Partida Rol por web

Danmachi Dungeon & World.

Orario - una ciudad ... ¿Segura?

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14/02/2020, 08:01
Diosa Bastet

2 de Debrero de 201.- 09:23.- Despejado y algo de viento. 9º. Orario (La Ciudad Leaberinto)

- Pues sígueme entonces. Su mirada se suavizó. Pensaste que se restregaría contra tu pecho, como si fuera una mascota que requiere mimos y atención. Te hizo un gesto amable, para que la siguieras. La caminata, desde casi el centro, os encaminó hacia el norte. A estas horas la mayor parte de los aventureros ya se han encaminado hacia su "puesto de trabajo", pero, aún así había mucha gente. Los artesanos y vendedores, gente haciendo sus recados … El sonido de una ciudad viva inundaba tus sentidos. Giró hacia la izquierda, justo en frente de la Farmacia de la Familia Chet. Ya te habían comentado que para la salud este era un buen sitio. Os metisteis por un callejón.

No era largo, pero si había bastantes cajas por medio. Entre las casas, había un patio cercado por un murito de madera que te llegaba a la barbilla. Si te ponías de puntillas, podías ver sobre ella. En el centro había una casita. De allí emanaba un blanquecino humo por la chimenea, y se entremezclaban con el resto de olores. (Ropa tendida, comida al fuego …) Pero esos olores, venían y desaparecían por el movimiento del aire. Incluso el humo, a partir de cierta altura se inclinaba, desapareciendo sobre el resto de tejados. Allí el ruido de la cuidad era mitigado, sólo para dejar paso a ruidos más domésticos. Los golpes de cacerolas, las voces llamando a vecinos o incluso saludos. Una señora, desde un balcón de segunda planta tenía sábanas que aún chorreaban agua: - Buenos días Basti. La diosa contestó con un gesto amable de la mano y una amplia sonrisa.

Parecía muy querida.

Ella, tocó una pieza de metal con la yema de un dedo. No tardó en resplandecer y un pestillo, tras la puerta se corrió. Empujó la puerta y comentó sigilosamente: - Bien venida a tu hogar.

Notas de juego

Me vas a tener que disculpar, pero, si quieres que juguemos, y podemos hacerlo, será mientras sigamos evolucionando el sistema. Te ruego paciencia y comprensión.

 

La farmacia es el 13. A un lado de la línea vertical. Pues, como imagen, justo al otro lado de la línea, a la misma distancia que el cudrito junto al número, es donde está el patio con la casita.

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14/02/2020, 08:45
Director

Notas de juego

Esta escena ya es de juego. Por si quieres que jueguemos ya.

Cuando visites sitios en concreto (DUNGEON, CAMPOS … ) abriré sus escenas específicas si es necesario, pero, en principio, para toda la ciudad, aunque sea una casa de otra familia, usaremos esta escena (A no ser que por algo, sea preciso abrirle a esa situación o lugar una escena específica y propia).

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14/02/2020, 19:34
Diana Maravell

Sigo a mi nueva diosa con paso decidido, pero también llena de curiosidad y expectativas. Podría decirse que se poco sobre ella, pero mas que nada solo por mis primeras impresiones y un poco del conocimiento general, ideas, que la experiencia me ha enseñado que no son buena guía para juzgar a una persona. A medida que avanzamos por las calles de Orario, me sorprende la cantidad de gente activa dentro de está, después de todo, yo vengo de un pueblo pequeño en las montañas, en donde durante el día casi no andaba ni un alma por el pueblo, ya que todos trabajaban los campos o en el bosque. En cambio en la ciudad, abundantes mercaderes vendían sus artículos, los artesanos confeccionaban sus artilugios y alguno que otro aventurero rezagado se dirigía hacia la mazmorra. 

- Este lugar esta lleno de vida - Comento mirando de un lado a otro, tan sorprendida como el día que llegue - Me agrada. 

Al pasar por la familia de Chet tomo nota mental de mis alrededores, es vital conocer mi entorno, en alguna ocasión podría incluso salvarme el pellejo. A medida que caminamos por el callejón me doy cuenta que la diosa Bastet es muy querida por los lugareños. En general me agrada el lugar, y también comienzo a comprender mejor a la diosa y a tener una muy buena imagen de ella. Una vez llegamos, hago una pequeña reverencia. 

- Por supuesto - Digo contenta ingresando por la puerta que había sido abierta para mi. 

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15/02/2020, 09:48
Diosa Bastet

2 de febrero de 201.- 09:41.- Despejado y algo de viento. 9º. Orario (La Ciudad Leaberinto) Casa de la Familia Bastet.

El paseo no había sido especialmente largo. Tampoco había más de media hora, a buen paso, desde el centro hasta la muralla, así que, aunque el Gremio quedase lejos, como tal, también daba la ventaja de no estar en el centro, con todo su ruido, bullicio y aglomeración. No te habías percatado hasta ahora, pero bastet portaba un ancho y robusto puñal al cinto. Tan ancho que era exagerado. 

No usaba vaina alguna, pero, entre los pliegues de su ropa era un tanto discreto. No estaba escondido. Símplemente estaba ... allí. Se veía muy, pero que muy afilado. Su ropa, toda dorada, no parecía metálica en ningún momento, aunque se asemejaba al oro. Eso si. Una enorme y ancha diadema y un cinturón muy, pero que muy parecido, parecía hecho de eslabones cuadrados de oro, unidos por una piezas parecidas, un tanto más pequeñas. Tintineaba el cinto a su paso, pero sus ropas, vaporosas, no escondían nada más. Era elegante, y al entrar en el patio, el ruidito de sus pasos cesó.

Era un jardín de poco más de 30 metro por cada lado, y la casa tenía poco más de 10. La valla era sólo un cierre, y daba hacia las 4 calles que salían del patio. Cada uno con su cerrojo, idéntico al que escuchaste al entrar. Bastet dejó la puerta, y ella sola se fue cerrando. El vallado terminaba a poco más de un par de palmos de llegar a los muros de las casas, viéndose el material del que estaban estas construido, desde el suelo, que todo, tapizado por un césped mullido y con pinta de muy bien cuidado, albergaba pocos adornos.

En el lado norte había una mesa de piedra, de no más de un metro de diámetro, redonda, con 4 taburetes del mismo material, "escoltándola". Al sur, una estancia muy parecida, pero en la que los 4 asientos rodeaban un estanque de un tamaño como el que dejaba la mesa entre ellos, estando las piedras a una distancia muy similar. Por el lado que habíais entrado había un antíguo horno, de los que se hacen el pan con varios troncos alrededor, bastante desordenados. El otro lado no lo podías ver, ya que la casa estaba justo en tu trayectoria visual. Un gato jugueteaba con algo alrededor de ese. Era un especimen joven y atolondrado, que concentrado en su "cacería", no os prestó atención alguna.

La casa no tenía cerradura. Un simple pomo que girar. Un instante antes, como si fuera una mirada melancólica, echaste la vista atrás. El cruzar esa puerta era un cambio en tu vida. O eso esperabas. Algunas ventanas de las casas, a partir del segundo piso, daban este, tu nuevo hogar. Nadie miraba por ellas, pero si había ropa tendida de una de ellas. Las gotas no caían lejos del lugar de la mesa, pero el césped no tenía mácula alguna de ello. Al abrir la casa era diáfana totalmente. 4 puertas orientadas hacia las puertas del patio eran flanqueadas, cada una, por un par de discretas ventanas. Una estaba abierta, y las cortinas dejaban pasar el aire, y escapar a un gato, que con vuestra llegada se había asustado y salía del edificio. En el centro había un trono. Era de una piedra verdosa que jamás habías visto, y en cada esquina tenía un candelero, del que una llama ardía. Los fuegos desprendían un aroma dulzón y a la vez tranquilizador. Le daba un aire de paz al interior. Lo siguiente que llamó la atención es que en cada esquina había una ... un espacio, de no más de un metro, cercado por un muro, y cada uno disponía de una puerta de un color. Cian, magenta, amarillo y blanco. No deberían tener ventanas, ya que desde fuera, cada pared disponía de solo dos y una puerta.

Lo siguiente que si te llamó, y desesperó el corazón, fue el desorden. Tras descender los dos peldaños del trono, que estaba cubierto de una patina que asemejabas al polvo, había un desorden infernal. Bolsas, telas, restos de comida, platos amontonados, bandejas ... de todo. Incluso unas orejitas, que ya sabías a que raza de "bicho" correspondían junto a unos ojos dorados, muy parecidos a los tuyos, te vigilaba, sin delatar su ocico. En el interio de la casa el moviliario era discreto. Una mesa bajo cada ventana, del mismo ancho que esta, siendo en total 8, y un diván por cada punto cardinal, cubiertos todos ellos por el mismo desorden y basura. No sabías de que color era el suelo. Enseguida, ante tal "jungla", y en un acto de desesperación, miraste al techo.

- Por lo menos no hay telarañas. Pensaste para ti. Techos, cortinas, paredes ... y puertas, estaban impolutos, en contraposición con todo lo que había en el suelo.

La diosa empezó a cerrar la puerta y comentó: - Supongo que tendrás hambre, así que voy por el desayuno. Ya la puerta cerrada, que no hizo ni el más leve sonido, la pudiste escuchar, atenuada por estar ya en el exterior: - Ves ordenando ... El final de la frase no lo pudiste entender.

Notas de juego

No he encontrado el puñal en concreto. Es ese, pero sin las letras de la República Romana (SPQR). Incluso la palma del pomo y la cosa roja a medio puño (que nunca he sabido como se llama) están en su sitio. Sobran las letras.

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20/02/2020, 04:32
Diana Maravell

Mientras la seguía pude percatarme del puñal que porta la diosa, me parece una herramienta adecuada y elegante, puede ser útil para muchas cosas, incluso la defensa personal, aunque desconozco en realidad si tiene un uso ritual o es un adorno para ella, es algo que eventualmente tendré que descubrir, hago una nota mental de preguntar por ello mas tarde. 

No es que fuera la persona mas ordenada del mundo o la que mas me fije en ese tipo de detalles, pero el interior del hogar ha visto mejores días, por lo que asumo inmediatamente que el aseo no es el fuerte de la diosa. El patio me pareció mas adecuado, pero bueno, no puedo ser tan quisquillosa con esté tipo de cosas, después preguntare si debo limpiar o algo por el estilo, ahora mismo estaba mas interesada por el trono, ¡se veía genial! 

- El lado bueno es que en este lugar al parecer no hay arañas... me llama la atención que haya tanta basura... pero todo eso tiene arreglo... - Doy un buen vistazo al lugar antes de mirar a la puerta - Lo que me preocupa es que la puerta no tenga cerradura... eso puede ser peligroso... pero bueno si alguien intenta entrar a la mala a este lugar le daré una buena paliza. 

Sonrió para mi interior y asiento ante las palabras de la diosa y trato de esperar revisando mis alrededores sin salir de la sala, quizás la felicidad que siento en mi pecho por haber sido aceptada en algún lugar opaca el horror que siento por el desorden. No quiero ser una molestia ni faltarle el respeto a la diosa, por lo que espero a que ella vuelva para preguntar... 

- Aunque primero quizás prefiero comer algo... no pruebo ni un bocado desde ayer...

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20/02/2020, 09:34
CRONISTA

2 de febrero de 201.- 10:12.- Despejado y algo de viento. 9º. Orario (La Ciudad Leaberinto) Casa de la Familia Bastet. Salón Principal.

Hace como media hora que esperas, y lo único que has hecho es esperar. Bueno, de cuando en cuando te has puesto a juguetear con la punta del pie, con curiosidad, con algo del suelo, entre otras cosas, para averiguar qué era.