Antecedentes y resumen
La aventura se desarrolla en la ciudad de Roma, en los últimos tiempos de la República, hacia el 90 a.C. Tiberio Livio Claudiano es un patricio entrado en años que logró desarrollar una prestigiosa carrera militar. Tiberio ha financiado desde hace años la carrera política de su amigo Tito Emilio Scabo, con el acuerdo de que a cambio, cuando Tito ascendiese a un cargo político, otorgara favores al único hijo de Tiberio nombrándole prefecto del campamento de la legión en Augusta Pretoria (al norte de Roma). Pero Tito, una vez que ascendió al cargo de censor y al Senado, dio la espalda a Tiberio incumpliendo su acuerdo. Tito además acaba de nombrar prefecto de Augusta Pretoria a su propio hijo, el legionario Lucio Emilio Scabo, afrenta que exige la venganza por parte de Tiberio.
Por diversas razones los PJ trabajan para Tiberio, y tendrán la misión de salir de camino hacia Augusta Pretoria para acabar con la vida de Lucio Emilio Scabo antes de que llegue a dicho campamento y tome posesión del cargo. A cambio se les ha prometido una cuantiosa recompensa. La reunión con Tiberio Los PJ son invitados a la villa donde vive Tiberio Livio Claudiano. Tras mandar retirar a sus esclavos, Tiberio se quedará a solas con los PJ en uno de sus jardines. Tras indicarles que todo lo que van a hablar es secreto y no puede trascender (bajo sutil amenaza de muerte), comienza a hablar mientras pasea haciendo pausas de vez en cuando para mirar el estado de sus árboles, plantas y frutales, deteniéndose en ocasiones también para enfatizar sus palabras mirando fijamente a los PJ. Tiberio contará el acuerdo que tenía con Tito y la traición cometida por éste. Según avanza su narración se va encolerizando más cada vez, y quien al principio parecía un tranquilo hombre de negocios acaba su relato exaltado como un espectador del circo.
Tiberio puede emplear frases como las siguientes:
“Tito ha negado a mi hijo la posibilidad de hacer carrera. Mientras Lucio Emilio Scabo siga con vida la puerta a la carrera militar de mi heredero está cerrada”
“Quiero que ese traidor muera, por Júpiter que ya acabaré con él, pero ahora quiero que matéis a su hijo. Tito debe recibir un mensaje claro de con quién no debe jugar”
“Debéis salir al paso de Lucio Emilio Scabo en el camino o en alguna de las villas o aldeas donde hará descansos. Si llega a la seguridad del campamento de Augusta Pretoria no habrá ninguna posibilidad de eliminarlo con los legionarios de su parte”
“Sé que os estoy pidiendo matar a un patricio. Os pagaré largamente por este servicio”
Los PJ bajo ningún concepto deben hablar de Tiberio. En caso de éxito, debe parecer ante los ojos de la plebe que los asesinos han sido salteadores de caminos o vulgares ladrones, aunque Tito sí sabrá la verdad en su fuero interno.
Preparativos del viaje
Augusta Pretoria se encuentra a unos cinco días de viaje a pie. Tiberio tiene información de que Lucio Emilio Scabo ha partido hace un día y medio con un pequeño grupo de legionarios. Parece que él viaja en un carro, pero la comitiva viaja a pie a petición del propio Lucio (para mantener a la tropa en forma, como castigo por jugar o comportamiento improcedente, o sólo él sabe por qué), por lo que es de esperar que hagan numerosas paradas. Tiberio prefiere que los PJ vayan a pie por ser más
discreto, pero si los PJ insisten permitirá que viajen en carro tirado por dos caballos, pero no de su posesión sino que manda comprarlos, para que no le relacionen con él. Tiberio facilita un saco con un gladius y dos pugios, así como suficientes sestercios para realizar holgadamente el viaje de ida y el de vuelta. Tras hablar con una esclava al rato también llevan a los PJ varios paquetes de provisiones para un par de días: higos, uvas, queso, pan, nueces y poco más. Tiberio extiende un pergamino donde hace un croquis de la posible ruta que seguirá Lucio Emilio Scabo, indicando las principales villas y pueblos de dicha ruta.
El viaje
Cuando los PJ salgan de camino, el séquito de Lucio les saca 2 días de ventaja. Es de esperar que a un ritmo ágil, los PJ recuperen medio día por cada jornada de viaje, por lo que se supone que alcanzarán a los legionarios el cuarto día de viaje, justo la noche anterior al día en que llegarían a Augusta Pretoria. Los primeros dos días de viaje van por una vía principal bien pavimentada, pero a continuación han de salir por vías secundarias que atraviesan lomas y colinas.
Cansancio: Cada PJ debe hacer una tirada de Resistir el cansancio a partir del día de viaje por encima de su valor de Fuerza (es decir, un personaje con Fuerza II debe realizar una tirada el tercer día). La dificultad es normal (6). En caso de fallar tendrán un -1 a todas sus acciones físicas hasta que pueda dormir.
Hambre y sed: A partir del tercer día los PJ no tendrán provisiones, por lo que si no paran a comer, beber y rellenar sus odres, tendrán que realizar una tirada de Resistir el hambre y la sed de dificultad normal (6). En caso de fallar tendrá un -1 a todas
sus acciones hasta que pueda comer. Recopilando información Los PJ atraviesan a lo largo del camino diferentes granjas, villas y pueblos donde pueden interrogar a los habitantes para obtener información. Normalmente los ciudadanos hablarán con tiradas de caer bien o similar, con alabanzas, invitando a beber, y por supuesto mediante el pago de algunos sestercios. Si en esas tiradas se obtiene alguna pifia, tal vez pueda iniciarse algún tipo de pelea. En general hablarán bien del séquito de legionarios y exaltarán la gloria de Roma. Los PJ pueden obtener la siguiente información en función de donde pregunten:
Tabernas y población en general:
- El tiempo que hace que los legionarios pasaron por allí, en función de lo indicado anteriormente.
- El número de legionarios: 12 más el que parecía su líder.
- Del líder dicen que es un joven moreno, alto y de pelo ensortijado, de buenos modales pero algo distante, que ni siquiera parece gozar de los disfrutes del alcohol (en ninguna taberna comentarán haberle visto beber).
Antes del tercer día (y en todo caso antes de que suceda el encuentro descrito en El legionario ), podrán indicar a los PJ que uno de los legionarios al parecer se había roto un pie y apenas podía caminar.
Burdeles:
En los burdeles, si un PJ se va con una de las chicas y es generoso, con tiradas de Atractivo exitosas logrará que le cuenten lo que saben, que es lo mismo que el resto de lugareños, pero además pueden obtener como información que un guapo legionario con aspecto de general recurrió los servicios de una de ellas, a quien hizo ir a la posada donde el legionario pernoctó. Si van a ver a la chica es reacia a hablar en principio, pero igualmente hablará si se la camela o se la soborna, diciendo que no la tocó, simplemente la atizó con una fusta de tiras de cuero. Tiene la espalda llena de heridas. Si un PJ se va con ella al catre verá las heridas. La chica al recordarlo romperá a llorar y dirá que ese joven “es un sádico”.
Resistiendo el alcohol:
Quizá los PJ deban beber demasiado para congratularse con los lugareños. Un PJ resiste sin problema tantas jarras de vino como el doble del valor que tenga en Fuerza. Por cada jarra de más que beba en un corto espacio de tiempo, debe hacer una tirada de Resistir el vino de taberna con dificultad normal (6). Con cada nueva jarra se debe tirar de nuevo aumentando la dificultad un punto. En caso de fallar el PJ tendrá un -1 a todas sus acciones. El efecto se acumulará en sucesivas tiradas fallidas. En caso de pifia el PJ pierde el control y temporalmente pasa a ser interpretado por el Árbitro de Juego (probablemente comience a desnudarse, a cantar, a buscar pelea, a ligar con quien no debe, a vomitar, o quizá simplemente se desplome).
El legionario
El tercer día de viaje por la tarde los PJ, si van en carro, se topan cerca de un molino con un legionario en mitad del camino haciendo señas a los PJ para detenerse. El legionario comenta que por órdenes de Roma el carro queda requisado. Tiene la misión de llevar en el carro a un compañero con un pie roto (el cual está esperando en el molino) para dirigirse ambos a su acuartelamiento. Sólo dará estas explicaciones si se le insiste y se obtienen tiradas exitosas para convencerle. No acepta sobornos. Es uno de los legionarios del séquito de Lucio, y en caso de ser necesario combatirá.
Pueden convencerle de hacer el camino juntos si le dicen que ellos van hacia el norte, si tienen éxito en las tiradas pertinentes. En tal caso recoge a su compañero y ayudándole a andar ambos suben al carro. Los legionarios no hablarán mucho y no serán especialmente hostiles, pero estarán alerta. Quizá puedan preguntar a los PJ por qué van armados (si las armas no están ocultas) y en todo caso les interrogarán. En caso de sospechar de algo extraño no dudarán en intentar atacar a los PJ en algún momento ventajoso para ellos (durante la noche a la luz de un fuego si duermen en mitad del campo, o en el catre si están en una villa o taberna, etc). Quizá lo más prudente es acabar con los legionarios de forma discreta. Si les registran encuentran algo de dinero y una nota firmada por Lucio Emilio Scabo en que se justifica que el legionario tiene permiso para incorporarse al campamento más tarde por el incidente de su compañero.
El encuentro
El cuarto día por la noche los PJ llegan a la aldea donde pernocta Lucio con su séquito. Básicamente consta de un puente de entrada que cruza un río, una villa grande que hace las veces de posada y una serie de granjas aisladas. En el puente de entrada hay 2 legionarios de Lucio que dan el alto a los PJ. Interrogan a los PJ por el motivo de estar allí, origen y destino, y en caso de que los PJ sean convincentes les dejarán acceder a la aldea, pero tienen que entregar las armas. Si los PJ acceden, los legionarios dejan pasar a los PJ sin problemas y les indican que se dirijan a una de las granjas locales para hacer noche, que la villa está ocupada.
Una vez dejen el control de lado, en la arcada de entrada a la villa hay otros dos soldados. En caso de combate con los legionarios del puente, estos pueden verlo desde donde están y acudirán allí en 4 asaltos. Para acceder a la villa deberán convencer a estos legionarios, con tiradas difíciles de habilidades de atractivo (según la estrategia de los PJ), o intentar colarse al recinto trepando por alguno de los muros laterales (dificultad: 8).
El desenlace
Una vez dentro de la villa, los PJ comprueban que se está celebrando una especie de banquete con los 6 legionarios que quedan, Lucio y los lugareños de los alrededores. Una vez dentro nadie se extrañará por la presencia de los PJ, tomándoles por lugareños o incluso por esclavos. La sala del banquete tiene tres largas mesas en forma de U (hay sitio para los PJ), estando Lucio en el centro de la mesa central, rodeado de tres legionarios a cada lado. A cada lado de la sala hay una escalinata que sube a la zona de los dormitorios. En las mesas hay cuchillos para cortar queso, siendo los únicos objetos que se podrían emplear como armas. Los PJ podrían acceder a la zona de caballerizas y aperos donde podrán encontrar algún tridente, palo o herramienta similar. Los PJ tienen varias posibilidades de cumplir su objetivo:
- En las letrinas. En algún momento Lucio va a las letrinas. Un par de legionarios hacen amago de escoltarle, pero a una señal les manda sentarse.
- Después de la cena. Tras cenar Lucio va a su habitación, donde estará esperándole una joven, a la que azotará lleno de placer. En el pasillo habrá apostado un legionario junto a la puerta de Lucio (durante el banquete no lleva la galea, y cuando esté en su catre con la chica estará totalmente desnudo y desarmado). En una habitación contigua estarán los otros cinco legionarios descansando.
- Otras formas. Quizá a los PJ se les ocurran otras formas de cumplir la misión.
La recompensa
En caso de que los PJ tengan éxito en su misión, es de suponer que acudan de regreso a la villa de Tiberio Livio Claudiano para reclamar su recompensa. En tal caso, Tiberio habla con los PJ en el mismo jardín del principio mientras se viste una vieja
coraza de legionario asistido por un par de esclavos, se pone los cintos, se enfunda el gladio, etc. Por algún motivo se está poniendo su ya algo ajustado traje de legionario. En un momento dado pedirá a un PJ que se acerque con gesto de darle un abrazo, y en mitad del abrazo clavará al PJ un puñal en el estómago. Al mismo tiempo varios esclavos armados también acuchillan a los PJ. Antes de morir, los PJ escuchan a Tiberio decir: “Roma no paga traidores”.