Partida Rol por web

Observo a mis compañeros sin poder hacer nada mas.

Maldita sea, por que se me caería la botella, lo bien que me sentaría un trago ahora viendo el espectáculo...

Sostengo a Darma muy cerca de mí; si habría de creer en algo, creería claramente que ella podría ser una buena carnada.

Levanté mi arma de nuevo contra el Conde, esperando una posible respuesta en contra de mi ataque - Vamos Conde, deja de mostrar tus dientes y haz algo mas que ladrar

Si se mueve un solo centímetro le dispararé; no lo voy a pensar dos veces...

Me siento debil. Demasiado debil. Mi cabeza da vueltas en una interminable noria que me provoca nauseas. La habitacion gira a mi alrededor. Fantasmagoricas luces brillan en la comisura de mis ojos y el palpitar de mi corazon resuena en mi sien como los tambores de una marcha militar.

Me incorporo ligeramente sobre un brazo mientras que el otro sostiene mi frente. Vomito sobre el suelo, salpicandome el ya maltratado y carmesi vestido.

Mi dolorida mente se debate, intentado buscar quien entre todas esas voces es realmente el enemigo.

Intento hablar, mas otra nausea me calla.

Segundos despues de tragar la bilis que me inunda la boca, por fin consigo pronunciar palabra.

- Que... esta... pasando? -

Susanne se preguntó dónde estaba, y qué había pasado. Su idea era alertar a los demás, o más bien, generar una distracción que sirviera para que el Conde tuviera su atención en otro lado. Tuvo la fortuna de lograr aquello pues, como su cuello aun sangraba un poco, Drácula, la miró con sumo deseo.

A todo esto, Alejandro había vuelto a atacar y otro virote había impactado al vampiro en su pierna derecha. De a poco las cartas se iban dando vuelta en contra del Nosferatu. Además, tanto Darma, como Raymond habían recuperado nuevamente su voluntad.

Roy se preparó a disparar y Helsing entró por la puerta, llevaba una bolsa pequeña entre sus manos.

Me coloco detrás de Darma con la estaca en la mano:

jejeje, si quiere comerse a Darma, yo le daré un estacazo, jejejejejeje

Apunté directo hacia el Corazón del Conde con mi arma. Esperaba acertarle, no quería ver de nuevo su rostro sobre nosotros

- Debes morir demonio, muere!!

Busqué algo punzante para arrojarle al conde y ayudar en su muerte.

Tira fuerza + 1d10 + lanzar. No hace falta que tires para buscar porque hay piedras cercanas.

Luego tira 1d10 para que yo sepa donde impactó la piedra.

Darma encontró una roca y la lanzó al conde pero tan despacio que recorrió unos metros y cayó cerca de Susanna. Eso divirtió al vampiro que fue raudo hacia la joven morocha para beber de su sangre. No sabía que tras ella Raymond sostenía la estaca. Así que cuando el vampiro hincó los dientes en el cuello de la joven, o más bien intentó hacerlo, el chico le clavó una estaca cerca del corazón.

Dracula retrocedió horrorizado, intentando quitarse el palo de su pecho pero no vio a Alejandro, que le disparó con su ballesta. El tiro fue tan preciso que terminó el trabajo que la estaca de Raymond había intentado. Roy disparó dos veces su Colt, ambos tiros pegaron en el pecho del ya muy malherido Conde y, finalmente, Helsing arrojó unos polvos plateados sobre el vampiro. 

-Esta mezcla de ajo y plata es de parte de mi nieta, maldito.

Dijo y fue demasiado. El nosferatu abrió la boca en un grito horrendo mientras su cara y cuerpo se deshacían en una especie de textura terrosa. Humo salía de sus ropas mientras se iba desintegrando ante la vista de todos. Y así fue que lo vieron ser polvo, y tierra y... nada, solo cenizas.

Cenizas de lo que antes había sido un poderosisimo vampiro y que ellos, con el trabajo en equipo, habían conseguido derrotar. Zhiara se despertó mientras su tío la levantaba. Los efectos de la mordedura de las chicas se perdieron con la muerte de su autor, retornando a su estado normal.

-Debemos quedarnos un día más para recibir el señor Jonathan Harker, aunque sea para decirle que su cliente está... desaparecido... para bien.

Concluyó Roy.

El conde había muerto, lo habíamos conseguido y estábamos bien. Cuando pude pensar con claridad me acerqué a Susanna  - ¿Estás bien?

Al ver al conde vencido, otra vez gracias a mi XD, hincho el pecho todo lo que puedo mostrándome orgulloso, y me dirijo hacia Darma, la cual intentaba conversar con una Susy conmocionada:

-Nena, tu y yo tenemos una cosa pendiente, y esto no se acaba sin un final de película... -le informo-

Lanzo mi brazo izquierdo por detrás de su cintura apresando su brazo derecho, con la mano derecha entrelazo mis dedos con los suyos de la izquierda, y de un movimiento seco la recuesto sobre mi brazo. Al quedar totalmente a mi merced y sin movimientos para huir ni abofetearme, clavo mis pupilas en les suyas, y acerco mis labios a los suyos. Cierro los ojos y comienza un beso un poco forzado, hasta que ella sucumbe a mis conocimientos amoriles. Entonces suelto su mano, y la abrazo por la espalda. Muevo la mandíbula de forma que parecía que me la quería comer, y después de un largo instante que me parecieron milésimas de segundo, comienzo a separarme atrapando su labio inferior con mis dientes, dejando que resbalen lentamente. Entonces vuelvo a abrir los ojos, y otra vez la apuñalo con mi mirada mas seductora.La pongo en una posición mas vertical, y comienzo el camino hacia fuera del castillo.

Agarro a Susy por el brazo, y le digo:

-¿tienes fuego?, jajajaja

Viendo la situación me quedé algo desconcertado - El conde ha muerto? - Sonreí, pero no por haberlo matado, sino porque sabía que ese sitio sería mío... Por lo menos ese era el plan.

Iba a tomar a Darma cuando Raymond, intespectivamente la agarraba a la fuerza. Estaba yo a varios metros de distancia, tiempo que sirvió para que el orangután abusara de la poca confianza que le habían dado. Me moví lo mas rápido que pude, y al escuchar como pedía "fuego" a sussana lo tomé de la camisa y lancé un golpe directo a su mandíbula, viéndolo caer, con la boca ensangrentada y tirado en el piso - Anda a besar al condE mono barato -.

Raymond se retorció un momento en el piso, aun acariciándose la boca llena de su sangre. Tomé la mano de Darma y la acerqué a mí - Y no te vuelvas a acercar a ella... - volteé y le di un beso en los labios, mientras mi mano acariciaba su mejilla - tú eres solo para mí...