Partida Rol por web

El movimiento de la mochila, pero fundamentalmente los fuertes bandazos de la manguera del gran ostiador de ectoplasmas, espabilan a Harold, sacándole de sus dulces sueños, y trata de ponerse en pie y volver a la carga.  Y logra incorporarse y tras espabilarse un poco, centra el aparato en el indio/Arturo para darle una buena paliza. Pero no centra bien el ataque, y el retroceso le hace chocar contra una farola con gran fuerza y estrépito, quedando nuevamente noqueado.

Ramis vuelve al suelo mientras Tomás ahora va por la entidad que parece ya ha salido del cuerpo de Arturo —Espero que no quede con secuelas el pobre —piensa sobre su compañero pues la que estaba acostumbrada a las posesiones demoníacas era Sacha. Ahora volvía a la carga apuntando apuntando cual pistolero de la películas de vaqueros.

—¡No te vayas "Toro Sentado"! —grita Tomás.

Pero siente que los nervios que le atacaron en el almacén de los huesos vuelven a invadirle. Pero aún así su espíritu su pistola de rayos logra dar sobre la entidad fantasmagórica evitando que escape y posea a otro desgraciado.

Los compañeros estaban teniendo verdaderos problemas con el espectro,  pero este al menos no había logrado escapar .

Se resistía.

Al pobre Harold, no le estaban saliendo nada bien las cosas, el último golpe contra la farola, había estado cercano a partirle la cabeza. Pero el la tenía muy dura, y tras lograr espabilarse un poco, volvió a la carga.-Malditos bichos hijoputas, os vais a cagar.-Y volvió a tratar de colocar la manguera de forma que un terrible flujo de ostias cayese sobre el jefe indio. Y en esta ocasión, más o menos lo consiguió. El imponente ostia plasmas soltó una buena ración de tortas al jefe indio, y casi seguro qe habría acabado con sus ganas de fiesta, si no fuese porque la potencia del surtidor, hizo que el pobre Harold, retrocediese y nos pasos, arrastrado por la potencia del artefacto, y a punto estuviera de volver a caer al suelo. Mantener el equilibrio con el endiablado empuje de la máquina, era imposible, y además esta se estaba sobrecalentando. Así que tuvo que desconectarla un rato, para evitar una gran explosión.-¡Ánimo chavales! Que ya casi lo tenemos.-

Sujetando el trabuco con una mano, con la otra saqué un peinde del bolsillo y me lo pasé por la preciosa cabellera que tenía. ¡Antes muerto que sencillo! Miré a los reporteros y periodistas y les saludé con la mano del peine. Seguidamente, volví a centrar mis esfuerzos en enchufar al plasma sobre el fantasma ectoplasmático que por fin había salido del cuerpo de Arturito. Sacha se sentiría aliviada y feliz por ello.

No sé si por el chutazo de energía que le habían dado mis compis o por el susto de ver la alcachofa del disforciador a punto de practicarle una colonoscopia sin sedación el caso es que el jefe indio ectoplásmico salió disparado quedando vulnerable y dándome la espalda de nuevo me ofreció la ocasión de rematar la faena, arrojé una cajalmas ACME debajo justo del moco verde indígena y le disparé mi aspiralmas al trasero.

¡TOMA ESTO BLANDIBLUB DE PACOTILLA! El rayo del aspiralmas lo succiona hacia abajo hacia la cajalma ACME y el fantasmilla intenta por todos los medios escapar.

Ahora, vamos todos, darle su ración de aspiradora y mandémoslo al archivo por siempre - dice mientras el espíritu del jefe indio blasfema, escupe y orina en todas direcciones desesperado.

La caja al abrirse en unos segundos absorbe al fantasma y se cierra.

Todo queda en calma unos segundos, mi cuerpo cae semi inconsciente con la corona aún puesta y chamuscada india.

Los espectadores mientras aplauden, Silvan y gritan nuestros nombres.

En el museo los espectros parecen perdidos sin su líder y vuelven al Subsuelo, al recinto sagrado de la obra.

chicos, que ha pasado. Me siento como un saco de boxeo.

El director sudando aparece en la calle cerca de Arturo.

Se queda mirando, policías, público, periodistas,etc.

Menos mal que pedí discReción. Les recordé secándome el sudor con un pañuelo.

¿ VolveRé a teneR pRoblemas con estas cosas o está todo solucionado?.

En esto se escucha ruido de furgonetas última generación, sirenas y un altavoz.

"TRANQUILOS QUE PsiMundo Corp HA LLEGADO, UNA GRAN EMPLESA PARA GRANDES CLIENTES".

LOS periodistas se apartan y la policía abre las vallas.

Ante tanto escándalo os han llegado la competencia con intención de quitaros el protagonismo.

Todo había terminado. Arturito estaba a salvo, quizá con algún hematoma anal debido a la descarga de plasma que le había atizado Sacha por la retaguardia. ¡Qué lujuriosos! Y el jefe fantasma encerrado en el cepo atrapaentes. El director salió para ¿felicitarnos? y preguntar si ya estaba concluido el trabajo. A la vez, la competencia llegó hasta allí para intentar llevarse una migaja del pastel. Pero yo no les dejaría ni una miguita.

-"Bien, chicos y chica." Dije guiñándole un ojo a Sacha. "Ya tenemos esto controlado, así que mientras que yo me encargo de los periodistas y de los cenutrios de PsMundo Corp, vosotros tratar de cerrar el portal dimensional de la cámara funeraria. Es el momento de convertirnos en héroes." Les dije abrazándoles de uno en uno.

En Sacha me entretuve un poco más, ya que el contacto femenino era como un imán para mi. Después me dirigí a la multitud.

-"Escuchadme pueblo de Nueva York. Hemos acabado con la amenaza de una maldición que acechaba el museo y que en breve devoraría toda la ciudad. Gracias a nosotros, la población no tiene nada que temer. Habéis visto quién ha hecho esto posible, yo, Peter Venkman y mi equipo. Está claro que tenemo muchos seguidores y fans, como esta gente de Psmundo Corps, que son bastante aficionados. Pero nos gusta que se pasen por donde nosotros pasamos y aprendan algo del oficio. Y a todos vosotros, sí, a la población en general, miradme bien. Si tenéis algún problema con fantasmas, entes malignos de demoníaco signo, aparicioens extrañas o cualquier suceso paranormal, no dejéis de llamarnos. ¡Nosotros nos ocuparemos enseguida del problema y por un módico precio! ¡Llámednos!" Dije enfervorizado.

Parecía que lo habían logrado, y el vórtice de energía que rodeaba la aparición del jefe indio había sido finalmente controlada. Los aplausos y los periodistas, fueron demasiado reclamo, para el cerebro ya un tanto trastornado del bueno de Peter. Este perdió el norte por completo, pavoneándose y exhibiéndose ante la prensa y abundante público. Habría que volver a llamar a su psiquiatra. Pobre Peter, como de confundido estaba, su cerebro cada vez se alejaba más de la realidad, para llevarlo a extrañas fantasías. Pero seguro que las pastillas de colores y largas charlas con el loquero, en poco tiempo le dejaban como nuevo.

Ahora tenían que lograr sellar el cementerio, y asunto solucionado. Al director solo pudo decirle:-Lamentablemente señor Rachis, este tipo de fenómenos no entienden de discreción. Puede estar orgulloso de habernos llamado y solucionar los graves problemas que aquí tenía. Ha estado a punto de producirse una tragedia, en la que muchas personas podrían haber muerto. Pero gracias a nosotros asunto solucionado.-

Y luego estaban los de la competencia:-Pero mira quienes vienen por aquí. Lo siento mucho chavales, pero hoy no tenemos tiempo para daros clases. Y llegáis ya muy tarde, para aprender nada hoy. Pero no os preocupéis, ya seguiremos con vuestra formación, y así tal vez algún despistado, que no nos conoce a nosotros, os llame y no tengáis que cerrar el negocio.-

Y finalmente dirigiéndose al resto: -Buen trabajo muchachos. Ahora vamos a sellar el cementerio y a por el cheque. Luego iremos a comer a algún sitio elegante. A ver si nos dan tiempo para descansar un poco antes del siguiente caso. Porque seguro que de ahora en adelante, trabajo no nos va a faltar.-

Bueno bueno, el Peter está que se sale, ya dadas todas las explicaciones lo mejor es acabar la faena, que nosotros nunca dejamos cabos sueltos, así que vamos a sellar la cámara subterránea ¡y después una buena comilona!

No acababa de decir la última palabra y fiel a su habitual quehacer Sacha ya estaba junto a la entrada de la cámara derramando sal alrededor formando un circulo cuyo centro era el portal que querían dejar finiquitado, no bien hubo acabado se volvió a sus compis y les gritó.

¡AHORA! Se puso las gafas antiradiación, ajustó el dial en "Armagedón", enarboló el disforciador y apuntando al centro del meollo descargó tal potencia de plasma que dejó cegados a todos los que estuvieran mirando.

Al ver que todo se ha calmado de momento Tomas vuelve a su libreta y empieza a redactar nuevamente sus memorias con los eventos actualizados. Luego sigue a Sacha y Ramis dejando al fanfarrón de Peter que disfrute de sus "quince minutos de fama". —Seguro lo hará bien con las sanguijuelas de  PsiMundo Corp —piensa, y vuelve a revisar su equipo para realizar la última maniobra que pondrá fin a los —"SUCESOS EN EL MUSEO COWEL " —. Ya había título para el primer capítulo, sigue pensando Cabal mientras mira la cielo pensando en las ruedas de prensa y las demás compañías pidiendo asociarse.