Partida Rol por web

Karzar, como una bola de demolición, corrió a través de la sala hasta llegar al capataz, interoniéndolo entre él y CID.

Mientras Twaku se acercaba sigilosamente por una puerta trasera, Cid-2 corrió a refugiarse tras una caja y Karzar se lanzó hacia el capataz, pero este logró reaccionar a tiempo y le propinó un severo corte con su espada. No contento con ello, descargó un segundo ataque tan devastador como el primero.

CID-2 aprovechó que el capataz estaba enfocado en Karzar para iniciar su asalto. Se movió con saltos breves y repentinos, mientras desenvainaba su espada.

Sin embargo su primer ataque falló. El capataz parecía un guerrero experto.

El vesk gruñó al recibir esos poderosos ataques y se tambaléo hacia atrás levemente. Nisiquiera su poderosa armadura pudo detenerlos. Sacudió la cabeza y procedió a atacar con un poderoso puñetazo.

-¡Por fin un oponente digno!-Gritó después de golpearle-¡Vamos CID-2, te reto a ver quien le mata!

Twaku continuaba acercándose sigilosamente. Cid-2 falló su ataque, lo que hizo que el capataz apenas notara su presencia y se concentrara en Karzar, quien sí había logrado hacerle bastante daño. Así le descargó otro fuerte golpe con su espada.

- ¡Acepto el desafío! - gritó CID-2 lanzando dos ataques veloces contra el capataz. El primer golpe impactó, pero eso obligó a su rival a prestarle atención y el segundo golpe fue esquivado. 

Karzar levantó sus brazos para cubrirse y usando su cañón de artillería Azimuth disparó contra su oponente, tratando de no dejarle ninguna apertura para que pudiera contraatacar.

Twaku ya estaba muy cerca del capataz, pero no podía dispararle con su pistola sin arriesgarse a herir a alguno de sus compañeros. Karzar le disparó a quemarropa, causándole un daño severo. Pero el capataz ahora estaba concentrado en Cid-2. Logró asestarle un severo corte con su espada, pero descuidó su defensa, provocando que el segundo ataque de Cid-2 lo hiriera.

Esta vez CID-2 hizo acopio de toda su destreza para atacar como una tormenta de acero. El primer ataque, que impactó en un punto no vital, fue una distracción. Aprovechando el impulso hizo otro corte con velocidad pasmosa que provocó heridas profundas en el capataz.

Un fragmento de la memoria de CID-2 hizo un chasquido mental. Su capacidad de combate no respondía únicamente a su experiencia como mercenario, sino tal vez a una programación especial. Su pasado estaba nublado por daños en sus archivos y bases de datos corruptas. Tal vez había algo más en su origen que sólo ser chatarra de Verces.

Karzar tomó posición y sobrecargó su cañón, disparando dos veces contra su oponente para intentar igualar el golpe de CID. Por mala suerte, el retroceso del primer disparo le hizo fallar el segundo.

Twaku intentó sorprender al capataz, pero este bloqueó su ataque con éxito

Karzar volvió a atacar, causándole algo de daño. El capataz le dio un fuerte golpe a Cid-2, pero esquivar el ataque de Twaku lo dejó desprevenido contra el contraataque del androide, que fue devastador y lo dejó muy debilitado.

Karzar respiró hondo y al ver que su oponente se giró decidió atacar con toda su fuerza. Su primer puñetazo encajó con el costado del capataz, causando un daño considerable y levantádolo levemente.

-¡Te pillé!-Exclamó con un rugido triumfante mientras cargaba el segundo golpe.

El segundo fue dirigido derecho a la parte inferior de su columna, si tenía. En él había toda la rabia acumulada de los golpes que recibió antes junto con la de ver a sus amigos atacados.

Si el ataque de CID-2 había sido poderoso, la brutal andanada de golpes de Karzar fue demoledora.

- Bien, tomo nota para el futuro: no hacer enojar al vesk... -

Enfundó su espada y se inclinó sobre el capataz, buscando el drive con las coordenadas de la base del enemigo.

El último ataque de Karzar fue fulminante. Con su último aliento, el capataz envió una señal de advertencia al carguero para que no se acercara al planeta, pero no tuvo suficiente tiempo para destruir el pendrive que albergaba las coordenadas de lo que su misterioso líder llamaba Umbra Galáctica. Así que Cid-2 pudo quitárselo sin problemas.

Luego de conseguir las coordenadas y tomar un merecido descanso, se dispusieron a volver a la civilización.
 

Al volver al puerto de Akiton para abordar denuevo la nave, la princesa, de pronto, se detuvo en la puerta.

-Nuestros caminos se separan aquí -dijo la princesa mirándolos con tristeza- Yo debo ir a Idari. Allí la banda iba a dar el último concierto de su gira, casualmente -esbozó una sonrisa de lado- en la catedral de Weydan. Yo arreglaré con la discográfica para anunciar oficialmente la muerte del grupo y organizar un concierto con otros artistas en homenaje a ellos. Una vez sobre el escenario, cantaremos la misma canción que cantaban ellos para llamarme, pero esta vez, la usaré para invocar al dios. Si alguien sabe cómo derrotar al enemigo, es él. No sé si responderá mi llamada, pero debo intentarlo. Podrán ver la transmisión del concierto desde su nave. Espero que les de esperanza para la batalla que les espera. Si me escucha, tendrán su favor con toda seguridad.
 

-¿Seguro que no quiere que nos quedemos por ahí en caso de que les ataquen en pleno ritual-concierto?-Preguntó Karzar cruzándose de brazos-Tenemos las coordenadas a algo, pero no estoy muy seguro de saber que es. Un tal Umbra Galáctica... Sinceramente suena a nombre de banda de metal.-Hizo una leve pausa y miró a CID-¿Tú qué crees, CID? ¡Siempre tuviste más buenas ideas que yo!

- Princesa, mi trabajo era proteger a la banda, y ahora la banda ya no existe. Mi fracaso me obliga a ponerme a vuestro servicio -

CID-2 inclinó una rodilla como si fuera un caballero. La influencia de las historias que leía se podía ver en su accionar y sus valores. 

- Sólo abandonaré su lado si usted me lo ordena. Si es ése el caso, nos embarcaremos hacia la Umbra Galáctica y pondremos fin a esta locura. Nuestros amigos serán vengados -

Luego miró a sus compañeros, y agregó: - No quiero hablar por ustedes, cada uno debería ser libre de elegir su camino. Yo iré al encuentro de mi destino -

La princesa sonrió, complacida.

-Les agradezco mucho el haber protegido a mis guardianes y a mí. Sinembargo, la verdadera batalla es ahora contra Galacticus y temo que mi poder no será suficiente contra él. Si sólo tuviera a mis guardianes conmigo, sería diferente, pero si los acompaño ahora, sólo les estorbaría. Haré lo mejor que pueda desde mi lugar. Confío en ustedes. Sé que vencerán. Además -miró por un momento a Chiv-chiv- Este chiquitín irá con ustedes. ¿Quién podría fallar con un compañero tan simpático?

Y con éstas palabras, le dio un cándido beso en la mejilla a cada uno, se subió a otra nave y partió. Lo que ella no sabía, era que Twaku se había colado secretamente en la nave con ella. Los demás se consolaron pensando que al menos, el Ysoki, cuidaría de ella. Luego abordaron el Tiburón Estelar y alimentaron la computadora central con el pendrive conseguido durante el combate. Aparentemente, su destino se hallaba en algún lugar del oscuro mundo conocido como Eox.