A tu mente viene la idea de la 'bomba' que colocaste, aunque también deduces que, conociendo donde te encuentras, probablemente no servirá más que para estropear una zona de armamento.
¿Cómo piensas ver dónde están los prisioneros? Dime hacia donde te diriges o qué haces, please.
Tras salir del puente de mando suspirio aliviado - Ufff, la cosa esta complicada. No recuerdo muchas situaciones en las que haya estado tan apurado - y me giro hacia el droide mientras camino por el pasillo - Pero tu me vas a ayudar a salir de esta. ¿Sabes en que sección se encuentran las celdas de los prisioneros rebeldes, o como localizarlos si no los sabes? -
perdon ando un laido ultimamente y se me ha ido la pinza
El droide te mira y jurarías como si sonriera, aunque con la boca del droide siempre te ha parecido de los más graciosa, pero nunca hasta ese punto - Señor, hay Rebeldes en muchos Bloques retenidos, ¿no sería mejor ir al Centro de Control de Prisioneros para obtener esa información? - te contesta.
No te preocupes. Me extrañaba.
- Umm, por una vez tienes razón. Conduceme hasta alli y veamos a quien tienen retenido, usemos un poco mi autoridad que para algo vuelvo a ser capitan de la flota - mientras observo mi uniforme nuevo y me lo estiro un poco - No me habia dado cuenta antes pero da gusto tener mando otra vez. Venga vamos alla. -
El droide se pone delante tuya y comienza a guiarte.
Pasillo tras pasillo, elevador tras elevador. Incluso tenéis que tomar un transporte más veloz, una especie de aerodeslizador sujeto a unos railes magnéticos con asientos hacia el lado derecho de la conducción, que os conduce hacia donde esperas que le has pedido al droide. En el camino escuchas como comentan un par de suboficiales que se montaron con vosotros, como hubo una pequeña explosión sin importancia en una de las armerías, y que pensaban que había un comando terrorista en la nave, pero que eran unos chapuceros.
Finalmente llegas a una gran puerta de camibio de zona en la que está cláramente indicado "Bloque de Detención", y múltiples advertencias de presos peligrosos, sólo personal autorizado, etc...
Un comunicador en uno de los laterales, enfocado contínuamente por una cámara, aguarda a ser pulsado.
Pulso el interruptor y me identifico
- Capitan Luther Hawkins en inspección rutinaria. Abran la puerta -
Un fuerte ruido de pestillos y cierres abriéndose retumba en el sitio antes de la apertura de las grandes puertas, lo que te hace pensar en la lejana idea de que dieras con tus huesos en una de los módulos que aguardan en su interior. Menos mal que, de momento, no sospechan de tus intenciones.
Tras la apertura, un par de guardias perfectamente uniformados y bien dispuestos te saludan al unísono en una sala receptoria con un par de terminales frente a ellos - ¡Capitán! - dicen al cuadrarse, esperando una repuesta por tu parte para relajar su posición.
- ¡Descansen! - les digo con tono firme - no se preocupen por mi y sigan con su trabajo. Simplemente estoy haciendo una inspección rutinaria por orden Lord Vader -
Al decir ese nombre ves como sus caras palidecen y tras afirmar con la cabeza, continúan con su trabajo de control habitual. Parece que tus palabras han sido suficiente..., de momento.
Hazme una tirada de timar para ver cuánto se lo han creído.
Me acerco a una consola y empiezo a mirar nombres como si realmente supiera lo que hago - Umm, parece todo correcto - y miro si algun nombre me suena.
Tirada: 3d6(+1)
Motivo: Timar
Resultado: 12(+1)=13
Haces un intento por acceder a una consola, y ésta está protegida. No obstante, miras autoritario a uno de los guardias que te estaba mirando y éste corre a dejarte vía libre a la información que ésta guarda. Parece que han tragado el anzuelo.
Comienzas a repasar las celdas, jamás hubieras pensado que cupiera tanta gente en aquella inmensa nave - ¿qué tamaño podrá tener? - piensas por unos instantes.
Hazme una tirada de computadores o buscar, o algo parecido.
- Parece todo correcto - murmuro para mi mientras examino los planos.
Tirada: 3d6
Motivo: Computacion
Resultados: 6, 5, 5
tiro prg/rpg computadores quie esTecnica y parece mas logico - un 16 no esta mal.
Tras habilitarte el guardia el terminal, comienzas a visualizar datos e información que no te lleva a ningún lado, pero localizas un prisionero que llama tu atención en el sector 2180. Parece que la cara te recuerda a alguien, alguien que has visto hace poco.
Tu semblante victorioso te delata por unos segundos y el soldado que está contigo te pregunta - ¿ha encontrado algo extraño, Señor?.
Con una media sonrisa que intento que sea cruel señalo a la pantalla mostrando la cara del prisionero - No sabia que estaba detenido este maldito rebelde y tengo cuentas pendientes con el dessdehace bastante tiempo. Me gustaria ir haata su celda de detención y hablar con él -
El soldado se acerca a la pantalla y mira la ficha del preisionero que ha llamado tu atención sin poder reprimir un gesto de sorpresa. Aunque no hayas estado en Detención en ningún momento de tu paso por el ejército, recuerdas algunos distintivos que se usaban para catalogar a los prisioneros y reconoces la marca especial para los Jedi.
- ¿Seguro que quiere hablar con él? - pregunta, dudando de sus palabras. Sabes que, por protocolo de seguridad, no se permite el acceso personal e individual a éste tipo de prisioneros, ya que sus poderes podrían afectar a aquellos a los que los visitan y provocar problemas.
- Claro que si, no existe ningun peligro y ademas este Jedi estara totalmente quebrado por Lord Vather. Llevame a su celda - le ordeno al soldado.
- Muy bien. Le acompañaré si así lo desea - dice algo dubitativo.
Mientras avanzáis, te percatas que debes andar con mucho ojo. Los pasillos por los que avanzas están llenos de medidas de seguridad que podrían evitar cualquier intento de fuga y, ni que decir tiene, cualquier 'desliz' que pudieras tener.
En un momento dado, en una zona de celdas bastante profunda, por lo que has podido intuir, el soldado se detiene - señor, es ahí. Le estaré esperando aquí sin quitarle ojo, por lo que pudiera pasar - ves como el soldado coge un escudo de protección y se equipa con una pistola bláster bastante más grande de lo habitual, alojada tras uno de los paneles en la entrada a aquella zona de celdas. Tras darte el código de apertura, se queda inmóvil, tras unos hologramas especiales de ocultación para éste tipo de presos, y que tú no habías visto antes.
Toda cautela es poca contra un Jedi ;)
- Esto va a ser mas complicado de lo que pensaba - pienso para mis adentros mientras examino ese extraño aparato de hologramas - Nunca habia visto un de estos soldado, habrian sido muy utiles en mi epoca. ¿Como funciona? -
El soldado te da leves nociones de para que sirven, básicamente bloquean contacto físico y psíquico, e impide que le lleguen sonidos del punto al que se enfoca, por suerte para tí.
El droide escolta sigue tras de tí, como una sombra, y por tu mente pasan mil y un motivos de su existencia.
Te acercas al Jedi. Nunca antes habías visto a ningún otro, y te presta curiosidad. No sabes que te va a decir, ni que te va a pedir, más allá de que pongas a buen recaudo el material que te pasó anteriormente. Por las precauciones que ha tomado el soldado que te acompaña, dudas y piensa si no habría sido mejor salir a escape en la primera cápsula de evacuación que te encontraras, pero no lo has hecho y estás allí, frente a aquel hombre.
Ante tí se presenta un hombre joven, con pelo y barba castaña, ataviado con una sencilla túnica marrón, y al que le han quitado la capa con la que le vistes en el mensaje anterior. Una mirada escrutadora te permite ver como intenta mantener la compostura, pero por la suciedad y desgarros que ves en su vestimenta intuyes que ha sido tratado de manera ruda y poco civilizada. También aprecias como tiene sus manos inmovilizadas con unas esposas de fuerza, a la espalda del sujeto.
El hombre te empieza a hablar en susurros, o eso es lo que piensas ya que, aunque le ves mover los labios levemente, parece que las palabras sólo suenan en tu cabeza.
Por lo que te cuenta, te encuentras en una nave que hace años que ya no existe, ¡el primer prototipo de la Estrella de la Muerte!. Según te pide, es de vital importancia que evites en lo posible que realicen la primera prueba seria de funcionamiento de su cañón principal, ya que están en el sector de Naboo y el arma es suficientemente mortífera como para acabar con el planeta al completo.
Te sientes con ánimos, pero no sabes como puedes ayudar, ya que la sola idea del potencial que tiene aquella nave hace que te sientas minúsculo.
Por si fuera poco, el joven te dice que también debes sacar los planos que se encuentran en tu poder, para hacerlos llegar a la Alianza Rebelde y que tengan alguna posiblidad de lucha contra el monstruo en el que te encuentras.
Tras un intercambio de ideas y la petición expresa de que dejes al droide que te acompaña en el puesto de control de aquella zona de celdas, te despides del desconocido, que en ningún momento te ha dicho su nombre.
Avanzas pensando como puedes ayudar, como evitar que aquel arma realice su 'prueba' y puedas huir de la nave sin problemas, cuando casi se te olvida el darle la orden al droide para que permanezca donde te comentaron.
Tras unas órdenes concisas, dejas atrás a aquel amasijo de hojalata, para que cumpla su destino, mientras que avanzas por los interminables pasillos de aquella construcción espacial.
Te estrujas los sesos, sin sacar ninguna solución posible al problema de las pruebas. Desesperado, vagas y vagas por los pasillos, hasta que la alarma general comienza a sonar... ¿qué estará pasando?.
Los pasillos se convierten en un hormiguero, y algo te dice que ese es el momento, pero... ¿para qué?.
El instinto de supervivencia te exige que cumplas la segunda parte - huye - mientras que el deber te pide que evites la más que probable destrucción de gran parte de la población de Naboo.
Con un tremendo dilema moral, te ves empujado hacia una zona de seguridad - Señor, manténgase a cubierto - te dice un soldado de élite al que no has visto aparecer. ¿Qué está pasando? Tu mente está demasiado confusa y parece que vives en una nube. Miras tu cuerpo y comienzas a ver como la sangre de las heridas causadas por tu granada está empapando tu ropa.
En un último alarde de fortaleza, sales corriendo. Sin saber cómo, llegas a una zona deshabitada en la que hay tres cápsulas de escape. Te montas en una de ellas y le das al botón de expulsión.
Los ojos se te cierran y te sientes débil, sin fuerza, y en tu mente aparece la sensación de culpa de no haber podido cumplir la parte más importante de tu misión... Salvar a los cientos... miles... cientos de miles indefensos habitantes de Naboo.
Fin de la escena.
Continúa en la Introducción libremente. Puedes utilizar la información obtenida en esta escena como quieras.