Partida Rol por web

- Pues no... la verdad es que no se nada del caso que lleváis entre manos. A eso me refería con lo de ponerme al día. ¿A qué habéis venido a Berlín? Lebrun lleva todo esto con un secreto absoluto...

Erik, reflexiona un instante. Finalmente habla, con cierta cautela.

Por su seguridad, así deberá seguir. En el mismo secretismo.

- Sí, creo que Erik lleva razón. Nos enfrentamos a algún tipo de organización con ojos y oídos en todas partes. Ya hemos sido atacados en más de una ocasión, y han matado a Noble. Eso no era nada fácil de conseguir... Creo que lo mejor es que intentemos valernos por nosotros mismos y que te metas en esto lo mínimo posible. Sobretodo, procura no decirle a nadie que estamos aquí.

Remmer asiente con la cabeza en silencio. Está claro que no le gusta lo que oye, pero de momento parece que no va a hacer preguntas.

- Mañana será otro día - dice, dando a entender que no se dará por vencido tan fácilmente.

El hotel es pequeño y acogedor. A la hora que llegáis no hay recepccionista, y la puerta está cerrada, pero Remmer tiene una llave, y también las llaves de las habitaciones, que os entrega.

- Espero que os guste. Como soy de aquí, nunca he tenido que alojarme en este sitio, pero me han dicho que es bastante bueno. Por lo menos parece que estará limpio.

William entra en el hotel cual zombi descerebrado con la mente en blanco, no sabe ni como lo hace pero se quita la ropa y se mete en la cama en lo que a el le parece un nanosegundo.

Lo último que pasa por la cabeza es la gran satisfacción producida por lo cómodo y mullido de su cálido lecho. No está muy claro si se queda dormido o si directamente se desmaya, pero la inconsciencia final es equivalente.

Erik antes de acostarse llama por teléfono desde la habitación a su amigo informático.

¿Hola como va esa búsqueda?

- Vale, Andreas Katsulas... Vaya pez más gordo. La verdad es que ha sido muy divertido, he estado todo el día mirando sus cositas. Parece mentira, pero los que más poder tienen en el mundo son los que menos salen en los periódicos. Este tío se dedica a todo un poco. Es uno de los hombres más ricos de Europa, y el más rico de Grecia, y forma parte del Club Bilderberg desde el año 2003. Ya sabes, los amos del mundo y tal. Pero bueno, a tí te interesaban sus movimientos en las últimas 72 horas ¿verdad?

Se oye una pausa al otro lado del télefono y ruido de papeles, luego Antoine continúa hablando.

- Pues ha estado de viaje por Europa. Según las bases de datos de la policía y aduanas, entró en Gran Bretaña hace unos días, y reservó una habitación de hotel para él y otra para su jefe de seguridad, un tal Mario Coelho. Hizo algunas compras, se vio envuelto en un tiroteo a un policía inglés, consiguió que lo pusiesen en busca y captura tanto a él como a su jefe de seguridad, y luego desapareció del mapa. No hay ningún rastro de él desde el miércoles. Este tío parece peligroso, yo que tú, en vez de buscarlo, trataría de alejarme de él.

A esta hora, Antoine parece mucho más fresco, despejado y de buen humor que cuando lo llamaste por la mañana.

Antonie, ¿qué es el club Bildelberg? nunca lo habúia oído.

- ¿Que no sabes lo que es el Club bilderberg? ¿Pero tú en que mundo vives? La Conferencia Bilderberg, conocido también como Grupo Bilderberg o Club Bilderberg es una conferencia anual a la que solo se puede acudir mediante invitación, con cerca de 130 invitados, la mayoría de los cuales son personas de influencia en los círculos empresariales, académicos y políticos. El grupo queda una vez al año, en secreto, en complejos de cinco estrellas a lo largo del mundo, normalmente en Europa, aunque a veces en los Estados Unidos o Canadá. Tiene una oficina en Leiden, Holanda Meridional... Bueno, y te preguntarás como me he enterado de que ese tipo pertenece al club ¿verdad? ¡¡¡Pues no te lo voy a decir!!! Secreto profesional. Pero está claro que esos tipos son los que deciden que país va a invadir a otro, si subirán los intereses o las divisas, si la bolsa caerá o se hinchará como un pavo.. etc. Los demás son todos marionetas en sus manos.

Antoine habla con entusiasmo y un pelín de exaltación. Parece que es un fan de la conspiranoia.

Muchas gracias Antonie, te debo una tío.

Una vez ha terminad de hablar llama a la habitación de Mommsen. Con el objetivo de verse con él a solas.

Tras colgar el teléfono, Erik se dispone a llamar a la habitación de Mommsen, sin embargo, el cansancio hace presa en él, y, antes de darse cuenta, ya se ha quedado dormido.

No muchas horas más tarde, a las ocho de la mañana, suena el despertador de Lebrun, que se levanta de la cama como un zombi y os llama a vuestras habitaciones para que os despertéis.

Mommsen deja claro su agotamiento cuando sus pupilas caen a la misma altura que sus ojeras.

Hasta mañana, el mundo se me ha venido encima y la verdad es que ahora mismo aunque apareciese un asesino con una pistola para matarme ... lo ignoraría.
Necesito descansar.

Y sube a la habitación para evitar que nadie lo moleste. Cuando llega, se deja caer rebotando en el colchón y sin más se queda dormido.