Estáis directamente en un combate. Tirad directamente COmbate.
Motivo: Tirada de ataque
Tirada: 2d6
Resultado: 9(+7)=16
Motivo: Combate
Tirada: 2d6
Resultado: 8(+2)=10
Las pesadillas se levantaron del suelo. Jamás había visto algo así, parecían sacadas de cuentos de niños. Sólo que las "apariciones" eran espantosas, y ellos estaban en desventaja numérica.
Desenvainó su gladius y se pegó junto a sus compañeros. Ser rodeados y separados en esa situación era lo peor.
Motivo: combate
Tirada: 2d6
Resultado: 6(+8)=14
Este es un combate por el que ningún entrenamiento podía prepararos. Una marea de pequeñas criaturas chillando como harpías enfurecidas se lanzan hacia vosotros. Tirando de vuestras ropas, mordiendo vuestras piernas, trepandoos por la espaldas con sus dedos como patas de araña. Os revolvéis, golpeáis a diestro y siniestro. Petreyus es derribado y se abalanzan sobre él como una manada de ratas.
De repente Quintus suelta un grito de pura rabia que resuena por la caverna hasta ensordeceros y se lanza adelante, sajando criaturas con su gladius en un frenesí enloquecido. Las criaturas huyen de su furia en todas direcciones, volviendo a sus túneles. Dejando una docena de cuerpecitos retorciéndose en el suelo.
Motivo: criaturas
Tirada: 2d6
Resultado: 5(+5)=10
Motivo: criaturas
Tirada: 2d6
Resultado: 9(+5)=14
Motivo: criaturas
Tirada: 2d6
Resultado: 7(+5)=12
Antiocus sufre dos puntos de daño.
PEtreyus y Fuscus llevan mucho tiempo sin pasarse. Según si muestran interés o no veremos si sobreviven.
A pesar de haber ganado la batalla no parecía que sus superiores se relajasen y ahora Fuscus aguardaba su castigo preso.
¡Espero que no hayan empezado una fiesta sin mí! Pensaba para sí Fuscus viendo el revuelo que se había montado en el campamento, pero sin saber de qué se trataba.
Los de la cueva agarráis a la muchacha y salís de allí a trompicones antes que las criaturas vuelvan.
En la aldea el centurión Herenius está interrogando al pobre Marcus a gritos sobre lo que ha pasado.
- ¿Quieres hacerme creer que alguien le ha cortado la cabeza a un legionario y se ha largado sin dejar huellas por ningún lado?- y luego a Fuscus.- ¿Y tú te dormiste mientras pasaba? Por Marte que debería haceros crucificar a los dos. ¿Y dónde están el resto de tarados de vuestro contubernium? POrqué no estaban en su cabaña?
Fuscus aguantaba el chaparrón como podía con la cabeza gacha mientras su centurión les gritaba.
Cuando salí de la cabaña para la guardia se encontraban allí, señor. Se explicaba Fuscus.
Al llegar el alba el temido ataque bárbaro no ha llegado, pero el centurión Herenius parece una amenaza más temible.
- Uno de vosotros se duerme en la guardia, otro llega tarde a su puesto y matan a un compañero. Y los otros desaparecéis con esa furcia. Por Hécate que me entran ganas de haceros lapidar a todos. ¿Qué ha pasado aquí?
Quintus observaba a Cassius esperando su respuesta mientras escuchaba las últimas frases del centurión. A continuación miró a Antonius pensando en lo que había visto y lo que se les avecinaría. Su cara esgrimía una mueca apesadumbrada debido a la falta de sueño de la aventura de esa noche. Sin duda la expresión de aquel rostro era el espejo de su alma y dejaba ver, fácilmente, que no se habían corrido una noche de juerga precisamente. Con gesto serio espero a que alguno de sus fraters diera una respuesta, si nadie lo hacía lo haría él.
La aventura a la cueva no fue de lo más alegre que hizo. Tendría pesadillas por muchos días, estaba seguro. Y en el campamento por lo visto tampoco habían ido bien las cosas...
No quería ser el que abriera la boca, so pena de llevarse algún castigo. Lo sucedido era de todo menos creíble para alguien del talante del centurión. Intercambió con Quintos unas miradas significativas y comprendió qieeque él estaba en el mismo apuro. Casi que quería que hablara Cassius...
Pero no podía simplemente dejar que el peso cayera sobre sus hermanos. Ya se lo agradecerían después, pero él lo iba a contar por ellos.
-Fuimos a buscarla, porque desapareció. Dimos con ella en una cueva... Pero estaba llena de criaturas. Salimos antes de que cayeran sobre nosotros... Señor, si me lo permite, aconsejaría derribar la cueva. Derribar sus entradas para que no salgan los entes...
Al ver que le insistís con la mirada, Cassius se atreve a hablar:
- Señor, yo... Escoltaba a la esclava de vuelta a la celda cuando me atacó y escapó. Los compañeros fueron a ayudarme... Eso de la cueva es verdad. En mi vida había visto nada así.
- Claro. Se metió en una cueva en lugar de fugarse. Esta llena de arañazos y medio loca. Os la estabais follando entre todos en lugar de cumplir con vuestro deber.
Puestos a recibir latigazos no tenían nada que perder.
-Tal vez crea lo de la cueva cuando la vea con sus propios ojos, mi centurión. Pero yo desde luego no iría allí sin escolta. Creo que debe haber algo de valor ahí abajo, o lo que es peor una puerta trasera por la que podrían volver esos salvajes.
- ¡Vamos a ver!- el centurión se dirige al pozo... Pero por algun motivo, ya no hay ni escaleras ni cueva al final.- Encima me mientes.. Primero te duermes. Luego me mientes. Prepárate a morir.
Los centuriones debaten entre ellos y con el signifer (suboficial de la bandera) qué hacer con vosotros. Herenius quiere un castigo severo; Servilius defiende que no podéis desperdiciar hombres de esa forma, y Aulus (con el rostro vendado tapándole el ojo perdido) dice que peleasteis con coraje en la batalla y no le pareceis cobardes ni indisciplinados.
Finalmente acuerdan daros una oportunidad. Partiréis con la muchacha a buscar el resto del ejército romano llevando un mensaje (la cohorte debe descansar unos días para que los heridos se recuperen).
Roger, si aquesta escena ja s'ha acabat, no oblidis bloquejar-la. Salutacions.
Roger, per tots els déus, ¡¡tanca aquesta escena d'una vegada!! ¿No havíem quedat en que la tancaries?