Partida Rol por web

815.M 41 - Planeta Escintila / Colmena Sibelus / División Thaen.

     Caminas por una avenida principal de la división. La calle está bastante limpia teniendo en cuenta que te encuentras en la colmena media y la gente se ocupa de sus asuntos cotidianos sin molestarte a pesar de tu aspecto. La luz es aceptable aunque en esta zona es equivalente al atardecer aun en los ciclos díurnos.

     Gracias a la Inquisición has podido llevar un nivel de vida bastante aceptable aunque por supuesto no tenga nada que ver con tu estancia en Opus Macharius. Pagan tus facturas mensuales y tienes un habitáculo de considerable tamaño en una zona residencial, fuera del alcance económico de la inmensa mayoría de los habitantes de la colmena, y que tu te has ocupado de llenar de piezas de tecnología de toda índole, con las que pasas tu tiempo. A cambio, solo te asignan ocasionales misiones en las que ejerces de consultor tecnológico, recuperador de artefactos o incluso efectúas reparaciones de "material delicado" en nombre de tus invisibles maestros. Tu único contacto y superior directo es un tipo bastante esquivo que se hace llamar "Nihilus". Solo le has visto un puñado de veces, pues generalmente se comunica contigo a través de mensajeros. Siempre va enfundado en una túnica roja con la capucha calada, por lo cual solo has tenido un leve atisbo de su cara y no es muy dado a conversaciones innecesarias.

     La división en la que vives es demasiado ordenada para tu gusto, ya que carece de fabricas o sitios interesantes que puedas explorar o relacionarte con los tuyos. Sientes que la mayoría de las veces haces un uso ineficiente de tu tiempo, aunque el carácter tranquilo de la zona y el hecho de ser una mas entre muchos millones de almas te permite moverte en el anonimato, algo que debido al trato al que la mayoría de la gente te somete, valoras mucho. 

     Sumido como estás en tus pensamientos, un zumbido a tu espalda te sobresalta. Te giras rápidamente y te encuentras de frente con un servocraneo. Lo conoces bien, pues porta el símbolo de la Inquisición en la frente y te ha traído mensajes alguna que otra vez. Tu ojo experto de tecnosacerdote recuerda en un momento el tipo, la utilidad y los detalles técnicos del aparato que tu cerebro comienza a enumerar mentalmente: modulo gravitatorio simple, sensor de reconocimiento, proyector hololítico... El zumbido del escaner del servocraneo interrumpe tus pensamientos mientras comienza su operativa programada. Ya imaginas lo que esto significa...

Tras el sobresalto victima de la profundidad de sus pensamientos, Kennard se acerco con completa naturalidad al Servocraneo esperando este le escaneara y confirmara su identidad.
-Bien, veamos que es lo que tienes para mi esta vez- Dijo Kennard al servocraneo, en parte al aire, en parte para si mismo.

     Como obedeciendo a tus palabras, el servocraneo se coloca a escasos quince centímetros de tu cara. Un haz de de sensores escanea uno de tus ojos, suenan unos leves zumbidos (obviamente los cogitadores de la máquina) y a los pocos segundos, el porta-mensajes se abre, revelando una placa de datos. La recoges con cuidado y, cumplida su misión, el servocraneo se aleja por donde había venido.

     Conoces perfectamente el proceso. Introduces en la placa tu clave personal de acólito cuando te la pide y la información se revela ante ti.

Siguiendo las instrucciones del mensaje que le suministrase el servocraneo momentos atrás Kennard procedió a dirigirse  al Bloque de habitaciones 12-423-D cuando el tiempo fijado en el mensaje se aproximaba. Había estado dando algunas vueltas por los recintos mientras esperaba el momento apropiado para partir, meditando en el motivo y objetivo de esta aparente nueva asignación.
Una vez llego a la dirección indicada procedió a suministrar el código y contraseña indicadas, para posteriormente buscar el casillero 3HA-5454-C. Una vez logro encontrarlo procedió a teclear lentamente la clave que le había sido suministrada para su apertura a esperas de ver que es lo que había allí dentro.
Letra por letra la clave fue ingresada: D-E-L-T-A   3-6.

     Comienza un nuevo día después de una noche de descanso. Tras los ritos apropiados y una vez listo tu equipo, te preparas para acudir a la cita marcada en la placa de datos. Sales de casa con tiempo y te encaminas al bloque de habitáculos 12-423D. Habías estado dando algunas vueltas por los recintos mientras esperabas el momento apropiado para partir, meditando en el motivo y objetivo de esta aparente nueva asignación. Casi todo el mundo está trabajando en estos momentos y las calles están poco transitadas, así que avanzas sin problemas. Aproximadamente en media hora caminando llegas a la hora indicada al edificio, que está bien mantenido y justo cuando encuentras el habitáculo en cuestión, descubres que no eres la única que ha sido convocada.

     Cuando llegas al lugar y te dispones a teclear los códigos de accedo en el terminal de la puerta, comienza a llegar un variopinto grupo de gente tan sorprendida como tu, que se está congregando en la puerta. Te das cuenta al poco de que no eres el único que ha sido convocado.