Asombrado por la habilidad de aquellos guerreros, Till se mantuvo a su alrededor con la pequeña espada en su mano, atento. Más bien, aterrado, pero incapaz de dejar de observar a todos lados al mismo tiempo.
Al escuchar las palabras de maese Emeldur, no pudo evitar asentir con la cabeza entusiasmado.
No puedo evitar sentirme realmente perdido. No entendí nada del combate, más que las tiradas para acertar XD
Voy a revisar el manual (que por cierto intenté que me trajeran de España sin éxito, porque realmente parece precioso).
Al escuchar las palabras de Emeldur, me cuesta luchar contra mi naturaleza innata. Pero finalmente, tras agitar la cabeza, aporto.
No le falta razón a nuestro compañero. Personalmente, me encantaría destripar a algunos mas de estos engendros. Sobre todo ahora que he entrado en calor.
Mientras digo esto, al fin logro liberarme de los pegajosos hilos que me mantenían aprisionado. Y todavía con el hacha al hombro, añado.
Pero hay un factor que determina nuestra situación. Uno de los nuestros, ha sido tocado. Hemos sido afortunados no obstante, pues ninguno de nuestros oponentes ha logrado sobrevivir. Pues bien, propongo echar un vistazo con detenimiento a la picadura de Maese Enano y una vez hecho esto, partir de este lugar.
Hombre, para mi el combate ha sido claro.
Dos posiciones, vanguardia y retaguardia. Vosotros tres en retaguardia siendo algo así como franco tiradores.
Por nuestra parte, la vanguardia, maese enano y yo, haciendo de muro defensivo.
Ningún oponente ha logrado flanquearnos para aproximarse a vuestra posición. Y de propina, al avanzar Borgil, hemos recibido justo el apoyo necesario para mantener la situación.
A mi me ha parecido un muy buen combate y no solo por el resultado. Pero creo que esto cambiara, cuando nos topemos con algún grupo de orcos.
No obstante, esto es mi impresión. Pero lo que me parece que esta claro, es que no siempre nos va a salir asi de redondo. Estamos en la Tierra Media después de todo.
Un rápido examen permite confirmar que ninguno de vosotros está herido, más allá de alguna contusión o abrasión, ni siquiera el enano.
Para inyectar veneno al clavar el aguijón, el bicho había de conseguir un golpe apuntado, que no fue el caso. Un golpe apuntado es uno en el que no te contentas con sacar el NO o más sino que además tienes que conseguir un 6 en alguno de los dados de éxito. Según el tipo de arma que utilice, puedes romper el escudo del contrario, u otros efectos igual de interesantes.
Bien, pude comprobar que ninguno necesitaba atención, había sido un buen combate y quedé con la sensación de que había sido muy ajustado para lo bien que habíamos salido de él, pero mejor no arriesgar.
La mayoría del grupo parecía dispuesto a volver para informar de la localización del nido por lo que esperé a que mis compañeros estuvieran apunto.
Mientras Emeldur examina el impacto recibido por maese enano, yo permanezco alerta al nido, de espaldas al grupo, con el hacha terciada y lista para descargar.
Y solo cuando recibo una señal apenas audible, empiezo a retroceder sin perder de vista ni los despojos de ocho patas que hemos dejado tirados en medio del claro, ni el nido por si aparecieran mas candidatos para aumentar esos despojos.
Y solo cuando estoy al lado de los mios, digo.
Recomiendo que los mas entendidos en abrirse paso a través del bosque, abran la marcha y nos sirvan de guia a los demás. Yo permaneceré el ultimo hasta que me deis el aviso pertinente.
Mientras hablo, no puedo evitar mirar a un lado y a otro. Esta vez, a causa de un sonido un tanto particular. Ya empiezan a zumbar las moscas sobre los cadáveres arácnidos y a cebarse en ellos. Y ante tan grato paromana, añado.
Decididamente, espero no quedarme mas de lo estrictamente necesario contemplando este interesante espectáculo amigos mios.
Vuestra ruta de vuelta a la casa de Huinen transcurre sin incidencias, siendo cordialmente recibidos por Ringlin, quien se alegra de que hayáis encontrado el nido.
Os convoca para la cena, en la que Huinen hablará con vosotros.
La vuelta fue tranquila y sin incidentes, hicimos el daño, cumplimos con la misión y volvimos, fue una buena incursión.
Ringlin nos recibió, le hice una breve reverencia y añadí – Gracias por la invitación, será un honor asistir – Dije tanto a la cena como a lo de que Huinen hablaría con nosotros, la verdad es que una cena era más que apetecible, me encantaría un estofado, pero siendo comida élfica uno no sabía muy bien que esperar.
Y con el deber cumplido, ya de vuelta en la morada de nuestro anfitrión, es el propio Ringlin, mayordomo de Huinen, el que nos recibe de muy buen humor, posiblemente a causa del éxito obtenido.
Asiento levemente al escuchar la invitacion para la cena y dando un paso al frente, con el casco sostenido con el brazo izquierdo y mi diestra apoyada en la cabeza de mi hacha, digo.
Nada me agradara mas que una buena comida adecuadamente regada con cerveza, junto a mis hermanos de armas. Pero no olvido que seguimos teniendo deberes que cumplir.
Y me permito una leve sonrisa antes de añadir.
Tratare de mostrar cierto grado de contención.
Anar hubiera querido avanzar en busca de más nidos de esas infectas criaturas. El golpe de la araña enfrentada con él le había enfurecido y necesitaba dar muerte a algún miembro más de su especie para saciar su venganza.
Pero las palabras de Emeldur eran ciertas; el negocio había sido fácil y habría que esperar mejores ocasiones para dar culmen a la venganza.
—Si por cada puñado de pequeñas arañas nos recompensan por tan buenos víveres vamos a adquirir las costumbres de tu pueblo, maese hobbit —dijo acompañando las palabras de una sonora carcajada.