Partida Rol por web

- ¡Fufu! ¡Sabes bien que eso me gusta~! -Dijo malignamente mientras pasaban eventualmente a las áreas de ropa y los mostradores, peligrosamente medio expuestas pero no tanto.- Y sí, tú sabes que soy de hacer el bien común, muy como tú, Doctora Bennet. Sé lo que estás pensando, y es un gusto entrenar a un hombre a tu gusto y preferencias, es un sentimiento especial~

Fue entonces que cuando ella pervertía en ese momento atacaste sin piedad. ¡Sí! Las lecciones de combate venían a mano: "Nunca perder una oportunidad por cualquer razón posible", sin más, cosa que entrar y te pones en tiempo casi record el trajecito, absurdo, absolutamente, pero con tu mentalidad relajada en extremo el absurdo se volvía aceptable, el aceptable común, y el común tendencia, sin más, así de cool.

- ¡Ohhhhhhhhhhhhhhhhhh! ¡Fantástico! ¡Sabroso! ¡Sí, sí, eso, pose, doctora!

Te saca fotos por el frente, por arriba, por los costados y más, mientras sangra ligeramente por la nariz de forma cómica y pervertida, por supuesto. Tras eso, ella va de inmediato y tras pasar un rato vuelve. Y vaya que sí vuelve.

- ¡Jo jo! ¡Yo prefiero las medias transparentes~! Admin Bunny-pyon here! Pyororon~! -Posa entonces por el lado, por otro, dejándote a tí sacar fotos, si quieres.- ¡Ah~! -Se inclina un poco, sujetándose cerca de... Ahí mismo.- Ufff, se siente un poquito el semen de Shin-chan. Apenas me dió una sola corrida dentro. ¿Te puedes creer lo tacaño? Completamente increíble, unf...

Sí, Marian era lo que los viejos dichos Terranos, no, humanos decían como "una especie propia", "que quebró el molde al  nacer", tal cual. Más encima, justo pero justo vuelvan a pasar los chicos jovenes que las vieron antes ahora en esos trajecitos. Dos de ellos se ponen tan rojos que parece que van a estallar, pero el otro, quizá uno más sabio les indica que se vayan ya o explotarán (De placer) y se van tras dejar de ojear. Marian se despide de ellos y así, eligen un par de conjuntitos y comienzan la cruzada propuesta por tí: "Zorrinius Zero-One", quizá por ser única en su especie o ser la primera de muchas después de varios años en que no pudieron juntarse y, bueno, un nombre ad-hoc para el setting.

Entre muchas opciones vas barajando algunas opciones de ropas, tanto para tí como para Kepler.

Una es una mezcla de faldita de oficina super-corta, que apenas tapa lo justo y marca los muslos, ligueros completos y abajo unas botas con tacón grueso pero altas que gritan "¡Zorrita!" a toda potencia, arriba una camisa o, con suerte camisa, más bien un top con botones intentando contener las tetas de cualquiera de ustedes dos, además de accesorios, aretes y collares, dando la idea de ser o una modelo de alta gama muy despreocupada o alguna prostituta descarada con excelentes ganancias como para comprar eso.

Otra es un opuesto interesante, un vestidito que en realidad es más una falda-vestido suave y oscilante, delgado y que tapa lo debido pero no ofrece mucha resistencia al entorno, abajo unos taconcitos altos, puntiagudos y con esos amarres alrededor de los tobillos elegantes, un par de cinturones en las piernas y estas mismas enteramente expuestas. En las manos unos guantes como de gala o como del tipo que haría poder ir y decirle a la madre de algún hombre, de cualquier edad: "Oh, su hijo me dice mami también, señora", aretes y colgante así como una cobertura de blusa que tapa los pechos pero solo por encima, cayendo apenas hacia abajo en lo justo y necesario.

¡Y por último, el combo de las zorritas delincuentes! Pantalones firmes, jeans, abajo zapatillas en vez de tacones de algún tipo, varios agujeros pero tácticos, uno justo debajo de la curvatura inferior de la nalga derecha y otro muy pequeño en la apertura superior del muslo derecho y semejantes, apretados con tanga visibe hacia afuera, camisa con algún mensaje muy conservador y algún otro diseño, pulseras de mano con púas o tal, anillos varios y piercings implantables de forma temporal en la lengua y demás. Full chicas malas.

Hay opciones combinables y demases, pero por lo general esto habla bien para la "Misión", sin duda.

Es un buen momento para estar vivas, sin duda.

- Se nota que te quedaste con ganas de mas sushi, pero tranquila, tienes a Shin chan en tus redes y muy cerca todos los días.-

Con un probador amplio como el suyo, Kira secuestra a su amiga para que no tenga que ir dando paseos por el pasillo para mostrar cada uno de los modelos que se va a probar.

El cubículo una vez cerrada la puerta es lo suficiente para no andar chocando la una con la otra a cada momento y poder verse reflejadas las dos frente al espejo. 

Kira se había quedado en ropa interior, una lencería mínima, rojo pasión con el que se acentuaban sus curvas.

- Sigues manteniendo en forma ese culito.- Le da un cachetazo suave con la mano comprobando la firmeza del glúteo en cuestión cuando Marian se va a probar una falda.

- Yo ya creo que tengo mi conjunto decidido, aunque me gusta el blanco... me quedo con el negro. Me combina mejor con la lencería.-

Medias oscuras hasta mitad de los muslos, una falda corta y abierta en un lado, tanto que al caminar dejaba parte de la cadera a la vista, con la insinuación del hilo rojo del tirante del tanga. Por detrás, la prenda era tan justa que en caso de inclinarse o agacharse se le veía parte del trasero.

Por delante el top de manga larga y cuello de pico escotado se recortaba de tal forma que su vientre plano lucía sexy, como hipnóticos eran sus pechos que asomaban en sus redondas formas por debajo, toda una sugerente y balanceante provocación.

- Vamos a pagar, invito yo ya que suficiente haces con invitarme a tu casa.- 

Mary, la cual por fin había adquirido ese nombre desbloqueado por fin en esta aventura (Y que bien se podía confundir con el de otras personas que se llamaran legítimamente "Mary", en contraste con Marian, o María, Mari así tal cual y etc. etc., que cada persona era un mundo, eso ya sabemos que lo sabías, siempre) producto de la confianza que habían, bueno, que tenían pero habían asimilado en este lapso de re-encontrarse, por supuesto que sacó fotitos de tí como coneja, de sí misma y las varias zorreces que se probaran antes de ir con el traje de putilla definitivo con el cual salir descaradamente. Dos personas de alta importancia vestidas así, solo agregaba al morbo, obviously.

- ¡Ah~! Obvio, o sea, tú sabes que soy una chica low-calorie~ -Sacó la lengua, sonaba como si estuviese burlándose, pero sí, se mantenía en forma. Por otro lado ella volteó y te apretó una teta sin más con cara pervertida y sonriente.- Estos pechos con esa carita bonita que a tantos hicieron caer en su día siguen igual si es que no mejor. Naaada mal~

Se reían, eran buenas amigas sin duda, ibas a echar de menos a esta idiota, bueno, no todavía.

Así, salen sin más y pagas sin mucho problema. Un gasto o lujo cada tanto siempre lo vale.

Por su parte el conjunto de Kepler es un contraste al tuyo.

Literalmente no usa nada más que un bikini colorido y adorable aunque sexy calipso, uno de sus favoritos y n-a-d-a más, excepto una chaquetita bastante poco amplia blanca detrás, no un vestido, sino una chaqueta abierta, cosa de tapar... Algo. Y estar virtualmente en puro bikini por la calle con sus tacones de antes pero sin las medias, oponiendo tu tono oscuro con su tono claro, tus medias con su piel expuesta y tu cobertura calientapolla con su exposición... Calientapija también, sí, eso era igual.

- Boh, me has ganado esta, así que te castigaré.

Te pasa y de hecho te pone encima un collar tal cual, para que seas su literal zorrita propiedad, pillándote por sorpresa. Una de las pocas personas que podía hacerte bajar tu guardia psíquica era... Ella, sí, ciertamente. Si bien era de confianza, esperabas que no pudiese pasar con personas que no lo fuesen, pero eso no era importante ahora realmente. _{Totally not gonna be relevant in the future, 'nay 'nay.}

- ¡Miren todos~! ¿No es linda mi mascotita? Venga, ládrales~

Ponía a prueba tu temperamento, pero francamente cómo no seguir el juego. Desde que pusieron un solo pie fuera hicieron que todos (Y todas, sí, por muchos motivos distintos) las miraran, caminando como supermodelos salidas de ninguna parte conocida, varios queriendo sacar fotos, un par, uno en partcular yendo con su esposa o prometida y sonrojándose a lo que la mujer le dice "¿Cariño...?" y él como "Lo siento" pero mira de nuevo a tu culazo que se te ven las panties con el más mínimo soplo de viento Terrano y luego mira adelante. Casi puede escucharse sin necesidad de dones psíquicos como la mujer le aprieta el brazo y las arterias. Otros grupos de personas también se quedan mirando y algun@s más osados sueltan:

- ¡Uh! ¡Terra es la mejor! ¡Tenemos a las mejores chicas, miren nada más!

- Fuck yeah, viva el Imperio. ¡Me alegro de existir aquí!

Algunos se ríen pero los sonrojos y anhelos son abundantes, Mary se ríe igual y todo. Pero notas que este contexto es porque casi todos con sus propios dispositivos de medios parecen haber visto hace nada la comunicación del Emperador y parece que se viene algo más. Ciertamente es un mes importante.

Hablando de eso, suponiendo que no estés metida de lleno en de verdad hacerte la "zorrita domada" con el juego de Kepler, notas que tu propio comunicador está... Palpitando.

Es tu mentor previo y colega, Johan Leskinen. Por fin se comunicó, o lo ha estado haciendo.

Ups. ¿Qué hacer ahora mientras vuestro desfile de sluttiness está en pleno haber?

¡Prioridades! ¡Tú me dirás!

_{"Haz lo que debas hacer y preocúpate después. ¡Avanza sin dudar, sin temer, con todo tu ser!"}

^{Romulus Marte XIII, Emperador Marciano.}

Marte, territorio de Rem-44, en proximidad a una de las inmensas dunas que definen al planeta en contraste con Olympus, que está un tanto más lejos de vosotros, a cierta distancia igualmente de la ciudad y territorio capital de Ares donde reside el emperador en su gran humor y maciza existencia. Nos ubicamos en el pasado hace exactamente tres días del "futuro", algo que no tendría sentido de no ser por las Teorías Revisadas de la Realtividad Especial, General y Aplicada de Einstein.

Hoy, 1 de Septiembre, estamos a tres, técnicamente dos días del inicio de la Misión Umbría I, que por acorde entre el Consejo Imperial de los Ocho Planetas o simple y más coloquialmente, "8" o "Consejo de los 8", daría inicio tras aportes de todos los planetas, desde la tecnología de alimentos y bioquímica de Saturno, los obvios aportes de energía, tecnología de alta potencia Neptuniana y aeronáutica y sostenimiento espacial prolongado provisto por el planeta de Urano y muchos otros, incluyendo por supuesto vuestros propios aportes.

En ese futuro eventual (¿Futuro presente? Pero todavía no) la colosal nave que vista desde tierra parece un edificio inmenso imposible de discernir y que solo desde muy alto se entienden sus proporciones (O desde muy lejos, directamente) partiría para dar inicio a una gran misión. Tú tenías una vaga idea de que irías a posterior, con combustible otorgado por tu propio Imperio y el Programa Científico Imperial Marciano o simplemente Programa Científico de Marte, al señor Emperador no le gustaba tanto meterle a todo "Imperial" encima o detrás o entremedio, vaya tipo era ese.

Pero ahora nos enfocamos en tí. ¿Qué estás haciendo ahora? Sí, siendo un diablilla, como siempre. Seguramente te sentaste en el regazo de tu profe y con el puro trasero y algo de charla sucia lo dejaste más o menos "despachado" en su propia silla de docente y científico, "acabando con él" fácilmente. Y ahora mismo puedes ver desde este puesto científico y de avanzada (Como todos en Marte) las inmensas dunas de lejos, que inspiran tus instintos de ir a explorar, ir a jugar con los gusanos gigantes o quizá sus crías (Aunque sus mamás son especialmente brutales, pero depende mucho, se sabe que son capaces de detectar hasta cierto punto a recurrentes, personas que han pasado las pruebas varias de los Marcianos y pueden "oler" los minerales de alguien acostumbrado), o quizá podrías ponerte a trabajar en el cómodo y fancy aparataje que tiene el señor acá para anexar tu Scan Ocular a tus propias gafas, en cuanto no sientas ganas de aplicar la corrección ocular que da el implante todo el tiempo y pues, porque se ve cool, otra filosofía Marciana, si es cool, hazlo, ¿estético? ¿tosco? Si te sale y sientes que lo vale, dale. Una forma resumida de aplicar la frase toda noble de allá arriba, esa que habrá dicho más de una vez en sus discursos el mismo Romulus.

Quizá podrías igual trabajar en reparaciones para tu nave o ir a pasear por Rem-44 o incluso su ciudad vecina Olympus, en honor a la primera sonda que jamás exploró Marte en las Eras Super-Antiguas, como le decís los jovenes medio de broma. Hay opciones, pero hay paz, tiempo hay, sientes, antes de que el pasado se vuelva futuro y... Ah, vale, que eres una científica pero toca relajarse. Aquí tu profesor-mentor-amante y patrocinador-benefactor tiene esa cosa que hicieron... ¿Los Terranos? Del filtro absorbedor de gases, que está basado en un sistema para proteger de sucios (Literalmente y en sentido figurativo) ataques toxicológicos, adaptado a simpleza para permitir verdaderas zonas de fumadores con cero problema de afectar a otros, aunque a él le daba igual si querías dejarle el lugar apestado. Una buena sentada (Otra vez) en su regazo te conseguía maravillas, y no es como si él no apreciara tu talento legítimo, sabía que merecías estar en esa misión, pero ante tus propios términos, sabiendo bien igual que eras cero de protoclo y cien de acción propia.

Comenzaba tu aventura, una de ellas. Bueno, sí, eso.

Ya sabes, a por ello, y sin dudar.

_{"Aquellos que niegan el placer solo mienten, tus instintos te llevarán al verdadero poder"}

^{Zeal, Líder y Señora Suprema del Culto de Ishara}

A veces las tenebrosas imágenes vuelven a a tí. No es realmente el sentimiento de tortura o de daño, todo el entrenamiento y los momentos vividos, desde la perspectiva de una... Ishara de 14 años y contando valieron la pena, también desde la perspectiva de la de ahora, ya con 15 años más que entonces. Es más el sentimiento de que Zeal y todas sus ejecutoras estaban destinadas a hacer algo que la pequeña niña astuta que escapó ese día de sus padres probablemente... Sospechaba. Y sin embargo se atrevió, se dejó llevar por las ideas más atrevidas y complicadas, lo cual la hizo casi pagar el precio, énfasis en casi.

Hoy, el Culto de Ishtar ha sido abolido, lo fue prácticamente unos pocos meses desde "ese día", en el que no sabes ni cómo ni por qué aquella masa oscura fue pacificada o derrotada, por qué o quién, o cómo. Solo sabes algo que ha puesto en tu mira regularmente a una única entidad: Inteligencia Imperial Terrana. Específicamente el equivalente al FBI/CIA/NSA y semejantes a nivel Solar fue el que terminó con lo que quedaba del Culto, adjudicándose toda la gloria de vencer a una de las organizaciones más corruptas y horribles del Sistema Solar y más. Si bien no es falso, fue claramente un oportunismo.

Por otra parte, fue el Imperio y Gobierno de Venus el que os dió protección y amparo tras todo lo sucedido, si bien eventualmente os dieron libertad de ser. Por tu parte, puede que hayas aceptado las terapias pero por poco y eventualmente largado sin mucho más. Tu nave fue algo que lograste conseguir, armar, robar, puede que un poco de las tres y ahora es una preciodiad... Y es en donde has despertado pensando en todo esto. A tres días del lanzamiento de la misión más importante desde la Era del Decline, como muy, muy pocos la llaman en público al menos, hace 300 años y tanto, pasando a ser la Era Antigua de forma oficial y derivando a la Era de la Expansión o la Era de la Renovación, arrogantemente. Eres una humana, sí, pero... ¿No son los humanos demasiado calculadores y crueles?

Sea como sea, el sistema de visión de tu nave más tu propio panel te permiten acceder a canales comunes de Terra y otros medios Solarianos. Kaiser XIII, el Emperador de Terra acaba de dar un discurso sobre algo llamado el Proyecto de Decontaminación Terrestre, tal cual. El tipo es... Es raro, parece casi un héroe legítimo, su padre era un monstruo con buenas intenciones pero no por debajo de métodos brutales, y su abuelo otro cuento, aunque eso solo lo comentaban algunas de las elders, ahora fallecidas. Aún recuerdas el regadero de sangre cuando fuiste a merodear la antigua base del Culto. Es una memoria borrosa, es mejor no nutrir las pesadillas, esas drogas cuestan caras después de todo.

Tu nave circula la órbita próxima de Venus, si bien en posible curso hacia donde sea, quizá alguna estación espacial donde coquetear con algún idiota, o algún lugar turístico donde pedir que te contraten como camarera o sirvienta como han hecho ya varias veces nada más babosear una única vez ante tu apariencia y luego sorprenderse por tus modales, rompiendo esa idea de "calladita más bonita", sino lo contrario, y a eso sumando el tono especial de tu voz, no hay por donde. Francamente, tus opciones son incontables, pero estás cómoda. A lo lejos puedes ver el gran Palacio Imperial de Venus donde está la Emperatriz y la recientemente extraviada Princesa Fioria. ¿Qué hay con ella? Ella siempre fue un alma libre. Algo recuerdas...

Pero por el momento, es hora de enfocarse, un nuevo día y todo.

Rochelle estaba emocionada a niveles que no había sentido en su vida. En un par de días estaría lejos del planeta que la vio nacer, explorando lugares desconocidos para los humanos. La emoción hacía que las ideas se atropellasen en su cabeza, había tanto que quería hacer y tan poco tiempo. Aunque claro, dos días pueden dar para mucho si se aprovechan bien.

Recogió sus cosas corriendo y se despidió de su maestro con un pícaro guiño. No sabía si tendría tiempo para volver a despedirse de él, pero ya le había dejado un buen recuerdo para atesorar en su ausencia. Se encendió un cigarro y montó en el buggy que le había prestado su amiga Gloria. El suyo lo había estrellado contra su nave la tarde que le dieron la noticia de que la habían aceptado en la misión Umbría, y no iba perder tiempo reparando el vehículo que no iba usar.

Se tomó un par de segundos para ordenar sus ideas y finalmente hizo una planificación en su cabeza. Primero iría a Rem-44 a recoger las piezas que le faltaban a su nave a la tienda de Luy, luego terminaría de repararla; si le sobraba tiempo, se acercaría a casa a cambiarse y se iría a tomar unas copas a Olympus. Puede que incluso llamase a un par de amigas por si se apuntaban al plan. Al día siguiente tendría tiempo de hacer la maleta, acabar sus lentes y puede que incluso darse una vuelta por la zona de cría de los gusanos. Esperaba no tener demasiada resaca.

Con las ideas en orden, pisó el acelerador a fondo levantando una nube de polvo por donde pasaba, puso la emisora de música “Martian Country” y subió el volumen hasta que no fue capaz de oír sus propios pensamientos. Rem-44 no estaba lejos, llegaría enseguida.

Era un día como cualquier otro, la mujer despertando y añorando a medias los tiempos pasados. Más tiempos mejores pocos recordaba más allá de su niñez. No tenía un rumbo fijo, pero la necesidad la habían hecho viajar hasta las inmediaciones de Venus una vez más. 

Al igual que toda la semana anterior aun fallaban diversos sistemas de la nave. Ishara se deslizó por una pequeña escotilla y sus pechos se comprimieron casi hasta escapar del ajustado escote. Una de tantas cosas que habían cambiado desde que era una cría. Con cierto esfuerza bajó al entrepiso plagado de cables y encendió una linterna. Desde allí accedió al panel eléctrico. Esa cosa venía fallando desde hacía semanas e Ishara no era la más indicada para resolver el inconveniente. Pero se las apañaba y al igual que en otras ocasiones hizo una reparación chapucera con la que aguantar el resto del viaje. 

Tan pronto como aterrizara en la superficie planetaria buscaría a alguien que hiciera una reparación definitiva a su bebé. La chica regresó al puesto de mando y se acomodó frente a los controles. Pulsó interruptores y bajó perillas, con la habilidad propia de quien inicia una actividad cotidiana y monótona. Entonces inclinó las palanca central para apuntar la trompa de la pequeña nave en dirección al enorme planeta que se veía a través del cristal. 

Una vez, tras aterrizar, pondría rumbo a algun bar de la zona, dónde podría preguntar por un buen mecánico y alguno que otro trabajo. Quién sabe, quizá si había algún mozo guapo también se hiciera de algunos créditos. 

_{"Anticipa, duda, confirma y ejecuta. No sigas lo establecido, adelántate a la táctica enemiga. Acaba con lo que falte"}

^{Operaciones Especiales Imperiales Terranas, protocolo de acción y lema personalizado.}

Estación-Plataforma Espacial As-99[0042]-Alpha, 6:00 A.M. en Tiempo Solar Estandarizado.

Te encuentras en lo que podrías llamar un plano amplio y sin embargo especializado. ¿Desde cuando palabra "especial" se repite tanto en tu haber? ¿Desde que fuiste promovida de ser una soldado habitual en el Ejército Imperial hace unos 4-5 años? Tanto tu cuerpo al que sigues y para el que trabajas, el O.E.I.P cuyo lema y protocolo accionar ha sido citado antes, se enfoca en eso, igualmente tú como especialista infiltradora y multi-especialista, la "soldado perfecto", tu apodo medio en broma y eventualmente más en serio. ¿Eres realmente especial? Ahora mismo esta plataforma dentro de una plataforma-estación es donde os enviaron desde Terra hace unos días, en uno de los asteroides que se salieron de Kuiper y que dan vueltas alrededor de Marte y dando a mirar hacia esa Tierra misma mencionada, como se le decía hace cientos de años. Y te digo...

Muy especial no se siente.

O quizá sí, solo el personal autorizado está permitido de estar aquí, realmente, pero no es como si dragones espaciales, por decir alguna tontería o cometas locos, naves de Terranos Exiliados, Terroristas o Traidores, Droides renegados y contraprogramados u otros fuesen a venir. No se ve fucking nada excepto muchas estrellas, restos de polvo estelar y la Tierra a lo lejos en esta estructura apartada del lugar donde suelen ponerse las estaciones-plataformas espaciales, que es entre Marte y Júpiter.

Tu compañero de trabajo, asignado a tí prácticamente nada después de que te asignara al O.E.I.T., un año después, Keith Aponi, se encuentra dando vueltas. Al no ser un soldado tiene cierto permiso y deber de monitorear el funcionamiento de la plataforma y asistirte... ¡En todas estas horas donde no hais hecho nada, excepto probar por enésima vez la torreta anti-aérea! Sí, es genial y dispara muy fuerte, pero después de la vez número cien, cansa.

- Hey, Soldado Perfecta, todo bien por acá... Por la décima vez que lo reviso. En unas horas o quizá menos de medio día podamos largarnos. ¿Te interesa ir a Terra o qué? Yo aprovecharé para observar esta maravila un rato más, a ver si algo le saco de bueno. Avísame si quieres algo, podrías... Bueno, ya sabes.

Su pelo blanco y su cara de eterno aburrimiento y stress excepto cuando observaba... Placas, sí, de neoacero cuántico hibridizado con quantopolímeros, una maravilla de esta época, pero era lo mismo, siempre. ¿Qué veía él que tú no? A veces se ponía un visor como el de Vegeta o los Ginyu de esa serie antiquísimas de las Eras Antiguas aquella tan popular y suponías que podía hacer ingeniería reversa, pero eso te escapa entermanete, sí, a la señorita multi-slots, sí.

Se alejó entonces hubiendo insinuado que si de verdad os quedaba poco rato en esta misión de vigilancia que, admitámoslo, no era más que tiempo de relleno para ganaros el sueldo, podrías... Ponerte a hacer un stream. Hay tiempo, estás virtualmente,  no, estás sola en esta plataforma de avanzada y casi todo el personal duerme a tales horas o radica en los interiores de la estación espacial flotante, el "Alph" o "Alf", como se le apoda a esta en particular o "La 99", para algunos otros, Keith usa ambas.

Supones que podrías seguir el consejo del Ingeniero de Operativos Especiales con grisáceo cabello o relajarte... ¡Una vez más!

Y pensar en qué harías a futuro. En 3 días, irías a reposar en stasis a la Umbría I y participar de la misión más importante de toda la historia no de Terra, sino de Solaris, de la Humanidad completa.

Tu decisión, Perfect Soldier.

Mirando más o menos destinos probables y viables, es largo pero joder, que has nacido en Marte, y para vosotros, incluso los más relajados, es una costumbre, como el caso del bardo de las dunas, un señor no mucho mayor que tú pero menor que tu mentor quién a pesar de no ser militar ni nada se dedica a tocar tonadas en algún montículo o roca mientras las dunas fluyen con su oscilancia, como el mar que parecen ser. Contemplas muy a lo lejos la Capital Imperial Ares y en la otra dirección el lugar cercano, casi inmediato de Rem-44 y posteriormente el dominio de Olympus más lejos.

Tu avance en el buggy de la señorita Gloria va sin problema y quizá hasta te la pilles, si anda por ahí, ya sabes como es ella, con su scan de Saiyajin y a veces hasta la armadura, si bien es una historia antigua es muy alabada en la bizarra tecnocracia militarista y caótica de Marte, y bueno, en la humanidad en general y con los cambios de cultura, pero no es algo en lo que te enfoques cuando... ¡Oh, cuidado ahí! Pues cuando una duna, por "firme" que sea salga con pequeños "eruptos" como se les dice informalmente, brotes hacia arriba de arena explosiva por cambios de presión y... Ah, hablando de tecnicismos aburridos pero útiles.

Pequeña, acabo de empezar a reparar tu buggy, debería poder agregarle algunas funciones nuevas de adaptabilidad para superficies de planetas lejanos que visites y otras cosas.

Debería estar listo para el día 3 cuando partas, tiempo hay. Nos vemos.

Tu mentor preocupado (Y quizá algo aburrido sin su compañera, siempre metido en sus investigaciones y todo ahora por su cuenta) te manda ese mensaje por el HUD del buggy que estás manejando. Es un viaje melancólico pero interesante. Sucede que mucho de la cultura de las Eras Antiguas fue la que se "congeló" y si bien siempre se reconoce cuando es "renacida" o "ruminada" se siente como si... Nunca se hubiese ido. ¿Esto significa algo? Ni puta idea, no escuchas porque el sonido de las ruedas aniquilando cientos de metros de arena marciana y ruido son más fuertes, en aquel cielo bizarro de color claro, a veces mixto celeste-naranjo, a veces enteramente de color lavanda-indigo por las noches tras la Terraformación que dejó a Marte habitable aunque a su propio estilo. No hay indicadores manuales ni en los scans de gusanos ni tampoco en la vista de tus lentes/ojos. Deben estar durmiendo o anidando, las "mamás" gusanos son unas creaturas feroces y gigantescas a las que considerar si molestas a sus "pequeños" (Como del porte de tu buggy mismo, mínimo, cada uno) bebés, pequeños bebés gigantes.

Ya viendo las estructuras y demás de Rem-44 empiezas a buscar aparcamiento aunque la gente de Marte es muy laxa con sus exigencias en ese sentido, como también lo son brutales a la hora de joder por algo, es algo que os nace. Una vez aparcada con tu vehículo de exploración el cual por cierto no es nada resaltante aún en un lugar civil, de hecho hay como dos o tres más de modelos parecidos y algunos distintos, con marcas, colores propios como si fuesen "autos" comunes en las Eras Antiguas como si nada alrededor, te bajas y empiezas a buscar alrededor.

Luy debería estar donde siempre, supones. A veces se olvidaba el lugar exacto, pero conseguir refacciones era relativamente común, joder, a veces los civiles andaban con piezas por ahí o naves en sus patios y demás. Encontraste un lugar encuadrado, como un edificio pero no hacia arriba, ese era el punto clave, entre otros edificios este era el único que tenía este peculiar tono, debía ser el lugar.

Al descender, te encuentras en el lugar amplio pero con un sentimiento casi claustrofóbico de algún modo, pero a su vez comfy. A los lados paneles de energía grandes, contenedores de nitrógeno alcanizado y condensado para inductores y conductores, léase para armas o propulsores de naves de todo tipo, otros cacharros y trozos de pieza, hasta un brazo de robot que era un meme regular de aquí, no estaba a al venta pero siempre, siempre algún nuevo preguntaba, solo para que el viejo Luy ahí, alargado de cara, con uno de sus ojos anaranjado y las marcas en su mano izquierda tratara con un pequeño chip que miraba con desdén y a la vez con interés, como una mujer que lo odiaba pero a él le interesaba, o al revés, era difícil saber. En el contador, un comunicador standard pero suelto, solo la superficie atada a otros nanocables y transistores de neoacero, típico, aunque miraba de vez en cuando como si esperara una transmisión de uno u otro tipo. Hablaba sin mirarte, te conocía por tus pasos. ¿No era medio tuerto? Y aún así trabajaba con un diablo.

- Pequeña. Tiempo sin verte. ¿No estás emocionada por tu misión?

No era algo que no se supiera, eras no solo la consentida habitual de estos lares y de Marte en mayor o menor parte sino que en sí la Misión Umbría había sido hypeada por medio año, al menos, si no más desde su anunciamiento oficial. Más que una apelativa era una pregunta casi casual. No esperabas ningún cliché como que supiese telepáticamente lo que buscabas, o que se hiciera el tonto esperando que preguntaras, no era de esos viejos antipáticos tampoco.

- Contigo podría ser cualquier cosa. ¿Se te ha ocurrido alguna invención o insistes con lo de los exoimplantes en xenos? Solo locos como el Emperador Rom osarían, y ni él lo haría con su propia mascota. Pero en serio, dime.

Miró de nuevo su transmisor conectado con cualquiera de sus dos ojos que funcionara, el anaranjado por la Marca de Marte o el "normal", por ahí escuchaste que tenía un ojo de vidrio sintético o algo, pero todo rumores, claro. Los vecinos no se metían con el viajeles y él con ellos, no mucho.

Era un buen día, sí, dirías tú.

Tu viaje hacía comienzo, lo haría. Aquela misión que habías sondado por mucho tiempo terminó por darte la bienvenida, de clandestina a legítima, pero eso ya sería visto cuando osaras o tuvieras la necesidad de ir en alrededor de dos días, y para eso necesitabas, bingo, una nave funcional, que no era del todo el caso con tu niña, sobretodo si ibas a viajar más allá del Sistema Solar y su aún más lejana Nube de Oort, el punto oficial en que se alcanzaban exosectores y mucho más que eso, lo cual era el punto principal de la Misión Umbría I. Aquellas figuras sombrías del Imperio te respondían de tanto en tanto y tu contrato estaba hecho pero nada más era seguro, lo sabías desde siempre.

Bajaste en una colonia alrededor del Maxwell, una montaña en la que aún con sus peligros caóticos se solía ir a buscar pirita y otros minerales valiosos para la tecnología general. En lo que era el territorio general de Fortuna, en el continente norte de Ishtar, lejano a donde estuvo tu "clan" pero aún así contrario al continente donde proliferó inicialmente y donde te encontraron, en el continente de Aphrodite y su respectivo sector entonces. Han pasado al menos 20 años desde que comenzó y se te hace... Poco, realmente, sobretodo porque hace 10 de esos años todo acabó abruptamentamente, como si cortado por un filo sin piedad y... No, mejor no invocar las memorias, no otra vez.

Al descender tu nave no hubo mucho problema. El cielo extraño de color turquesa o calipso, un verduzco opaco y raro que promediaba los tonos obtenidos post-terraformación de Venus, principalmente "drenando" y adaptando su absurda presión si bien dejando un poco los vientos caóticos que definían al planeta, e igualmente bajando la temperatura hasta un punto vivible, dejando a la gente de Venus con sus rasgos peculiares, estaturas variadas, cambios de clima súbitos que hacían a cada sujeto portador de rasgos inusuales y normalmente esto manifesto en la forma más externa del cuerpo y la menos "firme" o "fija", el pelo, haciendo que casi la mayoría de las y los Venusianos de nacimiento e incluso inclusión tuviesen colores peculiares de cabello, desde la realeza hasta los plebeyos y civiles más comunes, como tú que incluso aprendiste a manejar especialmente dicho a tu propia manera.

Al descender viste la variedad de estructuras, ordenadas y bonitas. Venus seguía una cultura parecida a la Griega de pulcritud y civilidad general con un cierto relajo sin perder los modos. Al ser el primer planeta adaptado con condiciones difíciles de modo exitoso fue el primero en establecer las leyes y parámetros para la expansión. Se podría atribuir perfectamente junto a Terra misma el éxito de la Era de la Expansión o el Renacimiento iniciada hace 200-300 años a este mundo, siendo de hecho la Emperatriz de Venus la primera en ser tal desde esos días. Pilares y estructuras como cúpulas con un toque de tecnología y caminos ordenados definían incluso este lugar excepcionalmente masculino en un planeta como este, si bien tampoco era tanto el asunto.

Al llegar a un bar llamado, apropiadamente "Maxwell's" entraste y el solo hacerlo causó gusto en los que vieron, si bien no eran muchos. No era el primer momento en que venías acá tampoco, aún sin ser tampoco algo excesivo. No era raro que comensal tras comensal, incluso los metidos en lo suyo miraran esas caderas tuyas menearse de forma imposible de ocultar a medida que dabas pasos, de forma normal, aunque te salía natural medio moverte como supermodelo, y como guerrera igual. Al llegar a la barra un señor de contextura decente te atendió con gusto, lo conocías.

- Vaya gusto. Si desea algo en particular dígame, o le doy el especial de la casa.

Casi siempre tenía tragos potentes. Venus tenía excelente comercio con todos los otros planetas así que conseguir rarezas o "normalezas" era habitual. Nunca ha habido realmente dificultades mayores en el planeta, lo que te hace pensar que tu conducta de niña era puramente estar mal de la cabeza, quizá ahora... Sí, seguro. Mientras pasaba eso precisamente en una mesa no muy lejos tuyo había un señor de cierta edad con barba, no demasiado, en teoría no podía tener más de 10 o 15 años por encima tuyo. No hacía amago de ocultar que te ojeaba de pies a cabeza pero no mostraba mayor interés. Sus manos sin embargo eran importantes: Tenían muchas marcas en especial y de hecho llevaba al menos un anillo de intercepción, de esos que se usaban para hacer resonar maquinarias, los conoces porque tienes una versión de menor calibre tú misma y el que usa este señor y tiene casualmente puesto lo deja como muy posiblemente un mecánico o ingeniero.

Aparte un par de tipos que estaban más hacia la entrada y en lo suyo (Pero te echaban el ojo bien de lejos, igual, siempre) tenían un proyector semi-físico y semi-holográfico alzado, como esperando algo con ganas, ambos de trajes, posiblemente viajeros o emisarios de alguna parte. ¿Terranos? No lo sabías del todo, uno al menos tenía cabellos caóticos así que podría ser local enteramente, era difícil decidir completa y concretamente.

- Su trago, madame.

Vino el barmaster y te sirvió lo que hayas pedido, si algo más potente, más girly o más standard. El señor del anillo y posiblemente operativo de maquinaria miró su ya hace rato vacía jarra y entonces se alzó. ¿Iba a venirte encima así tal cual? No exactamente. Se te puso casi al lado y habló con el barman.

- Hey, master. ¿No has sabido de nadie que haya ido al Maxwell o de vuelta?

- Ya le dije antes, signore, no, temo.

- Vale, pues tome, los crédios. Me retiro. -Pasó una tarjeta rápidamente y pagó lo que debiese, bufando un poco.- Adiós, Diosa~

Te dijo juguetón, como si no le importaran las "jovenes" pero se largó entonces, como si no quisiera volver al trabajo. ¿Sería su propio jefe, no? Estaba por largarse, probablemente, al ver su interés por gente que haya ido o vuelto del Monte Maxwell por motivos de minería u otros no satisfecho. En su casi salida los jovenes de traje que miraban la pantalla se exaltaron y lo detuvieron exaltándolo igual. No les reprochó porque nada, y ellos parecieron ver una falsa alarma.

Un día con vientos caóticos en el Mundo de la Dama, sin duda.

Ishara se acercó juguetonamente balanceando las caderas a lado y lado mientras colocaba un pie delante del otro hasta llegar a la barra con glamouroso estilo. Sabía que todas las miradas estaban puestas en ella pues era consciente que su aspecto despertaba curiosidad tanto en un sexo como en el otro y ni que más decir de cuanto género existía por aquellos tiempos. La tersa musculatura de la mercenaria se marcaba con cada paso y cuando se inclinó hacia adelante para apoyar el torso y los antebrazos en la sala, los privilegiados tuvieron una visión más que agradable del esculpido trasero e incluso el bultito de sus labios que se marcaba en el ajustado suit. Si su marcada musculatura no lo hacía, la pistola laser en su cinto, capaz de desintegrar a una persona en instantes, a tan escasa distancia de su mano derecha disuadía cualquier intento de propasarse con ella. 

- Ponme el especial de la casa. No tengo todo el día para embriagarme de modo que prefiero ir al grano. - Sonrió con autosuficiencia y aguardó su trago, girando ligeramente el torso para así poder observar el resto del local. No tardó en captar las miradas del anciano, como así también de los dos sujetos cerca de la puerta. Ambos casos resultaban interesantes, aunque fue el primero quien se acercó a ella. 

De reojo le observó durante un instante bebiendo de su jarra y lo vió marchar, dedicándole un guiño como respuesta de su cumplido. Era poco común encontrar caballeros como aquel aunque no era su target con el cual echarse un rato de diversión. Ishara prefería los jóvenes más enérgicos y fogosos. La experiencia corría de su parte. Aun así podía ser una oportunidad de trabajo. Ya le echaría un ojo luego, porque tenía asuntos que atender relacionados con su "bebé".

- ¿Sabes si Puck sigue en el negocio de las partes usadas? Preciso unos recambios para mi nave. - Preguntó al camarero. Aunque no contaba con que fuera a darle un respuesta satisfactoria. ¿no sabía nada de Puck desde hacía cuanto tiempo? ¿cinco años? quizá más. Tal vez ya se hubiese retirado a una zona paradisíaca dónde disfrutar de algo de paz y poca contaminación. 

—Mira que mono —Se dijo Ro a sí misma al leer el mensaje de su mentor. No hacía ni una hora que se había ido y parecía que ya la echaba de menos. Sonrió de forma inconsciente al pensar en ello mientras descendía por una duna especialmente grande. En cuanto pasó la siguiente duna, se encontró de frente con los muros exteriores de Rem-44.

Recorrer la ciudad en buggy no era tan divertido como cruzar el mar de dunas, por lo que no dudó en aparcar a la primera oportunidad. El resto del camino lo hizo caminando alegremente entre las callejuelas de la ciudad mientras canturreaba la última canción que había sonado en la radio del vehículo.

No tardó en encontrar al viejo Luy donde siempre. Parecía que todo marte se había hecho eco de lo de su misión en la Umbría I —Que va Luy, me han dicho que me encargaré sólo de observar y documentar las nuevas especies que se descubran en la misión. Pero ¿Sabes qué? Si creen que no le voy a meter mano a alguno de esos bichejos es que no conocen a Rochelle Vélites Tercera— Echó a reír junto al viejo Luy, ambos sabían que lo más probable era que Ro volviese a casa con algún tipo de “mascota” nueva.

Luy redirigió la conversación hacia un terreno más lucrativo para él; al fin y al cabo, ese viejo tuerto sabía dirigir un negocio —Pues necesitaba un disco de expansión de campo con formato de forma RTD y un recambio del foco derecho delantero de una cápsula Marguis Duna modelo del 12. Puede que haya estrellado mi buggy contra la mía— Mostró una sonrisa inocente a la vez que llevaba una mano a la nuca. —Mi hermano me dijo que vió que tenías unos hace un par de días. No los has vendido ¿verdad?

Tu sensei podría decirse que echa de menos a su "compañera" de asiento, así como en "sentándosele encima", supondrás. Te imaginas al gordito no-tan-gordito trabajando en lo suyo y suspirando tímidamente y todo eso. Por lo demás sus ofertas son buenas, si supones que te hará mods en el buggy esa mierda está de pelos. Por otro lado ver al viejales de Luy siempre era interesante, habían sucuruchos de reparaciones y mecánica por todos los planetas como este, usualmente en subterráneo y no clandestinos pero sí bajo perfil más o menos (Secreto a voces y todo eso), productos de la Era de la Expansión y su obvia... Expansión tecnológica que eventualmente terminó en el negocio de las partes y mejoras como algo necesario y cómodo, restos del progreso. Al final usé la palabra que quería impedirme usar, pero es la verdad, y sin embargo no es algo malo, mirar el vaso medio lleno y todo... Tal como los planetas terraformales se llenaron cuales vasos de mares más o menos, sí, así.

- Te creo. Tal como tu madre y como tu señora abuela, en paz descanse su excelente alma.

Apenas decía eso mirándote, atento a la placa aquella que tenía cada tantos segundos. ¿Qué estaba haciendo este turbio? Algo turbio tenía que ser, pero también había mucho de eso, con cómo se expandieron las comunicaciones, considerando que después de todo la única cosa más o menos avanzada que tenía el mundo, sí, el mundo, solo Terra, en los viejos días era eso, las comunicaciones. Él ladea la cabeza entonces y ahora sí te dirige debidamente.

- Espero ver seres alienígenos... O sea, extra-Solarmente alienígenos con, no sé, monopatines o jetpacks incrustados, fijo que es una excelente idea. Tal como sabrás tu abuela solía criar gusanos Marcianos, ¿cómo le dicen ustedes los nerds? Excavadores de arena o algo así, pues vale, dicen que incluso rescató uno de bebé y luego de tratarlo este vivió un buen tiempo en paz y todo. -"Cavadores areneros", pero bastante cerca, sí.- Y tu señora madre salió igual, debo decir, aventuras y más aventuras.

Hablaba con gusto. Sabías que siempre le tuvo ganas a tu progenitora y que también apreciaba a tu abuela mucho antes que existieras. Considerando la tendencia Marciana fijo que habrá tenido onda con tu mamá hasta que vino tu viejo y le dijo eso que los viejos y extraños términos Terranos llaman un rico y jugoso netorare, clásico. Ante tus preguntas, se puso serio de nuevo, más o menos, tanto como podía en su seriedad cómica.

- Uhm. -Parpadeó pensando en qué podrías usar un Disco RTD.- ¿Ajá...? -Y entonces su ojo alzó la ceja, suspirando, por supuesto.- Oh, pero claro. Formalmente no, no tenemos, nunca tenemos a menos que haya una buena oferta, pero para gente especial sí, agradece a tu progenitora por estar tan buena y a tu padre por hacerse con ella, _{cabrón afortunado sin duda.}

Con eso, notaste que la placa que tenía marcó tres luces. Él las empezó a tocar con sus larguiruchos dedos repetidamente y luego se apagaron. Suspiró entonces maldiciendo para sí mismo y luego de eso tronando un costado de su cuello. Sin decir mucho más pasó atrás a buscar eso que "no tenía" y que sí tendrías gracias a lo bien dotada que estaba tu mamá, Rochelle II, y ya que estamos, que lo estaba ciertamente tu viejo. Y podías agradecerle a Rochelle I por ser una pionera en lo suyo, ya que estabas. Te hizo un gesto de "no toques eso, eh" con los dedos.

Ahí donde estás se ve una cosa gorda y fofa en uno de los muestrarios, de color naranjo, como si fuese plasma, podría ser quizá una de esas "lámparas de lava" de las viejísimas eras, pero no era tal, se veía fluctuante, no era un implante, ¿o sí? En otro lado había una especie de mini-Rover con patitas de araña, parecía una cámara flotante, como un dron de tierra o algo. ¿No te estaba mirando, cierto? Otro objeto era un placa que ponía "St-II", suponiendo ser parte del mainframe de la primera sonda que llegó por completo al interior de Saturno, pero eso podía ser tan chollo como cierto, o un repuesto del repuesto del repuesto. Otro espacio tenía una mano de robot clásica, las unidades droide que como sabe todo el universo funcionan por su cuenta. Alguna vez de niña te interesó tener un compañero robot pero te contaron historias... Poco amables, tu madre y luego tu padre, que te hicieron perder todo el interés y si no tienes fobia a los bots es porque sabes mejor, pero aún así.

Nada que logres reconocer como legítimamente útil o interesante, pero sí curioso, este lugar oculto a plena vista siempre lleno de vida. Llega Luy con el disco, compactable gracias a la tecnología de quanto-compresión sintética, de modo que podía proyectarlo o no. En sus manos parecía un Kienzan de esos de aquella seria que era tan amada en los días antes del cambio de paradigma con los poderes y las explosiones y el orbe circundante que permitía condensar la energía hacia todos lados. En su otra mano tenía el MD12, pequeño pero poderoso, emanando luz ligeramente calórica suficientemente capaz de penetrar entre los polvos de duna y que cualquier zopenco no Marciano creyéndose astuto no sabría superar viéndose tragado en una tormenta standard que los niños locales aprenden propiamente.

- Ni idea, hija. No seré un pervertido que te diga si tienes, no sé, fotos de tu respetable señora progenitora en sus días en los Internados de Júpiter, ¿no? Incluso en su habitual mono de ingeniera... Ah, no, concentrarme, no perdí un ojo para actuar así.... -Tomó aire, de verdad tu jefa era una rompecorazones, eh.- Creo en el trueque. Normalmente esto te costaría 1500 créditos pero no soy un timador. Venga, te escucho, con este disco podrías cortarle la cabeza a alguien en malas... O necesarias circunstancias.

Y quizá por ser un vejete es que no finalizaba con un "Y tu señora vaya si me hacía poner la cabeza como núcleo plasmático a mí también", pero sentías que, en la realidad donde hay muchos vacíos, como que lo había hecho, pero no. Parpadeó un par de veces y en este inicio del regatéo, un mensaje de tu mentor.

Rochelle, elige entre... Mis ideas son caóticas, pero por lo general tendrías dos, no, tres, no, dos al final... Supongamos que por ahora son dos opciones.

Motricidad liquinitrogénica, para admisionar el flujo standard y alivianar el avance en superficie standard.

O... Presión plasmática, para asentar el momentum Pascal-Newtónico de torque en desviaciones.

Eso es... Tu traducto de nerd, em, es decir de tecnicismos de sensei es esencialmente, supones: Usar el nitrógeno líquido de los pirados avariciosos Neptunianos para que tu niño (Buggy) avance con confianza en terreno plano con muchísima más velocidad y ligereza, cochino. Pero la otra opción... Traduciendo... Podría directamente asegurar que tu coleguita pudiese moverse en terrenos excepcionalmente jodidos, incluso rocas o inclinaciones de montaña jugando en contra del peso propio y la orientación para unas acobracias jodidas. ¡Lúgubre! Opciones... Luy esperaba tu oferta (O soltar 1500 pavos que... No tenías, o sea, sí, pero nada de tocar tus life savings, ¿no?), y si bien sabías que había otra opcion asociada justamente a quién te mensajeaba pero querías libertad... Y hablando de libertad o la falta de la misma, otro mensaje te llegó:

Heeeeey, girl!

Like, vamos al coliséeeeo, que dijeron por ahí rumores que iba a aparecer el bastardo loco ese de la espada de nuevo tras meses sin mostrarse. ¡Quiero verlo rajar a alguien de dentro hacia afuera, pleeease!

Porfi porfi pofi, like, totally tenemos que ir! Queda cerca y sé que andas por ahí dando vueltas, caaam ooooooooon, además te presté my B-Baby-Boy, come aaaaaaaaaaaaon~

Cielos, esta hueca rubiales y sin embargo talentosa. Sí, estabas en su niño. Eras una tía-niñera, básicamente. Gloria siempre sabía hacerse escuchar, sea por el par de... Dones que tenía y que solían poner las, em, orejas, sí, oreja-ojos, muy atentoas, o por su fuerza de presencia legítima. No sonaba mal, no te disgustaba la estúpida violencia del Coliséo y últimamente Rommy había estado haciendo gordísima vista más de lo común a las actividades no aceptables pero pseudo-legales de los varios organismos de coliséos y demás.

El vejete por su parte frente tuyo estaba casi pensando en cómo dejarte pagar, pero parecía no ocurrírsele nada, parecía no querer quedar de tacaño. Suponías que la elección, no, las varias dos o tres elecciones que tenías estaban en tus manos. O quizá habían aún más formas de elegir, porque si había un dicho no inventado o bobo que sí que dijo una vez en Televisión/Broadcast Solariano el Príncipe Heredero Marciano, un ser vivo enteramente distinto a su padre en personalidad y conducta, era algo como...

"Nunca dejarse engañar por lo presente, siempre pensar en lo posible, lo imprevisto y lo desconsiderado previamente"

Básicamente... There's always something else to consider!