Partida Rol por web

El aire contaminado era una constante en aquel mundo, la guerra había convertido las ciudades en enormes basureros contaminados, los basureros contaminados en hogares para las ratas y los mutantes y las cloacas en... cloacas. Aún con todo, no todos tenían que soportar los duros ambientes que un mundo post-apocalíptico tenían que ofrecer.

En el caso de aquella mansión, desprovista de vida ambos se miraron por primera vez en aquella pista de baile, rodeado por numerosos cadáveres de los invitados y de los trabajadores de aquella mansión. ¡Incluso había un payaso zombificado!.

Sea lo que fuera que había pasado allí, habían sido atacados en mitad de una fiesta. Y aunque se podía escuchar en el fondo una olla borbotear, ningún sonido más se emitió en aquella mansión, ni por parte de aquellos inquilinos, trabajadores e invitados zombificados.

     Todo fue un tanto erratico, pero una vez pude abrir mis pequeños ojos pude sentir... siento nostalgicos aromas, aunque a los vapores y esencias que se podian esperar de mi antiguo pantano, esto eran mas viciado... como si de alguna manera hasta la naturaleza se tuviera que haber quedado estancada debido a tal..... paraje...

    Comprendo.... que aun no me encuentro en mi inhóspito Necrozum.... - para comenzar a dar un par de pasos por el sitio sin dejar de prestar la atención correspondiente a cada una de las formas humanas que se encontraban decorando la alfombra - P...parece que a sido una velada magnifica la que a acontecido... pero... donde nos deja a nosotros... -cayendo en la cuenta que con todo el final no estaba seguro cual habia sido mi compañera segun las reglas de aquel presentador de traje brillante - Haaaaay.... alguien allí ? - para comenzar entonces caminar mientras mis pasos eran acompañado de sonoros "splash" que se repetían una y otra vez dado los ecos de la sala .

- He de admitir que no es el mejor sitio para una cita romántica -la chica arrodillada frente a uno de los cadáveres se levanta con una ligera risa- da un poco de repelús.

Lilith se levantó del suelo y miró al que suponía era el soltero de Diamante escondido tras aquel parabán, vamos eran los dos únicos seres vivos en la sala. Se acercó a él con un ligero saltito.

-  Hola, soy Lilith y creo que soy tu finalista, encantada de conocerte. Aunque he de decir que no eres como esperaba -dijo con la sinceridad carente de malicia que la caracterizaba.

La chica volvió a centrar su atención en aquella pista de baile decrépita que seguramente había tenido mejores tiempos. No quería ni plantearse cómo había acabado plagada de cadáveres, pero lo único que podía pensar es que como se levantaran le faltarían piernas para correr, los zombies, los de las pelis, nunca habían sido santo de su devoción.

- Quizás deberíamos buscar un sitio menos siniestro, como uno de ellos mueva un dedo te aseguro que me muero yo del susto. Y por cierto, tienes que explicarme lo de la política de los pantalones -la chica rió de nuevo con aquella risa cristalina y divertida.

        Parece... que hemos llegado un tanto tarde a las festividades que acontecieron...aunque si.... quizás no sea el sitio perfecto... pero... la belleza en la imperfección sigue siendo belleza... - comentaba mientras miraba a la joven muchacha de cabellos dorados, aunque tras un par de pasos por la instancia y tras escucharle presentarse no puedo evitar

    Ohhh... lo siento mucho, mis modales...

    Ohmmkust Lupent - palabras que iban acompañada de una reverencia hacia Lilith - a vuestro servicio... aunque... mis amigos pueden llamarme O'lupent - para volver a erguir y proseguir hasta estar a una distancia que no requiriera elevar demasiado la voz - todo un honor entonces... señorita Lilith y sip... el tema de mi apariencia suele ser un topico muy recurrente de donde vengo - respondía con el mismo animo, como si aquel tema ya lo hubiera tenido mas que zanjado - Aunque.... si lo desea puedo tomar una apariencia un tanto menos... robusta... - mientras por unos segundos mis ojos brillaban de un intenso dorado, para solo volver a la normalidad al instante.

   Aunque tras su ultima duda, no pude evitar mas que...

       Croak~ka~ka~ka~ka - reia con bastante animo - bueno... eso es fácil, de donde vengo los terrestres no sueeelen ser especialmente avasalladores, por lo que sus prendas con las que me intento mezclar como ellos... solo suelen servirme desde la cintura hacia arriba - hinchando el pecho a la vez que ponía mis brazos en jarra lo que servía para demostrar este punto - La parte buena... es que de donde vengo suele haber una cálida brisa que no incomoda Croak~ka~ka~ka~ka~ka~ka~ka 

- ¡No, por favor O'lupent! -le dijo modesta con una sonrisa- no es necesario que adquieras otra apariencia por mí. Cada uno debe ser y sentirse cómodo como es -le sonrió con dulzura.

Cuando la chica escuchó la broma sobre la brisa, también dejó escapar una carcajada.

- Te creo, alguna vez, entre tú y yo, he olvidado ponerme ropa interior bajo la falda -compuso una mueca pícara-. Recuerdo un concierto, donde tuve que medir cada salto para que nadie lo advirtiera. Creo que fue el concierto donde canté más baladas, pobres fans... pero la brisa era agradable -la chica rio de nuevo con naturalidad.

La chica se acercó a las puertas del salón, intentando ver si alguna les sacaría de allí.

- No pude evitar advertir que tus preguntas eran un tanto melancólicas, tristes quizás -se giró e inclinando un poco el rostro le miró con aquellos ojos dorados que parecían contener dentro una galaxia- ¿Añoras tu hogar? A mí el loco ese con alas me secuestró de una nave arca, me dirigía al puente de mando cuando... -un gesto triste surcó su rostro, pero lo borró enseguida con una sonrisa-, solo espero que mis amigos estén bien. Somos lo que queda de la humanidad -se encogió de hombros- pero "The show must go on" -seguía hablando mientras investigaba la sala de baile- daremos lo mejor de nosotros para seguir adelante, juntos. ¿Y tú O'lupent? ¿Cuál es tu historia? Seguro que es de lo más maravillosa e interesante.

Se movía con naturalidad por la sala, como si sus pies apenas rozaran el suelo. El cabello dorado danzaba acompañando sus movimientos.

           Hmmmmm... una curiosa anécdota, de seguro que aquel evento termino teniendo dejando una gran memoria dentro de tu ser - comentaba mientras jugueteaba con mis bigotes  - Aunque puede... que esto suene un tanto extraño pero...- para quedarle mirando con ojitos totalmente llenos de interés - ¿ que es... un concierto ? 

    Ante su duda del por mis preguntas no pude evitar mirarle unos segundos, luego el techo del sitio para comenzar entonces seguirle con paso tranquilo. 

       Un arca... - empezaba - eh oído hablar de aquellas figuras.... aunque nunca me e acercado demasiado a ningún mar en donde se les viera navegar... Sobre mis preguntas... bueno - para dibujar una leve sonrisa apagada  - No le mentiré mi querida Lilith, si que estoy un tanto preocupado... -para detener un tanto m caminar como quien busca tener la mente centrada y no estarse distrayendo por todo -  por alguna razón desde que abandone el pantano que me vio nacer y crecer no a dejado de pasar cosas de todo tipo de situaciones, desde enfrentar a enormes estatuas venidas del cielo... hasta explorar las viejas ruinas de lo que fue el castillo de un antiguo regente... y mas... pero todas, con una simple constante... solo era un ignorante segado por mi conformismo... -pasando a ver entonces por unos segundos mis manos - y si no consigo aprender lo suficiente antes de que la rueda de la casualidad empiece a girar con mayor velocidad... ni mi fuerza.. ni labia.... me bastaran para proteger a las señoritas Schwi y Eli o al joven Astaroth....

   Callando unos segundos, aunque al notar que igual estaba sonando un tanto frio, me quedaba mirando a Lilith para devolverle una sonrisa.

   Pero... tambien aquel viaje es un tanto por placer, digo.... no sabe lo maravilloso que es el saber que existen platillos que no constan de 10% en puro lodo Croak~ka~ka~ka~ka~ka~ka...

  Pero basta de mi señorita... cual es la vuestra señorita Lilith... quien es la grata persona con la que estoy charlando en esto momentos...

Estaba claro que el O'lupent venía de un lugar muy diferente del que procedía Lilith.

- Soy cantante -respondió a su pregunta-, de pop y rock, aunque también compongo baladas. Un concierto es un sitio donde se reúne muchísima gente para verte cantar y bailar. Son tus seguidores, de donde yo vengo los llaman "Fans".

Lilith se giró a mirar a su acompañante y tarareó el inicio de una de sus canciones mientras seguía deambulando por la sala.

"Been waitin at these crossroads
Forever and a day
On a guy to buy my soul

I spend all night and day
How much harder can I play
You know I gave my life to Rock n' Roll

Here we go"*

La chica dio otro saltito, sus cabellos dorados danzaron envolviendo su cuerpo, se giró a mirarle con una preciosa sonrisa en los labios y le guiñó un ojo. Adoraba cantar, eso siempre la ponía de buen humor.

- El arca del que vengo es un poco diferente a lo que tú conoces O'lupent -le aclaró- estas arcas vuelan por el espacio, más allá del cielo, donde están las estrellas y otros planetas. Mi planeta estaba muriendo y decidimos cruzar el universo para encontrar un sitio donde vivir y establecernos allí.

Le miró con interés y un intenso brillo en sus ojos dorados mientras hablaba de su hogar. Se acercó y se inclinó sobre él rozando su hombro.

- No estés triste, vamos a encontrar la forma de salir de aquí. Seguro que enseguida volverás a ver a Schwi, a Eli y al joven Astaroth. Yo estoy deseando ver a Robert y volver a abrazar a Aiden -con la última mención, la chica se sonrojó un poco, pero su jovialidad desvió la atención de nuevo a sus enérgicos movimientos buscando una salida por la habitación-. Mi historia es la de muchas, chica de pueblo, con padres complicados. Me fugué de casa persiguiendo mis sueño, que era cantar. Tuve mucha suerte de encontrar a Peter, mi representante, él me ayudó a convertirme en una cantante famosa. Y luego las radiaciones solares amenazaron el planeta y nos enviaron en las naves arca a buscar un nuevo futuro, un nuevo comienzo. Pero... despertamos a mitad de viaje, sin saber por qué y estábamos intentando arreglar lo que fallaba en la nave, para poder salvar a todo el mundo. No es que una cantante fuera de mucha utilidad en esa situación... pero mis amigos, me hacían sentir que no era así. Les echo mucho de menos -la chica paró un segundo y compuso un tímido gesto triste.

Suspiró, dejándose caer en una silla del salón, sus piernas no llegaban al suelo, las balanceó de forma graciosa.

- ¿Alguna idea para salir de aquí querido O'lupent? -aún sentada, sus curiosos ojos dorados buscaban por la habitación, reacios a rendirse.

Una de las puertas se abrió mostrando lo que parecía ser un zombie con traje elegante escondido dentro de aquel armario trastero. Encontrándose de cara con aquellos dos individuos el zombie tan solo tuvo una cosa que decir al respecto de los dos presentes.

¿Eh?.