Partida Rol por web

Ernesto echa una mirada al bar, y al encontrarlo vacío, por algún motivo se altera un poco más. Posiblemente, porque la ausencia de personajes allí le recuerda a la ausencia de los de la otra cadena, y revive dentro de él aquella sospecha que tiene grandes probabilidades de ser una estupidez. De todas formas, eso no es lo que lo tiene más nervioso. Nadie entendería por qué toda la situación lo tiene tan alterado.

- ¿Hay algo, Frantisek? - pregunta, llegando cerca del parapsicólogo y echando una mirada como él hacia el televisor.

La frustración de del profesor es evidente. No parece haber ninguna noticia importante.

Vayamos a la casa. Muchas gracias señorita.

Mira a Ernesto asintiendo ligeramente.

Hagamos caso a tu instinto. - Dice saliendo del bar.

Salís del bar hacia la furgoneta, seguidos por el bufido de la más que hastiada camarera. Subidos en vuestra carroza os dirigís a la casa con celeridad, no sea que llegue la medianoche, termine el concierto y su motor se convierta en ratones. Es un recorrido corto, ya casi a oscuras, hasta que aparcáis delante de la casa. Parece muy tranquila, con todas las contraventanas abiertas ya, pero sólo sale luz de las ventanas de la cocina.

Al entrar en la finca, suena de nuevo el chillido de la verja, pero esta vez amplificado por el silencio, sólo roto por el runrún de fondo del concierto al otro lado de las vías, en el pueblo.

Antes de que podáis llegar hasta la misma casa, la puerta se abre y aparece Henar. Su rostro, ansioso, pasa a parecer decepcionado cuando os ve. -Ah, son ustedes. Aún tardará en empezar la fiesta, el concierto acaba de empezar.-

Desde vuestra posición, veis cómo Ernesto y Frantisek entran uno por uno en el bar y luego salen juntos para subirse a la furgoneta y marcharse por donde vinísteis, en dirección a la casa.

Cuando Diego ve que Ernesto se va, solo atina buscar los ojos de Facundo y mostrarle una sonrisa de tiburón y ojos de lobo hambriento.
Baja del quiosco y se dirige así a Facundo, con esa misma expresión, y el puño derecho cerrado
-Ahora hacete el gallito conmigo hijo de puta

Ernesto, al ver a la mujer y su rostro de decepción, parece sorprendido. Esa sorpresa se superpone en su rostro a aquella sensación frustrada que había estado hecha un nudo en su estómago, y ahora asciende como si de acidez se tratara hasta su garganta. El redactor se lleva una mano a la correa del bolso, toma aire, y recién luego de todo ese ritual, habla:

- Sí, lo sabemos; venimos de allí, de estar junto al público. Perdone la molestia: creí conveniente pasar a preguntar si aquí todo está en orden para más tarde, a ver si había algo que solucionar y podíamos ayudarle antes que llegara el grueso de gente. Pero imagino que ya tiene ayuda o está esperando que ésta llegue.

Y permanece mirándola un momento, como si su afirmación no fuera una mera enunciación retórica, y estuviera considerando seriamente ver si Henar necesitaba ayuda de algún tipo.

- Oh, oh - el sonido entrecortado surge de la boca de Facundo que se da cuenta que está en problemas. Por suerte aún mantiene algo de distancia respecto al enfurecido cámara, pero es conciente que si este lo alcanza su cuerpo sufrirá las consecuencias.

- Parece que es el momento de retirarse - comenta para si mismo mientras busca a su alrededor cual es el lugar donde haya algún policía" Si lo intenta delante de un "cana" estará en problemas" se plantea mientras comienza a alejarse, por el momento sin correr, pero dispuesto a hacerlo en cuanto resulte necesario.

Tan pronto Diego muestra su sonrisa afilada, Raúl, muy consciente de que quizá sólo Ernesto podría ponerse entre estos dos sin recibir accidentalmente su parte, se hace a un lado y abre los ojos como platos, mirando alrededor suyo a la gente que sin duda se acabarán dando cuenta si estalla una pelea.

De hecho, en el mismo quiosco sobre el que estáis subidos hay algunos espectadores, aunque todos entregados al concierto. La mala noticia para Facundo es que la salida más obvia, los cinco escalones que bajan del quiosco a la plaza, donde la multitud apiñada podría ser de alguna cobertura, están ocupados por gente sentada con sus bebidas. Pasar a través de ellos sin duda tendría el riesgo de tropezar, derribar alguna botella, empujar.. pero permitiría a Facundo meterse entre la multitud. Aunque claro, ahí no hay policía a la vista. Si los del pueblo no le ayudasen y Diego le alcanzase..

Por el otro lado del quiosco hay un salto sobre la valla metálica de casi un par de metros de caída hasta el suelo, no gran cosa y una salida más franca. Además, es la dirección correcta para ir hacia la policía, una pareja de agentes que sin demasiada atención, siguen las evoluciones del concierto desde la entrada del parque, cerca de donde teníais aparcada la furgoneta. Claro, que si el salto, aunque sencillo, sale mal, la torcedura de tobillo y ser alcanzado por Diego está casi asegurado. Pero todo ocurriría a la vista de la policía y de algunos chavales más sentados por allí en un banco, claro.

-Ah, sí, muy amables, pero no, no me hace falta ayuda.- Henar se mantiene, como ya ocurrió antes, delante de la puerta, dejando salir a la calle sólo un fuerte olor a carne asada.

-Voy a prepararlo yo todo, van a ser cosas de picar y de servirse ellos mismos, yo sólo cocino y llevo los platos a una mesa que pondremos en el jardín de atrás.- afirma con su sonrisa de compromiso.

Tras mirar a su alrededor, Facundo optó por la salida más lógica. Por lo menos desde su punto de vista. Necesitaba acercarse a los policías si quería sobrevivir a las atenciones de Diego, por lo que apoyando una de sus manos en la barra metálica levantó sus piernas y se dejó caer hacia el piso.

Salvando los casi dos metros con precisión, sus piernas se apoyaron en el piso, mientras se preparaba para comenzar a correr

Cuando Diego pestañea, Facundo ya se encuentra saltando por la valla, y mas allá ve a la pareja de policías, así que solo alcanza a reír de la patético acción de Facundo se da media vuelta y va caminando de nuevo hacia la cámara, con una gran sonrisa de satisfacción en su rostro

Realmente, sólo unas pocas personas parecen haberse dado cuenta de lo ocurrido. Los chicos que beben en un banco señalan a Facundo y ríen y la policía mira hacia allá, quedando atentos a lo que haga Facundo ahora para decidir si está pasando algo grave o sólo es uno de esos "nuevos periodistas" del estilo CQC a los que les gusta hacer de vez en cuando el payaso..

Al ver que el cámara no va a seguirlo, Facu respira profundamente y se acomoda sus ropas, como si saltar de los kioskos en medio de una plaza durante un concierto fuera lo más natural del mundo.

Tras verificar que su aspecto sea el correspondiente a un locutor, camina lentamente por la plaza, esquivando gente y manteniendose a una distancia no-demasiado-larga de los policías. Verificando que el locutor no decida acercársele nuevamente toma su celular y con calma marca un número antes de ponerselo en la oreja para hablar con alguien...

Sin levantar el tono de voz, se dedica a conversar con quien esté del otro lado, gesticulando mientras habla.

Ernesto mira a la mujer a punto de darse la vuelta e irse. Sin embargo, mira un momento al silencioso Frantisek, y sonríe a medias.

- Ya veo. Cuidar tantas cosas a la vez debe ser problemático, ¿no? Cuidar comida y personas a la vez.

Y tras una pausa, suficiente para que la mujer pudiera contestar lo primero que se le viniera a la cabeza, y reaccionar con el gesto y el cuerpo, Ernesto abre la boca de nuevo.

- Tuve la idea que los demás estarían ya molestándola, como evidentemente hacemos nosotros ahora - la media sonrisa de Ernesto se extiende más - , pero me equivoqué. Le pido diculpas. La vemos más tarde, y que esté bien.

-Eh.. sí.- es lo único que acierta a decir Henar mientras os ve marchar, sin hacer otra cosa que quedarse allí de pie mientras se acaricia el nudillo de un dedo anular.

Sí, hay un detalle interesante y diferente en la casa: el ventanuco del desván que se ve desde este lado emite luz. Está claro que alguien ha subido allí y encendido la luz, pero, ¿Henar? Puede que allí arriba haya enseres útiles, pero es una tontería dejarse la luz encendida si está trabajando abajo.. bueno, hay muchas cosas que no sabes en realidad.