Partida Rol por web

—Hm... Que difícil es esto. 

Muerdo mi labio inferior por los nervios y la mirada pasea de lado a lado, justamente pensando que hacer. Si son solo tres infectados, tampoco sería un problema. Al menos no de momento y con el asunto de la alcantarilla vamos a hacer ruido o perdemos tiempo en el proceso. Esa idea es muy mala, tengo que pensarlo mejor. 

—¿Y si nos echamos a correr ahora mismo? ¿Sería muy descabellado?—pregunto pensativa—. Esos se están acercando, habrá que abrir la alcantarilla y no sé yo... Si es en línea recta, tal vez arriesgarnos. 

Que mala soy en esto, pero lo intento. Me acojonan tanto los zombies. 

-Vamos a ello, entonces. No perdamos más tiempo.-declara Enzo. El trío corre hacia la alcantarilla y se dispone a abrirla. Enzo monta guardia mientras Gabe y Aki levantan la pesada tapa. Y así era. La tapa pesaba de los mil demonios. 

-Yo me encargo si vienen los infectados, pero apresúrense, por favor.-apremia Enzo. 

—Vale... Movimiento coordinado, sé que podemos. 

No soy precisamente la persona más fuerte de los tres, pero algo me dice que hoy estoy de suerte o la tapa de la alcantarilla está muy floja ya que no me cuesta nada ejercer fuerza coordinada junto a Gabe. Así que intento que sea rápido y efectivo, así Enzo no debe luchar con ningún zombie.

Tal vez por la adrenalina de la situación o el hecho  de que era la única persona sin heridas recientes del trío, pero Aki invoca una fuerza superior y logran mover la tapa hacia su lado sin problemas. 

-Whoa! Eso estuvo genial-comenta Gabe con una sonrisa sorprendida. Aki es quien baja primero, para asistir a Gabe con su tobillo aún sensible bajando la escalera. Finalmente Enzo se mete al hueco también y arrima la tapa pero sin cerrarla completamente, en caso de tener que volver a subir. 

El lugar donde se encuentran es un pasillo extenso de aproximadamente dos metros de ancho. Con una linterna que obtuvo en la escuela, Aki puede iluminar el camino. Un flujo de agua desagradable corre a lo largo del lugar, pero afortunadamente hay un pequeño pasillo para caminar en cada lado del lugar. 

-Bien...de acuerdo con el mapa deberíamos avanzar en esta dirección-señala Gabe consultando el mapa. 

Entonces los tres emprenden la marcha uno detrás del otro. A fin de hacer algo de conversación, Enzo consulta -Aki, ¿conoces el hospital hacia el cual vamos? ¿Alguna vez has estado allí?

—Gracias, no sé de donde he sacado fuerza. 

Lo confieso, si hasta estoy más que sorprendida por ello. No obstante al bajar la escalera y tras ayudar a Gabe, observo el entorno un tanto asqueada pero por suerte hay un estrecho pasillo por el cual se puede caminar sin que los desechos orgánicos de media ciudad se nos impregne hasta en la piel. Por ello es que mientras miramos el mapa los tres, asiento cuando dicen la dirección y comienzo a iluminar el camino con la linterna. 

—Eviten que las heridas toquen esta agua—indico y respondo a la pregunta—. Lo conozco si, de alguna que otra vez que fui. No por haber estado trabajando, estudiaba Veterinaria. 

Es mi única respuesta y comienzo a caminar, es hora de avanzar. 

-Ah... esa sería una linda carrera. Siempre me han gustado los animales -comenta Gabe. Avanzan en silencio durante un buen tramo. Llegan a algunas bifurcaciones pero con el mapa logran orientarse. En ocasiones escuchan infectados en la parte superior, a través de desagües. Finalmente llegan a una bifurcación más. El camino que deberían seguir está obstruido por una reja gruesa. El otro no tienen certeza hasta qué punto podría desviarse. Estiman que están a unas  3 calles del hospital a esa altura. 

-¿Qué hacemos? -pregunta Gabe. -Podríamos seguir este tramo a riesgo de alejarnos más. O bien podríamos salir por uno de estos desagües y seguir por la superficie. 

-Yo voto por salir -comenta Enzo. -No me agrada este lugar y no quisiera desviarme y terminar quién sabe dónde. 

-Pero tal vez fuera más riesgoso estar al descubierto esta altura. -replica Gabe. 

Al parecer el voto decisivo quedaba para la estudiante de veterinaria. 

Sin dudas el lugar no es el mejor para andar libremente, más aún cuando los sonidos se escuchan desde las calles y nos advierte de los zombies que andan pululando. Por esa razón es que una vez cruzamos las bifurcaciones el camino nos revela dos opciones y ambas no son las mejores. 

Por ello escucho a mis compañeros, lo medito y como no se ponen de acuerdo intervengo. 

—Estoy con Enzo—respondo al mirarlos—. Mejor subamos, aunque primero miraremos lo que podemos encontrar antes de subir directamente. No me fío de las calles, pero es la vía más directa para llegar al hospital. 

Así que tras decidir, cojo la escalera y voy subiendo. Pero me detengo cuando llego al borde para escuchar los sonidos del exterior. 

Aki aguza el oído para escuchar hacia afuera antes de abrir la tapa. Desafortunadamente, esto no le revela demasiado del estado exterior del lugar. Después de levantar levemente la tapa para espiar, puede ver una calle desierta; aunque la posición en la que está no le permite revisar de esta manera a su alrededor. 

—Pues, parece que nadie está arriba. ¿Subimos?

Les pregunto a mis compañeros mientras intento espiar por debajo de la tapa. De momento me atrevería a subir a la calle, salvo que escuche algún ruido extraño y me arrepienta. 

Al menos los gruñidos se tendrían que escuchar, pero es silencio absoluto. ¿Habrá que animarse no?

Aki empuja la tapa de metal pesado y consigue llegar a la superficie con un sonido de metal siendo arrastrado. Mientras sus compañeros suben tras ella, la chica observa a su alrededor. Las calles parecen vacías, al menos, de infectados. Algún que otro cadáver y autos chocados adornan el lugar. Es una visión inquietante, cuando menos. 

-¿Todo limpio?- consulta Enzo mientras sube. El único infectado que pueden ver en las inmediaciones es uno cuya parte inferior está atorada debajo de una moto estrellada. El infectado estira las manos inútilmente para salir. 

—Todo limpio, salgamos. 

Y no lo dudo, soy la primera en subir y salir a la calle. La verdad es que la imagen es bastante devastadora, pero es el mundo que ahora nos toca vivir y siento que no es necesario perder demasiado tiempo, no cuando en cuestión de minutos puede aparecer unos cuantos zombies y será necesario enfrentarlos o huir.  

Una vez estoy allí, ayudo a mis compañeros y decido avanzar por la dirección indicada.