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11/09/2014, 01:54
Léonard Giffard
Sólo para el director

Perfecto. Estoy con días libres en el trabajo, así que creo que mañana tendré mi ficha sin problemas. En cuanto al clan pensaba en un Nosferatu o Ventrue Camarilla, pero me lo tengo que pensar un poco ^^

 

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11/09/2014, 14:25
Léonard Giffard
Sólo para el director

Léonard Giffard nació en Francia en torno a 1590, hijo de un conocido artesano en Dijon y tuvo la fortuna de que el abad de uno de los monasterios locales era amigo de su familia y le permitieron entrar en la escuela monástica. De su padre a su vez aprendió el oficio de la construcción, y cuando tuvo edad entró a la orden, trabajando para el monasterio como constructor y carpintero. Tenía un talento natural para ello y pronto varias de las obras que acometió en el lugar atrajeron la atención de algunos nobles de la zona, que solicitaban sus servicios para construir sus viviendas o hacer reparaciones en castillos. Pero lo que le gustaba a Leo era levantar iglesias y catedrales, no muros, por lo que no lo dudó en cuanto se le presentó la oportunidad de viajar a París para trabajar con uno de los maestros constructores más respetados.

Lo que no sabía es que su nuevo benefactor, que supuestamente había quedado impresionado por su trabajo con las cristaleras, se iba a convertir en su sire, en parte impresionado y en parte celoso por el trabajo de Leo. Fue su ghoul unos años antes de que éste le diera el abrazo y lo convirtiera en el monstruo que es hoy. Nunca se lo perdonaría. Tan sólo pasó unas noches más con su sire hasta que sintió lo bastante fuerte y seguro como para abandonar la ciudad. Si su sire ha hecho esfuerzos por encontrarlo desde entonces, no ha llegado a sus oídos. Abandonó Francia camino de España, y se detuvo en Roselló donde encontró alojamiento y trabajo como constructor por la gracia de uno de sus antiguos empleadores en Dijon, que lo recomendó a uno de sus amigos que lo contrataría como maestro constructor en su fortaleza, pues este tenía muchos enemigos entre otros señores de la zona. Era un época tranquila, donde apenas tuvo contacto con otros hijos de Caín y podía evitar tratar con los humanos la mayor parte del tiempo. Había perfeccionado sus hábiles de forma autodidacta en su deseo de dejar de ser un monstruo, e incluso era capaz como había visto a su sire de modificar su cara a voluntad, aunque seguía sin sentirse cómodo entre los humanos, ya no pertenecía a ellos. Sin embargo no podía durar, y eventualmente los habitantes del castillo acabaron preguntándose porque Leo sólo se dejaba ver por la noche y este abandonó el lugar antes de que pudieran descubrirlo. 

Con tan sólo un caballo y unas pocas pertenencias, recorrió los antiguos territorios de Aragón y Castilla camino de Toledo, en un viaje que se alargó aproximadamente dos años, pues si encontraba trabajo de camino lo aceptaba sin dudar, sobretodo si tenía que ver con obras religiosas, donde incluso rechazaba el dinero siéndole suficiente con que le proporcionarán un refugio adecuado. Finalmente cuando llegó a su destino, se dio cuenta del poco conocimiento que tenía sobre las tradiciones y costumbres de los vástagos cuando fue "convocado" por el Arzobispo de la ciudad, que sospechaba que aquel Nosferatu era un espía de la Camarilla. Sin embargo les hizo falta hablar mucho con Leo para saber que no era más que un neonato con nulo interés en la guerra de las sectas y que de hecho parecía desconocer la mayor parte de la historia. Leo temió por su no-vida al principio del proceso, pero pronto pareció caer en gracia a algunas personas adecuadas, y el Sabbat empezó a caerle en gracia a él, pues encontraba sentido a la condenación de Caín y su estirpe. Estaba malditos, y en el fondo consideraba reconfortante abrazar estas nuevas ideas; era un monstruo, antes lo sabía, pero ahora además lo aceptaba. Sólo debía hacer una cosa más para probar su valía a la secta, viajar al Nuevo Mundo y tomar posesión de la pequeña pero estratégica isla de Monserrat, por los métodos que fuera. 

Notas de juego

He estado dándole un par de vueltas y te presento este concepto para mi PJ, para que me digas que te parece. Es sólo un boceto, tengo pensado ampliar un par de cosas para cuando la cuelgue con la ficha, principalmente sobre la estancia en Toledo, pero antes quería preguntarte si estamos usando el trasfondo de MdT oficial para la ciudad o no, porque he visto que tienes otra partida ambientada en ella ;)

 

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11/09/2014, 20:59
Director

Me lo leo esta noche y te digo. Tiene buena pinta, gracias por el currazo.

Edito: Leído. Buena pinta, aunque habrá que hacer modificaciones de fechas, lugares y nombres para adaptarlo a mi Crónica, pero lo que importa, el personaje, me parece bastante sólido.

¿Sabbat o Camarilla?

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11/09/2014, 22:34
Lord Niguel de Clarence
Sólo para el director

Notas de juego

Mira a ver si esta todo correcto en la ficha

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12/09/2014, 12:35
Director

Culpa mía, culpa mía, culpa mía.

Los puntos de Méritos y Defectos tienen que anularse. Si te pones 4 puntos de Defectos, tienen que anularse con 4 puntos de Méritos.

Sorry.

Notas de juego

Me gusta por donde va tu ficha. ¿Tienes pensado postularte como el líder de tu grupo?

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12/09/2014, 13:28
Lord Niguel de Clarence
Sólo para el director

pero cuantos puntos dejas en defectos.

Notas de juego

Nota del Director:

Ponte tantos puntos como quieras en Defectos, pero tienes que ponerte los mismos puntos de Méritos para que la suma sea 0.

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12/09/2014, 14:38
Léonard Giffard
Sólo para el director

Sabbat

Esta tarde te envío la ficha

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12/09/2014, 14:41
Director

AVISO

Antes de que se me olvide (otra vez), para los que vayáis a crearos la ficha, podéis poneros tantos Méritos y Defectos como queráis, al final la suma tiene que dar cero. Por ejemplo, si os ponéis tres Defectos que cuestan de suma 5 puntos, debéis poneros Méritos de tal forma que cuesten también 5 puntos.

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12/09/2014, 14:56
Sapo

Yeeee, que crueldad, lo de meritos y defectos ¬¬, Y yo flapeandome con los defectos que me estaba preparando... SHIT!!! Bueno, al lio. Al final, no me ha quedado demasiado claro, si podemos presentar la ficha nosotros, o tu vas a exponer unas cuantas.

Un saludo!!!

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12/09/2014, 15:00
Director

Si te quieres hacer una ficha tú, adelante. Si no te apetece por lo que sea, me cuentas un poco el rollo de tu personaje y te hago una ficha en consonancia.

De todas formas, y esto va para todo el mundo, la ficha es solo un extra. Donde realmente está el mérito es en la interpretación que hagáis.

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12/09/2014, 15:02
Lord Niguel de Clarence
Sólo para el director

Vale ya he modificado la ficha

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12/09/2014, 15:12
Lord Niguel de Clarence

No te has puesto 13 puntos en la columna primaria de Habilidades.

Los Méritos y Defectos, perfectos.

Inicialmente te dan 5 puntos para Trasfondos, con lo cual interpreto que los otros 13 puntos te los has gastado de los 15 gratuitos. Te sobrarían 2, pero no podrías comprar 4 de FV ni la Habilidad Intimidación.

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12/09/2014, 15:25
Lord Niguel de Clarence
Sólo para el director

Listo

Notas de juego

Nota del Director:

Perfecto.

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14/09/2014, 00:02
Léonard Giffard
Sólo para el director

Historia:

Léonard Giffard nació en Francia en torno a 1600, hijo de Jean-Nicholas un conocido artesano en Dijon y tuvo la fortuna de que el abad de uno de los monasterios locales fuera amigo de su familia y le permitieran entrar en la escuela monástica desde temprana edad, donde aprendió el arte de leer y escribir, los números y por supuesto algunas nociones de teología, aunque Léonard no era especialmente devoto. De su padre a su vez aprendió el oficio de la construcción, a imaginar sobre un papel un edificio y volverlo realidad. Y cuando tuvo edad entró a la orden, desempañando para el monasterio las funciones de constructor y carpintero. Tenía un talento natural para ello y pronto varias de las obras que acometió en el lugar atrajeron la atención de algunos nobles de la zona, que solicitaban sus servicios para construir sus viviendas o hacer reparaciones en castillos. Pero lo que le gustaba a Leo era levantar iglesias y catedrales, no muros, por lo que no lo dudó en cuanto se le presentó la oportunidad de viajar a París para trabajar con uno de los maestros más respetados.

Lo que no sabía es que su nuevo benefactor, que supuestamente había quedado impresionado por su trabajo con las cristaleras, se iba a convertir en su sire, en parte celoso por el trabajo de Leo. Resultó que su nuevo "padre" era originario de las lejanas tierras de Hungría, un hombre brillante y tremendamente atractivo, que viajaba por las cortes europeas sin cobrar por su trabajo, sólo por dejar su nombre grabado junto a algunas de las construcciones más imponentes del continente. Su historia resultaba creíble para la mayoría, más no para Leo que la encontró tremendamente extraña y osó rechazar la oferta de aquel extranjero. La perspectiva de viajar y abandonar su tierra natal, lejos de lo que conocía y le confortaba, le parecía inconcebible pues además era poco dado a los cambios. Pero su retórica no convenció a su interlocutor, que simuló dejarlo marchar para abordarlo la noche siguiente en una callejuela cercana a una de las catedrales de la ciudad. Léonard despertó en el cementerio cercano, convertido en el monstruo que es hasta el día de hoy. Su sire le dio otro regalo esa anoche aparte del abrazo; una pequeña cajita con incrustaciones doradas. Si Léonard quería tanto a su tierra, podía meterla en esa caja, le dijo, pues iba a acompañarlo quisiera o no. Y aún tiene fresco el recuerdo de agacharse y coger un puñado de ella, con algunas gotas de sangre que la manchaban. 

A los pocos días, cuando Léonard al borde del frenesí finalmente aceptó alimentarse, salieron de la ciudad. Emprendieron el camino a los Cárpatos pasando por varias de las cortes de Europa, siempre con cuidado de ocultarse para los vástagos locales. Su sire se empeñaba en que Léonard tratase de mezclarse en la corte, que aprendiera a desenvolverse en ellas y a conocer y aprovechar las debilidades y pasiones de los humanos, que podían ser a su vez sus esclavos y sus señores. También lo instruyó en el conflicto de la Camarilla, los rebeldes levantándose contra sus antiguos, y Leo encontraba sentido a las ideas Sabbat, la condenación de Caín y su estirpe. Estaba malditos, y en el fondo consideraba reconfortante abrazar estas nuevas ideas; era un monstruo, antes lo sabía, pero ahora además lo aceptaba. 

Y tras un viaje que se alargó por años, llegaron a los Cárpatos. Su sire le había estado explicando en los últimos días las costumbres de los Tzimisce y el Voivodato. El sire este era uno de los más afamados, no tanto por sus grandes dominios, sino por su ferocidad y determinación en la guerra a los Tremere. Y Léonard no le gustó nada. Que su chiquillo hubiera abrazado a un francés lo consideraba un insulto al linaje y la tradición, por lo ambos, su sire y Leo fueron repudiados. Por suerte los contactos y amigos del primero fueron de gran ayuda. Cuando ya estaba convencido de ir a encontrar la muerte definitiva, uno de los guardias de la prisión lo dejó salir y le dio un caballo, negándole cualquier respuesta. Escapó de allí sin mirar atrás.

Que fue de su sire, o del sire de este, nunca lo supo, o tampoco si hicieron intentos por encontrarle. Emprendió el camino inverso al que había hecho camino de España, donde su sire le había dicho una vez que los Sabbat podían encontrar seguridad. El clan Lasombra, aunque extraños, eran aliados y fuertes allí. Como los Tzmisce, ellos también habían combatido al fundador de su clan y podían considerarse libres. Por toda Europa ayudó en la construcción o reparación de castillos, muros, iglesias, casas,... a cambio de tan sólo refugio seguro donde pasar el día. No se quedaba obviamente más de uno o dos días en el mismo lugar, lo justo para alimentarse y recabar más información de por donde debía seguir su camino.

Recientemente llegó a Toledo. La convicción del Tzimisce no dejó dudas de que decía la verdad, pero el Arzobispo quería una prueba de lealtad al Sabbat. Y de paso le otorgaba, según sus palabras, una oportunidad única. Un nuevo mundo, para moldearlo a su gusto como había aprendido a moldear la carne. Allí no tendría que esconderse. Una sonrisa encendió su rostro mientras aceptaba, y sus dedos inconscientemente tocaron la cajita labrada que llevaba cerca del corazón.

 

 

Notas de juego

El reparto de puntos gratuitos lo he hecho así:

+1 Auspex // -7
+4 Fv // -4
+1 Criados // -1
+1 Recursos // -1
+1 Linguística // -2

La reserva de sangre la he dejado vacía, porque no sé si nos la das tú o tiramos nosotros

 

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14/09/2014, 11:33
Amal El Koff
Sólo para el director

Notas de juego

¿Cuales son las disciplinas de Assamita y que necesitan para usarse?
Que no tengo libro de EO.

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14/09/2014, 12:10
Director

Brutal. Grandérrimo trabajo.

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14/09/2014, 12:12
Director

No te preocupes, te hago la ficha yo. Te la oriento a estratega militar.

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14/09/2014, 16:11
Amal El Koff
Sólo para el director

Notas de juego

ok