Partida Rol por web

Parecía que lo más difícil estaba hecho.... ¡Bien por Max! ... En aguas abiertas, podían perder de vista a sus posibles perseguidores... Y ya a ver cual era la misión encomendada, si solo era salir de la ratonera que era La Rochelle en esos momentos, o algo más concreto; en todo caso, tendrían que pensar en otra base para el retorno... quizá Burdeos, quizá... a unas malas... Kiel.

Pero eso era cosa el futuro, y ahora tenían otros asuntos entre manos; estaban funcionando con los eléctricos, con lo que la velocidad era menor, y estaban bien atentos a la bajada de los niveles de las baterías, pendientes de que fuesen uniformes, para evitar sustos. Faltaban horas hasta la noche protectora, y no podían estar tranquilos aún.

Oyó que estaba convocado para cuando la situación fuese segura... calculó que eso sería, precisamente, a la caída de la noche, cuando pudiesen usar el snorkel y la noche hiciese invisible los gases de exhaustación de los diesel...

-Vamos, muchachos; la próxima vez que toquemos tierra... pensad que os podréis gastar de golpe la paga que no se os ha esfumado en esta ocasión, y la que se haya acumulado... ¡La juerga puede ser épica!

"...¿Como cojones se llamaba la chica de anoche?... Mierda...."

Finalmente, todo pareció quedar en calma. Las bombas acabaron por desaparecer, ahogadas por el agua, y solo el ruido de los quejumbrosos motores rompían el silencio monótono al que estabais acostumbrados.

Cuando por fin considerasteis que ya no había peligro, todos os dirigisteis a la cabina del capitán para reuniros con él y poneros al día, porque al final, lo importante era que no teníais ningún permiso y eso merecía una explicación.

Mientras tanto, el submarino avanzaba bajo el agua, hacia un destino incierto.

Al rato, Peter comprobó que todo estaba en orden, así que se paró unos instantes a organizar los turnos, a preparar un retén de reparación para el cuarto de los torpedos, que le preocupaba sobremanera, sobre todo para el viaje largo que estaban planeando, animó a los hombres, viendo sus caras por el no haber tenido unos días de descanso... aunque no los hubieran tenido igual, dado el ataque que estaba sufriendo su puerto de referencia. De hecho, no sabía que les depararía la guerra en ese tiempo de navegación, pero la Rochelle... quizás sería la última vez que la vería, pensó von Agstein. Un suspiro se le escapó, y con cierta parsimonia, como quien no quiere, comenzó a acercarse a su camarote, para reunirse con los más importantes de la tripulación y comunicarles la misión. 

Cuando llegaron todos al camarote, se dispuso a hablar. Su semblante se tornó serio, mientras que a los tripulantes les había sonreído, animado, incluso, hecho alguna breve chanza... Parecía cansado, y algo agobiado por el tema del que iba a hablar. : 

- Bueno, señores, les he reunido para indicarles el porque de la partida precipitada... más allá del ataque a la Rochelle, que no podíamos haber previsto. Lamento que hayan sido interrumpidos en sus quehaceres variados, así como a la tripulación, pero debo comentarles que ha sido una petición expresa del capitán al mando del puerto. Debemos ir a Mar de Plata, a recoger a un agente que está en Buenos Aires, bajo cuyo mando nos pondremos, que tiene, por lo visto, algo, que no sabemos, con capacidad para cambiar el curso de la guerra. Nuestro Siegrich es el mejor de que disponían, y en esto puede ir la supervivencia del Reich... El capitán Gluck no atendió a mis peticiones de arreglar el submarino, reponer a los dos marinos perdidos, ni al permiso merecido de todos nosotros, estaba muy insistente en que debíamos partir de inmediato, y que quedase en secreto, o al menos, sólo lo supiésemos en el submarino. Creo que ustedes deben saberlo, con respecto a la marinería... ¿Qué piensan? Yo diría que no, por ahora...  - Tomó aire, los miró, y lentamente, terminó- Ahora ya saben tanto como yo. Me alegro de haber partido de la Rochelle, pero... no se si llegaremos a tiempo con el problema de la cámara de torpedos... 

Las palabras del capitán no dejaban lugar a duda. Les esperaba mucho trabajo y sobre todo, un misterio del cual no sabían nada. ¿Por qué ir hasta allí? ¿Qué les esperaba en aquel lugar? Aquel agente... hacia qué misteriosa misión les conduciría. Y sobre todo, ¿de verdad el Tercer Reich dependía de ellos?