Las Tierras de Santuario

Khanduras

Años después que la última de las Horadrim había muerto, una gran sociedad creció próspera en las tierras del Occidente. Como pasaba el tiempo, muchos peregrinos del Este se asentaron en las tierras circundantes Khanduras y pronto establecieron pequeños reinos. Algunos de estos reinos peleaban con Khanduras sobre la propiedad de bienes o las rutas de comercio. Estas disputas hicieron poco para alterar la paz duradera de Occidente, y el gran reino del Norte de la Frontera del Oeste resultó ser un fuerte aliado para Khanduras, ya que  las dos tierras trabajan en empresas del trueque y el comercio.

Durante este tiempo, una religión nueva y audaz comenzó a extenderse por todo el reino de la Frontera del Oeste, y en muchos de sus principados del norte. Una religión de la luz conocida como Zakarum.

Los seguidores de esta nueva religión, fundada en el legano Oriente, imploraron para entrar en la luz y abandonar la oscuridad que se escondía dentro de sus almas. El pueblo de Frontera del Oeste aprobó los estatutos de Zakarum como su sagrada misión en el mundo.

Sin embargo, Frontera del Oeste comenzó a aproximarse a sus vecinos, esperando a abrazar este nuevo comienzo y así las tensiones aumentaron entre los reinos de la Frontera del Oeste y Khanduras, mientras los sacerdotes de Zakarum comenzaron a predicar su dogma extranjera, se debatía si se les daba la bienvenida o no.

Fue entonces cuando el gran señor del norte Leoric llegó a las tierras de Khanduras y, en nombre de la Zakarum, declaró a sí mismo rey. Leoric era un hombre profundamente religioso y había traído muchos Caballeros y Sacerdotes con él que formaban su Orden de la Luz. Leoric y su consejero de confianza, el arzobispo Lázaro, se dirigieron a la ciudad de Tristán.

Leoric se apropió del antiguo Monasterio, una estructura decrépita a las afueras de la ciudad, posteriormente renovada a la altura de sus tiempos de gloria perdida. Aunque la gente libre de Khanduras no estaba contenta con dejar el poder del imperio bajo el trono de un rey extranjero, Leoric les sirvió a la justicia y la fuerza. Con el tiempo, la gente de Khanduras aprendió a respetar al Rey Leoric, sintiendo que sólo buscaba guiar y proteger a sus seguidores contra la opresión de la Oscuridad.