Partida Rol por web

Tras el encuentro con el encapuchado y caminar unos cuantos metros al frente, uno de ustedes abrió la verja; ganasteis acceso a los jardines exteriores del castillo.

Lo siniestro que era el edificio se veía compensado por la exuberancia de los jardines; aún quedaban unos 300 o 400 metros para llegar a la puerta del siniestro castillo. La extensión de aquel territorio era increíble, pero lo que más ponía los pelos de punta era el tremendo silencio que había.

La vegetación era de todo tipo, estatuas de piedra de mujeres desnudas decoraban con gran elegancia el lugar ¿el mal tenía buen gusto? es posible...

De repente empezasteis a escuchar un ruido acompañado de unos pequeños temblores ¿qué estaba sucediendo? Los temblores eran cada vez más cercanos e intensos, pero según mirabais hacia el castillo no detectabais nada; aún faltaban bastantes metros para llegar a la entrada, aunque suene irónico, parecía el único lugar seguro ante los extraños acontecimientos que se estaban percibiendo.

Poco tiempo después mirasteis hacia atrás, la impresionante imagen de una monstruosa criatura de tres cabezas apareció de entre la oscuridad, mostrando sus afilados dientes y brillantes ojos que rompían la noche

La criatura comenzó a correr hacia vosotros, en aquella situación parecía viable intentar llegar hasta el castillo rápidamente y encontrar refugio bajo su techo...

-Gracias- tuvo tiempo de exclamar Richelle, si bien era cierto que la presencia de aquel encapuchado la aterraba, al mismo tiempo sentía cierta fascinación por descubrir quien estaba debajo de esa capucha, después de todo, era una chica de 17 años sumamente curiosa. Cuando el hombre desapareció tal pareciera que sus movimientos ligeros y rápidos fuesen impulsados por el mismo aire.

La chica volteó a ver a Alexander y le dijo en un susurro .-Crees...crees que sea un enemigo?- le dijo con cierta aprehensión, recordó lo que Ellian habia dicho y exclamó nuevamente .-No sé...Ellian tiene razón , si fuese un guardian nos hubiera atacado, pero se ha mostrado bastante..."social", de todas formas, lo mejo será no bajar la guardia.- terminó la chica, avanzaron al interior del castillo, cruzando la gran reja de metal, la lluvia continuaba callendo copiosamente,  pero a pesar de eso, no impidió que Richelle se quedara boquiabierta en el interior del jardín.

Estatuas, y árboles bien cuidados, vida exhuberante, flores llamativas que la muchacha jamás había visto, caminó en el medio de sus compañeros, la entrada se perfilaba a unos metros delante de ellos, Richelle sentía el silencio del lugar pesado y tan denso que se hubiera podido cortar con un cuchillo, estaba a punto de decir algo a sus compañeros, cuando el mortal silencio se vió roto por un ligero temblor, al principio Richelle pensó que había sido provocado por un trueno, pero cuando el temblor se volvió a sentir, Richelle se paró, alargó su mano con un movimiento rápido, cogió por la mano a Ellian y señaló un charco de agua, con el siguiente temblor, el agua del charco vibró en numerosos círculos**.

No bien se hubo volteado, contempló una imagen infernal, un gran perro de tres cabezas avanzaba hacia ellos, la muchacha caminó hacia atrás con pasos rápidos y temerosos, y por instinto, se aferró al musculoso brazo de Alexander, tiró de el, como indicandole por gestos que huyeran, aún se encontraban a cierta distancia de la entrada. -Que..que hacemos.- fueron sus ultimas palabras, antes de contemplar como el animal se avalanzaba sobre ellos.

El encapuchado desaparece, no representaba una amenaza, más bien me pareció que intentaba disuadirnos por nuestra propia seguridad, el recuerdo de Estrella me insta a avanzar, después de caminar hacia aquella monstruosa construcción sin dudarlo empujo la pesada reja de metal, el chirrido estremecería a cualquiera, me sacudo el óxido de mis manos, el interior es amplio y bastante cuidado, ¿que nos nos espera dentro de la fortaleza?, no tarda mucho la respuesta, un monstruoso can de tres cabezas y ojos encendidos como carbones al rojo vivo se avalanza hacia nosotros, la tierra retumba a cada paso.

La doncella duda, con el rabillo del ojo observo la entrada del castillo, está muy lejos y si le damos la espalda a esta cosa, no dudará en matarnos.

-Que..que hacemos.-

El trabajo en el campo ha curtido mi cuerpo y estoy acostumbrado a la rudeza de la naturaleza, me adelanto nuevamente a mis compañeros anteponiendome cómo un escudo, giro mi hacha y la cuelgo en mi espalda para sacar mi arco, tomo una flecha de mi carcaj y la tenso apuntando a la bestia..

 -Yo soy el más fuerte... seré el escudo, Belmont será la espada, y tú Richell nos protegerás con tu poder. -planto mi pie firme en aquella tierra rojiza,  flexiono el brazo hasta que la cuerda del arco corta la circulación de mis dedos. -¡No tenemos opción!... Tendremos que enfrentarlo... suelto la flecha que vuela directo hacia aquella abominación, el tiempo parece correr lento, espero salgamos de esta. -Estrella... tengo que volverte a ver.-

Poco me importó las decoraciones del jardín cuando entramos, todo podía ser simples ilusiones para que bajaramos la Guardia, estábamos a más de medio camino de la entrada cuando la tierra comenzó a temblar, al voltear vinos que frente a nosotros estaba una bestia similar a un perro con tres cabezas y se dirigía para atacar a toda velocidad.
Richelle se encontraba claramente sorprendida y asustada, no era para menos pues debo decir que yo también dudé entre huir y atacar por unos segundos, fue entonces cuando Ellian sacó su arco y se dispuso a enfrentar la amenaza.
-Ja, me retracto de haber negado tu petición en primer lugar amigo- le dije a ese valiente compañero que me demostraba porque demonios estábamos ahí.
En ese instante tome una de mis hachas y la lanze con todas mis fuerzas a la cabeza central del enemigo, enseguida desenrrolle mi látigo para atacar a la bestia encuanto este dentro de mi rango.

Sus compañeros en efecto decidieron atacar, ya se lo estaba temiendo, pero al parecer sería lo mejor, el primero fue Ellian quien cargó su arco y disparó, el siguiente fue Alexander, Richelle escuchó el sonido del hacha haciendo silvar el aire, cuando el cazavampiros arrojó su arma con un violento movimiento.

Entonces Richelle llevó sus manos delante de su pecho, cruzó sus manos delante de ella como si estuviera rezando, y entonces comenzó a realizar distintas posturas con sus dedos, sin separar las manos, un suave murmullo brotó de sus labios, pareció que Richelle estaba liberando el poder del viento alrededor de ella, pues tanto sus ropajes como su cabello comenzaron a elevarse lentamente,entonces el "viento" a su alrededor adquirió un matiz dorado, pequeñas chispas comenzaron a bailar por el cuerpo de Richelle dirigiendose a sus manos, la muchacha extendió entonces sus brazos al frente, abrió las palmas de sus manos y de estás brotó un cegador destello de luz que rebotó sobre los gruesos muros que rodeaban el jardín, buscando con este ataque cegar unos momentos al can de tres cabezas, entorpecer sus movimientos y quizá permitir que el hacha y la flecha de Alexander y Ellian dieran en su objetivo.

La flecha se incrusta en la cabeza izquierda de aquel can infernal, este no detiene su paso e intento quitarme de su camino.

-AAAAGHHH!...- Aquel ser infernal me embiste y una de sus cabezas me da un terrible mordisco en el antebrazo, el dolor hace que suelte el arco y la sangre recorra todo mi brazo izquierdo empapando mis vestiduras, mis amigos llegan a tiempo y yo como puedo me retiro hacia un lugar más seguro, cerca de unos enormes rosales.

Observo como aniquilan a aquella bestia, mientras me sujeto el brazo herido. Nada me impedirá rescatar a mi amada Estrella...

Cierro los ojos y levanto la frente, las gotas de lluvia me refrescan un poco.

El hechizo luminoso que salió de las manos de Richelle, tuvo el efecto que la chica esperaba, el relámpago cegador fue tal, que al iluminar de sorpresa el patio en el que los tres jovenes guerreros se encontraban, hizo que las cabezas del animal se atontaran, Richelle contempló como el can de tres cabezas cerraba sus ojos lastimado por el efecto de la luz, y sacudía sus cabezas con violencia.

Las patas del infernal animal trastabillaron por el suelo humedo de fría piedra, dejándolo a merced de la flecha de Ellian, a continuación el hachazo que lanzó Alexander se incrustó de lleno en la cabeza del animal, o al menos eso le pareció ver a Richelle, pues un rugido agónico de la bestia, y la sangre salpicando de rojo y mezclandose con el agua de la lluvia, la hizo percatarse de que era lo que acababa de ocurrir, el ser había tenido tiempo de atacar a Ellian, y le habia producido una herida por la que ahora brotaba copiosamente sangre.

Richelle se aproximó rápidamente a el y cogió su brazo, poniendolo contra la luz de la luna, y permitiendo que el agua de lluvia lavase la herida. -Ha sido superficial...afortunadamente no perderás el brazo.- le dijo la bruja con un tono serio.

En el momento que solté mi hacha una luz increíblemente brillante apareció a mi espalda, fue tan potente el brillo que podía jurar que el mismísimo sol estaba a mis espaldas, la flecha de Ellian impacto de lleno en una de las cabezas de la cual comenzó a brotar una gran cantidad de sangre, pero para nuestra desgracia la bestia tuvo tiempo de morder a nuestro compañero y causarle daño, cuando la criatura se vio cegada por la luz que después entendí fue uno de los hechizos de Richelle, dio la oportunidad para que mi hacha partiera el cráneo central del can y sumado al daño ocasionado por la flecha este se desplomara y muriera después de un rugido agonizante.
Pude ver como nuestra compañera Hechicera corrió a ver las heridas de Ellian, de igual forma me acerque para ver su condición y escuche que la herida solo era superficial -¿Crees poder continuar nuestro camino con tus lesiones amigo?- le pregunte mientras lo miraba directamente a los ojos.
Al ver sus ojos supe su repuesta, me acerque al cuerpo de la bestia para inspeccionar un poco -¡Vuelve al averno del que saliste bestia! dije mientras desenterré de la cabeza mi hacha.

Rasgo un poco mí túnica ligera para hacerme un vendaje y detener la hemorragia, muevo un poco la mano, duele, pero como dijo Richelle, no perderé el brazo, me incorporo y sigo a Belmont para tomar mi arco tendido a medio camino entre la bestia y la enorme puerta de aquella monstruosa mansión.

-Gracias...- me dirijo a mis nuevos amigos, ahora sé que lo son, pués bien pudieron avanzar hacia el castillo y prefirieron enfrentar juntos a esa bestia. Tomo mi arco y lo cuelgo en mi espalda junto a el hacha.

-Esto fué sólo el comienzo... adentro será peor.- Con el antebrazo sano me limpio del rostro el exceso de agua de lluvia. Comienzo a caminar hacia la fortaleza siguiendo a mis compañeros de aventura y sin quitar la vista de la tenebrosa entrada les pregunto.

-No pude preguntarles antes... allá en la taberna, ¿Porque arriesgan su vida en esta misión suicida?...-

Richelle consideró que no tenia razón en ocultar su pasado, puesto que estaba compartiendo un viaje de vida o muerte con esos dos sujetos, asi que ante la pregunta de Ellian, Richelle exclamó.

-Mi madre era una curandera en la aldea donde vivía...cuando las criaturas de las sombras comenzaron a asolar esta tierra, mi mamá fue la primera en ser señalada como hechicera, la quemaron viva, me ayudó a escapar puesto que temía que los aldeanos considerasen que la semilla maligna también existía en mi.- guardó silencio unos momentos, para limpiarse el agua de la lluvia del rostro.

-De buena fé, se hubiera deshecho de sus captores, pero mencionó que hace muchos años, nuestra primer ancestro, hizo un juramento a la iglesia, para combatir a las fuerzas del mal, sin importar que pasase, mi madre no podía levantar su mano contra las personas, la misma gente que mi madre curaba y auxiliaba, fueron las mismas que prendieron llamas a su hoguera, me hizo jurar antes de morir que no cobraría venganza, y que cuando fuese necesario, me pusiera en camino para utilizar los dones que me enseñó en contra de la oscuridad, puesto que un miembro del clan legendario, se alzaría primero para acabar con la opresión de las tinieblas.- se quedó sería recordando el juramento hecho a su madre. Una sombra de tristeza se dibujó en los ojos esmeraldas de la muchacha.

-Ya sabes como son estas cosas de profecías, juramentos y ciclos que se repiten como el paso de las estaciones.- puso el intento de una sonrisa en su rostro, para que no se notara su tristeza, y luego se dió media vuelta, y camino con paso decidido hacia las puertas del castillo, junto con sus dos amigos.

La bestia había caído, no fue un combate sencillo pero estaba claro que para conseguir llegar hasta el mal supremo habría que superar “pequeños obstáculos”.

Dejasteis la bestia atrás para continuar rumbo al castillo, ahora con algo más de calma para recuperar así el aliento.

Al cabo de un par de minutos, comprobasteis que el portón del castillo estaba justo a vuestro alcance, sin embargo visteis algo más, se trataba de una pequeña escalera que bajaba hasta dar a una puerta mucho más pequeña. Necesitabais tomar una decisión ¿entrar por la puerta principal, o probar por la pequeña escaleras abajo?

Durante unos segundos sentiste un fuerte dolor de cabeza que te hizo hincar la rodilla; esa extraña sensación fue acompañada de una voz que parecía susurrarte...

Libera la bestia que hay dentro de ti…

Escuché atentamente la historia de Richelle y pude sentir como mi corazón se estremecia, era muy triste y desafortunado el destino que tuvo su madre -Mis más sinceras condolencias Richelle- le dije y pude mi mano en su hombro -Se que desde el más allá te está observando y está orgullosa de ti por estar aquí cumpliendo la promesa que le hiciste-
Ahora era mi turno de hablar -La historia de mi familia parece ser que siempre estuvo ligada con las fuerzas del mal, el primer Belmont fue Leon un caballero, su mujer fue secuestrada y tranformada por un vampiro, el sacrificio de su amada fue el que dio origen a este VampireKiller que pasa de generación en generación, mi abuelo Trevor fue el primer Belmont en enfrentarse y vencer al Conde Dracula con la ayuda de la Famila Belnades, de esos eventos se dio origen al pacto entre las dos familias de hacer frente a las criaturas de la noche, mi padre Christopher fue el que me entrenó y me enseñó todas las técnicas y conocimientos que el clan Belmont a adquirido a lo largo de su historia, asi que como pueden ver naci para este momento, es un honor cumplir con el proposito de mi familia y hoy el destino a querido que yo Alexander Belmont me reuniera con ustedes y juntos enfrentarnos esta maldad que amenaza con esclavizar a la humanidad- se dibuja una sonrisa en mi rostro llena de confianza al saber que mis nuevos amigos están a mi lado mientras camino a la puerta principal.