Partida Rol por web

King seguía algo enojado por el hecho de que hubieran dejado escapar a uno de los goblins, no le gustaba que las cosas salieran de tal manera y el hecho de que unas de sus presas tuviera la libertad de reagruparse era un tema a señalar. Sin embargo, todos parecían estar en otros planes. Él se dedico a recoger las cosas necesarias para seguir con la aventura, aunque no demoro en volver a estar con los demás notando como intentaban ayudar/Salvar/Dañar a la aventurera. 

-Quizás deberíamos sacrificarla. -Pronuncio con esa indolencia que ya le iba caracterizando un tanto, en otra instancia y quizás con otro grupo de gente aquello hubiera sido algo comico, pero ahora habían sido atacados y heridos, ellos no, pero las chicas si había sido de gravedad. -Como un caballo. -Acto seguido se llevo la mano hasta una especie de bolsa oculta entre sus pieles que conformaban su armadura, sacando una cuerda de gran tamaño aunque de tamaño normal para alguien como él, aquello podía servir para escalar por donde habían llegado, incluso tenía un gancho de metal para clavarlo y soportar el peso del barbaro, había sido un pequeño obsequio que había obtenido de los aventureros que le criaron.

En cuanto la plegaria fue formulada y la poción suministrada, pudisteis ver como las laceraciones del cuerpo de la aventurera dejaban de sangrar y como incluso algunas de ellas, las más leves, se cerraban. Por otro lado, algo de color parecía volver a su piel. La mujer seguía inconsciente, pero parecía que sobreviviría.

Su compañera estaba empezando a levantarla del suelo y apoyándola en su hombro, acto que se le complicada ya que la herida parecía tener una cabeza más de estatura, cuando las palabras de King fueron formuladas. La joven fijo su mirada en el bárbaro con odio, pero sin decir nada.

Así, poco a poco caminando a trompicones  con su compañera a la espalda empezó a avanzar hacia donde habíais señalado como salida. Casi no podía cargar con ella, pero tampoco parecía querer pedir más ayuda. Aunque Gerda, el primero en proponer cargarla, no dudo en ayudarla durante el trayecto.

El ascenso, gracias a los útiles que traías con vosotros fue menos dificultoso de lo esperado, por suerte no parecía haber ninguna criatura acechando durante ella. Aunque lo que encontrasteis donde suponíais que debía estar el fin del camino no era lo esperado.

Frente a vosotros como si de una cruel broma se tratara, el fin de aquel pasillo ascendente terminaba en un simple techo de piedra, sin salida alguna. La aventurera que os acompañaba fue la primera en hablar.
—Es… es falsa.— Parecía mareada, quizá por el esfuerzo físico de subir junto con su compañera, el cansancio y heridas acumuladas.—No debería tener más que unos dedos de grosor. Así fue como cogieron a Gisela, el suelo se derrumbó a sus pies.— Explico mientras alzaba la mano para golpear el techo.

Eunomia es una familia de Orario, tiene bastante antigüedad pero actualmente no tiene muchos miembros quedando relegada a la posición de familia secundaria. En su momento, junto con otras dos familias (Astrea y Pax) y con la aprobación del gremio, se encargaban de la seguridad de la ciudad. Actualmente este trabajo recae sobre la familia Ganesha.

Por lo que estudiaste sobre las familias cuando buscabas una a la que unirte cuando llegaste a Orario, las tres familias tuvieron en el pasado un gran prestigio, pero en una época de conflicto de la ciudad quedaron casi desintegradas. Durante este periodo conflictivo, enfrentaron a un grupo llamado “Evilus” el cual era básicamente un grupo congregado de varias familias con ideas ilícitas y malignas. Este grupo quedo prácticamente acabado aproximadamente hace diez años, aunque a un coste muy alto. Por la forma que hablo durante las clases Aranis, es probable que con grupos malignos se refiriera a algunos miembros de ese grupo.

ahora, la familia Eunomia únicamente acepta miembros por recomendación de sus propios integrantes, la familia Pax se ha mantenido con los miembros que quedaban sin aceptar nuevos miembros, y por último, la familia Astrea, quedo completamente desintegrada y su diosa decidió abandonar la ciudad.

A pesar de todas las duras palabras de Lance, había notado el agotamiento de la maga y sus heridas, incluso con la cuerda de King, subir aquella pendiente le costaría bastante, ya fuera amabilidad o lógica de no retrasar al grupo suspiró y se dirigió hacia ella.

-Sube y sujétame el arma- Dijo hacia Viv, mientras esperaba que se subiera a su espalda y le tendía su querida lanza- Por tu vida, ni se te ocurra soltarla.

Tras haber cargado a la maga todo el camino hasta arriba con la ayuda de la cuerda, Lance podía notar como el cansancio comenzaba a aparecer, pero era claro que estaba dentro de los que mejor se encontraba viendo a la aventurera rescatada. La desesperación parecía apoderarse de ella al ver el camino bloqueado, pero desde un punto de vista más simple, la solución era fácil para un poco de tierra en el camino.

-Apartad, agarraos fuerte y cuidado con la tierra que caiga- Comentó recuperando su arma de Viv a su espalda y agarrando la cuerda con fuerza para no caer hacia abajo. No había espacio para balancear y solo tenia una mano disponible asique tocaba poner todo en cada lanzazo para abrir el camino.

—¡Es una persona, no un animal! —Jolines, ¿cómo se le ocurre decir eso a este bestia? Encima que su amiga está pasando por un momento espantoso...

Mi rostro se relaja al oír la propuesta de Lance, es el que menos me esperaba que se ofreciera para ayudarme.
—¿Eh...? —parpadeo confundida, pero asiento y accedo a subirme a su espalda.
Su arma es pesadísima, debe ser muy fuerte para poder blandir algo como esto, santo cielo. De cualquier forma, hago mi mejor esfuerzo para poder sostenerla sin que se me caiga, a la vez que me agarro fuerte de él para no irme al suelo yo.
—Gracias —le digo al muchacho, volviendo a sonreír—. Em, n-no peso mucho, ¿no? Perdón por tener que cargarme.
Bueno, al fin y al cabo, está teniendo su recompensa, más allá de que no sea intencional, tiene mi pecho oprimido contra su espalda...

Lo que nos encontramos al final del trecho me deja pensando, ¿habrá sido esto lo que detecté? ¿Podría ser una trampa mágica? Si es así, deberíamos andar con el triple de cuidado de ahora en más, si hay peores que estas en los pisos más profundos lo pasaremos mal.

Marianne se mantuvo callada, quizás un poco ensimismada con todo ya que le agobiaba un poco las órdenes de Vivianne ya que se tornaba un poco insostenible escucharla dirigir, indicar y después negar que sólo sugiere. La peliverde no le gustaba esas formas y más adelante cuando puedan estar solas, tendría unas cuantas palabras con ella. No obstante como ya comenzaron a subir, fue una de las últimas con su lobo en hacerlo. 

No decía nada, inundada en su silencio mientras había un motín que repartir entre todos. Que la chica tenía parte de ello, pese a que la habían salvado y todo. 

La osadía de King me parecía despreciable y no pude evitar que la cara de odio de la aventurera se me pegase. Como la persona dedicada a impedir que las heridas se acumulen en el grupo, aquel comentario de sacrificio humano me hacía perder todo mi respeto por el que, hasta ahora, había sido para mi un modelo de confianza y seguridad. "Si yo cayese ¿El simplemente me mataría para no cargar conmigo?, ¿Cuánto se puede confiar en una persona así?,..." Toda mi admiración por King se había desvanecido por un simple comentario "¿Quizás fuera broma?". Espero no dudar de esa manera si es él quien es herido.

La chica no pesaba demasiado, la aventurera que tenía a mi lado parecía ser más fuerte que nosotros y aún así se había visto superada por la mazmorra. Si nos hubieran pillado por sorpresa es probable que nosotros hubiéramos acabado igual, no debemos bajar la guardia.

Me mantengo callado, siguiendo al grupo e intentando centrar esfuerzos en cargar a la chica inconsciente para que la aventurera no tenga que sobresforzarse.

El primer golpe de Lance hizo que el techo se resquebrajase fácilmente mientras pequeñas piedras caían sin dañar al grupo camino abajo. Con un pequeño esfuerzo mas todo el grupo consiguió salir de aquella pendiente para dar con la misma sala donde se habían encontrado con la aventurera por primera vez. Por suerte no parecía haber enemigos.

En el suelo de la sala aún se encontraba la hombrera de la aventurera pero no había rastro de las piedras mágicas y el botín de la batalla que había ocurrido en ese lugar. Quizá alguien se las habría llevado mientras combatíais abajo.

—El pasillo principal no está lejos.— Dijo la aventurera señalando hacia uno de los diversos caminos que salía de esa sala.—Creo que desde allí puedo apañármelas sola.

Así, tras recoger la hombrera, continuo dirección hacia el pasillo principal ayudándose de Gerda para cargar a su compañera. No tardasteis mucho en llegar a aquel gran corredor y, quizá con suerte, no apareció ninguna criatura en vuestro camino.

Ahora con bastantes menos personas que a primera ahora, en el pasillo seguía habiendo una cantidad mencionable de aventureros. Aunque fuera parte del calabozo, por la cantidad de gente aquello podía considerarse como una zona segura. Algún que otro aventurero os dirigió la mirada al veros cargar con un herido, pero tampoco parecían sorprendidos por ello, quizá era algo normal.

Llegados a aquel punto la aventurera se paró.
—Yo… De verdad que gracias. No sé cómo hubiera salido de ahí y mucho menos con Gisela.—Durante un momento pareció meditar algo hasta que volvió a hablar.—Si realmente sois de la familia Eris supongo que sois los que reclutaron hace poco y…—Negó con la cabeza interrumpiéndose.— Iré a devolveros la poción que gastasteis y veré si puedo daros algo más para agradecéroslo en cuanto pueda.—Cuando dijo lo ultimo miro hacia lo que hacia de tabique en las lesiones de su compañera.

Sinceramente no había mucho que Lance pudiera decirle a la chica, por su parte las había salvado más por el calor del momento que por buena voluntad. Además la chapuza con las extremidades de su compañera aun tenía que mostrar resultados, en un mal caso, no curaría bien y no podría volver a empuñar un arma.

-Lo que sea, ¿seguimos o nos retiramos por hoy?-A pesar de la acción caótica contra el jefazo goblin, realmente no habían tenido demasiados combates, y aunque aquel ser no figuraba en la lista de enemigos comunes, tampoco sabía decir si habían enfrentado algo raro o fuerte para el estándar, básicamente, no podía medir el éxito de la primera expedición. – Aun tengo fuelle para un rato más, creo que cazar algo en este piso aunque sea por la parte económica no estaría de más. O nos largamos, descansamos, y mañana bajamos más.-"¿Hasta donde habremos bajado realmente?" Lance se pregunto a si mismo.

No le interesaba la verdad lo que pasará con las chicas que habían salvado, ya habían realizado la tarea comunitaria suficiente para que pudieran salvarse y por ello habían puesto en riesgo su propia vida, sin embargo, había sido bastante entretenido el enfrentarse a esa horda de Goblins que causaron cierto problema en el grupo. El gigante se mantenía en la parte trasera del grupo mientras agitaba sus manos para limpiar el polvo desde su largo cabello, su rostro desconfiado y enfadado demostraba el poco interés en lo que sucedía. -Sigamos con lo nuestro. Hemos venido a prepararnos ¿No? -Pronuncio dando la razón a Lance, gracias a él no tenía que hablar más de lo necesario. 

-Prefiero bajar ahora mismo, no he sufrido nada de daño y recién calente el cuerpo. -Aunque aquello no quedaría en su decisión o la de Lance, habían 3 otras personas que debían dar un apruebo o rechazo a la idea de continuar y precisamente eran quienes más daños habían recibido, ellos estaban acostumbrado a utilizar sus cuerpos como bolsas de boxeo o simplemente recibir algo más de daño que los demás. Se mantuvo en silencio esperando a que los otros opinaran, si decidieran decir que No podría ir el mismo y de manera solitaria, pero no era la mejor idea, si hubiera enfrentado a la Horda de antes de esa manera lo más seguro es que hubiera acabado demasiado dañado, al borde de la muerte o incluso hubiera caído, estar en grupo era lo mejor ahora mismo. Aun así, la idea de volver a la ciudad le parecía algo aburrida, no le gustaba ya que no se acostumbraba a estar rodeado de gente, no caía bien y esas mismas personas no le agradaban. 

La aventurera parecía querer ocultar algo, pero sonaba realmente agradecida y preocupada por su compañera. Al menos parecía que sobreviviría, hoy hemos salvado dos vidas, era algo para sentirse orgulloso ¿Por qué no me sentía así?... Quizás algo en las circunstancias me seguía molestando pero no era el momento de parar a pensar en ello. Ya habría tiempo más tarde de reevaluar todo lo que había sucedido.

Ahora lo que debe preocuparte es llevar a tu amiga a que la traten correctamente y recuperaos ambas como es debido. digo intentando centrar a la aventurera en aquello que debería hacerla perder el culo ahora mismo.

Tras decir esto, miro a mis compañeros con indiferencia y simplemente me encojo de hombros diciendo solo: Me da igual. 

No tengo pociones y no se si podré acceder a mis poderes mucho más pero... aquella situación me había dejado pensando en que nos falta muuuuucho recorrido como equipo y estaba algo preocupado al respecto. No sabría decir si bajar era buena idea o no.

—Sigamos, es momento de conseguir algo. 

Fue lo único que dijo Marianne tras escuchar las palabras de la aventurera, agradeció en silencio el buen gesto y esa actitud que ostentaba la chica. Pero de alguna manera le estaba pesando que habían realizado poco recorrido y no fue tan fácil como esperaban, sí que tocaría bajar de nuevo y volver a intentarlo. 

Nieve y ella se encontraban bien, los demás dentro de todo también. 

Los demás quieren seguir y yo ya no doy más... Ug, no estoy preparada para tanta cosa, ¡pero a no quejarse! ¡A seguir adelante! Sólo...
—Em...
Levanto una mano, como pidiendo permiso para hablar.
—Estoy muy agotada, ¿podríamos descansar una horita antes de seguir? —pregunto con timidez y agarrándome las alas del sombrero, pronta para cubrirme la cabeza por si me tiran algo—. Mi magia se recarga rápido, sólo una hora será suficiente, prometo. ¡Después seguimos arrasando con todo lo que haya! ¿Sí?

-Decidido, un descanso y seguimos.- Lance comenzó a andar hacia un lateral del enorme pasillo buscando un hueco libre entre tanto aventurero, si iban a descansar mejor no pararse en el medio del camino, y puesto que estaban recargando energía…- Ya que descansamos bajemos al segundo piso, técnicamente no será la primera vez que salgamos del piso uno.- El numero de pisos descendidos hacia el nido goblin era desconocido, puede que incluso se hubieran quedado entre pisos, pero seguro que no era considerado el primer piso.

Tras despedirse, la aventurera marcho hacia la salida cargando con su compañera. Estabais preguntándoos si sería capaz de subir sola todas las escaleras, cuando visteis como algunos aventureros que también salían de allí la ofrecieron ayuda.

Con intenciones de dejar descansar un poco a los que lo necesitaban, pues algunos habían tenido hasta que ser cargados, os apartasteis a una de las paredes de aquel pasillo principal.

Si bien seguíais en el calabozo, durante el rato que os mantuvisteis allí, pocas eran las criaturas que salían de los pasillos colindantes y menos aún era lo que sobrevivían, pues aventureros que iban a pisos mucho más abajo no tenían problemas en hacerlos desaparecer. Aun con ello, decidisteis tomar una especia de turnos para estar alerta y no ser sorprendidos por ninguna criatura.

No era de por si un sitio seguro, pero si un lugar donde recuperar el aliento aprovechándose del paso de aventureros. No erais los únicos que parecían usar esa estrategia. Un par de grupos más y algunas personas que parecían internarse solas también parecían descansar allí.

Aprovechando la pausa también decidisteis dar cuenta de los alimentos preparados para ese día y tras aquello finalmente levantasteis y empezasteis a caminar continuando aquel gran pasillo. Se suponía que al final de aquel corredor estaba la bajada al siguiente piso y la rampa que confirmaba tan hecho no se dejó esperar demasiado.

Con confianza empezasteis a bajar aquella rampa la cual, a mitad de recorrido tenía un giro haciéndoos llegar así al segundo piso. Este nuevo piso no tenía muchas diferencias con respecto al primer piso, pues la distribución era la misma.

Si seguía el mismo patrón que el piso superior, un pasillo central del cual varios semi círculos iniciaban y terminaban. Perderse en aquel lugar era difícil, pues al tener los pasillos siempre una ligera curvatura podía volverse al principal sin muchos problemas. Al menos siempre que no hubiera una irregularidad como la del piso anterior. No parecía haber ningún pasillo o sala en aquel piso del mismo tamaño a la que habíais combatido al goblin puerco, todas eran menores.

Durante vuestro descanso en aquel piso, quizá por estar nerviosa, estabas más alerta que el resto cuando acabaste de preparar tus hechizos. Tu mirada vigilaba no solo las posibles criaturas, si no también a los aventureros de allí por las historias que os había contado Aranis.

Una aventurera solitaria llama tu atención, una humana bestia de raza can. Parecía estar observando vuestro grupo y si no recordabas mal, ya lo estaba haciendo cuando habíais llegado con la aventurera herida.

Tras mirarla durante un momento confusa por su atenta mirada, ella te sostuvo la mirada hasta que finalmente la apartaste nerviosa mirando al suelo.  En cuanto volviste a volver a enfocarla en el sitio que se encontraba la aventurera, está ya no estaba. ¿Quién sería esa?

—Les agradezco mucho, lo necesitaba —digo frotándome las piernas, dando masajecitos para quitar los calambres—. De verdad.

Después de recuperar el aliento hago aparecer mi libro de conjuros para poder prepararlos. Mientras tanto explico para el que quiera oír que mi magia funciona de una forma diferente: se trata de magia vanciana, que me permite almacenar mis conjuros en mi libro y sustraerlos de forma limitada a la hora de usarlos, de esta forma, efectivizo al máximo mi mente, evitando la fatiga durante una mayor cantidad de tiempo. Pero, por otro lado, sólo tengo acceso a los conjuros que haya preparado con antelación. Cada conjuro tiene su propio nivel y, cuanto mayor sea, más poderoso es y más espacio ocupa en mi memoria mágica.

—Em, ¿hola?
Al rato, avisté una figura en la penumbra y traté de captar su atención, pero me parece que ya me estaba mirando. Me dirigo entonces a los demás, con algo de miedo y preocupación:
—¿Ustedes también la vieron? Una chica bestia estaba ahí, mirándome fijo, ¡y desapareció! —acompaño esto último con un gesto extendiendo los brazos a los costados—. Ee... pelo cortito, delgadita, ojitos amarillos, tenía cola de perro; por favor, que no sea una ladrona... Está muy mal juzgar por las apariencias, pero aquí hay que ser diez veces más precavidos.

Al escuchar a su compañera alertada, Lance dirige la mirada hacia donde indica con el ceño fruncido sin ver absolutamente nada. O la peliblanca estaba alucinando o alguien había estado pendiente de ellos, y puestos a creer en algo no estaba de más ser precavido.

-Yo no he visto nada, pero mejor estar atentos. Si alguien nos la intenta jugar, tratalo como si fuera un monstruo.-La ultima frase fue acompañada del movimiento de su pulgar trazando una linea recta sobre el cuello. Si alguien les intentaba atacar alli abajo estaba claro que el guerrero no iba a tener compasión.

 Sin mucho más que decir pero ahora más pendiente de otros aventureros que los rodeaban, Lance señalo un pasillo al azar para proceder por él y reanudar su cacería.

Las palabras de Vivienne llamaron la atención de Marianne y envío a su lobo para que explore en las cercanías, de alguna manera si Lance y ella no lo notaron, hay que ver los demás. No obstante es indispensable ser precavido que ya con todo lo sucedido la peliverde está más alerta y preparada para lo que sea. Además por la descripción que había dado su compañera le resultó bastante genuino, considerando que era imposible mentir con tanto detalle. 

—Nieve explora, estemos atentos si. 

—¿Eeh? —me quedo pasmada ante la decisión de Lance, mirándolo con las cejas levantadas y juntas—. N-no, pero, no podemos hacerle daño a las personas, algún motivo tendrán. Supongo...

Cuando Mari va a enviar a su lobo a explorar, me pongo de pie rápidamente y trato de frenarla.
—Espera espera —le digo risueña—. Tengo algo que ayudará, hehe.
Apoyo una mano en la frente del lobo, murmurando un ensalmo:
—¡Que la luz pase a través de tu cuerpo, engañando los ojos de los incautos!

Al terminar, el perro desaparece.

—¿A que mola? Se mantendrá así mientras va a investigar, pero se disipará si por cualquier motivo comete un acto agresivo.
Río de nuevo, contenta de que me haya salido bien.
—Creo que sólo funciona con el sentido de la vista, sigue siendo tangible y... recemos para que esa joven misteriosa no tenga buen olfato.