Hank y Tobías se encaminan a la Comisaría Central de Boston. Nada más entrar, el detective comienza a saludar a algunos rostros conocidos. Al poco, se detiene a hablar con uno de los agentes, que le señala el despacho del comisario, certificando que se encuentra allí en estos momentos. Los investigadores avanzan entre escritorios y policías que se mueven de aquí para allá. Finalmente, tocan la puerta del despacho y entran.
Tras una mesa, un hombre recio de mediana edad está ojeando unos papeles. Levanta la vista hacia los recién llegados y hace un gesto indicándoles que pasen y se sienten. Deja los papeles y se recuesta en la silla.
-Detective McRyan, siempre es un gusto verle-dice con cierta sorna-. Déjeme adivinar. No ha venido sólo para saludarme, ¿verdad? Miedo me da preguntarle qué asuntos tiene entre manos, sobre todo después de enterarme que desde hace un tiempo también se dedica a investigar sucesos extraños. La verdad es que puede que haya tenido una gran idea de negocio. Esta ciudad se está convirtiendo cada vez más en una casa de locos.
Os he llevado directamente hasta el comisario porque Tobías le conoce.
Tobías, no hace falta que tires si decides hacerle preguntas. Hank, en cambio, aunque vienes acompañando a Tobías, eres desconocido para el comisario, de manera que si le preguntas, sí tendrás que hacer una tirada para ver cómo responde. Puedes utilizar alguna de estas opciones dependiendo de la táctica que utilices.
-tirada de Persuasión: con honestidad, y usando argumentos razonables.
-tirada de Charlatanería: con alguna artimaña para engatusar o embaucar.
-tirada de Encanto: con peloteo y adulaciones.
-tirada de Intimidar: con chantaje, amenazas o agresividad.
Si fallas, puedes Forzar la Tirada y tirar de nuevo, narrando cómo utilizas un nuevo argumento o estrategia. Eso sí, fallar en este caso supondría alguna consecuencia negativa.
No le gustaba la comisaría, en realidad no le gustaba nada que tuviera que ver con la ley, respirase o produjera sonidos gritones como buen tacaño y huraño. Conocía a varios de los presentes aunque sólo de vista, patrullando las calles de la ciudad o cuando había tenido que denunciar algún intento de falsificación en su propia tienda, asegurándose que el estafador cumpliera la condena o una suculenta multa, eso si no pagaba una cuantiosa cifra por su silencio.
Quiso dejar que Tobías tuviera la iniciativa al ser su terreno, pero teniendo en cuenta que no tenían demasiado tiempo al final optó por empezar él la conversación.
Estamos por negocios. Como buenos peones de guerra, nuestro cliente nos ha mandado buscar cualquier información que tenga sobre la propiedad Corbitt. Tengo entendido que varios de vuestros hombres han tenido que acudir a su dirección.- Se sentó en cualquier asiento libre, arrastrando la silla y prácticamente dejándose caer con un gruñido, notando un dolor en su cintura.- Le agradecería su cooperación. Me imagino que ustedes también estarán hartos de recibir continuas llamadas, así que podemos matar dos pájaros de un tiro. Todos salimos ganando.
Motivo: Charlatanería
Tirada: 1d100
Dificultad: 70-
Resultado: 7 (Exito) [7]
Tobías, como estamos en "tu territorio" quería dejarte tiempo para que tomaras la iniciativa, pero no podía esperar más lo siento.
Entraron en la comisaría y decidió hacerse el interesante. Que Hank hablara primero no le suponía un problema en absoluto, además, Tobías era experto detective, no adulador... o charlatán.
- Sí. Necesitamos planos, fotografías de archivo, el historial de incidentes... y cualquier cosa que podáis dejarnos - dijo y cruzó sus brazos - Es un encargo muy importante y además... dados los problemas que ha habido en la propiedad, estaríamos haciendo un buen trabajo que beneficiará la seguridad del entorno. Todos ganamos! - exclamó dando una palmada.
Esbozó una sonrisa cómplice y aguardó a que les respondieran.
Motivo: Encanto
Tirada: 1d100
Dificultad: 50-
Resultado: 81 (Fracaso) [81]
Uy eso me pasa por tirar sin leer bien XD que a mi me va genial si no tiro!
En otras circunstancias, el comisario habría pedido a Hank que se calmase, que le explicase quién era y por qué quería averiguar esa información. Sin embargo, algo en las palabras del anticuario hacen que Debrun se contenga. El tono empleado, la energía de su petición, su mirada... Parece que esa propiedad Corbitt es realmente importante y no hay tiempo que perder. Por si fuera poco, Tobías apoya la solicitud de su compañero, por lo que definitivamente el comisario se levanta de la silla.
-Está bien, está bien. No sé qué demonios estarán investigando, pero sin duda parece un asunto grave. Esperen aquí un momento. Iré al archivo a buscar lo que tengamos relacionado con ese nombre, Corbitt.
Tras una ausencia de varios minutos, Debrun está de vuelta con algunas carpetas.
-Ahora entiendo por qué están interesados en esa casa. Cualquiera diría que está maldita, y con razón. Pero si les soy sincero, creo que todo esto no es más que fruto de la casualidad. Una terrible casualidad. No puedo mostrarles los informes por asuntos de confidencialidad, pero les contaré lo importante. En total, las autoridades han actuado tres veces en dicha propiedad. Veamos la primera.
El comisario toma la primera carpeta y ojea los papeles.
-Ocurrió el 22 de Enero de 1866. Ciertamente, conservamos muy pocos registros de esa época. Y de antes de la guerra prácticamente ninguno.
Se trató de un caso de escándalo público. Miembros de la congregación de un culto local, llamado la Capilla de la Contemplación, acudieron a las puertas de una casa en Shafery Street para honrar la muerte de su propietario, Walter Corbitt. Al parecer, ese Corbitt era miembro del culto. Recitaron salmos, cantaron y bailaron. Vestían túnicas, y algunos de ellos se desnudaron durante la liturgia.
En fin, los ayudantes del sheriff disolvieron a los implicados y no pasó a mayores. Todo se resolvió verbalmente y no se llegaron a presentar cargos.
Si tienen curiosidad, la iglesia de la Capilla de la Contemplación sufrió un incendio cinco o seis años después. Todavía están los restos de lo que queda de su estructura. Los herederos de la propiedad residen en Europa, y por lo visto no tienen prisa por venderla o hacer algo con ella.
Cierra la carpeta y continúa con la siguiente.
-El segundo caso ocurrió el 12 de Octubre de 1881. No hubo mucho que investigar. En ese momento residía en la casa una familia de origen francés, apellidada Devost. Marido, mujer y dos hijos pequeños. El matrimonio se suicidó ahorcándose en el salón. Los niños padecieron un bloqueo psicológico y no pudieron aportar ninguna declaración. Al poco fueron entregados a sus familiares más cercanos, en París.
No hubo carta de suicidio, pero tampoco ningún indicio que se desviase de la obvia hipótesis de suicidio.
A continuación, pasa a la tercera carpeta.
-Y vamos con el último. Este ocurrió el 4 de Julio de 1916. Yo ya estaba destinado a esta comisaría. Y cómo no, me tocó lidiar con el más complicado de todos.
Un tipo de origen hispano llamado Agustín Salazar corría por el barrio empapado en sangre y armado con un cuchillo. Gritaba locuras sin sentido, amenazó a varios vecinos y finalmente, cuando se vio rodeado por la policía, se suicidó cortándose la garganta.
Residía en esos momentos en la propiedad de la que estamos hablando, en Shafery Street, con su esposa Julia. Esta se encontraba allí cuando los agentes entraron a investigar. No hubo forma de interrogarla. Estaba completamente ida, así que fue ingresada en el Sanatorio de Roxbury, donde supongo que continuará.
Investigamos el asunto, pero no encontramos nada que explicase lo sucedido. No eran vecinos extraños ni problemáticos. Sí que eran un poco reservados, pero eso suele ser común en personas extranjeras.
En fin, no tengo ni idea de qué les hizo perder la cabeza a ese matrimonio, pero por lo menos ya no pueden hacer daño a nadie. Caso cerrado.
Debrun suspira profundamente y vuelve a recostarse en la silla.
- Mmmh - musitó Tobías mientras tomaba apuntes con rapidez y fluidez en una libreta pequeña. - Maldita... Mmmmh - comentó pero no dijo nada.
Escuchó con atención todo lo que le decía el comisario. De vez en cuanto alzaba la mirada o carraspeaba.
Uno cultistas adorando a Corbitt, un matrimonio que se ahorcó y un loco que se suicidó estando ensangrentado... su esposa en el sanatorio. ¿Sacrificios? Tal vez...
El detective no dijo nada y se limitó a tomar apuntes. Fue cuando el comisario terminó su exposición que tomó la palabra.
- En el tercero de los casos.. no hubo más víctimas que el propio Salazar? Ha dicho usted que iba ensangrentado.. de quien era la sangre? - preguntó.
Subrayó varias veces la ubicación de la iglesia de la contemplación. Tendrían que ir allí también. Dio unos golpecitos con su bolígrafo en la libreta.
- Los planos señor.. - dijo recordando al comisario que no sólo venían a por la información de los incidentes. - Y podría hacernos un último favor? - preguntó - Podría usted hablar con el Sanatorio de Roxbury y preguntar por el estado de Julia? Tal vez con el paso de los años haya pronunciado algunas palabras... - dijo y esbozó una sonrisa.
A diferencia de su compañero él no apuntó nada, más bien cotilleó lo que escribía en su libreta y le añadía un par de nombres o frases como si fuera su ayudante, sin importarle que entrometerse en sus asuntos podía molestar realmente a Tobías.
¿Así que estamos en una especie de secta que hechizó una casa en la que suceden desgracias? – Resumió mal lo que comentó, imaginándose que era una historia que a Paloma le gustaría escuchar.- ¿Quién de sus compañeros acudieron a las llamadas? Tal vez saquemos de ellos más de lo que pueda proporcionarnos una Iglesia chamuscada y una loca.
-Afortunadamente no hubo más víctimas-dice el comisario, comenzando a responder las preguntas de Tobías-. La sangre era de él. Se había provocado unos cortes, y con su sangre se pintó la cara y otras partes del cuerpo. Un auténtico lunático.
Lanza un bufido de resignación.
-No tenemos planos de la casa, pero puedo anotaros la distribución de la misma según los datos del último informe. Os lo apunto en un momento.
Coge papel y lápiz y comienza a escribir.
-No puedo ayudaros con el tema del sanatorio. Por lo que a nosotros respecta, el caso está cerrado. Tengo muchos otros que requieren mi atención y poco tiempo. Si quieren averiguar el estado de Julia Salazar o intentar hablar con ella, ya es cosa suya.
Termina de apuntar la descripción de la casa mientras contesta a Hank.
-Mucha gente aceptaría su teoría del hechizo, pero personalmente no creo en esas chifladuras. En cuanto a los agentes. Los responsables de los dos primeros casos ya están muertos. El último lo investigué yo. Ocurrió poco antes de que me ascendieran a comisario. No sé qué más puedo contarles. Traté de averiguar qué motivó al señor Salazar a hacer tal cosa, pero no hallé nada. Ni en la casa, ni en su rutina, ni en las declaraciones de sus vecinos ni compañeros de trabajo. Supongo que, a veces, uno se levanta por la mañana y algo le hace click en la cabeza. Lo he visto en otras ocasiones. Una lástima...
Entrega el papel a Tobías.
-Bueno, si no tienen más preguntas, me espera mucho trabajo.
DISTRIBUCIÓN DE LA CASA
-Planta baja: 2 trasteros, cocina, salón y un vestíbulo lateral con puerta al exterior.
-Piso superior: 3 dormitorios (principal, para niños y de invitados) y cuarto de baño.
-Sótano: carbonera.
- Bueno. Parece que esto es todo. - comentó Tobías terminando de apuntar la distribución de la casa y hacer un boceto de los planos con la información que les había dado el comisario. Guardó los apuntes que había hecho Debrum. Así tendrían dos copias para repartir en el equipo.
Miró a Hank. Para Tobías no había mucho más que rascar.
- Yo por mi parte he terminado. No sé si se te ocurre algo más Hank.- comentó sin querer dar por finalizada la conversación. Tal vez a Hank se le ocurriera algo que preguntar.
Miró la distribución de la casa con especial atención, tal vez observando algo más que nadie veía, o era lo que pensaba. Se rascó el mentón antes de soltar un gruñido, indicándole a su compañero que esperara unos segundos.
El primer caso, el culto.- Señaló con el índice en una zona en blanco del papel, dando pequeños golpes.- Acudieron a la entrada según has dicho, ¿no? – Alzó unos segundos la mirada del papel para preguntarle al comisario, aunque no tardó en volver a bajarla.- El segundo, la familia.- Luego señaló el “dormitorio principal”.- El matrimonio se suicidó y los niños se marcharon.
Llegamos al último caso.- Señaló de nuevo una zona en blanco, simbolizando fuera de la casa.- Salazar fue encontrado fuera, en el barrio… ¿dónde encontraron a Julia?
-En el primer caso, el culto estaba frente a la casa, en el exterior. En el segundo, el matrimonio se colgó en el salón. En el tercero, Julia Salazar estaba en el baño, sentada dentro de la bañera con la mirada perdida.
Asintió tanto a las correcciones como a la nueva información, mirando la palabra “baño”. Tenía más preguntas pero dudaba que él pudiera responderlas, sobre todo si no veían un plano de la casa para ver mejor la distribución.
Reconocía que aquello comenzaba a interesarle, era como encontrar una moneda del siglo XVII con el escudo de una casa desconocida, un hallazgo que para algunos podría ser una tontería sin importancia pero para otros una nueva potencia histórica a través de un grabado. Ahí se escondía algo, lo intuía.
Eso es todo.- Se levantó, cogiendo el papel y doblándolo para guardarlo en uno de los bolsillos de su chaqueta antes de mirar a su compañero.- He terminado también.
Os comento. Vuestras compañeras han decidido invertir todo el día en su búsqueda de información en la Biblioteca, por lo que ya tienen ocupado todo el tiempo hasta la noche.
Vosotros estáis ahora sobre el mediodía, por lo que aún podríais visitar otra localización, o hacer otra cosa que queráis, antes de que llegue la noche, cuando os reuniréis todos en un restaurante como habíais acordado.
- Perfecto. - dijo Tobías cuando Hank indicó que habían terminado.
Salieron de la comisaría y una vez fuera preguntó a su compañero - Podríamos acercarnos a la casa y a la iglesia, para hacer un reconocimiento del perímetro.
Aunque la casa me tienta, temo que ese culto vuelva a las andadas.- Caminó por la acera sin ningún rumbo, simplemente paseando mientras terminaban de decidir.- Que hayan quemado su Iglesia no significa que los sótanos o casas particulares no sirvan como capillas. Hasta un coche puede funcionar como confesionario.- Cruzó la carretera, mirando a todos lados para no sufrir un inesperado atropello. Todavía no tenía intención de morir.- Capilla de la Contemplación… vayamos a mirar sus ruinas.
La dirección donde figura la Capilla de la Contemplación les pilla algo lejos, y el estómago empieza a apretar, por lo que Tobías y Hank deciden buscar primero un sitio donde comer.
Después de un merecido almuerzo, vuelven a patear las calles hacia la siguiente pista, como un buen par de sabuesos. Su objetivo, los restos de la susodicha iglesia.
Cierro aquí y continuamos en 4. LA CAPILLA DE LA CONTEMPLACIÓN.