Partida Rol por web

Día 61 PA (Post Apocalipsis)

Esto es horrible. Creo que nunca antes había pronunciado o escrito esta palabra con el mismo peso que lo hago ahora. Horrible. Me encuentro sitiado en un lugar perdido de Praga, rodeado de otros supervivientes que como yo hemos logrado, de algún modo, mantenernos sanos y a salvo… por el momento. Todo es una puta locura, literalmente es luchar para vivir, matar y huir para seguir pasando miedo. Y por parte de las autoridades no se anuncia nada, ni por TV, ni radio, ni Internet…

Y pensar que me vine a Praga para olvidarme de lo que me creía la peor pesadilla. Apenas hace un par de meses que Laura me dejó y logró quedarse con la custodia de Jana, aquel maldito abogado decía que no era aconsejable que me quedara con la chiquilla por que me pasaba demasiado tiempo en el trabajo diseñando maquinas. Escapa, ve a dar un viaje, cambia de aires me decía todo el mundo, te hará bien... Y aquí estoy.

 Día 62 PA

 Otro día más en el infierno. Pero a pesar de ello por lo menos hoy no tenemos que lamentar más bajas. De momento estamos aguantando. Hemos puesto patar arriba el hotel para toparnos con algo de agua embotellada y un poco de comida. Tuvimos suerte y en la cocina del hotel aún llega algo de gas con lo cual hemos podido cocinar algo de arroz. Pero pronto tendremos que ponernos de nuevo en marcha para encontrar más comida.

 Pero no todo ha estado tranquilo, encuchamos unos disparos en el exterior, por lo menos no somos los únicos supervivientes. Espero que podamos juntarnos. Si lo hacemos podremos organizarnos mejor para hacer frente a la pesadilla.

 Uno de esos seres esas cosas se ha plantado ante el hotel, tenemos que liquidarla antes no llame demasiado la atención. Si bien es cierto que antes o después tenemos que cambiar de sitio, siempre es mejor hacerlo cuando queramos nosotros y no cuando tengamos que huir por patas.

 Dando un vistazo en el exterior me fijé en que hay un camión bastante grande no muy lejos, he pensado que tal vez nos pudiera ser útil para desplazarnos y poder buscar supervivientes o un refugio.

 Día 63 PA.

 Hace unos minutos que miro sin ver estas páginas blancas que tengo en mis manos. ¿Podré llenarlas todas? No me queda más remedio para poder ver de nuevo a Jana. Espero que en España las cosas no se hayan puesto tan mal, que lograran someter la plaga en cuarentena. Mi tesoro... como te llego a echar de menos.- Una mancha emborrona la tinta de esas palabras.

 Hoy ha sido un día más de superviviencia en este infierno. Desafortunadamente no pudimos elegir cuando partir, las cosas nos obligaron ha hacerlo. Eso debería servirnos de cara a un futuro. Mejor elegir nosotros el momento.

 Lo mejor, y al mismo tiempo lo peor, ha sido que no somos los únicos supervivientes (o no lo éramos), como nosotros hay otras personas que se niegan a morir. Eso me da esperanzas de que pueda haber alguien organizado y con recursos que pueda poner las cosas en orden. Desafortunadamente en su huída tuvieron un accidente y no pudieron sobreponerse a la situación como para escapar con vida.

 Tras por hacernos con el camión he podido ver que realmente ha sido una idea bastante mala. No tenemos carburante para mucho tiempo, el espacio es reducido y la tensión de estar todos juntos es mala... muy mala. Por no hablar de que al estar todo tan silencioso, el ruido que hace este cacharro llama la atención de las cosas des de muy lejos. Es importante saberlo, o por lo menos constarlo. Tanto el ruido como la dependencia del camión nos tiene de servir para futuras elecciones.

 Esperemos que en el muelle, cunado lleguemos, podamos hacernos con algún velero con capacidad para los que somos... quien sabe si podremos lograr pescar algo.

 Día 70 P.A.

 Que locura. Estos últimos días han sido una carrera constante para salvar la vida.Han pasado muchas cosas.

 Ha habido una baja. Mikolaj, el gordo, nos ha dejado. Bueno realmente me dejó él. Decidimos separarnos para que unos fueran a por el velero y el resto nos fuimos en busca de provisiones (sin lugar a dudas ha sido la peor decisión que hemos tomado desde que estamos juntos).

 Nada más dejar a Leore y a Vilem para que fueran en busca del velero, Tereza, Miko y yo nos alejamos con el estruendoso camión para ir en busca de provisiones. Nada más poner el pie a tierra todo empezó a ir mal. Miko se cagó y se encerró en una tienda dejándome a mi suerte ante una cuadrilla de esas cosas. Me largué cagando leches intentando escapar de ellos maldiciendo al gordo cobarde.

 Cobarde... no se lo puedo echar en cara, y no ya por que no está con nosotros, sinó por que muy a mi pesar puedo comprenderlo.

 Durante ese tiempo que hemos estado separados, yo mismo he experimentado esa angustia, parecido a una bestia indomable que crece en las vísceras y se apodera de uno. Tras todas esas peripecias tras habernos separado la experimenté en más de una vez. Por suerte ahora volvemos a estar juntos, juntos tenemos más posibilidades de sobrevivir.

 Pero la cosa sigue mal, cierto que logramos el velero, y que con él nos podemos desplazar por el agua, lejos de la gran cantidad de esas cosas que nos persiguen, y que no se le acaba el carburante... pero toda esta situación está poniendo al límite a varios de los presentes. Me preocupa especialmente Lenore. Parece muy fuera de control, como si la situación la estuviera superando.

 Tengo que serenarme y volver a tomar las riendas de mi situación, dejar de lamentarme y volver a ser útil.