Partida Rol por web

La reunión había terminado y todos parecían saber cual sería su trabajo al día siguiente. Pero de momento solo nos quedaba descansas y reponernos de las heridas sufridas. Tras buscar un lugar tranquilo, cogí una botella de licor y me serví una generosa cantidad en un vaso de color sospechoso que limpié previamente con mi ropa. Tras ello me senté a desarmar mi fusil para  limpiarlo a fondo. No algo chapucero como lo que había echo el capullo de Isaias delante de todo. Sino una limpieza a fondo.

Me sorprendió la cantidad de arena que salió del interior y me dediqué a la limpieza metódica y minuciosa de cada uno de los componentes del fusil casi mimándolo como a un bebe de pecho. Tras aquello busqué un rincón donde echarme un rato y descansar. Estaba ya acostado cuando apareció la rubia que hacía las veces de enfermera. Me revisó la cabeza allí donde me había golpeado y tras asentir solo me dio un par de astillas. No pude evitar mirarla de hito en hito. Su cuerpo estaba bien contorneado y un aroma dulzón la envolvía…

No me diste ni el beso de buenas noches – la dije antes de que saliera por la puerta… No buscaba nada especial pero llevaba rato callado.

El día o la noche, por que allí dentro era difícil determinar que hora era, fue pasando hasta que al final nos vinieron a buscar. Tras revisar todas mis pertenencias, fui hacía el lugar que nos habían indicado. Allí ya estaba Roland con la chica rubia debatiendo sobre un mapa junto con otro tipo que no conocíamos. Nada más comenzamos a entrar se callaron y nos observaron. Me acerqué hasta donde estaban saludando quedamente con la cabeza a ambos.

Tras una espera más que considerable hablaron. O a decir verdad, habló el tipo nuevo. Al parecer habían estado analizando las granjas y su estado tras la tormenta. Las noticias no eran excepcionales pero por lo menos no eran tan nefastas como el día anterior. Estaban bastante tocadas, pero los refuerzos venían de camino lo que nos reducía el margen de maniobra. Cuando acabó la disertación del explorador carraspeé y dije:

¿De las patrullas se sabe algo? – Luego tras meditar un instante añadí… - Independientemente de su localización hay que ponerse ya en marcha. No tendremos una mejor oportunidad. Podéis estar seguros de que esas ametralladoras pesadas no cantarán ni un solo disparo. De eso me encargo yo.

La verdad es que esperaba algo mas de movimiento, pero aparte del tal Oscar con su pañuelo nadie parecia por la labor de decir nada, asi que me adelante a los demas para tomar la palbra. Alguien tendria que hacerlo. -  El tiene razon. - Señale a Oscar -Hay que moverse. - Me gire mirando a los tres que nos habian estado esperando. - Segun lo que has dicho. - Miro a Pratt. - Lo mejor ahora mismo es asaltar las granjas con todo lo que tengamos, mientras usamos los vehiculos de ahi fuera para encargarnos de las patrullas o como apoyo a los que se vayan a meter en el fregado de mala manera. Un arma pesada o el mismo francotirador, en uno de ellos puede darnos mucha movilidad y mucha potencia de fuego.  Aun asi nos faltarian dos conductores expertos. - Señale con la mano a Aleksander que de mala gana asintio con la cabeza, los dos dedos de la mano se quedaron en uno solo, cuando Pratt levanto la mano indicando que el se encargaba del segundo vehiculo sin problemas. - Coño si hasta parece que haremos algo y todo... - No habia perdido la sonrisa en ningun momento pero sin duda estaba mas animado.

Bueno dicho esto, tenemos aun francotirador. ¿Tu diras, te llevan a algun punto elevado o prefieres ir motorizado? - Espere su respuesta mientras miraba a los demas. Habia algunos que era mejor dejarlos a la suya, al menos por sus caras. - Un asalto frontal no es lo mejor, menos aun si os va el cuerpo a cuerpo. - No habia que ser un genio para darse cuenta de que estaba mirando a la del pelo azul y al de las hachas. - Aun asi si la muralla o barricada esta jodida, un buen grupo de infiltracion podria pillarlos por el flanco y hacer una verdadera masacre mientras los demas avanzamos y os cubrimos desde el frente. Aun no es de noche, pero es posible que en unas tres o cuatro horas empiece a oscurecer, ese deberia ser nuestro momento. Ademas de que les joderemos vivos en un momento del dia asi.

Me calle mientras mi mriada se paseaba por el recinto, colisionando durante unos segundos con la de Roland. Ahora solo faltaba ver que decian y donde preferian posicionarse. Si fuera yo sabria lo que haria pero esto era como intentar mandar sobre una panda de perros rabiosos, a saber por donde saltaban.

- Ir motorizado sería lo correcto. Así no perderíamos tiempo en llevarme al lugar adecuado. Yo lo buscaré!!!. Pero deberíamos de tener algo para comunicarnos. No podemos empezar a hacer cada uno una cosa a tiempos distintos. - añadí mirando a Shawn.

Había sido un día más en el refugio, puede que el último, pero no por ello se había convertido en mucho más interesante. Sinceramente me daba lo mismo beber sólo que en compañía, lo único importante es que la bebida fuera decente.

La sutiliza a la hora de moverme no es mi estilo, así que no contéis conmigo para el grupo de infiltración.

Eso de ir a hurtadillas era sumamente aburrido, tenía sus ventajas, desde luego, pero mi habilidad para pasar desapercibido se perdió en algún lugar del yermo muchos años atrás. La propia rubia puede dar fe de lo escasa que es mi discreción.

De acuerdo con él señalé al francotirador estar comunicados será esencial si es que queremos que esto tenga una pequeña posibilidad de éxito y eso que la tormenta nos había hecho un favor, claro que casi me da un infarto cuando he oído lo de que habíamos tenido un golpe de buena suerte, eso no solía pasarme.

¿Has mencionado un arma pesada?

Miré a Roland con una media sonrisa, eso de ir en un vehículo disparando una buena metralleta... no diré que me pone cachondo, para eso ya están las otras dos, bueno, casi al mismo nivel.

A eso me apunto, cuando el grupo de infiltración haya comenzado con el caos, no habrá nada mejor que un poco de fuego para terminar de joderlos y poder finalizar la cosa de una manera "más personal".

Si, también había que dejar que jugará un poco con el bate, no sabía cuanta tensión había descargado, pero mejor que estuviera relajadita.

Me giré entonces hacia la matasanos.

¿Tú al final te apuntas? Seguro que esos chinos estarán encantados de que uses tus habilidades. 

Le dolía la cabeza al entrar, al inicio del día había sido sobre todo por la enorme cogorza de la noche anterior unida a dormir poco, o nada, porque no la habían dejado y ahora era por darle la vuelta a movidas sin solución que no se había buscado ni remotamente pero que estaban estampadas en su cara y jodiéndola viva.

Aún así, tenía mucho mejor aspecto que cuando salió de la reunión el día anterior. Se había quitado de lo alto kilos y kilos acumulados de mierda, sangre reseca y fluidos de todos los tipos y colores imaginables, su cara había recuperado el tono caramelo y encima llevaba ropa limpia y en buen estado, del mismo estilo de la gente de aquel recinto: pantalones anchos negros y una cazadora oscura en lo alto, con muchos bolsillos ambas cosas. Además, para cubrirse el cuello, llevaba un pañuelo palestino, que si parecía más viejo y sucio, había tenido más trasiego que el resto de la ropa.

Cuando entró colocó su metro ochenta y seis de tipa en una de las paredes, buscando con la mirada a Ligeia y Andriel, estaba muy sería y miraba sin ningún entusiasmo a los tres que estaban maquinando el ataque.

Se esforzó en escuchar, en estar atenta y sopesando lo que se decía, más que nada porque era su vida la que iba a jugarse si se metía en el embolado.

Algo ensimismada estaba cuando miró a Shane, que por una vez y sin que sirva de precedente hacía una pregunta en condiciones, apretando los labios sin tener muy claro que decir, pues justo lo que le había preguntado era a lo que ella le estaba dando vueltas...

Que remedio... -Fue más una respuesta para ella misma que para la entendiese el tipo. Si se estaba planteando quedarse en el refugio más a largo plazo, tendría que mostrar a Ronald las habilidades de las que hablaba el barbudo tan alegremente, con un tonito al que le dio el beneficio de la duda y lo mismo gracias a eso no se llevó un empujón.

No le sonrió en ningún momento, algo totalmente acorde a lo bien que le caía el tipo, que la escamaba aún cuando era simpático.

Iré con él – señaló al charlatán oficial con el que era incapaz de relajarse cuando le hablaba- en segunda línea, para los heridos en el asalto. -Estaba pensando sobre todo en dos, dos mujeres para ser exacta, no por ser más débiles -ni de coña- sino por aprecio, que ya que no iba a ver recompensa económica, era un motivo perfectamente válido.

Por cierto, perdí todo mi equipo largándonos de las alcantarillas, ¿me daréis lo básico por lo menos? -Ahora se dirigía al manda más.

Llego con una sonrisa relajada, sin tensiones, sin ningún tipo de miedo o presión, como si fuéramos a dirigirnos a recoger putas amapolas del campo. Estoy limpia, descargada, y tengo ganas de acción, se me nota, porque hay algo inquieto e impaciente en mis ojos, por abrir el regalo que nos espera.

Escucho pacientemente, apoyada en cualquier lugar, con el bate sobre los hombros, lo he limpiado y aseado, los clavos siguen oxidados pero no hay restos de carne putrefacta entre ellos. Me he tomado en serio todo esto de los amarillos. Sí señor.

- Infiltración, pillarlos por el flanco, masacre... supongo que ese es mi turno – sonrío – llegar, pillarlos por sorpresa, y empezar a batear ¿No?

Y lo pregunto por no escuchar quejas luego de… es que no lo entendiste bien, es que hiciste lo que te salió del puto coño, o es que no era eso. Luego llego y hago lo que me da la gana, pero al menos esto creo que se me dará bien, no soy demasiado sigilosa, pero bueno.

Parecia que al final nos estabamos coordinando medianamente bien, con algo parecido a un plan y con el oportunista de nuestro anfitrion poniendo toda la carne en el asador.
Deje que se repartieran en sus grupos segun sus conveniencias pues ¿ quien narices era yo para decirle a nadie que deberia hacer, por mucho que tuviera ideas propias?
Aguarde y, cuando practicamente quedo clara la disposicion, alce levemente la voz
Yo voy con el grupo que ataque por el flanco, a hurtadillas... mas os vale daros prisa y no dejarme colgada alli dentro- dije con total naturalidad, como quien habla de la arena del desierto - El se viene conmigo... - añadi señalando con el menton a Dante ... por si me aburro y necesito un buen polvo para matar el tiempo hasta que llegueis

Asenti mientras el pelirrojo se ponia las pilas. La verdad es que al tipo se le daba bien dar ordenes, sin darlas y por el momento parecia que sabia cada uno lo que tenia que hacer. Eso ayudaba, mejor tener a gente que sabia lo que sabia y lo que no, que una panda de descerebrados que se lanzan al combate... aunque claro eso era mientras aun estaban aqui. Entonces plantearon un problema base, las comunicaciones. - No seran un problema, al menos no entre vosotros. Tenemos comunicadores para cuando hacemos tareas como esta. - Algo que sin duda no es habitual, que tipo de tareas hacia un explorador para estar habituado a usar unos sistemas de comunicacion, mas estilo comando. - Los grupos destinados a las granjas podran comunicarse entre si, mas no podreis comunicaros con nosotros, los que estemos encargandonos de las patrullas exteriores. Creo que con eso os podreis apañar, si veis llegar a alguien inesperado, simplemente improvisad. - No todo podia ser perfecto, al fin y al cabo.

Se que muchos de vosotros aun teneis problemas con el armamento y demas. Saldremos en una hora maximo. Estan terminando vuestros vehiculos, usad ese tiempo para conseguiros algo decente con lo que matar a los chinos. La armeria esta abierta, pedid y se os dara, pero nada de gilipolleces alli. - Estaba claro que os darian recursos, pero no ilimitados. Mi mirada acabo de nuevo en el pelirrojo que parecia mas pensativo.

Estaba a la mia, pensando en lo que todos habian dicho y tras haberme apropiado el puesto de segundo al mando tras el rarito del sombrero. Mire a Pratt que parecia fijo en mi. - Si, si no te preocupes. Una hora y todos estaremos listos para "mata al amarillo". - Mire a los demas, uno por uno mientras calibrara todo lo que habian dicho y donde podian ser mas utiles. - A ver, podeis quejaros, no es que os vaya a hacer mucho caso, porque como ha dicho nuestro francotirador, no tenemos tiempo pero vamos que una buena discusion de aqui al jodido paraiso de arena llena de opio, no es un problema. - Señale a Alek. - Tu iras con Oscar, muevelo por la zona y haced todo el daño que podais desde lo lejos. De paso estad atentos, por si a nuestro anfitrion se le escapa algun cabronazo.

Mi dedo paso a señalar a Andriel, Dante , Ligeia y Chris. - Vosotros sois el grupo de infiltracion, mucho depende de vosotros en cuanto la mierda empiece a volar es vuestro momento. - Mire a Ligeia. Al fin y al cabo era la que parecia estar mas loca, visto lo visto... sin duda seria una proeza para la rubitia mantenerla a raya. - Me da igual como decidais hacerlo, pero dadles duro por el culo a esos cabrones, nosotros nos encargaremos de la bienvenida. Por nosotros me refiero a un primer grupo donde estaremos Isaias, Tee, Khan y yo mismo. Seremos los que mas mierda comeremos, asi que mas os vale mover el culo. - Mire a Shane y a la medico. - Vosotros dos estareis a nuestra espalda, comida rapida de balas y tiritas. - Mire a Leia. - Muchas tiritas, en serio... algo me dice que vamos a necesitarlas. - El tono podia parecer bromista, como para quitarle hierro pero lo decia serio. Habia visto como curabas, no infravaloraba a una buen medico de campaña.

PAM! Una fuerte palmada en el aire. - Creo que con eso estamos mas o menos listos. - Mire a Dante, pues habiamos estado jugando a los cientificos parte de la noche.

Rei ante la ocurrencia de Andriel mientras le sonreia, de tal forma que sin duda dejaban claras mis intenciones con la mujer.  Mire a Shawn mientras hablaba. - Podrias hacer que se retrasen un poco, asi igual saco algo bueno de estar tirado en la arena. - Rei por lo bajo, esperando el golpe de la rubia por mis palabras, hasta que Shawn me miro y asenti. - Si, la idea es ir con los vehiculos hasta alli y luego dejar caer uno directo a la puerta, con los suficientes explosivos como para volar media granja. Dudo que realmente llegue al punto que queremos pero ademas de como distraccion nos servira para darles duro de inicio. Antes de que digais que eprderemos un vehiculo, ahi dentro deben haber al menos cuatro camiones y ya hemos hablado con Pratt de que se nos enviara algun vehiculo en cuanto podamos si no podemos usar los camiones para la segunda granja.

Tras escuchar lo que decian los demas no pude mas que adelantarme. - Yo me encargo del llorica, eso esta claro. mantendremos a los chinos en un lugar donde os sea facil encargaros de ellos. - Mire a Oscar. - Mueve el culo, solo tenemos una hora y mas vale que dejes el vehiculo listo como a la princesa le guste, para que luego no te quejes de que no se conducir. - Con el puro a un lado y una sonrisa de mala leche, parecia no haber olvidado cuando eras tu el que iba al volante.