Partida Rol por web

Yo no te seguí porque solo nosotros dos sabemos usar bien armas de fuego, estaba por decirle a alguno que te acompañase pero la verdad es que me quede pensando en los bichos... realmente crees que tenemos una posibilidad contra ellos? Estoy lamentando no haber comprado dinamita.

El tema del frio tal vez este relacionado con los incendios, tal vez alimenten algo. Si es algo sobrenatural, sería bueno que tuvieramos algo de whisky para levantar un poco la temperatura, no?

Tiende la petaca a su compañero y dice

- Toma, levántate el ánimo, es escocés del bueno... mira no creo que sea para tanto si es que realmente ES, aunque podría equivocarme. No obstante, propongo escondernos entre los arbustos frente a la casa y esperar a ver qué sucede.

Decidido entonces, optáis por esconderos cerca de la casa para esperar acontecimientos.

Estos no tardan en llegar. Nada más ponerse el sol, algo llega desde el cielo. Era un ser rosado, de un metro y medio de largo, con cuerpo de crustáceo dotado de grandes alas membranosas y varios juegos de patas articuladas. Donde normalmente hubiera estado situada la cabeza, había una especie de elipse enroscada, cubierta de multitud de pequeñas antenas.

El monstruo descendió con sus alas hasta la puerta de la cabaña de Rooger. La puerta se abrió desde dentro y el ser entró en la casa donde le habló con un tono de voz zumbador.

-Te necesitamos arriba ahora mismo -le ordenó, simplemente.

Harry era un tipo duro, ya lo creo que lo era. Había visto apuñalamientos, tiroteos, heridos... y algún muerto. Pero ver una criatura como aquella era dantesco, el convencimiento de que el viejo deliraba le había llevado a no tomarse en serio lo de los bichos alados, pero ahora que los veía...

Apunto estuvo de derrumbarse al ver a la criatura, no obstante su cordura aguantó en un primer momento, pero al ver a aquella criatura emitir sonidos... ¡EN INGLÉS! fue demasiado para Harry. Empezó a temblar descontroladamente y abrió desmesuradamente la boca, empezó a babear en seguida.

Margaret vio asustada como un ser indescriptible descendía del cielo. Su aspecto semejaba al de algún tipo de crustáceo. No daba crédito a sus ojos, pero al mismo tiempo se repetía "Esto tiene que tener explicación. Alguna explicación. No puede ser..."

El monstruo se acercó a la cabaña de Roger y cuando habló en inglés, Margaret no pudo evitar soltar un leve Ah...! ahogado. Como si se quedase sin aire. "Ese ser habla" pensó. Al mismo tiempo vio a Harry temblando a su lado, y le pasó un brazo por encima, susurrándole - Tranquilo, no pasa nada, desentrañaremos este misterio y ya verás como descubrimos que no es algo tan anormal... Ella misma tenía dificultades para creerse sus palabras, pero él no lo sabía y al menos intentaría tranquilizarle.

Una vez vuelto Harry y decididos todos a quedarnos, me dispuse a ocultarme junto a los demás sin pensar que algo sucedería. Si bien las palabras del hombre no podrían resultar de las más extrañas o extravagantes, tomando en cuenta lo que ya habíamos vivido, sin embargo, el hecho de haber visto el estado de embriagués de Rooger me hacía desacreditar los dichos.

El tiempo pasa y llegada la noche, me mantengo atento a lo que sucede. Repentinamente veo comenzar a temblar a Harry y luego exclamar por lo bajo a Margaret. Sin entender qué sucedía, me asomo para tratar de ver qué les molestaba.

Grande es mi sorpresa y errado mi pensar anterior cuando frente a nosotros la figura de uno de esos seres descritos por los ciudadanos comenzó a acercarse a la casa del solitario hombre.

Al instante siento cómo mi cuerpo se estremece y el sudor recorre levemente mi frente a pesar del frío de la noche. Mi mente se remonta a aquella noche en que vi algo que todavía no entiendo. Mis manos se mueven hacia mi saco y rebusco entre los bolsillos y debajo del abrigo. Choco con los cigarros pero paso de largo. "¿Dónde está mi maldita arma?", pienso mientras muevo los brazos sobre mi cuerpo con nerviosismo.

Paul ve la escena sin creerse del todo que un ser de pesadilla, que desafiaba toda lógica con respecto a la ananomía humana o animal hubiera descendido volando, hablara y entrara a la choza. Una gruesa gota de sudor se desliza por su sien, y ciertamente no hace calor. Seguramente la poca luz nos está jugando una mala pasada, hay muchas cosas que pueden confundirse con alas, seguramente es alguien llevando cosas por sobre su cabeza, o la perspectiva me está jugando una mala pasada y algún bicho voló cerca de mis ojos. 

- No se que han visto ustedes porque creo que no llegué a ver bien al visitante, pero lo que es claro es que saldrán pronto a recibir al tal Ifdukua o como se llame. No me pregunten por que pero algo me huele terriblemente mal en todo este asunto y tal vez no es de nuestra incumbencia, pero la desaparición de Bartley tiene que estar relacionada con este visitante. Podría ser algún culto o algo y el Sr. Rooger podría estar en peligro.

La terrible criatura pasó poco tiempo en la cabaña. Salió al rato para volver a perderse en la noche rumbo a la montaña. Rooger salió segundos más tarde, con su escopeta en la mano, perdiéndose por el sendero tras los pasos del pequeño monstruo.

Aún estupefacto, lentamente se incorporó (estaba agachado) y susurró al resto

- Vamos a seguirle a ver qué hace, vamos.

Y siguió al hombre como le habían enseñado, de lejos y sin hacer ruido.

Las palabras de Harry sacan a Paul de su estupor.

- Si, creo que va a ser mejor que lo sigamos, yo voy unos pasos detrás de ti porque la escopeta que tiene nuestro amigo en las manos me llama a maximizar la prudencia.

Paul sigue a Harry esperando que los demás también vayan.

Gracias a Dios el alcohol me había relajado y el impacto de la criatura se vio atenuado por la prematura embriaguez y los casos anterior. Igualmente me quede todo lo callado y quieto y que me permitián mis nervios, me aferraba a mi arma como si eso fuera lo único real en este mundo de pesadillas.

Finalmente cuando el viejo salio de su cabaña asentí las palabras de Harry y aun mas las del Doc. 

-Las escopetas no tienen buena precision de lejos, asi que mantengamonos fuera de su rango. Vamos a seguirlos en dos grupos a los lindes del camino, si se sale de el, separado al menos por 5 metros. Yo ire por la izquierda con Margaret y el William. Harry, tu llevate al muchacho y al Doc.-

Se encoge de hombros, no entendía muy bien la táctica del muchacho pero asintió y decidió que mejor ponerse en marcha sin discutir

- De acuerdo, vámonos.

Siguieron cautelosamente a Rooger que, provisto de chaqueta, gorro de piel y guantes, se movía en la oscuridad con la soltura que te da el conocer el terreno como la palma de la mano. El grupo, más cauto, iba perdiendo distancia frente a él pero no se preocupaban: iba en dirección a la montaña recto como una flecha.

Una vez en las estribaciones inferiores notaron lo que les había dicho Harry anteriormente. El aire se volvió frío repentinamente y de manera antinatural a medida que iban subiendo. Era bastante raro. Arrebujados en vuestras ropas de más abrigo, continuasteis el ascenso.

Paul seguía como podía a Harry, cada vez con mas frío. Iba detrás de él y trataba de ver lo que hacía el señor Rooger, pero casi no veía nada. Intentó ocultarse, pero entre el hecho de que estar a la intemperie siguiendo a alguien como si fuera Allan Quatermain no era lo suyo, y el frío que se le calaba en los huesos, se daba cuenta que no iba a pasar muy desapercibido.

- Señor Stampelton, señor Derrick -susurró Paul-, esto no me gusta nada, aunque les confieso que mi curiosidad me impulsa a seguir adelante para desentrañar este misterio.

Iba caminando a la cabecera de mi grupo, podría escuchar el ruido que íbamos haciendo al caminar, el crujir de las hojas y las ramas que pisábamos, la respiración fuerte y algún que otro quejido.

No me había parado a explicarles al resto de por que de mi plan. La verdad es que sabía que unas ratas de ciudad como nosotros no podría seguir mucho tiempo oculta, tal vez así no los pudieran rodear tan fácil, tal vez si encontraban a uno de los grupos, el otro podría sorprender a los monstruos... demasiadas suposiciones y muy pocas certezas.

Mientras caminabamos le susurro a William -Yo tendré vigilado a Rooger, tu fijate en nuestro entorno, tal vez algo este acechando por ahi-

Me aferraba a mi arma y buscaba no quedar muy lejos del viejo, pero tampoco en el rango de tiro de su arma. 

Si bien la sucesión de hechos lleva su tiempo, la presencia del ser, las intenciones de Rooger, la salida y caminar de este último como si realmente fuese amigo de esas cosas, tienden a hacerme perder la noción. Sin pensarlo dos veces, asiento a la idea de separarnos en dos grupos.

Comenzamos el ascenso y me siento perdido a cada paso que vamos. Tal vez sea el hecho de haber hecho frente ya a extrañas cosas lo que me haya permitido mantener el semblante, pero aún así siento los temblores constantes propios del miedo. Miro a mi alrededor a cada paso, sin ver realmente nada, con cierta paranoia por no saber qué nos rodea. Y al instante la voz de Scott me saca de mi ensoñación.

"- ¿Cre... crees que hay más de esas cosas por aquí, alrededor nuestro?- le pregunto trémulo a Spencer-. No podría haberme imaginado jamás tan horribles seres... sin embargo, las palabras del doctor me han hecho recordar lo del tal Ifdukua... el sólo hecho de pensar que puede haber algo peor me pone los pelos de punta- agrego".

Mientras continuamos caminando, me giro y empieza a ver en los alrededores, tratando de percatarme si hay algo más que la negrura del bosque.

Harry iba como pez en el agua siguiendo al hombre, zigzagueaba y apenas hacía ruido. Parecía ser parte misma del bosque...

- No estoy seguro de si esas criaturas viven en manada, o en enjambre. Pero en seguida lo vamos a descubrir, ¡Shhhh! no hagáis tanto ruido al andar.

Intentáis pasar desapercibido pero sin ningún éxito. Exceptuando Harry, que se oculta muy oportunamente tras unos peñascos, el grupo entero es sorprendido en el recodo del camino por uno de esos seres voladores. Esta vez la extraña criatura lleva algo en las manos. Parece un extraño rifle metálico, retorcido y misterioso.

- ¡Asquerosa bestia!- grito mientras disparo a la bestia con mi escopeta.

Harry apareció tras las piedras con la escopeta lista. Apretó el gatillo y mandó una nube de postas hacia la criatura voladora. Una de las alas del monstruo desapareció volatilizada por la descarga. La criatura gritó de dolor con su extraña voz zumbona y levantó su arma.

Un cono de niebla con aspecto de nube brotó del arma expandiéndose a toda velocidad en dirección a vosotros...