-Martínez, no se vaya a reconocer el perímetro sin esto -le dijo Max al explorador, tendiéndole uno de sus dos walkie-talkies que portaba-. Me quedaré com el otro para poder permanecer en contacto. Nos mantendremos en contacto.
El médico estaba plenamente convencido de que esos rusos no tramaban nada bueno. Lo más probable es que hubieran acudido para averiguar todo lo posible sobre lo que había sido encontrado en el hielo.
Peter tenía sus sospechas que algo no encajaba en todo esto.
Max le dio unos walkie. Y Peter abrió la puerta ya Salió afuera el viento comenzaba a ser molesto y más helado que nunca. Lleno de partículas de hielo y nieve. La roca, tierra y nieve se confundían en un todo.
Los perros parecían no estar alterados.
No le parecía a Peter que hubiese nadie más.