Partida Rol por web

Lunnaris apartó la mirada del horrible rostro de aquel hombre. Por un momento se vio tentada a dar media vuelta y largarse de allí. No era una imagen agradable para nadie, y mucho menos para ella. Pero lo que más le sorprendió fueron sus compañeros, parecían estar habituados a aquellos temas, como si la muerte o la tortura no fuera con ellos. Al menos su recién compañero elfo pareció mostrar algo más de sensibilidad ante semejante hallazgo.

Lunnaris salió de la habitación, quedándose a mirando a través de la puerta. Ahora no iba a abandonar al grupo, pero tampoco se quedaría contemplándoles mientras buscaban lo que fuera que buscasen.

Por si acaso, decidió mirar por el pasillo que venían, no fuera a ser que viniera alguien de quien preocuparse.

Mientras el draconido revisa el cadaver decido hacer algo.

Buscare una posible salida. Susurro a la mujer elfa. Por cierto mi nombre es Aerandir. Asi que tras susurrar esto, comienzo andar despacio observando las paredes, el suelo hasta el techo, atento a cambio de ruido al andar o al tocar la pared, hasta algun movimiento en el aire que indicase un cambio en el, cualquier cosa podia indicar si habria una salida. Estaba algo adiestrado a moverme dentro de cueva o lugares como este, asi que igual tendria suerte y podria detectar algo en el. Aunque aun tenia en mente el cadaver de la sala "Imagino cuanto habra sufrido el pobre desgraciado antes de morir, pero que buscarian en el sus torturadores. Espero no tener que averiguarlo."

Miro detenidamente al hombre que fue torturado pero no logro encontrar nada que llame mi atención más que ese tatuaje, el cual ya se está tornando muy extraño, siempre pense que era una marca que solamente yo poseía y en unos minutos conocí mucha gente que compartía esa marca y además uno estaba muerto.

- No se ustedes, pero yo quiero salir de aquí cuanto antes, este sitio es muy peligroso para nosotros, que este hombre lleve nuestra misma marca y esté muerto es una señal, creo que podemos confiarn en nosotros, al menos de momento, intentemos buscar una salida juntos.

Suspiro y miro a mis compañeros.
-¿Qué hacemos? No parece que haya salida...- callo unos segundos mientras pienso en qué podemos hacer-¿Creéis que habremos ido por el camino equivocado? No parecía que hubiera otro, ¿no?
Quizás haya algo interesante en la sala aunque no sea una salida... Me muevo, buscando algo que pueda sernos útil.

Llevamos demasiado aqui parados y no aparece nada, voto por seguir avanzando con cuidado y silencio por el unico sitio que vemos. Podria ser entrar en la boca del lobo, pero algo debiamos hacer permanecer en esta sala no me agradaba nada y tampoco parece que llevase a nada seguir aqui, asi que avanzo para poder seguir el camino que teniamos antes.

La verdad que no quiero acabar como ese tipo. Indicando al cadaver y tocando levemente mi tatuaje, antes pensaba que podria ser una marca que me distinguia, ahora comenzaba a sopesar que pudiera ser la causa de mi muerte.

Lunnaris maldijo por lo bajo. Estaba realmente agobiada de encontrarse allí, rodeada de completos desconocidos que tan solo se preocupaban en buscar aire y polvo. ¿Para esto era para lo que la habían detenido y la habían pedido viajar todos juntos? ¡Estaban locos!

Lunnaris miró a todas partes, por si veía algo o a alguien moverse por allí, y mientras los demás se decidían a seguir perdiendo el tiempo miró a Aerandir y le hizo un gesto con la mano. Yo soy Lunnaris, pero ahora larguémonos de aquí. Dijo mientras se dirigía hacia la única salida que parecía haber visto hasta ahora.

El grupo recapacitó y dejó atrás aquel cadáver que no otorgaba ninguna respuesta para seguir buscando la anhelada libertad, fue entonces cuando tras recorrer aproximadamente unos 400 metros de un laberinto de pasillos y puertas cerradas cuando encontrasteis una puerta diferente a las demás, ésta estaba cerrada también pero había un símbolo, una llama de color rojo sangre que decoraba de manea artística aquel trozo de madera.

Además, había algo extraño, sentíais de nuevo un leve escalofrío en vuestro cuerpo, era como si vuestro cuerpo sintiera que hay algo (o alguien) detrás de esa puerta que os hace estar en tensión.

Con un poco de atención se podía ver que en aquella puerta no había ningún tipo de cerradura ¿bastaba con empujarla?

Avanzamos en grupo por el laberinto de pasillos, todas las puertas que encontrabamos estaban cerradas, asi que seguiamos camino, al tiempo no puedo precisar aparece una puerta diferente, tenia una llama roja pintada; pero lo mas extraño era la sensacion que procedia del interior de ella, un escalofrio me recorrio el cuerpo, desde luego no era un experto en las artes magicas pero desde luego algo raro ocurria con la puerta y la habitacion que cerraba. "Vaya no veo una cerradura, o nada equivalente en ella." Sigo observando con mas atencion en busca de algo que pueda darme alguna explicacion para aquella sensacion. Desde luego este lugar cada vez me gustaba menos.

¿Lo notais?. Pregunto en bajo al resto igual solo era mi sensacion.