Puedes, antes de que te de el abracito de cariño jajajajaja
Para disparo, ¿qué dados lanzo? ¿O no necesito?
Si, ella siempre me ha tenido cariño xD xD
Bueno, no iba a decir
Estoy contagiadoooo! tengo el coronaviruuus!
joer, que hay que colonizar y tal, asíe que mi prioridad es que esto no se hunda más...
Jajajaja
Yo creo que lo has asumido con mucha naturalidad
El síntrome de Estocolmo es poderoso en mí
-¡¿Pero qué estás haciendo, loca demente?! - von Agstein vio como aquella loca que le habían endosado se lanzaba hacia él con los ojos negros de infinito, lo que le provocó que instintivamente sacase su Luger y descerrajase todo un cargador contra aquella fanática del régimen, pues ya llevaba la mano en la funda del arma tras lo ocurrido en el motín.
¿Qué pasaba? No pensaba quedarse quieto, y estaba armado para evitarlo...
Tirada oculta
Motivo: Autodefensa Disparo
Tirada: 1d10
Resultado: 3(+2)=5 [3]
Cuanto odio alemán, si solo quiero darte un abrazo xDD
A por él, chicos! :D
Max permaneció impasible mientras aquellos hombre suplicaban por sus vidas.
Con la sala de máquinas sellada. Martin que también era ahora uno de "ellos" dio nuevas ideas para compensar el peso del submarino. Hacia allí salio Max. Directo a la sala de torpedos.
Su tarea abrir la recamara de torpedos para permitir la entrada de agua y después sellar la sala, eso era lo que tenia en la cabeza, pero los disparos lo distrajeron, había resistencia a la colonización.
Motivo: Atletismo
Tirada: 1d10
Dificultad: 6+
Resultado: 3(+2)=5 (Fracaso) [3]
Sabiendo que "no es de los nuestros" ... habría sido interesante seguir a Max en su carrera, y cuando estuviese en la sala de torpedos abriendo uno de los tubos, cerrarle la compuerta de la sala justo detrás suyo...
... lo malo, que se le podría ocurrir cerrar el tubo antes de que nos diese tiempo de darle al botón de disparo del torpedo en cuestión, lo cual primero abre la escotilla exterior del mismo, y permite que entre agua... además de que en ese momento se inyecta aire a presión en el tubo ,para forzar la salida del torpedo; al hacerlo con la recámara abierta, ese aire a presión le daría a él de lleno como un bofetón, y luego empezaría a entrar agua...
Estás equivocado. Max es de los tuyos. Lo infectó Strauss XD
Mientras el caos se hacía cargo del submarino y los tripulantes luchaban por sellar la puerta que comunicaba con la sala de máquinas, otra batalla parecía estar teniendo lugar en la zona de control. El joven Strasser abandonó el sonar temporalmente para ayudar a los demás, encontrándose con que el capitán había sacado varias de las armas que guardaba y empuñaba un revolver contra la agente Heinrich.
Pero no fue lo suficientemente rápido. La mano de Johanna sostuvo su muñeca, haciendo que la Lugger se disparara en otra dirección, en concreto, hacia el pobre de Strasser, que miró sorprendido a su capitán antes de caer, muerto, al frío y duro metal.
El capitán von Agstein no tuvo tiempo de mucho más. De la mano de Heinrich salió una sustancia negra que se introdujo entre las uñas de Peter y empezó a ascender bajo la piel en dirección hacia la parte superior del cuerpo.
El dolor era casi tan insoportable como el horror de ver como "eso" reptaba sin que nada pudiera detenerlo. Era como un enorme picor que no dejaba de cambiar de lugar y cada vez era más doloroso.
Subió por el brazo, llegó a la cara y finalmente, se introdujo en el cerebro de van Agstein que, justo en ese momento, se quedó completamente inmóvil, mientras la sustancia se extendía por todo su sistema nervioso central, oscureciendo los ojos.
Demasiado tarde. Había sacado el arma, demasiado tarde.
Estáis todos infectados. Bonito virus alienígena os habéis traído jajajaja
Pero aquello no había terminado. El submarino no iba a quedarse quieto, así que casi inmediatamente, adoptó una postura vertical y comenzó a caer irremisiblemente, primero deslizándose por el fondo y después, en caída libre a través de la grita que estaba situada a su lado.
Una fosa.
En el interior, la nueva postura del submarino provocó que todos cayeseis unos sobre otros y fueseis aplastados sin remedio, pero los que sobrevivieron a ello, a pesar de que fuese con golpes y extremidades rotas, todavía les quedaba algo más por sufrir.
No había nadie para mirar la profundidad, pero vuestros oídos eran más que suficiente.
Trescientos metros, trescientos cincuenta, cuatrocientos...
Muy arriba quedaba ya la nave alienígena en la que había venido aquel extraño virus. Muy lejos quedaba ya la madre patria y la posibilidad de rejuvenecer al Tercer Reich. Todo lo que os restaba a continuación, estaba abajo del todo.
Pero tampoco pudisteis llegar muy abajo. A aquella profundidad, las paredes del submarino comenzaron a ceder y con un crujido, fueron aplastadas unas con otras, quedando vosotros en medio.
Setecientos metros, ochocientos, mil metros ...
Y así, los restos del Siegreich, aplastados, formados por un armazón deforme de metal, conteniendo a la valerosa tripulación, cayó en multitud de fragmentos irreconocibles, a mayor profundidad de la que nadie podría llegar y en donde solo habían dos cosas.
Oscuridad y silencio.
Nadie volvió a saber nada del U-2004 ni de los hombres que viajaban en él. Ni siquiera... fueron recordados como héroes.