Partida Rol por web

De entre las cenizas -Cap I [El Sabor del Desierto]

Escena privada de Kiabi

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20/05/2016, 13:23
Leia

Le dolía la cabeza. Bastante.

Debí parar en la quinta, o en la sexta ronda. JODER.

Iba por aquellos pasillos concentrándose en despejarse, meter la cabeza bajo el grifo de las duchas había ayudado algo, pero tampoco iba a hacer milagros el agua. La jeringuilla que le habían chutado también aliviaba, pero es que se había pasado siete pueblos con el alcohol y eso poco arreglo tenía.

Pese a todo, tenía clarísimo que tendría que estar muerta para no buscar a su colega, no se planteaba descansar, o enterarse del plan, nada de mierdas de esas, ahora que lo había vuelto a encontrar quería tenerlo cerca siempre que fuese posible. Aprovechar esa segunda oportunidad que a muy pocos les llega y que todavía menos puede llegar durar.

Por allí iban ella y su resaca, preguntando a la gente si lo habían visto, y le sorprendió bastante que no tenía que describirlo físicamente, que cuando decía el nombre era suficiente para que le dijesen por donde debía andar. Eso le dio la pista de que no era ningún pringado en aquel refugio.

Al principio no tuvo suerte y nadie lo había visto, pero cuando estaba a punto de cagarse en su estampa alguien la avisó de que estaba desayunando y cuando fue hacia el lugar que le indicaban, justo estaba saliendo por la puerta.

Lo vio solo y sonrió ampliamente, andando resueltamente hacia él, con la misma ropa que el día anterior - Hola Pratt, ¿qué tal? - Por supuesto llevaba puesto el palestino que le había regalado.

Su bien más preciado. Y el único.

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20/05/2016, 13:23
Pratt

El dia anterior habia sido un asco. Nada mas encontrarnos con el bocazas de Shane, Kiabi habia decidido pirarse por ahi en busca de la chica de pelo azul. Joder, despues de tantos años sin saber de ella, el mismo dia que nos encontramos me deja plantado y se pira con la otra chica para encima luego desaparecer. Me molestaba que me hubiera dejado plantado, pero sabia que eso no era todo. En este lugar me conocian y no habia hecho falta ni siquiera preguntar para que me dijeran donde estaba. Tarde un rato en ir a verla y cuando llegue vi que estaban por parejas. Kiabi era guapa, siempre lo habia sido y no habia necesitado ni veinticuatro horas para encontrar alguien que quisiera acostarse con ella... lo cual era obvio. Asi que me fui, si era asi como preferia hacer las cosas, yo no me meteria, nunca le habia dicho nada, asi que tampoco tenia derecho a esperar nada... aunque lo hiciera. Aunque solo hubiera sido una botella de ese puto brebaje conmigo... pero no.

Pase la noche medio en vela. Las ultimas ordenes del jefe eran una mierda y aunque me fiaba de mis hombres, no me molaba que fueran sin mi, pero Roland se habia empeñado en que no dejara la base y eso habia hecho. Un dia muy largo. Cuando aun no habia despuntado el alba ya habia terminado de ducharme, habia bebido bastante pero gracias a Dios no tanto como para que me doleria la cabeza. Un buen desayuno lo arreglaria todo.

Termine la comida y pague lo que debia, la mujer no queria pero no me gustaba deber favores de ningun tipo. Sabia lo que tocaba hoy, reunion con los chaperos que habian venido... reunion para una mision de mierda. Me pase la mano por la cara hasta el pelo y abri la puerta del local. Alli a escasos metros estaba Kiabi, avanzando en mi direccion. No, sin duda no tenia ni las mas remotas ganas de hablar con ella. ¿Celos? No lo tenia claro, pero si que me habia jodido lo de ayer y si para ella era mas importante irse a emborracharse y follar con un extraño que nuestra reunion... bueno. Teniamos prioridades distintas, no habia duda.

Leia. - Ese nombre me desagradaba, pero habia dicho que la llamara asi y asi la llamaria. - Hecho mierda y la cosa tiene toda la pinta de empeorar por momentos, visto como va la mañana. - Se puede decir que deberia haber intentado ser mas agradable, pero no... no estaba de humor y era culpa suya. Al menos una parte, la otra era mia por no decir mas. Mas ahora mismo me daba igual.  Avance hacia ella, pero quedaba claro que noera para slaudarla sino mas bien como que ella estaba en el mismo camino que habia elegido yo. - ¿Y tu? ¿Que tal tu primera noche en el refugio? - Ni siquiera me reconocia, debia ser gilipollas. ¿Que esperas que diga de puta madre para cabrearte mas? Si probablemente si, asi me quitare esta puta bilis que tengo dentro.

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20/05/2016, 14:03
Leia

La sonrisa que venía puesta cambió de repente, pues la chica enmudeció, casi le había parecido que estaba insinuando que el día empeoraba por haberla visto a ella, y aunque esperaba algún mosqueo, ese comentario le dolió. Sincera y profundamente.

Abrió la boca para contestar, pero la cerró de nuevo. Joder nunca le había dicho algo así, y además pareciendo que lo pensaba de verdad. Entre eso y la indiferencia con la que la trataba, la estaba rallando y preocupando.

Vaya, lo siento.... -Sus ojos azules estaban totalmente tristes, mirándolo fijamente, de hecho sin poder apartar la mirada de él, sin creérselo del todo. Se había quedado cortada y sin saber muy bien como actuar.

Bienvenida a la nueva relación de adultos con el nuevo Pratt.

Yo bien... -Se encogió de hombros -de lo que me acuerdo, bien...

Es verdad que de mucho no se acordaba, por poner un ejemplo, el chaval con el que había dormido -por decir algo, que estaba estrenando libertad y liberación- tenía tres posibles nombres, y sus facciones fueron al despedirse un rato antes cuando las vio bien. Pero creía que esos detalles se los contaría de cachondeo, para nada en ese momento tan incómodo y tan distante -¿Con Pratt?.... Increíble -que estaban compartiendo.

Sus ojos le gritaban mil preguntas, pero sobre todo una... ¿Qué te pasa?... pero consideró que no parecía con ánimos y que a lo mejor no era un buen sitio para ponerse a indagar, pues la gente pasaba por su lado, aunque sin apreciar la tensión que ella percibía clara como el agua.

Mejor no tentar a la suerte.

No quiero molestarte... -que fuerte le pareció decirle esto, ni doce horas hacia que se habían encontrado, pero era la impresión que daba- solo te buscaba para decirte que siento como me fui, - mordió su labio inferior, visiblemente alteradaa y totalmente sincera -Shane me cae fatal y como dijiste que Ligeia no era recomendable que entrase al sitio... sólo se me ocurrió irme con ella...

Se armó de valor y acercó su mano a la del joven, apenas un suave roce, sin dejar de mirarlo.

Por los viejos tiempos.

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20/05/2016, 14:08
Pratt

Mis palabras y la formad e decirlas dieron en la diana. No hacia falta ser un genio para darse cuenta, vista la mirada de Kiabi y su lenguaje corporal. Muy bien Pratt, muy bien. ¿Ya te sientes mejor? ¿Mas a gusto contigo mismo? Puto gilipollas. Queria odiarla aunque solo fuera por cinco minutos. Por dejarme tirado, por irse a emborrachar con un cualquiera y ademas dormir con el.. cuando... ¿Cuando que? ¿Que esperabas dormir con ella? Gilipollas, y ya van dos en menos de un minuto. Te superas dia a dia. Mas esos ojos, ese rostro, me era imposible y lo sabia y eso solo hacia que cabrearme aun mas.

No es culpa tuya. - ¿Mentira? Si y no. Una verdad a medias mas bien. Parte es tuya Kiabi pero... pero da igual. Aun el hecho de que ni siquiera recordara lo que habia hecho... no podia recriminarselo. Habia estado en medio de la mierda a saber por cuanto tiempo y aqui estaba yo echandole en cara que el mismo dia que todo se iba a la mierda, lo pasara bien. No, no era eso lo que queria echarle en cara. Sino que no fuera yo, con quien hubiera decidido pasar la noche... asi de simple. Egoista, deja de pensar solo con el corazon y mirala a ella. A lo que ha tenido que pasar y no a tu puto ombligo. Queria gritarle pero no queria, queria abrazarla pero tampoco queria. Joder, en solo 12 putas horas esta mujer habia dado una vuelta a mi vida. Tantos recuerdos... y yo, aqui plantado como un idiota, atormentado y con la cabeza echa un lio.

No molestas. Nunca lo haces. - Salio como un susurro, como si tuviera que arrancarmelo de la lengua para decirlo... pero seguia siendo una verdad como un templo. Otra cosa es que la quisiera cerca en este momento. Suspire cuando dijo lo de que se fue, lo de Shane y Li. - Shane es gilipollas, pero es un buen activo para el refugio. No me cae bien, pero no tiene que hacerlo siempre y cuando haga su parte... y conozco al viejo, no hubiera sido buena idea juntar a su nieta con Ligeia. No queria... decir nada en contra de ella. Solo lo que pensaba. - ¿Estas disculpandote? Si supongo que si... un poco. Solo un poco. Pero ella... pero ella nada.

Vi como levantaba su brazo, como su mano se acercaba a mi brazo y aunque una parte de mi no queria que me tocara. No tras... no tras lo de esta... Deja de ser un puto egoista. No puedo simplemente no puedo dejar de serlo y ya esta. Me jode y eso no cambiara en diez minutos por mucho que piense como piense. Aun asi no me aparte y cuando ella puso su mano sobre mi como otras tantas veces en el pasado, me senti algo mejor. Seguia jodiendome todo lo ocurrido, pero un poco menos. Mi cuerpo se relajo levemente. La mire, clavando mis ojos en los suyos. Indeciso. Abri la boca, dejandola asi unos segundos. - ¿Quieres desayunar? - Bueno... por algun sitio tenia que empezar.

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20/05/2016, 14:49
Leia

Una sonrisa triste, pero aliviada, fue lo que continuó, por la reacción de Pratt, que demostraba que no era su presencia en el refugio lo que le molestaba, ni estar allí hablando, vamos, que no tenía nada en absoluto que ver con ella.

Que listilla, como si no tuviese otras cosas mejores en las que pensar Pratt que en ti.

No quiero desayunar -La sonrisa pasó a ser más liviana y relajada, de las que solía compartir con él, como si el momento raro ya hubiese desaparecido de su mente -Vamos a dar un paseo...

Agarró su brazo y tiró de él, sin saber en realidad a dónde se lo llevaba, como si tuviesen diecisiete años menos, dos chiquillos dispuestos a pasar el tiempo haciendo el tonto, y aunque todo alrededor había cambiado mucho, muchísimo, la sensación de tenerse el uno al otro para lo que hiciese falta y el enorme cariño que se profesaban, no sólo no había menguado, sino que había crecido.

Por lo menos eso le pasaba a la chica, que hasta que no estuvo borracha de verdad no se olvidó, un poco, de su amigo.

Tras unos cuantos pasos se rindió a lo evidente, no sabía a donde lo llevaba, se paró en seco, acercándose a él, a susurrarle -Me temo que no puedo ayudarte a despejarte, no sé a dónde voy, mejor guía tú- Le sonrió, con todo el aprecio que sentía por él en sus ojos, guapo hasta decir basta, aunque de adulto más serio, pero claro, el comportamiento que no era normal era el suyo, que parecía una quinceañera con las hormonas locas.

Lo miró un poco más seria, apretando los labios, se había sentido fatal de pensar que estaba enfadado, pero por suerte no era asunto suyo, se inclinó un poco y le dio un beso en la mejilla.

Primera muestra de amor a alguien en trece años y ahora le sabía a poco.

Te he echado muchísimo de menos...

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20/05/2016, 19:22
Pratt

Su sonrisa me indica que ciertamente no se ha enterado de nada, lo cual en cierta medida me alegra pero en otra me fastidia. Sin duda esto de "tenerla" en mi vida tiene visos de convertirse en una montaña rusa. No entiendo porque, porque consigue llevarme de un lado a otro sin que consiga centrarme y ahora encima esto. Lo que necesito es estar solo pero como decirle que no, que no me apetece estar con ella... en este mismo momento.

Antes de que pueda darme cuenta tira de mi, porque le apetece dar un paseo. De pronto me siento como hace mas de quince años, siendo arrastrado por esa morena de un lado a otro mientras mi cabeza me asegura que vamos a meternos en un problema de cabeza. La verdad es que durante un instante me planteo cortarla, al fin y al cabo tengo una reputacion y una imagen e ir correteando por ahi como un idiota porque ella me lleva, no parece muy bueno. Mas ese pensamiento se desvanece en el mismo instante en que se da la vuelta y me mira. Sus ojos, su cara, su sonrisilla me hacen olvidar todo y centrarme solo en disfrutar de su compañia. A los pocos pasos sin embargo se detiene, mira a los lados y se gira para decirme algo que es obvio. - Dudo que nada me despeje, no en breve al menos, pero... - Suspiro mientras miro hacia arriba. - Acompañame.

No me ha dado tiempo a ponerme aun en camino cuando me da un beso en la mejilla. El momento me pilla totalmente de improviso, mi boca se abre un par de veces como si me faltara el aire hasta que la cierro de golpe. Estoy sonrojado, incluso con la barba me doy cuenta de que me han subido los colores. Por todos los dioses que no se haya dado cuenta. Joder Pratt, una mujer te da un beso y te sonrojas ni que fuera tu primer rodeo. Una mujer no. Ella. Simplemente Kiabi, esa tonta morena que llevo mas de quince años intentado averiguar donde esta. La miro a los ojos mientras ella aun se despega de mi, tan cerca. Tan lejos. Mis ojos se detienen en sus labios ligeramente brillantes y suben por sus mejillas hasta sumergirse en esos profundos oceanos que son sus ojos. Un susurro, uno leve escapa de entre mis labios. - Y yo... y yo... Kiabi... - El sentimiento que rodea esas pocas palabras casi me hace erizar mi vello. ¿Que me estas haciendo Kiabi? Se me escapa, como no hacerlo cuando noto las ganas de unir mis labios a los suyos, mas el miedo me paraliza y luego se rie de mi. Me quedo ahi, quieto mirandola, aunque se que he dicho que me acompañe... mas ni con esas consigo moverme, se esta demasiado bien con ella tan cerca.

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20/05/2016, 23:01
Leia

No le hizo ninguna gracia que se sonrojase, para nada le pareció algo divertido, sino que lo observó con detenimiento y seriedad, algo de perplejidad también, y por supuesto cariño, pues era lo que estaba profesándole en esos momentos.

Notó como un interruptor se encendía en su interior, pulsado deliberadamente por Pratt.

Se le cruzó tal barbaridad por la cabeza que por un momento se asustó de sí misma, llegando a preguntarse si al haber conseguido la libertad había perdido la cabeza de paso. Escuchar su verdadero nombre fue otro pequeña prueba a su autocontrol....

…. ni dos horas hacía que se había despedido del pavo. Y aunque no tenía absolutamente nada que ver lo que sentía al imaginarse hacer algo muchísimo más inocente que lo que había tenido con el desconocido, se le antojaba mil veces más importante y abrasador.

Le apeteció tanto que hasta le dio miedo y eso se tradujo en su mirada, otra gran sorprendida del deseo que sacudía impunemente sus entrañas.

No era la primera vez que pensaba en Pratt de esa manera, muchas veces se imaginó algo así después de crecer,cuando él ya estaba lejos. Era la primera que lo pensaba teniéndolo delante. Cuando se separaron era demasiado pronto para ella, y a esas alturas debería ser demasiado tarde. Alguno debería tener pareja, incluso algún hijo. No sólo se habían reencontrado contra cualquier probabilidad, se estaban mirando de una manera tan inconfundible como reveladora, aterradora, porque implicaba tantas cosas que le daba pavor pensar siquiera en una.

¿Se podía arriesgar a perderlo de nuevo, aún teniéndolo cerca? No estaba con él y ya estaba pensando en si en un futuro se alejaría de ella. Tanto lo quería.

Encontró una excusa, una forma de aferrarse a lo conocido y negar cualquier otra cosa, seguramente se estaba negando su pura felicidad, algo que nunca había sentido tener tan al alcance de la mano, ni merecer. Se quedó quieta, pensando que era lo honesto, lo que él quería, lanzarse al vacío es cosa de dos y ella no se sentía capaz de arriesgarse y perder la partida.

Las cosas buenas nunca le pasaban a ella, eso lo aprendió cuando su amigo se marchó.

¿A dónde? - Tampoco hizo ademán de moverse, sino que cogió aire tras el susurro, pues tenía la sensación de haber perdido todo el oxigeno hacía ya un buen rato.

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21/05/2016, 10:07
Pratt

Se ha dado cuenta, si, se ha dado cuenta maldito idiota. La miro a los ojos sabiendolo, sabiendo que de alguna forma esos ojos ya no me miran como hace un momento. Sintiendo su mirada sobre mi, no ayuda para nada a lo que mi cuerpo desea con tantas fuerzas. Estaba tan atontado, tan cabreado, tan feliz de tenerla de vuelta que ni siquiera me habia percatado de mas. Mas ahora, a esta distancia, con el color de mis mejillas desapareciendo levemente mientras ambos aprecemos vernos, como si fuera la primera vez, tengo miedo. Tiene gracia, miedo. Miedo de ella. Me he enfrentado a tantas cosas estos años y ahora se presenta ante mi la pequeña morena de mi pasado y estoy completamente aterrorizado.

Me daba igual todo, lo ocurrido ayer, lo ocurrido durante estos quince años... lo unico importante es que podia alargar la mano y cogerla. Si es lo que deseaba podia simplemente levantar el brazo y poner mi mano sobre su hombro, sobre su rostros y acariciar esa piel hasta que mi corazon estallase. Nuestras miradas hablaban por nosotros estaba seguro, a esta distancia incluso podia notar su cuerpo respiprando levemente agitado, al igual que el mio. Su piel limpia, su pelo negro, sus labios suavemente curvados y ese rostro casi angelical, eran demasiados detalles para procesar en tan poco tiempo. Kiabia siempre habia ssido guapa, ahora... ahora era una belleza. Incluso con toda la roña de ayer seguia siendo una mujer impactante.

La distancia entre los dos es tan pequeña que casi me da vertigo, solo de pensarlo. Por fin decido ir mas alla, decido levantar mis brazos y cogerla... lo que ocurra despues no lo se. Ni me importa... quiero... quiero estar mas cerca de ella. Quiero sentirla. Casi asiento para mi mismo cuando empiezo a levantar los rbazos y entonces ella susurra. Unas pocas palabras, casi como si se ahogara y me deja paralizado. ¿Le importara?¿Estara acaso bien que la coja? Mas sus palabras me devuelven algo de serenidad, no demasiada. Intento articular palabra pero se me escapa, hasta que trago con fuerza. - Es... es por aqui.

Hablo pero no me muevo y entonces ya no lo aguanto mas. Deseo cogerla de la mano, pero se que ocurrira si lo hago. Subo mis brazos, la cojo a ella y la atraigo hacia mi. La abrazo con fuerza, con mas fuerza que ayer pero con mucha mas delicadeza, con cariño y con mucho mas que eso. Mi corazon ya galopa desbocado, mientras su pelo se cuela en mi nariz, haciendome cosquillas... mas ni aun asi me aparto. Mis brazos acaban por rodearla por detras, casi aplastandola contra mi durante unos breves segundos, para luego dejarle un poco de espacio, para respirar, pero sin quitar mis brazos. Dejo que mi frente caiga sobre la suya mientras mis ojos no dejan de mirarla. - A donde quieras... contigo... a donde sea... me da igual... - Lo decia y no lo decia, no me atrevia. Esto era lo maximo que podia llegar sin perderme a mi mismo, sin perderla a ella... o eso creia.

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22/05/2016, 00:24
Leia

Inmediatamente después de las últimas palabras del hombre, Kiabi se olvidó de todas sus dudas e inseguridades, acercando sus labios a los de él, despacio, tranquila, con la certeza de que era la única manera lógica de continuar la conversación. Sus miedos explotaron y se evaporaron apenas comenzó el ansiado contacto.

Había sido esclava durante quince años, su vida había pendido de un hilo todo ese tiempo. El tiempo para escarceos era muy limitado y habían sido banales, únicamente para aliviar necesidades físicas. Nunca había sentido una conexión tanto física como emocional con la persona con la que tocara compartir esos infrecuentes encuentros fortuitos.

Por eso era su primer beso. Era Pratt. Llegaba con diecisiete años de retraso. Y con una pasión desconocida y desbocada. Perdió el sentido del tiempo, el del espacio, la única certeza era que estaba saboreando el amor que destilaban mientras aumentaban la velocidad y la intimidad compartida.

Cuando el oxigeno empezó a escasear, Kiabi desplazó sus manos al rostro del joven, para acariciar su rostro, su favorecedora barba, y sobre todo para asegurarse de que seguirían disfrutando y manteniendo el contacto. Como si su boca fuese la única fuente de agua del planeta y ella estuviese irremediablemente sedienta.

El pelo de la joven ejercía de cascada que ocultaba su fortuna recién descubierta, aunque ella desde luego que estaba muy lejos de estar pensando en nada que tuviese que ver ni remotamente con eso. Se sentía completamente entregada al anhelo que era explorar, concienzuda, los labios de su amigo, que había aumentado de rango e importancia, si es que eso era realmente posible.

Al final se separó, sonriendo realmente sorprendida, no se podía creer que se habían reencontrado sólo medio día antes y que ya estaban en ese punto. Ni en sus mejores sueños hubiese imaginado algo así.  Le daba igual lo que pasará a partir de ese momento, a ella ya le merecería la pena.

Se inclinó un poco, hacia adelante, a devolverle el abrazo que la había puesto a míl unos minutos antes, siendo ahora ella la que ejercía la presión, hundió su cara en el cuello del hombre, a disfrutarlo otro poco, hasta sus alturas estaban coordinadas para que el contacto fuese prefecto... tanta felicidad debía ser hasta mala para el corazón, que tenía papeletas hasta de explotar, por la falta de costumbre.

Podría quedarse así toda la vida.

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23/05/2016, 10:54
Pratt

Alli estaba yo parado, intentando ver si conseguia moverme cuando fue ella quien lo hizo. Fue suave, apenas un acercamiento tranquilo, casi con el mismo miedo que tenia yo, hasta que nuestros labios se juntaron. Entonces todo cambio, mi miedo desaparecio, mi nerviosismo se apago como lo hace una hoguera cuando le echas una buena cantidad de arena, mas en su lugar se abrio otra cosa, mas profunda, mas viva y latente. Mi corazon. El mismo que habia guardado tras tantas murallas acabo desprotegido en un solo instante, por el beso de esta guapa morena. De Kiabi... ¿mi Kiabi? ¿Durante cuanto tiempo habia negado lo obvio? Ni siquiera me acordaba, pero ahora mismo eso ya daba igual.

Su beso desperto tantas cosas, lo hizo en tantos niveles que casi me senti mareado por la fuerza de mis sentimientos. No pude evitarlo, mis brazos ascendieron hasta cogerla con fuerza, con cariño... con amor. Apretando su cuerpo contra el mio con fogosidad y delicadeza a partes iguales, casi compitiendo entre ellas, mientras mis labios disfrutaban de su dulce sabor. Los ojos abiertos, para estar seguro de que no estaba soñando... que realmente ella estaba aqui, que era a ella a quien estaba besando. Quince años guardando sentimientos, guardando mi necesidad de fundirme con ella como lo haciamos en este instante. Era simplemente demasiado, demasiadas cosas que pugnaban por salir de mi. El abrazo se hizo mas fuerte, casi con miedo a que lo que estaba sucediendo desapareciera en un momento, mientras disfrutaba de su boca, de sus labios y de su lengua. Crei que mi corazon moriria en ese momento, mas no lo hizo... aunque retumbase en mi pecho como un maldito Goliath.

Llego el momento de separarse, mis manos aun pegadas a sus brazos. Mis ojos fijos en los suyos cuando ahora es ella la que se abraza a mi. Siento su cuerpo contra el mio, su pecho, su rostro y aun mas el olor de su pelo. Mis brazos pasan a rodearla por la espalda, para alargar el momento, para que se quede asi toda la vida si hace falta mientras respiro el aroma de su pelo y de su cuerpo.

Dudaba que hiciera falta decirlo, dudaba que fuera necesario si quiera... pero habian sido muchos años. Ahora teniendola delante me habia dado cuenta, al sentir sus labios contra los mios que mi amiga de la infancia, la unica que realmente habia tenido. Tambien habia sido siempre mi amor, mi primer y unico amor. Puse mis manos en sus mejillas para apartar su rostro suavemente y permitirme robarle otro de esos increibles besos, mientras de nuevo me perdia en esos ojos capaces de absorberme hasta mi propia alma, sin que me importara lo mas minimo. - Te... te quiero Kiabi... - Apenas un susurro, uno que llevaba encerrado dentro de mi corazon durante mas media vida.

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23/05/2016, 11:57
Leia

Y entonces llegó el subidón. Todo el chutazo de adrenalina que se había ido dosificando desde que la liberaron llegó en una única descarga, provocada por el beso del hombre y por las palabras con las que decidió agasajarla. Cada una de sus células reaccionó ante el significado de su frase, feliz y alegre como no había estado en los últimos tres lustros. 

Se separó a mirarlo, una amplia sonrisa que utilizaba todos los músculos de su cara. Se acercó a él, dándole un beso, y luego otro, y otro más, la forma en que la abrazaba la había soliviantado y ahora que había comprobado lo unida que podía sentirse a su Pratt, lo único que quería era seguir explorando ese camino y descubrir a su lado a dónde los llevaba la pasión y el amor recién descubiertos.

Yo también te quiero... -Podría haberlo gritado, pero se contuvo y al final susurró pues sólo le importaba a él, eso sí, le dio otro beso, despacio e intenso, intentando plasmar y condensar lo que estaban diciendo y haciendo después de tantos años separados.

Colgó los brazos alrededor de su cuello, colocándose un poco sobre él, sin dejar de sonreírle, apretando los labios mientras lo miraba, suspiró pesadamente a unos centímetros de nada de distancia, seguía sin creérselo del todo, ¿Lo haría algún día?

Todavía no me has enseñado tu cuarto.

El azul de sus ojos brillaba con diversión, sin perder el deseo que les habían despertado, miró hacia su boca, luego a sus ojos, deleitándose en el proceso, disfrutando de esa nueva cercanía y confianza. Lo tenía realmente complicado, no sabía de que tenía más ganas, de estar tranquilos a solas o de sentir de nuevo las cosquillas de su barba rozando su rostro.

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23/05/2016, 12:39
Pratt

Tras mis palabras me quedo en blanco, no porque no las sintiera, sino porque tras mucho tiempo estaba aterrorizado. Realmente aterrorizado. Hacia tanto tiempo que habia guardado ese tipo de sentimiento en mi interior, que no estaba preparado para que decidiera arramblar con todo nada mas verla a ella. Su beso habia sido muchisimo mas que un beso, aun podia sentir el sabor de sus labios en los mios mientras se separaba, mientras nuestros ojos se miraban y sus labios se extendian mostrando una sonrisa que esperaba fuera de pura felicidad... exactamente como la que yo tenia dentro de mi porque elr esto de mi cuerpo estaba realmente en shock.

Sus palabras fueron mas que un balsamo, mas que un oasis en medio de un desierto. Eran vida, simple y pura vida y asi como ella me lleno de besos, lo unico que pude hacer fue usar mis brazos para rodearla fuerte y levantarla, mientras sus besos daban paso de nuevo a un largo, profundo y mas que sentido cruce de sentimientos, usando mis labios y los suyos como unico punto de enfoque. El beso no duro mucho y cuando la baje de nuevo a tierra, ella paso sus brazos por detras de mi cuello mientras ambos bebiamos de los ojos del otro. tanto tiempo, tantos sentimientos... tanta necesidad de ella.

Un simple susurro, una simple insinuacion y todo mi cuerpo parecio salirse de orbita. Me mordi ligeramente el labios ante lo que podia estar diciendo, una cosa era besar a la mujer de mi corazon... otra... sonrei, probablemente como un idiota mientras volvia a besarla. - Ven. - La cogi de la mano, con mas fuerza de la necesaria pero sin ahcer daño, casi como si temiera que todo fuera un sueño y se desvaneciera en un solo instante.

Cruzamos la estructura invertida, hasta llegar a una de las zonas menos frecuentadas. La zona de oficiales del refugio, abri la compuerta y entramos en un largo pasillo. Las prisas me hicieron acelerar levemente mientras mi mente pensaba de todo, menos en el lugar en el que estaba. Al fondo del todo estaba mi camarote. No era nada del otro mundo, la deje pasar, con el corazon mas tranquilo por un lado y desbocado por el otro. El lugar no tenia muchas cosas, un escritorio lleno de papeles, una silla y una lampara. Una cama algo mas grande de lo visto en el lugar y un sillon donde poder relajarse. Funcional y sin nada de lujos. Al echarle un vistazo, no como Pratt, sino como alguien que trae algo mas que una compañera de noche a su cuarto... me di cuenta de lo poca cosa que podia parecer. La mire apunto de disculparme...

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23/05/2016, 14:27
Leia

Kiabi sonrió cuando su amigo empezó a tirar de ella hacia lo desconocido, casi como había hecho la mujer unos minutos antes, como siempre que estaban juntos, desde su infancia uno tirando de la otra, o viceversa, hacia una travesura, lío, huida o cualquier otra cosa... Pero aquella caminata era diferente, pues ya no eran un par de niños, ni estaban jugando a nada inocente. Ahora tenían problemas, situaciones extremas que ponían en peligro su vida y les hacían valorar cada segundo que seguían respirando. Por lo menos, desde que la liberaron, Kiabi vivía así, con esa sensación y siempre al límite, para lo bueno y para lo malo.

Por supuesto que se dejó llevar, sonriendo totalmente encandilada, era una mujer que se había acostumbrado a no exteriorizar lo que pensaba o sentía, pues durante quince años eso no habría servido para nada y era hasta peligroso, pero desde que estaba con Pratt le costaba enormemente reprimir la alegría que fluía a sus anchas por sus venas.

Esto tiene que ser malo....

Seguían sin importarle los pensamientos negativos, no le servían para nada ni la llevaban a buen puerto, si iba a morir, sería habiendo disfrutado del hombre todo lo que pudiese. Así que los ignoraba y mientras iba a su lado rememoraba el tacto y sabor del hombre, con la promesa de que no habían hecho más que empezar y que lo que venía sería muchísimo mejor que todo lo había conocido hasta el momento. Y con amplia diferencia.

Cuando llegaron miró sorprendida su habitación, era un cuarto de verdad, con intimidad, con sus cosas, algo de lo que ella no había disfrutado nunca, y bueno, según lo que recordaba de la noche anterior, los cuartos de los demás eran bastante más cutres que aquello.

Eres alguien importante aquí, ¿verdad?- Lo dijo con sincera admiración, eso de que todo el mundo lo conociese y que disfrutase de ese dormitorio era lo que se lo hacía pensar- Me alegro mucho por tí

Allí estaba ella de pie mirando alrededor, algo avergonzada, sus únicas posesiones eran la ropa que llevada, de prestado, y el palestino que le había regalado su acompañante. Desde luego que la vida no les había tratado igual, pero bueno, lo importante era que por lo menos los había reencontrado.

Hace seis meses vi a tu madre, estaba muy bien de salud– Lo dijo sin pensar, al recordar las personas que eran importantes para ellos en aquellos días, y suponiendo que hacía más tiempo de la última vez que hablaron y que le alegraría saber de ella, la mujer le dijo que hacia tres años que no sabía nada de él -Deberías intentar verla o hacerle llegar un mensaje, creo que estaba un poco enfadada contigo....

Le sonrió con confianza, con la familiaridad de siempre, pues ambos sabían que los enfados de esa mujer ni eran graves ni restaban cariño cuando se producían.

Nerviosa y tranquila a la vez. Expectante también.

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24/05/2016, 16:33
Pratt

El camino a mi camarote fue al mismo tiempo el mas corto y el mas largo de mi vida. El mas corto porque la mujer con la que tenia los dedos entrelzados era Kiabi, la dulce y guapa niña con la que tantos momento de mi vida habia pasado. La misma de la cual habia acabado perdidamente enamorado sin darme cuenta y con la cual no habia podido ponerme en contacto durante tanto tiempo. Una herida se abrio el dia que desaparecio, una que durante quince largos años habia sangrado, tanto, que al final habia encerrado mi corazon para que simplemente dejara de doler. El mas largo porque realmente no sabia que hacer, rara era la vez que una mujer pisaba mi camarote y no porque no apsara de vez en cuando tiempo con ellas, sino porque este lugar era mi hogar, mi casa, o lo mas parecido a algo mio que habia tenido en años. Era como esa pequeña casa de barro y papel con algunas piezas de metal, que habiamos construido la pequeña Kiabi y yo hacia tanto tiempo para protegernos de la lluvia acida. Un sitio unico y especial en todos los sentidos. Ahora estaba llevando a la adulta Kiabi alli, a sabiendas de que una vez a solas, no podria reprimir lo que realmente queria hacer, lo que todo mi cuerpo y mente pedian. Algo tan simple y tan importante al mismo tiempo, como hacerle el amor a la mujer que amas.

Cruzamos el umbral y ella parecioa quedarse paralizada durante unos momentos. Sus palabras me recordaron la noche pasada... y me di cuenta de que el tener un sitio de este estilo, efectivamente implicaba ser alguien importante en el lugar. No una sala comunal, sino un sitio privado. En cierta manera me senti bien, mientras otra parte no lo hacia... no por lo ocurrido la noche anterior y no porque ella no sabia lo que era tener algo en propiedad, como esclava no habria tenido nunca algo similar. En ese momento no sabia como reaccionar. Pude ver como ella parecia cohibida, casi avergonzada de ella misma... asi que avance hasta tomarla de las manos y ahcer que me mirase. - Todo esto no es nada, nada comparado con tenerte a ti. Todo lo mio es tuyo Kiabi... todo. - Mis labios volvieron a juntarse con los de ella, descubriendo de nuevo ese sabor que hacia poco habia conocido y que me embriagaba mas que cualquier alcohol de este mundo. Me aparte levemente mientras la miraba de arriba a abajo, haciendolo con cuidado, con cariño, con lujuria pero no lascivia. Era una mujer preciosa, hasta el punto que cuando la mire y vi que correspondia la mirada me volvi a sonrojar levemente. - No siempre... no siempre ha sido asi... yo... bueno. He estado en muchos sitios, este lugar, es el mejor con diferencia. - No hacia falta decir mucho mas, todos pasamos por buenas epocas y por malas... Roland habia sido mi salvacion, en lo peor de una de estas ultimas.

Entonces hablo de mi madre y un gran peso cayo sobre mi corazon y alma, tanto que mi mirada bajo al suelo con pesar y algo de vergüenza. - No puedo... no puedo hacerlo... aun no, al menos. - La verdad es que no queria hablar de ella, es decir conseguia que le llegaran cosas aunque ella no sabia de donde. Simplemente no podia saberlo, no debia... por su bien y en parte por el mio. Aqui estaba yo, con el cuerpo aclerado por tener a la mujer que queria en mi cuarto y... al mismo tiempo recordando a mi madre y su situacion. Podia uno estar feliz y triste al mismo tiempo, emocionado y deprimido... no lo sabia pero sin poder evitarlo sonrei, a medias entre la tristeza y al felicidad y sin saber que mas decir.

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25/05/2016, 10:36
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Kiabi no entendía del todo a Pratt.

Lo miraba con tristeza, pese a que le había dado buenas noticias sobre su madre habían tenido el efecto contrario al que pretendía, que era ponerlo alegre de que no sólo seguía viva, sino con buena salud, dicho además por una médico, que sabe bien de lo que habla.

Suspiró profundamente, de adulto estaba bastante más atormentado que de joven, algo que por lo demás era totalmente lógico y normal. Pero a Kiabi la entristecía, y eso que su vida no había sido un lecho de rosas, ni remotamente parecido. Para nada.

Había respondido con deseo a cada uno de sus besos, y la había reconfortado profundamente su generosidad, algo que sí le recordaba al amigo del que había estado enamorada sin saberlo. Pero tenía la sensación de que algo no estaba bien con él. En él.

Se fue hacia una jarra que había en su mesa, con cuidado de no mover ningún papel de su sitio, y se echó un vaso de agua. Todavía tenía una resaca importante, y eso la jodía, en un momento como aquel y ella con mal cuerpo y las neuronas echas mierda.

Bebió despacio, sintiendo el alivio casi inmediato, y luego volvió a soltar todo donde estaba, con cuidado. ¿Sería verdad que acabaría viviendo en ese cuarto con él? ¿Acaso sería capaz de albergar un sitio tan pequeño tanta alegría?... Le gustaba imaginarlo, aunque en su futuro todavía habían muchas sombras que tener en cuenta, y no iba a ponerlo en peligro.

… Mejor que vayas por pasos, poco a poco.

Y lo importante para ella en aquel momento era saber que demonios le pasaba al joven y por qué no terminaba de confiar en ella.

Se acercó a él, con los labios humedecidos y el aliento más fresco, sonriéndole con cariño mientras acariciaba su rostro, acercándose a su boca mientras lo hacía, para volver a besarlo. Fue un beso lento, sin las velocidades de los anteriores, sin prisa, pero cargado con todo el aprecio que sentía por él, que además seguía creciendo.

Se separó sin perder de vista sos ojos, segura de que le dirían muchos más datos que las palabras que dijese:

¿Qué te pasa Pratt? Llevas todo el rato sin contarme nada, sólo contestando escuetamente a lo que te digo, ¿Que es lo que ocurre para que estés tan seco hablándome? -Lo que se veía sobre todo era sinceridad y preocupación en la mirada azul de Kiabi -¿Es por tu trabajo? ¿tan secreto o agobiante es? ¿O qué?

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26/05/2016, 10:27
Pratt

Su mirada es... si triste. Noto sus ojos sobre mi, noto como intenta entender y yo no le dejo. No, no es asi, no es que no le deje es que no se por donde empezar. Al subidon de antes esta decayendo, sigo deseandola, sigo queriendola pero el motivo que nos ha arrastrado aqui dentro parece diluirse con sus palabras y las mias. Me apoyo contra la pared mientras ella se sirve algo de agua de la jarra que hay en mi mesa. Dudo que este fria, pero hidratarse en este maldito desierto siempre es importante. Mas bien es algo basico. Sigo su cuerpo con mis ojos, estudiandolo con detalle, donde antes habia deseo, lujuria... ahora hay tambien miedo. He sobrevivido, si durante muchos años lo he hecho pero no ha sido bonito ni facil... y algunas vueltas han sido peores que otras. Mi cabeza golpea la pared dejando mis ojos fijos en el techo lleno de oxido.

Como decirle a la mujer que amaba, que adoraba por encima de mi mismo... que no sabia si el Pratt que ella conocia seguia ahi, al menos entero. Las palabras sobre mi madre son un respiro, uno pequeño. Hacia tiempo que no tenia contacto con ella y tampoco habia recibido noticias, pero Parody era terreno vedado para mi, al menos por ahora.

Su cuerpo vuelve a mi, lo noto, lo siento cuando ella se pone frente a mi. Sus manos acarician mi rostro haciendome bajarlo de donde estaba apra de nuevo fijarme en esos ojos donde me gustaria yacer por toda la eternidad. Sus labios mas frescos, mas humedos por el agua consumida son un balsamo para mis preocupaciones, exactamente como antes. De nuevo ese simple contacto da vida a todos los deseos de hace un momento, mas pagado pero mas concentrados... dando mas fuerza al sentimiento que a la necesidad fisica. Mis ojos brillan con algo mas de fuerza, tras el apagon de hace un momento. - No me pasa nada... nada nuevo mejor dicho. - Le sonrio, lo hago con mas animo pero no demasiado. - Es solo que llevaba tiempo sin oir de madre. Me alegro de que este bien, de verdad que si pero no puedo hacer mas que eso. Alegrarme, ir mas alla es peligroso. - De nuevo mira mis manos, que prenden las suyas con cariño y ternura. - No es que sea escueto o seco... demasiadas emociones, no esperaba saber de ella ademas. - Suspiro levemente mientras mis ojos se cierran, apenas un instante antes de hablar. - He cometido errores, muchos a decir verdad. Algunos de ellos reaparecieron hace poco y bueno, me impiden hacerle saber a mi madre que estoy bien o que sigo vivo. Es por su bien. De verdad que lo es...

Rio quedamente cuando habla de mi trabajo. - No, no... tiene algo de secretismo pero no es nada de eso. La verdad es que desde que llegue aqui me he sentido mucho mas libre que nunca antes. - Una de mis manos sube hasta tu mejilla, acariciandola suavemente. Las yemas de mis dedos, machacadas, curtidas acarician con cuidado la suave piel de tu rostro. La emocion, los sentimientos puestos en ese gesto tan nimio son mas que obvios, casi dolorosos. - Hace unos años me junte con un grupo o mejor dicho no tuve otra. La habia jodido a lo grande y tenia que pagar el precio por ello. No sabia que estaban haciendo, yo solo hacia mi parte. Estuve con ellos cerca de un año, mes arriba, mes abajo. Me encargaba de vigilancia, reconocimiento y algun que otro asalto. Lo tipico que se puede esperar por aqui, ademas no se me permitia entrar en la base en si, siempre estaba en los alrededores. Una noche... no se si borracho o fumado, me sali de mi puesto y acabe en una parte donde no debia... dentro del recinto de la jefa - Mis manos se crispan ligeramente, no hasta el punto de hacer daño. - Vi su simbolo... ese maldito simbolo que llevo odiando desde toda mi vida. - Unas escasas lagrimas asoman al borde de mis ojos mientras ves como te mira con miedo. - El Coleccionista... - Su mirada pasa de miedo a terror, al clavar sus ojos en los tuyos. Sabia lo que significaba, habia estado trabajando para el cabron de tu ex-amo. Incapaz de seguir mirandote, bajo los ojos al suelo. Mi cuerpo apenas se sostiene en pie contra la pared mientras notas como tomo aire. - Solte las cadenas y abri bastantes de las jaulas... desde entonces tengo precio a mi cabeza. Rose ha estado al tanto de mi familia, por si me pongo en contacto con ellos. No puede tocarlos porque son mercancia del Coleccionista y porque sino tendria que dar explicaciones... pero esta vigilante. Lo se, la conozco bien.

Me repongo... Kiabi, la mujer a la que amaba... ahora sabia la verdad. Una verdad que solo Roland conocia. El motivo por el que no podia volver a Parody, el motivo por el que llevaba tiempo sin ver a mi familia. No esperaba que todo saltara tan pronto, pero verla, tocarla, besarla recordando las palabras de madre. "Te arrepentiras de no hacerla tuya Pratt... te arrepentiras" Supongo que todo hombre tiene su limite.

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02/06/2016, 10:29
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Kiabi esperó pacientemente a que se desahogase, primero preocupada, luego sorprendida de que se justificase por no tener trato con su madre, a estas alturas debería saber que no hace falta que me diga eso, pues desde pequeña vi que la adoraba y defendía de cualquier insulto por la profesión que tenía. La más repudiada y solicitada del mundo.

Poco a poco su testimonio fue pasando a unos derroteros que la pusieron en guardia inmediatamente,se cruzó de brazos, echada para atrás, negándo con la cabeza.... no lo digas... no lo digas. Y lo dijo, ella sabía que eso había pasado, pero no el pequeño detalle de que él había participado.

Fue un asunto sonado entre los esclavos, pues a todos los que liberó Pratt los encontraron y desollaron, colgándolos después de la puerta principal, para que la próxima vez que alguien tuviese la genial idea de abrirte la jaula, te lo pensases dos veces antes de huir. Ella estaba segura de que en esa situación habría preferido intentarlo y que saliera mal a seguir aguantando esa agonía.

Pero no era eso sobre lo que tenía que divagar en ese momento, ni para eso estaban sus ánimos.

La decepción que sintió al escucharlo fue como si le dieran con un mazazo en la frente. Notaba unas fuertes pulsaciones en la sien y el corazón iba a toda mecha. Despacio se quito la chaqueta por un brazo y levanto con la mano la manga, dejando visible el símbolo del que estaba hablándole tatuando y arañando su piel. Lo miraba a los ojos.

Sé cual es – Estaba visiblemente furiosa -no hace falta que me lo describas...

Volvió a taparlo, con los labios apretados, enfadada con él por ser tan imbécil, con ella por no pensar nada más que en herirlo, por lo mal que se sentía y por el mal rato que estaba pasando su amigo. Y menos mal que no había escuchado sus pensamientos, después de quince años de esclava, seguro que la frase de “hacerla tuya” habría sido el desencadenante y motivo suficiente para pegarle al unirla a toda la demás mierda que había salido.

Se giró, dando un paso hacia atrás, necesitaba salir de allí, no quería decir nada que la comprometiese o de lo que se pudiera arrepentir después.

Lo entiendo... -¿eso era verdad? Mejor dejarlo así- Pero ahora me voy... quiero estar sola. -Lo miró con seriedad, casi retándolo a que se negase o se lo impidiese, y después de un largo minuto, salió tranquilamente por la puerta.

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02/06/2016, 10:37
Pratt

Escucho cada palabra mientras le explicaba lo que habia hecho, lo que me habia permitido hacer por no querer pensar, por no querer mirar mas alla y solo querer sobrevivir en aquella epoca. Deberia haber dejado que me mataran antes que trabajar para Rose, ahora lo sabia y desde entonces, cada maldito y puñetero dia de mi vida era una expiacion por aquello... si habia algo que queria con todas mis ganas era joder a Rose, a Hannibal y al cabron del Coleccionista. Ella no hablo, solo escucho mientras yo le abria mi alma a todo el tiempo que habia pasado entre medias, casi esperando un golpe, una replica... algo.

Mas lo que vino ni siquiera yo podia imaginarmelo. Levante la mirada cuando la note moverse, casi rezando porque llegara un golpe que merecia de lejos. Mas ella solo levanto la manga de su ropa y mi mundo se deshizo en ese momento. La impresion al ver el grabado a fuego en su piel, el mismo simbolo que conocia tan bien fue simplemente demasiado. Casi atontado, en shock por eso mismo la mire a los ojos durante solo un segundo, de nuevo al tatuaje y al final solo pude mirar al suelo mientras mi cuerpo cedia a la gravedad, cayendo de culo en el mismo, con la espalda encorvada, parcialmente apoyada en ella y mi mirada perdida en el infinito mientras mi rostro miraba al suelo. Una sola frase se repetia en mi cabeza...  "Deberias haberte dejado matar... deberias haberlo hecho en aquel momento" Cualquier cosa era mejor en este momento que mirar a sus ojos, que mirar a los ojos de la mujer que amaba y que ahora sin ninguna duda me repudiaba con todo su ser. Era ironico. Perdidos. Encontrados. Amor redescubierto. Pasado... Fin. Suponia que era lo mejor, que... no podia esperar mas.

Ella hablo. Su tono tenia tintes de rabia y furia ¿Que podia decir para que no fuera asi? Nada. ¿Que podia hacer? De nuevo, nada. No dije nada porque no tenia nada que decir, no habia nada que pudiera hacer y sinceramente no tenia claro si debia si quiera intentarlo. Despues de todo si habia sido mejor no pasar juntos la noche anterior... asi no tendria que lamentarse de haberse acostado con alguien tan idiota, como para trabajar para Hell'sBitch.