Partida Rol por web

Dejando los cadaveres de los enemigos (y los de Yukk y Ishladar) os dirigís a la habitación del norte, por la que escapó el guardia de la melena. Buscais con la mirada pero no hay nadie, una de las ventanas está rota y hay cristales en el suelo.

Esta nueva habitación es una especie de biblioteca particular, hay varias butacas y mesitas. En medio hay una gran mesa de madera con un libro viejo. Las paredes están repletas de estanterías llenas de libros de todo tipo.

 Sin ver unas escaleras u otro accesoa otra estancia Hugh retrocede y parte por la habitación de la derecha, a la contraria por la que entraron el félido y el hombre lagarto.

 Ur kahn se quedó mirando los cuerpos de sus compañeros y luego miró a Krash, cuando observó que Hugh se había marchado.

 -Krash, yo no entiendo precisamente de medicina, debemos encontrar a Shekaroth cuanto antes, para que sane a nuestros  compañeros  ... ¿que te parece? - le dijo al lagarto al cual considereba ya un amigo - ... yo intuyó ... llamalo intuición felina ... a que  estan arriba ...  ¿subimos?- le preguntó a Krash

Krash se relamió los ¿...labios...? al ver a su enemigo muerto en el piso, aunque su cara reflejaba algo de decepción por no haber sido él quien acabó con su vida.
Asintió a las palabras del felino y comenzó a caminar hacia las escaleras.
Puede ser... Aqui por lo menos no estar, pues hay olor a lagarto... pero soy yo. Ve adelante.-le dice. Luego mira a Hugh y le hace un gesto con la cabeza, como invitandolo a subir.

A ver qué nos encontramos arriba...

Mientras tus compañeros suben al piso de arriba, tu te desplazas rapidamente hacia la habitación de la izquierda.

Llegas a lo que probablemente es un comedor, una mesa grande de madera con un mantel está franqueada por muchas sillas ornamentadas. En una de las paredes un gran retrato de un tipo gordo y sudoroso montado a caballo. Continuas a la siguiente habitación y ves que se trata de la cocina. Una multitud de platos, cacerolas y herramientas aparecen ordenados en sus cajones y mostradores. En el fuego del horno se está haciendo una sopa caliente. Hay una puerta de madera tambien, pero está cerrada.

Vosotros dos subís las escaleras rápidamente.

Llegais hasta un descansillo preciosamente decorado, un una mesita, sillas, jarrones con flores. Parece una antesala a los aposentos del señor de la casa. Ante vosotros hay dos armaduras completas montadas una a cada lado de una gran puerta de madera.

 - Bonitas armaduras, ... verdad Krash, ... pero, ...no son de mi estilo, los pumas nunca llevamos esas cosas tan ruidosas y  pesadas - le  comentó a su compañero - ... creo que están tras esa puerta, ... pero yo ya sufrí las consecuencias de una trampa en  la ventana  ...  y  Shekaroth y el otro no han bajado, posiblemente nos estén esperando tras la puerta o hallan preparado algo, ...  ¿te  importaría abrirla? ... yo estoy herido- dijo mirandose la mano y lamiendose la herida, tras estó sacó su nueva espada y se  colocó en  uno de los lados de la  puerta, esperando a que Krash la abriera.

 Hugh intenta abrir la puerta de madera. Tal vez el gordo, al oir los forcejeos y combate se escondió por aquí.

La puerta está cerrada con llave pero ... BLAM! de una patada consigues abrirla. Desenvainas tu espada pero... no hay nadie en el cubículo. Es una especie de despensa llena de comida, sacos de harina, huevos, carne fresca. Entras para examinarlo todo cuando el suelo suena hueco, estás sobre una trampilla.

 Hugh se echa a un lado y tira de la trapa, para ver que hay en el interior de esta sala enterrada.

Ñíiiiiiiiiiiiiiiic

Abres la oxidada trampilla y ante tí aparecen unas escalerillas que bajan a un pasadizo polvoriento.

 Antes de bajar a la osucridad del pasadizo, el joven toma una lampara de aceite del salón o la cocina, la que más cercana esté y se desliza escaleras abajo.

 Será un pasaje que pueda llevar al ricacho a buen recaudo en caso de problemas? Una despensa o una sala del tesoro? La verdad es que me importa bien poco lo que les ocurra a mis sangrientos acompañantes, me sabe mal por Kahan y Shekaroth, pero losdemás solo són unos matones... que poco tiene esto qe ver con las canciones de los bardos...

Con tu nuevo foco de luz, desciendes por la trampilla.

Estás en un pasadizo hecho con vigas de madera y piedras. En el suelo hay gravilla. Caminas unos cuantos metros y llegas a una esquina, te asomas y ves una estancia iluminada en el cual hay un Puma haciendo guardia, (parece que tiene un brazo herido). Lo que está custodiando es sin duda alguna una jaula! Dentro de ella están tus amigos desaparecidos! El clérigo Shekaroth está tendido en el suelo y el mago Kahan está sentado.

 Joder, si que les apresaron pronto!

 - No temaís, ahora os saco de aquí!

 Dice acercándose en una posición medio agazapada, listo para plantar cara a la fiera. En la diestra el acero, en la zurda la lámpara.

Kahan te ve desde las rejas y su semblante torna esperanzado. Por su parte el guardia puma te descubre e intenta desenvainar su espada con la mano buena, pero tu eres mucho más rapido! Con tu espada acabas con el puma antes que éste pida ayuda o haga algo.

La jaula en la que están tus amigos está cerrada con llave. En la estancia en la que estás, aparte del cadaver del puma, hay una mesa con unos cajones.

 Hugh limpia la espada en la criatura y busca en ella a ver si están las llaves de la jaula, también busca en la mesa de cajones.

 - Ahora os libero, esperad un momento, por cierto que os ha pasado?

Rebuscas en la mesa y en el cajón encuentras unos trozos de pan y un pergamino en el que pone "EXTERNO VOMICA". Supones que es un pergamino mágico, si lees las palabras mágicas en voz alta, desatarás su poder.

En la cintura del puma, aparte de una espada normal (+0 Acertar, 1d6 daño), encuentras una arandela metálica con unas cuantas llaves.

 Hugh se guarda el pgamino dentro del jubón y con las llaves de la arndela metálica intenta abrir el candado de la jaula que aprisiona a mis compañeros.

Si, muy lindas... Pero con mi piel me basta. Además, armaduras impiden ver quien eres realmente.-le responde al felino, aprobando su opinión con respecto a las armaduras.
No hay problema, abriré la puerta...

Cogió una flecha y se la puso entre los dedos. Con la misma mano empuñó el arco. Y con la otra, abrió rapidamente la puerta, para después dar un salto hacia atrás y apuntar lo más rápido posible por si había alguien esperando.