Partida Rol por web

Las Minas están a varias millas del pueblo de Phandalin y por lo que os cuenta Gundren están en plena remodelación para ser convertidas en la futura sede de la empresa. Por conveniencia para todos también está habilitando un edificio para que cumplas las funciones en lo alto de la colina de Phandalin, dónde antiguamente había las ruinas de la Mansión Tresendar y la guarida de la Marca Roja.

La sede del gremio hora mismo es una mansión a medio reformar, donde hay una sala común que sirve de sala polivalente aunque cualquiera diría que podría ser una posada perfectamente. Ahí se reúnen los aventureros para formar los distintos equipos y hablar de la asignaciones de las misiones.

De vez en cuando Gundren aprovecha para impartir alguna de sus clases magistrales sobre recorrer mazmorras, pelear contra grupos de goblins o la famosa 'Matriz de decisión para saber cuando huir de una situación peligrosa 101'. Muchas de esas clases acaban con sus historias y batallitas sobre su pelea contra el malvado drow que tenía el control de la Mina de Phandalin.

Hay un gran barracón con literas donde podéis dormir y todo lo necesario para estar cómodos durante unos días.

Por la sala polivalente está lleno de pósteres con frases de inspiración, cuadros donde se retratan poderosos guerreros y mensajes donde se valorar la amistad, el compañerismos y ese tipo de memeces.

En una de las esquinas del tablón de anuncios y tapado por varios otros pergaminos, reza un texto que pone lo siguiente:

Normas del gremio

1. Todo el botín obtenido en la misión deberá volver íntegro al gremio. Una vez entregado se tasará y se repartirá a partes iguales entre los que hayan sobrevivido y una parte para las arcas del gremio.

2. Toda información relevante o importante obtenida en el transcurso del encargo tendrá que ser transmitida al gremio.

3. Acceder a un encargo es bajo vuestra responsabilidad, el gremio no se hace cargo de perdidas personales o materiales.

4. Cualquier conducta fuera de la esperada por el gremio significará una expulsión directa y posible aviso a las autoridades.

5. Se validará el cumplimiento de las normas con una sesión de 'Verdad' a la vuelta de cada misión.

6. Desertar es una opción, pero si es para apropiarse indebidamente de recursos presentes o futuros del gremio, seréis objetivo del siguiente encargo del gremio con una recompensa basada en la perdida monetaria estimada.

Firmado: G. Buscarrocas

Gundren os llama a su despacho -que no es mas que la silla de mejor calidad que hay en la sala polivalente- y os dice que os sentéis en el banco que ha colocado justo delante de la mesa donde parece que está trabajando. Tiene extendido un mapa de la región y un pergamino con unas anotaciones.

Alza la vista de sus notas y os observa uno a uno.

— Bueno chavales, os he elegido a vosotros especialmente para un encargo de un buen amigo mío. — cuando dice esto, os señala con un cabeceo al fondo de la sala.

Ahí estaba el mago Thelos fumando su pipa y leyendo un libro de manera distraída. Era un humano muy mayor y tenía las pintas de un mago si lo hubiera dibujado un niño de seis años. Llevaba todo el día en el gremio, aunque estuvo la mayor parte del tiempo hablando Gundren.

— Su estimado aprendiz se perdió hará dos semanas y parece que aún no ha vuelto. Él teme que le pueda haber pasado algo pues lo último que supo es que había ido a investigar una mansión perdida en medio de un bosque, no muy lejos de aquí. Al parecer es una antigua mansión de la familia Margaster que lleva en desuso desde hace muchísimos años. Le gustaría a poder ser que lo trajerais con vida y cobraréis un bono extra si lo conseguís. No tengo muchas mas información.

Mientras hablaba iba fumando de su puro. 

Os señala con el dedo en el mapa, indicando Phandalin, donde os encontrabais y siguiendo un trazado imaginario os señaló un punto que tenía marcado con una chincheta hecha de una especie de hueso.

Al parecer había que seguir la senda de Triboar y adentrarse a un pequeño bosque a la derecha del camino, un poco antes de llegar a la carretera que llevaba a Neverwinter. Serían un par de días de viaje a pie.

Esa noche, Gundren se despidió del mago y os abrió la puerta del almacén que tenía guardado con recelo, aunque no tenéis claro el porqué, pues dentro había una escueta selección de armas simples que podíais tomar prestadas para la misión. También había equipo básico de viaje como una mochilas, raciones, mantas y algunos otros útiles indispensables.

Teníais un día para prepararos y hacer las últimas compras en Phandalin antes de partir.

La vuelta a Phandalin fue complicada. Arrastrar dos cuerpos era una tarea desagradable y cansada, por suerte por el camino conseguisteis llegar a un acuerdo con un mercader que se dirigía a Triboar. Le ofreceríais seguridad en el viaje a cambio de ayuda para transportar ambos cuerpos y una promesa de no hacer demasiadas preguntas.

Por el camino sufristeis una emboscada por un grupo de goblins de un clan que se hacía llamar "Los Bocapeñasco". No era la primera vez que habíais escuchado de ellos. No hubo bajas pero fue un combate peligroso en la cual Nana estuvo a punto de morir al verse rodeada por una docena de ellos.

Tras una semana de lento viaje llegasteis a Phandalin y fuisteis directos a la antigua mansión Tresendar, ahora convertida en el Pacto de Phandelver, el gremio de aventureros liderado por Gundren. Un antiguo compañero vuestro de aventuras realizó una plegaría divina para poder conservar el cuerpo de Arroka, que fue depositado en un sarcófago improvisado en el sótano de la mansión.

El reporte de la aventura fue largo pues Gundren pidió muchos detalles. Fue algo duro al opinar acerca de ciertos momentos y decisiones tomadas pero al final os pagó lo prometido y os permitió quedaros con el pequeño botín. El mago Thelos ya no estaba en el pueblo pero el se iba a encargar de explicarle el desenlace.

Otro de vuestros compañeros, un bardo parlanchín y algo pesado pero experto en leyendas e historias de distinta índole, os explicó que cerca de la ciudad de Neverwinter estaba el Bastión de Helm dónde se podía encontrar al Primer Guardián (del cual no recordaba el nombre), al parecer era un clérigo suficientemente poderoso para resucitar a vuestro compañero. 

Sabíais que la suma de la donación que había que hacer para tal hazaña iba a ser alta, muy alta.

En el tablón de anuncios en la entrada había una pergamino clavado con una pequeña daga. Rezaba lo siguiente:

Valindra Mantosombrío, prominente mercader de la gran ciudad de Neverwinter busca grupo de aventureros para unirse a la expedición hacía Olman en las Junglas de Chult.

La localización secreta del Santuario escondido de Tamoachan ha sido descubierta y para ello se busca emprendedores capacitados para hacer una primera barrida al lugar.

Se ofrece: gastos pagados en la caravana hacia la región y una recompensa de 3000 monedas por grupo así como un porcentaje de las riquezas encontradas.

Abstenerse aventureros iniciados.

(una pequeña ilustración y la firma de Valindra al final del documento)