Partida Rol por web

El ambiente en la taberna poco a poco se fue haciendo más distendido e incluso Myrcella se atrevió a beber cerveza aunque no estaba muy acostumbrada a ello. Con una jarra de más en el cuerpo le hizo gracia ver cómo al enano no le gustaba que desapareciesen inmediatamente las salchichas al llegar a la mesa. Estás eran las preferidas por la muchacha y era hábil para llenarse el plato.
¡Lo siento Maese Mordrin! Tiene que ser más ágil si quiere probarlas...¡Que ricas!- dije dándole un mordisco a una y jugueteando en alto con otra para dar envidia sana al enano.

Cuando llegó Maese Haarig con la siguiente fuente de salchichas pedida expresamente por la muchacha levantó la mano y dijo:
Ésta fuente corre completamente de mi cuenta y es para el único representante de la antigua raza aquí presente. Es mi modo de pedirle disculpas por algo ocurrido recientemente.¡Pero que siga la celebración!- dije con cariño hacia el enano y ofreciéndole la fuente. Seguidamente brindé con cerveza con él.

Al llegar la desconocida correspondí su saludo y le ofrecí sentarse justo a mi lado. Ser curandera había despertado mi curiosidad dado que de pequeña había recolectado muchas plantas medicinales y preparado todo tipo de ungüentos con Gustav. Me atreví a preguntarle.

¿De dónde procedéis si no es indiscreción? ¿Hay muchas plantas con propiedades en vuestras tierras? Siento mucha curiosidad jaja- comenté con tono desenfadado pero con educación. Confiaba no haber sido demasiado intrusiva.

A medida que avanzó la celebración y se acercó la noche me tomé la suficiente confianza de apoyarme en Konrad e incluso en determinados momentos cerrar los ojos. Puede que por los efectos del alcohol o porque en realidad estaba enamorándome de ese chico. No sabría decir.

Sobrepasada por tantas preguntas simultáneas, Styrine sonríe ruborizada por haberse convertido súbitamente en el centro de atención. - Vaya, desde luego esta curiosidad tan vivaz de la que hacen ustedes gala es uno de los pilares que forma vuestra amistad.- Styrine da un paso hacia atrás buscando un poco de aire, las curiosas preguntas de sus interlocutores la habían agobiado un poco, debía decidir si se mostraba como la hechicera vulgar que era o mentir para protegerse en su huida de las autoridades reiklandesas. - Perdonen mis modales, me llamo Styrine Adelhof y vengo desde Reikland, mi camino está hacia el oeste, no me dirijo a ningún sitio en concreto y no solo soy curandera - mientras habla descubre de entre sus ropas los símbolos de Taal y Rhya tallados que la vieja le enseño a hacer - en la actualidad me gusta verme como como una ermitaña errante, bendiciendo siembras y cosechas allí dónde me encuentre, sanando al ganado de los campesinos y orando a los espíritus de la madre y el cazador.- dice concluyendo su presentación y a continuación se gira hacia la joven Myrcella para susurrarle - Por cierto durante el otoño en el Reikwald es frecuente encontrar hoja de araña en los bosques de coníferas y en verano es frecuente la famosa Terrabeth como en el Gran Bosque y el Darkwald. Si alguna le place a su merced le ensañaré a encontrarlas. - dice guiñandola un ojo.