Partida Rol por web

El escozor de las heridas solían recordarle a Ritz que seguía vida, el Sumo Inquisidor Tremaine hacía ya nueve años que la había acogido bajo su protección, y los cardenales de las atenciones amorosas del inquisidor de Asmodeo seguían doliendo como el primer día, al menos ella se había hecho lo suficientemente dura como para saber que aquellas humillaciones no durarían durante toda su vida. Pronto su instrucción terminaría y sería libre de las manos del inquisidor de Korvosa, sabía lo que se rumoreaba en el templo. A sus espaldas la llamaban puta cuanto menos aunque por supuesto jamás lo harían delante de su rostro, incluso los más altos prelados se temía a los inquisidores pues ellos veían la podredumbre de la traición en los corazones de la gente, incluso en aquellos que se llamaban fieles.

Había crecido sola en el templo, todos salvo Tremaine eran esxtraños que la observaban desde las sombras temerosos de que pudiese ver en ellos algo que les señalara como el próximo sacrificio a Asmodeo. Suspiró mientras se cosía las heridas de la espalda, con la edad los gustos de Tremaine se volvían cada vez más exóticos, con cada una de las puntadas del hilo su mente volvió al pasado sacando fuerzas del odio mal curado que había atesorado durante su infancia.

Su primer recuerdo de la infancia esa Gaedren, quizá la secuestró cuando de pequeña iba con sus padres al mercaso o quiza una matrona irresponsable de algún orfanato la vensió a Gaedren. O quizá simplemente fuese una niña de la calle a la que Gaedren le prometió comida y refugui. Sea como fuese pasó varios años como una de los Pequeños de Lamm, recordó las palizas hasta que no lograba traerle alguna chuchería de algún mercader o el anillo de alguna dama. Pasaba hambre y frío y recordaba las noches en que Lamm se llevaba a alguno de los niños menos productivos para que el pequeño jamás volviese a aparecer. Una noche encontró un símbolo sagrado de Asmodeo en el regazo de una gorda vieja Chelaxiana cubiertade perlas y satén rojo y negro. Intrigada por el símbolo se lo quedó solo para que Gaedren la pillase. La paliza de muerte aún le dolía y además le rompió el gastado símbolo de madera noble. Una noche logró huir y agotada se desvaneció en el atrio de la catedral donde había visto el símbolo.

Ya había terminado de coserse las heridas, dejó el hilo de tripa en el cesto junto a la aguja ensangrentada para encontrar dentro del pequeño cesto de mimbre una carta de Tarot varisiano. En el reverso escrito en tinta de pluma una nota.

Se lo que Gaedren te ha hecho.

Tambien a mi me ha causado un terrible dolor.

Se donde se esconde en la actualidad más

yo no puedo hacer nada contra él. Ven a 

mi casa en el número 3 de la Calle Lancet al

anochecer. Otros como tú estarán tambien

presentes. Gaedren deben enfrentarse a su

destino, y la justícia debe cumplirse.

Raiza se toco la frente, los primeros puntos que le habian dado en su vida, ocultos bajo el pelo. Mucho de su memoria se perdio con ese golpe, no recordaba a sus padres o hermanos, solo el dolor de vivr donde solo era una herramienta. El odio era fuerza que la habia mantenido viva hasta ese dia.

Miro la carta, la leyo y guardo con cuidado sopesando si no se trataria de una trampa. En todo caso, solo habia una manera de saberlo. Se quedo tumbada en silencio, guardando un poco de reposo para que la herida no se abriera de nuevo o se infectara. Necesitaba dormir un poco y despues, en mejores condiciones acudiria al llamado.

- Podria haber sido en una taberna.- murmuro para si, pensando en cuanto necesitaba una bebida fuerte en ese momento.- Esto no empieza bien.- añadio con una media sonrisa burlona.

Era su sarcasmo lo que mas miradas de desaprobacion le causaba. Solia sonreir y saludar con cortesia cuando en verdad deseaba empalar con su filo a la mitad de los idiotas que abrian la boca en su contra. "Sonrie y saluda" le habia dicho alguien mas sabio una vez.... solo sonrie y saluda.....

De su mala fama no podia decir gran cosa. Demasiado dolor reclamaba una salida contraria de vez en cuando, mas bien, amenudo. Nunca era algo vistoso, tenia cuidado de que los rumores se quedaran sin mas fundamentos que la especulacion vacia de las mentes enfermas... aunque la mayor parte de las veces tenian razon.

Sonrie y saluda....solo sonrie y saluda.....

Quiso reirse y los puntos le tiraron quitandole las ganas.- Si, ire, sonreire... y saludare.- se dijo cinicamente.