Partida Rol por web

Uh... ¿Qué... Qué ha pasado? Mis últimos recuerdos son confusos, lo único que me queda es este dolor agudo... Por fin, voy recobrando la visión. Está todo oscuro... ¿Qué es este lugar? pienso, pero no me hace falta pensar mucho rato. Alcanzo a ver unos barrotes de metal. Soy un prisionero... ¡AH! Y también me han quitado todas mis cosas... TODAS. Genial...
Maldita sea... ¿Por qué me tiene que pasar esto a mí? Al menos no estoy solo, o eso parece... Escucho las voces, hablar entre ellas. Lo mejor será que calle y espere a ver cómo se desarrolla la conversación. Por lo que parece, no soy el único que ha sido capturado ahora.
Decido moverme por mi celda, buscando a ver si hay algún tipo de cerradura entre los barrotes, alguna piedra que se mueva o algo interesante.

Guardaste silencio y comenzaste a mirar a tu alrededor, las celdas no tenían ni puertas ni cerraduras, eso era algo que te preocupaba porque tan solo podían significar una cosa: magia.

Intentaste comprobar si había algo extraño, algo que te llamase la atención, pero lo único que viste en la celda fueron excrementos (que no sabías si eran tuyos o no) y manchas de sangre en la oscuridad.

Podías notar movimiento lejano, probablemente sea de otras personas que al igual que tu están encerradas ¿o será el carcelero?

Me muevo lentamente para no alterar a nadie de mi presencia, intento chequear mi cuerpo en busca de alguna herida.

No puedo ver ni mi propia mano... esto no es bueno, no solo no se dónde estoy si no que además no estoy solo, ¿Quién será esta gente? ¿Qué haremos todos aquí dentro? Lo mejor será mantenerse quieto y callado hasta tener alguna nosión de quienes son los que me acompañan, ni siquiera sé si estamos todos en una misma celda o nos separan barrotes. Si estamos juntos tal vez noten mi presencia tarde o temprano, pero por ahora considero mejor que lo descubran por su cuenta.

Una vez que decidí mantenerme en silencio comienzo a tantear el suelo con las manos en busca de alguna pared para tener mi espalda cubierta.

Comenzaste a tantear el terreno para poder situarte mejor, no tardaste en localizar bien la zona que estaba con barrotes y la que quedaba con pared, aunque no era una pared fina sino una capa rocosa ¿estabais en una cueva subterránea?.

Sin querer mientras palpabas el suelo metiste tu mano dentro de un puñado de excrementos,  no sabías si eran tuyos o no, tan solo que aquello no fue demasiado agradable, pero en una situación así eso era lo de menos...

Tras unos instantes de silencio, otra vez la voz femenina salió a la luz

- Vaya, me alegro escuchar una voz en esta terrible oscuridad, por favor decidme me sacaras de aqui, acoge a tu corazon de caballero, y salva a esta dama -

- Hay alguien hay fuera de estos frios barrotes, por favor sacadnos de aqui -

De repente, y pocos segundos después de que se escuchase la última voz, algo terrible sucedió.

Un alarido que parecía lejano irrumpió por toda la estancia, aquel alarido no era normal, estaba cargado de poder, un poder sobrecogedor que hizo que vuestros vellos se erizaran y que el suelo temblase.

Pudisteis apreciar incluso como una onda expansiva iluminaba todo el lugar, fueron unos 10 segundos aproximadamente y ahí pudisteis ver el lugar con claridad, estabais en un complejo repleto de celdas, de las cuales 5 estaban ocupadas, ahí estabais vosotros. Todos teníais cara de desorientación y de incertidumbre, rostros iluminados por aquel reflejo provocado por la onda expansiva... pero lo que vino justo después cambió vuestro destino.

Los barrotes comenzaron a parpadear, como si aquel alarido hubiera hecho que perdieran todo su poder y éstos se derrumbaron como si fueran simples troncos de madera... ¿libertad?¿acababais de conseguir la tan ansiada libertad?

Lunnaris se puso en pie a toda velocidad, aquel era el momento de huir de allí. Sin miramientos, sin mirar atrás, sin dudar. Miró a su alrededor a ver si era capaz de encontrar algo que le resultase interesante, ya fuera como alimento o como arma. En vista de que solo vio los barrotes, tomó uno de ellos entre sus manos y se largó de allí en la misma dirección que estaba la luz.

No iba a esperar a nadie más. Tenía que huir de allí cuanto antes, aquellos individuos podían ser tan peligrosos como los mismos que les habían encerrado.

"Un alarido ¿De quien sera?" casi no pude pensar en ello cuando una luz atraveso todo permitiendome ver donde estaba, una especie de mazmorra. "Pero ¿Como he llegado aqui?". Daba igual era hora de actuar tenia que salir de aqui y saber que me habia sucedido.

De un salto me pongo en pie, miro alrededor y solo veo lo que antes eran unos barrotes, por lo que tomo uno, en mis manos serian un arma letal. Cuando me incorporo veo una silueta, es una mujer, igual es la dueña de la voz que escuche antes. Se la ve nerviosa y apunto de correr.

Eh oye espera; ¿Eras tu la que gritaba antes?. En un tono suficientemente bajo para que me escuche, pero evitando que sea tan alto para que se oiga lejos.

"Maldita sea, ¿Porque corre?" Por un momento pienso en dejar que se vaya, pero no puedo evitar salir detras."Me parece que va a necesitar ayuda, aparte en este lugar extraño es mejor no ir solo."

Espera por favor. Tratando que me escuche mientras intento acercarme a ella.

*Mientras me aferraba fuerte a los barrotes, de repente estos estallan y me quedo un pequeño trozo en las manos, mientras tanto me voy incorporando...

Que ha pasado, ¿¿este poder?? que clase de poder este, no hay tiempo vamonos de aqui, todavia pueden estar por aqui nuestro carceleros...

*Con mucha agilidad, de un salto me incorporo y corro rapidamente buscando una salida desesperadamente

Menudo grito han pegado por ahí, los barrotes se han venido abajo. ¿Será magia o será cosa de un tipo muy bestia?. En cualquier caso, ¡libertad! Cojo uno de los barrotes que se han caído, quizás me sirva como arma en un futuro, porque algo me dice que voy a tener que defenderme.
Entonces veo a dos elfas y un elfo correr. Quizás ellas estaban prisioneras, como yo. Decido seguirlas. Si fueran guardias irían mejor armados que con los barrotes de la celda, supongo, y tampoco irían casi desnudos. Y si vamos todos juntos, tendremos más posibilidades de supervivencia.
-¡Eh, esperad! Si vamos juntos quizás podamos aguantar más. Porque estabais presos también, ¿no?

El fuerte resplandor me deja cegado unos instantes, a medida que logro enfocar la vista nuevamente veo un grupo de gente corriendo, algunos se arman con barrotes, esto parece un motín o algo parecido, lo mejor será no quedarme aquí e imitarlos, tal vez alguno sepa por dónde está la salida.

Me pongo de pie y alcanzo a tomar un trozo de los barrotes, corro lo más rápido que puedo para alcanzar al grupo de gente que está huyendo.

Mientras huíais llegasteis a una estancia con algo más de luz, luz de antorcha claro está, pero lo suficientemente bien colocada para que ahora pudierais ver vuestros cuerpos con mucha más claridad.

Desde luego aquel que os hubiera apresado no tenía ningún tipo de preferencia, erais un grupo muy variopinto, Dracónidos, elfos, Tiflin e incluso una Genasí. Apenas os separaban un par de metros entre vosotros mientras seguíais a la carrera, todos armados con un barrote de hierro que buenamente os habíais agenciado como método de defensa, pero la primera impresión que os daba es que todos estabais allí por lo mismo, víctimas de alguien que no estaba en sus cabales...

Ahora que había más claridad pudisteis daros cuenta de un detalle que para vosotros fue bastante inusual, teníais el mismo tatuaje en distintas zonas del cuerpo, todos ellos visibles ahora que no había ropa, un tatuaje que creíais único, ¿qué misterio será el que implica tal coincidencia?

Lunnaris iba la primera encabezando aquella carrera, ahora que había algo más de luz echó la vista atrás para comprobar la cantidad de diferentes individuos que estaban tratando de escapar de allí. Todos estaban marcados con la misma señal que ella, por lo que quizá podrían estar igualmente conectados. Pero, ¿y si uno de ellos es quien nos ha hecho esto? ¡No! No era el momento de detenerse, no al menos mientras estuviesen en aquel lugar, así que, moviendo los pies con gran agilidad y soltura, la elfa continuó corriendo.

Corriendo tras la mujer llego a una estancia mas iluminada me permite ver en ella la misma marca que tengo yo. "¿Que extraño tiene mi marca?." Oigo unas voces tras de mi, giro la cabeza para ver quien es, igual algun guardia, pero no eran supongo otros presos porque al igual que yo estaban sin apenas nada y corriendo desde donde venia. Seria bueno igual esperar y ver si podia saber algo mas de donde estaba.

Parece que la mujer al fin se para, menos mal, cuando voy hablarla veo que mira hacia mi y se gira para proseguir corriendo."Pero que demonios tiene esa mujer en la cabeza, esta corriendo sin sentido."

ESPERA!!!!. La grito tomo algo de aire y vuelvo a seguir tras ella, no podia dejar a una dama en esta situacion por mucho que me desesperara que no escuchara.