Partida Rol por web

Huiste a gran velocidad de la presencia de aquella criatura. Al cabo de un par de minutos, comprobaste que el portón del castillo estaba justo a tu alcance, sin embargo viste algo más, se trataba de una pequeña escalera que bajaba hasta dar a una puerta mucho más pequeña.

Necesitabas tomar una decisión ¿entrar por la puerta principal, o probar por la pequeña escaleras abajo? No sabías cuanto tiempo pasaría antes de que la criatura llegase con un poco de suerte, tus nuevos compañeros se habrían encargado de ella.

Viendo que el latigazo y la flecha de Rog han surgido efecto, en vez de darle la mano a este, se la choca. El monstruo se deshace en cenizas y muere sin dejar rastro.

- Pan comido, chicos. Realmente entiendo que tengamos que ir con cuidado, pero lo hemos matado con facilidad. Creo que no os tendríais que subestimar. Cuando nos enfrentemos a Drácula, entonces sí que tendremos que ir con pies de plomo. Pero por ahora debemos observar al enemigo y intentar aplacarlo, que para eso nos hemos preparado.

Dice este, acariciando a su caballo, Roldier, con una sonrisa y el pulgar arriba. Contento del desenlace.

Al ver como Drake choca su mano y menciona lo fuerte que somos, doy media vuelta y para mí sorpresa, la bestia yacía tirada en el piso hecha polvo.

- Realmente habríamos matado a la bestia con tanta facilidad?- pensé en mí interior esbozando una leve sonrisa. Mí caballo no será carne de cañón y estoy seguro de que vamos a poder rescatar a mí esposa.

Bajo del caballo de Drake, me acerco a las cenizas de la bestia y me aseguro que está si este realmente muerta. Una vez comprobado procedo a juntar mí flecha, me dirijo hacia mí caballo, lo acaricio y pido perdón por haber hecho lo que hice. Subo nuevamente y tomo rumbo hacia el castillo

En vista de que sus compañeros decidieron no seguir sus pasos y plantar cara a la bestia, Luz se aproximaba sola, rauda hacia el castillo, a lomos de su caballo que corría a galope, tan asustado como la propia niña. Aproximándose así al descomunal y tenebroso castillo, la pequeña alzaba su mirada hacia su punto más alto, sintiendo al contemplar tal panorama una severa sensación de turbación y melancolía. Esta fue tal que, aferrándose fuertemente a su caballo, se preguntaba con angustia si realmente sería capaz de afrontar aquel destino que para una niña como ella, no era sino su peor pesadilla jamás concebida. Monstruos. Seres espantosos. El mismísimo Demonio, señor de aquél castillo. Algo que escapaba de las manos a alguien tan joven y que, asimismo, percibía por primera vez el mundo, en su naturaleza más atroz.

Arribando al fin a los grandes portones, Luz bajó rápidamente de su caballo, y con una fuerza proveniente del frenesí, consiguió hacerse paso al recibidor. Sin tener la posibilidad de observar durante mucho tiempo su interior, sólo miró un momento hacia atrás, para ver si divisaba a sus compañeros llegar. Mas al no ver a nadie, agarró rápidamente las riendas del animal y se introdujo, con una notable preocupación, en el interior del castillo. Cerró las grandes puertas que la protegerían del exterior, y con la pequeña paciencia que dispuso, esperó a que los hombres la alcanzaran finalmente.

Mientras retomamos el camino hacia el castillo, me parece que falta alguien.

-Drake, has visto a Luz? No la he visto desde que apareció la bestia, no será que entró sola al castillo, no?-

Apresura el paso del caballo

- La vi salir corriendo hacia él. No la culpo. Ante tal bestia, es normal que haya huido. Además, es muy joven. No entiendo como su orden la ha dejado venir a una misión tan peligrosa.  Espero que haya llegado bien al castillo. Es totalmente necesaria para la mision.  - Aclarando sus pensamientos, Drake no subestimaba a la niña. Todo lo contrario, creía que era una poderosa maga, pero le parecía una imprudencia que su Orden la haya dejado venir. Al menos sin guardaespaldas. 

Drake cabalga junto a Rog, llegando a las puertas del castillo, donde se encuentran a Luz en la puerta. 

Durante unos segundos sentiste un fuerte dolor de cabeza que te hizo hincar la rodilla; esa extraña sensación fue acompañada de una voz que parecía susurrarte...

Libera la bestia que hay dentro de ti…

Llegando al castillo, bajo del caballo y me apresuro a ingresar al castillo, al hacerlo, cruzando la puerta, siento un fuerte dolor de cabeza.

-Todo esto es nuevo, debe ser mucha tensión- pienso en mí y continuo.

 -Luz, estás aquí?- pregunté no tan alto, pero que por lo menos en esa sala se pueda escuchar.

Al entrar, los hombres hallaron a Luz, amedrentada, y con lágrimas en los ojos.

- ... ¿Estáis bien? – masculló con voz temblorosa. – Nunca había visto algo tan horrible. ¿Le disteis caza a semejante monstruo?

Posteriormente, se acercó hacia ellos, buscando el cobijo que le robaban las intranquilizadoras paredes de aquel castillo maldito.

- ¿Creéis... que debería haber luchado junto a vuestras mercedes en vez de escapar? – se preguntaba la niña quien, de la conmoción, no sabía si lo que hizo fue realmente lo correcto, pese haber sido el miedo quien la empujó, quizá más que su razonamiento propio.

-Hiciste bien en haber escapado pequeña, esa bestia era horrorosa!- Exclamo tratando de consolar a la pequeña Luz.

-Pero debiste esperar un poco para entrar, quien sabe que tipo de criaturas podrías haberte encontrado aquí adentro- Le replico tratando de expresar que el miedo no piense por ella

Drake, que iba detras de Rog, se dirige a la chica.

-El temor es un sentimiento normal, y mas para una chica de tu edad. Aun asi, debes tener confianza en nosotros y en ti misma. Eres poderosa, y seguro que con tu ayuda, hasta los mas fuertes monstruos acabaran cayendo. Si tienes miedo, confía en que nosotros nos pondremos en el camino de cualquiera que intente tocarte. Palabra de Belmont. -  Dijo Drake, con orgullo. 

- Y con esto dicho, investiguemos este castillo. - se tapa la nariz -  Huele horrible, y se nota que aquí ha habido mas de una celebración de sangre. Solo espero que, al entrar, no hayamos llamado mucho la atención.

Las palabras de ambos reconfortaron a la pequeña. Incluso, quedó prendada por el halago, ya que le vino muy bien conocer aquella impresión del criterio orgulloso de un Belmont. Si bien era una elegida, Luz llevaba consigo una carga difícil de soportar. Al no ser más que una niña, no confiaba en demasía en sus capacidades y su arrojo. Mas a partir de aquel momento, confiaría más en sus compañeros, valiéndose de la prueba de valentía y poder que ambos demostraron con creces.

- Gracias... - respondió mientras secaba sus lágrimas. - dije que no iba a resultar una carga. Os prometo que no volverá a pasar.

Posteriormente, echó un vistazo a las inmensas inmediaciones de la antesala. - Entré sola, porque quería resguardarme del monstruo. Pero no sé qué habría sido lo menos arriesgado. Este lugar me da escalofríos.

Y amarrando su caballo, se dispuso a dar un paso, hacia el interior. Utilizando su magia, alzó y tomó entre sus brazos uno de sus libros, el cual se abrió y corrió sus páginas hasta llegar a la precisada. El gesto evidenciaba su reciente puesta en guardia, pues en caso de que algún peligro llegase a surgir desde aquel momento, Luz tenía frente a ella uno de sus conjuros más poderosos.

Había llegado el momento de desempeñar su responsabilidad. Fuese duro, o no.