Dos de los guardias te desarman y te apresan, mientras los demás van en busca de tus compañeros. Te llevan a los calabozos de la ciudad donde compartes celda con un pordiosero a la espera que te juzgue el mandamás del reino.
El pordiosero que es ahora tu compañero, despierta y te sonríe con los pocos dientes que le quedan:
-Hola hermano.... soy Pedro! Fiel servidor del reino y protector de las arcas reales!
Te quitan todas tus pertenencias
Hugh saluda al pordiosero, sin mediar palabra.
Tras un tiempo, en el que da un vistazo las mantas de las literas, pregunta.
- Me puedo estirar en ellas o están plagadas de chinches y demás bichos inmundos?
-Estás en tu casa amigo! Quiero decir... en tu palacio!! Llevo aquí desde tiempos inmemoriables y nunca encontré la más minima mota de suciedad o bicho maligno en las sabanas reales! Oh me encanta conocer nuevos amigos! ¿Cómo te llamas? Yo soy Pedro! Fiel servidor del reino y humilde peón!
Parece que el tipo no se ha lavado los dientes en mucho tiempo
Viendo que tenía tan poco por hacer, el joven mira a Pedro, en su rostro aflora una sonrisa sin gracia alguna, mientras pone sus posaderas encima de las mantas.
- Hugh, me llamo Hugh.- Pone los pies en el camastro y apoya las antebrazos en las rodillas.- Dime Pedro, que hiciste para que te tengan aquí desde tiempo inmemorial? Y más siendo tan fiel siervo el reino.
Encantado señor Hugh, un placer conocerle....
Pues, la verdad es que fui encarcelado aquí de una manera totalmente injusta.... estaba paseando como todos los días por los establos del rey y me dieron pena aquellos grandes caballos,,, ahi atados y aburridos, entonces decidí sacarlos a que dieran una vuelta por el monte, ya sabes... para que estiraran las patas... luego apareció un simpático comerciante que me ofreció una pequeña suma de dinero por los caballos y luego... bueno... luego aparecieron unos guardias y me trajeron aquí... pero por mucho que les explicaba lo sucedido no me hicieron caso...
Madre mia que despiste, 15 dias sin postear
El joven rubicundo sonrío pícaramente ante las palabras del tal Pedro. Dudo que ese sea su nombre, pero es fácil de recordar.
- Ya veo, que injusticia tan grande. En verdad se tendrían que dar un vistazo al juiio de los jueces y hombres de ley de estas tierras.- Ríe con sorna.- Y dime, Pedro, tiempo inmemorial que es, la semana pasada?
Creo que tengo las cosas bastante feas, pero sin lugar a dudas siguiendo ese curso de acción no podía salir nada de bueno.
Tienes algun problema con el pj?