Partida Rol por web

Robert Ford caminaba por la taberna con la pistola en la mano. Ya no escuchaba a sus hombres, a los caballos... A pesar de esto Robert no guardó la pistola y salió la calle. Robert sentía como sus manos temblaban, sentía un terrible mareo y como gotas de sudor caían de su frente. 

Ford comenzó a desvariar y salió a la calle gritando - ¡Nos atacan! ¡Ya te lo dije! ¡A las armas!...

–¡Señor! ¡No quisiera tener que dispararle! ¡Baje al arma joder!

Robert estaba en una realidad que no eran ni sus sueños ni el mundo en el que era conocido como Homer. La voz en cierta manera sonaba lejana, además había perdido toda familiaridad... No sabía quién le hablaba. Tampoco lo veía pues sólo alcanzaba a ver la arena y el sol que incidía en sus ojos cegándole.

-¡Homer!- Robert llegó al galope a la posición de su amigo. Su amigo le saludó y entonces Robert le informó de la situación y de su recomendación de continuar hasta el claro. 

-Bien, bien, bien. Haremos como tú digas Robert. Solo espero que no estén demasiado cansados para el combate - dijo su capitaán. <<Aquí pasa algo... Cúanto antes salgamos de aquí más tranquilo estaré.>>

-Entendido, pero creo que lo mejor será acelerar la marcha, señor.

-¡Bah! Robert no me vengas con estas, cabalga conmigo, vamos viejo amigo. Hace semanas que no nos cruzamos con ningún enemigo.- Le interrumpió Homer. <<No me acuerdo del nombre de ese chaval, ¿se lo tendría que decir o se reirá de mi?>

-Hay algo que me vuele mal, muy mal y ya sabes lo...

-Que decía tu abuelo: bla,bla bla...- Le interrumpió su amigo- ya lo sé Rob, pero te preocupas demasiado, bebe algo, así te relajarás.- Homer sacó una pequeña petaca y se la ofrecí a Robert. El ex-confederado la rechazó << Ya sabes que nunca bebo de servicio?-Pensó el soldado.>> El capitán se encogió de hombros y dio un buen trago. Entonces comenzaron los disparos. 

Robert desvariaba pensaba que estaba en medio del campo de batalla. Escuchaba la voz del amigo, veía como se alejaba y escuchaba como sus instrucciones se perdían en el murmullo de los soldados. <<Nos han traicionado- pensó Robert.>>

Disparó con la Colt pero sin dar a nadie, estaba febril. Se "despertó " cuando un hombre le amenazó. <<Homer... Homer Smith... no me inventé el nombre...>> 

Robert sudaba y los ojos los tenía muy rojos. Sudaba y temblaba mientras escuchaba sonidos reales e imaginarios. <<¿La petaca también era suya?>> Robert miró su arma y miró al hombre que le apuntaba <<un disparó y se acabó todo, por fin descansarás-pensó.>> 

Respiraba de manera entrecortada y apuntó con su pistola al hombre que le amenazó, derrepente veía al soldado que acaba de matar a su amigo. Robert cerró los ojos y simplemente escuchó un disparo. 

Homer Smith recibió el disparo los perdigones del mosquete que empuñaba el barman y voló violentamente mientras sentía cómo su cuerpo estaba siendo destrozado. Su último pensamiento fue la muerte que tuvo once años atrás junto a su camarada.

Tal vez por eso se cambió el nombre, no buscando una oportunidad nueva, si no renacer. Nadie nunca supo cómo se llamaba realmente.

Por eso en las historias del Oeste Americano sólo se habla de un Robert Ford, y al igual que el tipo de la historia que les estoy contando, era un cobarde que mató a Jesse James por la espalda. Había otro y era el tipo del que les hablo, un muerto que caminaba sin saber que había llegado su hora... Un muerto que fue a Cotton Moore, a Morir.

FIN