Partida Rol por web

 — las coincidencias no existen  — responde luego de un largo silencio, tras las conversaciones de sus compañeros, y que sus ojos fueran de uno a otro mientas hablaban. Erika era la que le producía más preocupación aunque ya le estaba molestado esa necesidad de ser siempre víctima, pero podría deberse a que no sabía ser de otra forma y sobre todo al hecho de haber quedado huérfana, sin embargo, debería encontrar la forma de salir de esa constante autocompasión si deseaba mejorar. Entornó sus ojos un segundo, ahora pensando en lo dicho por Goro, el chico de la cámara fue al mismo luego donde lo estaba citando su nuevo maestro.

 — eres un pervertido, universitario  — rodó los ojos y luego le sonrió con malicia a Hans tras la invitación a Erika, y se acomodó mejor la capucha,  — bien, ya he tenido mucho de ustedes, nos vemos  — levanta su mano en señal de despedida, y comienza a caminar alejándose del grupo. Lo cierto es que estaba pensando en ir al acuario para revisarlo antes de que el resto apareciera, quería cerciorarse de que no fuese una trampa y por eso lo exploraría. En casa nadie la esperaba, o era demasiado independiente como para estar dando excusas sobre sus andanzas. 

Al ver a Wynonna alejarse, con decisión repente, hubo como un titubeo en Aki, una ansiedad no bien definida, una previsión, algo oscuro de pronto cobrando espacio en el cielo de su mente. Y comprendió al instante al inquietud.

Y si no va a casa? No he visto este brillo emprendedor, si no temerario, despuntar en sus ojos?

“Espera, Wynonna”, le lanzó a la chica.

A los demás les dijo: “Entonces, hasta mañana! Y cuidad de vosotros.” Había encontrado muy sensata la oferta de Hans que Erika se quedara en su casa, pero notando la incomodidad de la chica, no quiso insistir y apoyar la propuesta del estudiante universitario. Pero esto sí dijo: "No eres un pervertido, Hans, sino una buena persona."

Se giró y aceleró el paso para alcanzar a Wynonna. “De aquí a nuestras casas es la misma dirección, no te has dado cuenta?”, le preguntó amablemente. “Entonces, vamos juntos.”

El grupo de jovenes se separó yendo cada uno hacia su casa. Dominique tenia en el movil el nombre del hotel donde se hospedaba Erina, la doctora. Se trataba del Hotel Blackburn, de 3*.

En la mente de cada uno habia preocupacion por el mañana, esos salvadores desconocidos, la nueva  version de jimmer, y como podrían afrontar con la responsabilidad como Liveman. Tampoco hubo ningún cruce con el misterioso chico de la cámara rosa.