- Tampoco tenemos mucha alternativa. Si triunfamos además, Córdoba nos deberá un gran favor, haremos un servicio para la ciudad quitando a ese desalmado de las calles. Aunque si dices Casimiro que es tan fiero, quizás necesitaríamos ayuda o un plan mejor que presentarnos allí sin más- habla en voz baja -podríamos buscarle y seguirle, cuando esté solo y desprevenido le abordamos y le reducimos.
Bermudo empezaba a plantearse si había sido buena idea aceptar aquel encargo, y si los de Calatrava no sabrían más de lo que les habían dicho. Iban pasando de granuja en villano, a cada cual peor, sin sacar nada en limpio, y aquel continuo ir y venir enfrentándose a todos los malhechores de Córdoba empezaba a cansarle. Y encima ahora topábanse con el peor de todos.
- Un hombre como ese no creo que ande solo y desprevenido, sino tiempo ha que estaría pudriéndose bajo tierra. ¿Y acaso la idea es llamar a su puerta como aquel que le invita a un vaso de vino? -Movió la cabeza apartando las dudas que se iban formando en ella- Por otra parte es la única pista que nos queda ahora. Está visto que esta historia nos va a acarrear más de una desgracia, pero si hay que ir... se irá.
Pero ir pa ná es tontería XDDDD
Zaif se puso tenso nada más escuchar al pordiosero aquel mentar al Arrancaperas. No creía haberlo visto más si conocía su reputación, malo,malo.
- Con este tipo no valen bromas de ninguna clase. Se dice que con un dedo domina a toda la chusma de la ciudad. Esta vez más nos vale andar con cuidado si queremos seguir dentro del pellejo.
¡TRAE VINO! Le vociferó al tabernero. Necesitaba un trago de vino.
El vino está en la mesa, Zaif, ¿recuerdas?
Si... ahora que lo dices ya estoy bebiendo. Perdón
- Podríamos ir y localizar la casa lo primero. Luego esperar a ver si alguien entra o sale en un tiempo razonable, si no es así, no nos quedará más remedio que entrar por la fuerza y prepararnos para lo peor... ¿Vamos? -dice levantándose de la mesa, impaciente.
PNJOTIZADO
Si, vayamos con cautela... -afirmó Abid-. La cautela que poco ha caracterizado a esta locura... -decíase para sí el musulmán-. Y apoyé las palabras del decido Nazeh y el resignado (a ir como al que no le queda más remedio) de Bermudo.
Casimiro asintió a la última pregunta de Durán, a la de que si habíéndo enfrentado al Arrancacepas podrían reducirle, aunque más bien pensaba el calatravo que ese fulano no se valía sino de pequeñas huestes de maleantes para hacer florecer su poder (más que luchar cara a cara).
El caballero asentía a los consejos de Zaif de no perder la cautela y tener buen tino y sesera a la hora de moverse, pero también apoyaba a la decision de Nazeh, Bermudo y ahora finalmente Abid.
Y vos, levántate... -le dijo a Yurem-.
Entonces Casimiro echó una ultima mirada a los fulanos. Éstos seguramente, no dirían nada acerca de la información que os acabaron confesando, pues serían pasto de alguno de los cuchillos del tal Arrancacepas por soplones. Y pareciera que aquellas confesiones quisieran causarle desagravio al tal fulano de la calle del Palomar... ¿tendrían esos ruinosos deudas también con el gran temido y verían en el grupo de amigos que lo iban a buscar una única salvación si lo eliminanan de Córdoba? Puede ser...
Y salísteis de allí, rumbo a la última casa del Palomar, o al menos... al menos acercándoos a ella...
Zaif. Réstate 2 monedas.
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