Partida Rol por web

Kilder buscaba un voluntario para bajar a hacer la avanzadilla e informar de cualquier peligro y al momento, William pensó que contaban con el semi-hombre adecuado.

-Ernesto, ¿como lo ves para adelantarte un poco? Todos sabemos que los tipos como tú, estáis acostumbrados a este tipo de madrigueras oscuras, escondidas bajo tierra... Que los banqueros os reunís en sitios así, que me lo han dicho.-

Ernesto avanza tras sus compañeros hasta la rotonda y usmea el ambiente mientras sus compañeros investigan la rotonda esperando encontrar la guarida de Bertín.

Ernesto asoma la cabeza tras sus compañeros cuando estos abren un boquete en el suelo y al escuchar las palabras de William comienza a ponerse nervioso:
Esto...¿quién?...pero...¿yo?...ez que...veráz... El pelo de Ernesto comienza a erizarse ligeramente al pensar que debe entrar él sólo en una gruta dónde un posible asesino puede estar esperándolos.

Mueve las manos nervioso sin saber exactamente dónde colocarlas.
Quizá Kilder zea mejor opción...ezto...quiero decir...tampoco ez cierto lo que dicez...hay máz de leyenda que de realidad en ezo que dicez...quizá...no te digo que alguna vez...por nececidad...pero vamoz...Zeguro que Kilder ve mejor que yo allí abajo...mi familia...yo de pequeño era muy miope...y ...claro..tampoco ze orientarme bien...

Ernesto busca ayuda nervioso con la mirada en alguno de sus compañeros, esperando que algún valiente dé el paso al frente necesario.El sudor comienza a aparecer en su frente.
Que vamoz...zi hay que ir...pero claro...para zer maz una moleztia que una ayuda...quizá otro...que yo zoy muy valiente...pero el honor...y el orgullo ez maz propio de otraz razas...tampoco quizieze yo zolo llevarme toda la gloria...¿entiendez?

Sus ojos parecen salirse de las órbitas y sus manos sudorosas se mueven nerviosas, mirando de un lado a otro.
Ezto...mirad...alli... dice señalando hacia delante y saliendo rápido de allí. Cuando ha avanzado lo suficiente para estar algo alejado del lugar, dice en voz alta... vaya...no era nada...parecía algo importante, desde allí. Disimula...

Ante la indecisión general Paco hace lo que de un modo u otro iba a hacer. Pero primero mira a todos en silencio, uno a uno, y se detiene con expresión de reproche ante Ernesto a quien le murmura:

-¿Por qué será que o me extraña que te acobardes?- pero enseguida suaviza las cosas dándole una palmadita en el hombro mientras suspira.

-En fin, está visto que bajaré yo a la Cueva de las Mariconadas.-

Coge dos de sus cuchillos y se los cuelga en el cino, donde son más accesibles, y el tercero lo mete en el bolsillo trasero del pantalón, que es casi tan enorme como su propio culo. Acto seguido baja por la escalerilla y, una vez en el suelo, se enfrenta a la oscuridad y grita a pleno pulmón:

-CARIÑOOOOO..... YA ESTOY EN CASA!!!!!-

Avanza dos pasos y se detiene, esperando...

Encuentran y abren la entrada secreta ¿qué tendrá ahí abajo Bertin?... La curiosidad aumenta pero yo, como Ernesto, no quiero ir el primero, por eso me mantengo callado, discreto, hasta que Paco se presenta voluntario. 

- Dile que vamos a hacerle un par de remix... - digo aun desde fuera, esperando que algún otro compañero entre antes que yo. Si empiezan las tortas quiero poder dar cómodamente sin recibir ninguna. 

Meto las manos en mi bolsa y saco mis armas, ajustándolas en mi cinturón. Quiero tenerlas dispuestas para cuando me hagan falta. 

- Adelante señoritas - hago un gesto invitando a entrar al resto del grupo y lo acabo con un ágil movimiento con la mano, donde aparece un dado - ¿o queréis echarlo a suertes? - Sonrío