En cuanto el lobo comprobó que Luz no era una amenaza, dejó en el suelo lo que tenía en sus fauces: una mandrágora espinosa. ¿Era aquella criatura la que os atacó en los jardines?
La cuestión es que de manera rápida y audaz, el Lobo se giró y comenzó a moverse. Era a un ritmo que parecía querer indicar que lo siguierais… ¿sería esa la mejor opción o era una trampa?
Seguir al lobo
No seguirlo
Su astucia nunca había fallado, y no creía fallar esta vez. Drake decidió seguir al lobo, poniéndose frente a Luz, por si pasaba cualquier cosa.
Seguir al lobo
En vista de que el lobo parecía querer marcar un camino, al haber demostrado su acto de nobleza mostrando la abatida mandrágora, Drake y Luz decidieron seguirlo. Echó una última mirada hacia atrás para contemplar el cuerpo sin vida de Rog. Y secándose las lágrimas de sus ojos, prosiguió el camino.
Seguir al lobo
En un acto instintivo, comenzasteis a seguir al lobo a través de los jardines interiores. Parecía que aquel animal conocía cada rincón puesto que avanzabais haciendo rutas casi laberínticas y a un ritmo bastante apresurado.
En un abrir y cerrar de ojos os adentrasteis en una zona del jardín que parecía más un patio, un patio morbosamente decorado por multitud de estatuas de piedra que representaban de todo, hombres fornidos, mujeres semidesnudas, perros, algunos presentaban semblantes de furia mientras que otros eran semblantes de miedo, aquí comenzasteis a ver por primera vez en el castillo los indicios de que la maldad del señor de los vampiros no iba a verse camuflada por vegetación exuberante, sus retorcidos gustos acababan de ser revelados.
Fue entonces cuando el lobo comenzó a cambiar de aspecto de una forma totalmente sorprendente.
En ese instante supisteis que no teníais delante a una criatura normal, sino que allí había alguien de más poder, alguien que de haberlo querido os hubiera atacado desde el primer momento pero que ni por asomo lo había intentado... revelando que sus intenciones eran quizás más puras de lo que realmente creíais.
Para vuestra sorpresa, el lobo se transformó en una persona, pero no en una persona cualquiera no, sino en aquel encapuchado tan misterioso que os encontrasteis al principio de la entrada del castillo, aquel que no sabíais si era amigo o enemigo
- Veo que cumplís mis expectativas - comentó mientras mostraba una ligera sonrisa.
- De no haberme seguido habríais caído presa de Medusa, la cual custodia estos jardines tan bellos como mortales –
El hombre se quitó la túnica envejecida de encima, mostrando un bello rostro empalidecido que mostraba serenidad y a la vez amargura.
- Cooperé con los humanos en el pasado y la historia vuelve a repetirse, sin mi ayuda no podréis conseguirlo a tiempo - comentó aquel hombre, sus palabras os inspiraban tranquilidad, se le veía seguro de sí mismo... ¿podría ser aquel que ayudó a vuestros antepasados a derrotar a Drácula?
- Sin embargo me preocupa que el aldeano haya caído dentro del Castillo - hizo un leve silencio.
- A partir de ahora podéis llamarme Alucard, me encantaría poder estar más tiempo hablando pero no es posible mientras mi poder siga siendo limitado, debéis continuar adelante, salir de estos jardines y llegar hasta el torreón, allí es donde se encuentra el sarcófago de mi padre; me adelantaré para despejar el camino. Lo hicimos en el pasado y podremos hacerlo ahora - en cuestión de segundos Alucard se disipó en una bruma neblinosa para después convertirse en un murciélago oscuro como la noche que comenzó a revolotear hasta las cámaras más altas.
En el momento que lograsteis salir al exterior, la alegría se apoderó como un sentimiento triunfal. Ante ustedes se imponía una gran escalera que ascendía por el lateral de las enormes paredes del castillo de Drácula, era como si hubierais conseguido atravesar todo el edificio por sus interiores y ahora tocaba llegar a lo más alto.
Podríais ver desde abajo que en el cielo se alzaba una enorme torre, tuvisteis la impresión de que allí se encontraría el sarcófago donde reposaría Drácula, ahora tan solo había que rezar para que la malvada criatura no se hubiera despertado de su letargo.
Por otra parte, quisisteis comprobar qué había pasado con Alucard ¿habría volado a lo alto de esa torre?
Ahora debéis narrar las impresiones de vuestro personaje ante lo que ha sucedido ¡la recta final comienza!
De esta forma siguieron al misterioso lobo, que grácilmente les guio hasta aquella especie de patio, donde aguardaban las inquietantes estatuas. La pequeña niña las miró con turbación pues parecían reales, como personas que fueron transformadas en piedra por alguna especie de maleficio que bien sabía la joven hechicera de lo habido en sus libros.
Y entonces, el lobo comenzó a cambiar de forma. Con un leve sobresalto, miraba a aquel animal transformarse en el encapuchado que les puso a prueba a las entradas del castillo. Mayor fue su sorpresa, cuando tras elogiarles, este se deshizo de la túnica que cubría su verdadero aspecto. Siendo así, la joven se sonrojó ligeramente ante el hombre al contemplar su cándida belleza.
- A-alucard... – replicó con pudor ante lo dicho por este, tras haberse esfumado cual vampiro en una bruma. Por arte de magia, un libro comenzó a alzarse desde el interior de su zurrón, abriéndose y atravesando un gran número de páginas hasta una determinada, la cual la niña, sin salir de su ensimismamiento, ojeó. – El legendario Alucard, que ayudó a vencer a Drácula en el pasado...
Luz alzó la vista, contemplando atónita la altura de las escaleras que se extendían más allá de la salida, dando al interior de la alta torre. Y posteriormente, unas palabras colmadas de entusiasmo y esperanza, surgieron de ella.
- ... Todavía podemos... Podemos ganar...
Y tan pardísima que se lió XDDD ¡cambiamos de escena!