Partida Rol por web

Al escuchar a Scott, tomo uno de los objetos entre la chatarra que me parece contundente. Me doy prisa en revolver y tomarlo, y al instante me doy vuelta. Grande es mi sorpresa y, a la vez, el miedo que comienza a perseguirme, pues ahí está, frente a nosotros, persiguiéndonos.

Me alejo un poco y observo al ser acercarse por el agujero. Simplemente me mantengo al margen... si Scott o Harry han de disparar, será mejor no ponerse en el medio.

Paul tenía muy claro lo que quería hacer. Corriendo a pierna suelta se aventuró en la habitación sobre las escaleras y se colocó detrás de un sillón. Lo empujó por el suelo hasta colocarlo cerca de la puerta, pero sin que molestase a sus compañeros.

Su plan, claramente, era dejarles a sus compañeros salir de ese embudo y entonces arrojar el sillón escaleras abajo, llevándose al decrépito señor Corbitt con él. Si había suerte se partiría algún hueso. Si había mucha suerte se partiría el cuello, o se golpearía fatalmente en la cabeza. Sin suerte ignoraría el sofá.

- Salid y echaros a un lado- dijo dejando claras sus intenciones.

Estaba muerto de miedo, pero era hacer algo útil o tener un buen epitafio en la tumba. Y por muy viejo que fuese, no se atrevía a morir todavía. Aún le quedaban años.

Harry salió del hueco seguido por el Sr. Corbitt. Las balas solo le hicieron unos feos agujeros en el pecho. Fue hacia las escaleras y antes de subir para que Paul pudiese tirar el sillón volvió a disparar pero esta vez a las piernas como indicó Scott. Haber si le rompía algún hueso y su facultad para desplazarse se viese mermada.

Scott lanzó el mazo hacia Corbitt pero sin excesiva puntería, ya que fue a estrellarse contra la pared dejando un pequeño boquete. Mientras, William había encontrado un trozo de tubería entre la basura que se acumulaba en el sótano y lo blandió como si fuera una especie de palo. Harry vació el cargador de la pistola sobre Corbitt apuntando esta vez a las piernas. Una de las balas le destrozó la rodilla al resucitado que cayó al suelo apoyándose en un solo pie.

En ese momento apareció Paul en lo alto del sótano arrastrando un butacón que lo dejó caer escaleras abajo. El mueble cayó rodando y se hizo pedazos sobre Corbitt, que se desplomó derribado. Sin embargo, la criatura volvió a alzarse apoyándose en el agujero del muro, ya que tenía una pierna destrozada. Miró a Paul y extendió una de sus manos mientras reía locamente. El psiquiatra de pronto se quedó con la mente en blanco. En su cabeza únicamente oía la voz de Corbitt que le daba órdenes. Era una sensación terrible, como ir en el asiento del copiloto de un coche sin conductor y que iba a toda velocidad. Sin pensarlo dos veces, Paul se arrojó escaleras abajo aunque no se hizo mucho daño.

El combate se hacía cada vez mas duro y no sabía cuando, ni como iba a terminar  William, encargate de sacar el muchacho de aqui le ordeno mientras saco mi revolver y apunto contra la pierna sana de Corbitt tenemos que inutilizalo y arrastrarlo hacia la luz!

Aprieto con fuerza el tubo, estirando la piel entre mis dedos, generándome un dolor que por la situación prácticamente no siento. Pongo una pierna adelante y amago, como si quisiera lanzarme a donde está Corbitt... pero no puedo, el miedo, la incertidumbre, no me deja.

Repentinamente, veo a Paul caer por las escaleras... al instante, Scott lanza un grito. Todo pasa muy rápido, todo demasiado a prisa. Pero el arma de Spencer me espabila.

Me acerco a rápidamente a Walter y lo tomo del cuerpo y ropas, y sin perder tiempo me dirijo hacia arriba para sacarlo. "- ¡Ahora vuelvo!- le grito a mis compañeros". Una idea acaba de surgir. Soga, necesitamos soga, y en el auto hay un poco, lo suficiente como para ayudarnos.

Dos cosas... sacar a Walter del lugar, traer la soga del automóvil. Debo darme prisa.

Mientras William lleva a Walter a un lugar seguro y Scott dispara su arma, apunto a la rodilla sana del Sr. Corbitt desde las escaleras. - Tengo que volver a darle y reventarle la otra rodilla. Tenemos que sacar también de aquí a Paul. Había que inmovilizarle por completo y después quemarle vivo o muerto.

Mientras William saca a Walter del sótano, Scott y Harry acribillan a balazos a Corbitt. El olor a cordita y el humo impregnan el ambiente del sótano y los oídos parece que os van a estallar. Pero finalmente el cuerpo reanimado cae al suelo, con las piernas destrozadas por las balas. Después todo es más sencillo, Scott y Harry lo arrastran hacia la luz que entra por la carbonera y el efecto es devastador: Corbitt grita como si estuviera siendo asado vivo y el cuerpo se destruye quedando únicamente una montaña de polvo y una extraña joya negra sujeta a una cadena.

Paul se incorporó, como pudo, y se crujió todos los huesos del cuerpo. ¿En serio se había lanzado escaleras abajo? Suicida imprudente... pero eso tenía otro punto de vista. El... ¿señor? Corbitt tenía un poder con el que muchos humanos han fantaseado a lo largo de su vida, el control mental. Si tenía esa facultad... debía emplearla de alguna forma.

¡Pero no había cadáver!

¡Insensatos! ¡NO!

- ¡NO!- bramó paul subiendo torpemente las escaleras hasta llegar al... nada. Una montaña de polvo con una joya negra. Lógicamente, quería cogerla y examinarla, pero consideró que sería un suicidio.

Se sentó en un sillón unos instantes y reflexionó. Bueno, esa gema haría algo, estaba claro, y tenían los libros. Quizá aún pudiera... aprender medicina más allá de los mortales.

- Es una lástima- dijo finalmente mientras se levantaba.

Le dio un golpecito a la joya con el pie. Si no pasaba nada, cogería un trapo o algo grueso y la envolvería para poder transportarla. No pensaba, por si acaso, tocarla directamente, bastante habían visto ya.

Cuando William ya está en el piso superior, logró recuperarme un poco:

- ... Vale, señor Kramer, puede.... dejarme aquí.

Mi escepticismo inicial ante lo ocurrido al señor Corbitt había jugado finalmente en mi contra: mientras todos los demás estaban preparados para lo que pudiera ocurrir, yo me he quedado paralizado al ver que lo escrito era real. Realmente ha sido una pesadilla, y siendo nuestro primer trabajo, no sé que pensarán mis compañeros de mí. Demonios, ni siquiera sé si estoy hecho para esto.

Abajo la situación parece normalizarse, espero que a nuestro favor... En todo caso, es algo que sabré cuando alguien suba.

- Buen trabajo Scott, hemos logrado acabar con él gracias a tu idea de dispararle a las piernas. No se podía creer que la luz natural le hubiese convertido en polvo, pero en fin, como todo lo ocurrido en el día.

Al convertirse en polvo el Sr. Corbitt desapareció su control mental sobre sus compañeros. Se alegraba que volviesen a ser ellos mismos. Se acercó a la joya y la miró con detenimiento.

Al ver como Corbitt se vuelve polvo me desplomo entre los resto de carbón y observo mi herida pero las palabras de Harry me trajeron de vuelta a realidad esta muy lejos de acabar y tenemos poco tiempo vuelvo mi mirada hacia William sera que vaya a esperar a la policía en la puerta y sera mejor que vaya pensando lo que vamos a decirle por lo de la balacera... podemos decir que encontramos a un ladrón y que este me apuñalo. Y hablando de eso levanto mi palma ensangrentada y dejo la herida expuesta mientras miro a  Paul cree que podamos hacer algo con esto ,Doc?

Walter tu encargate de sacar fotos de donde estaba Corbitt por si necesitamos ver algo mas tarde y tu le digo a Harry fijate si encuentras algo en el sepulcro de Harry antes de que vengan los polis y se llevan cualquier cosa interesante. 

Paul miró a Scott, a la gema, y al maletín sobre la mesa del comedor. Herida, artefacto ignoto y material de curas respectivamente. Había que establecer un orden.

- Algo podremos hacer, sí- respondió el doctor sacándose una sonrisa de la manga, propia de un médico ante un paciente- dame sólo un segundo.

Con cuidado, como estaba haciendo, envolvió la gema con un trapo opaco y grueso e intentó levantarla. Si no pasa nada podrían intentar estudiarla más adelante.

Su plan, lógicamente, era garantizar que aquella cosa, fuese lo que fuese, pudiese transportarse. Entonces atendería a Scott con sumo gusto.

Harry volvió a entrar en lo que había sido la tumba del Sr. Corbitt. La sensación era diferente pues habían logrado acabar con él pero la habitación seguía helando la sangre.

Se dispuso a buscar en toda la habitación a ver si encontraba algo que pudiese explicar lo ocurrido ya que antes no dispusieron del tiempo necesario para hacerlo con tranquilidad. Miró en la plataforma donde había permanecido el Sr. Corbitt y en la mesa, no dejó ningún lugar por rebuscar.

Al reto de recibir la orden de Scott, me pongo, con calma, a realizar varias fotos del lugar, teniendo siempre presente a un compañero en el sótano.

Cuando acabo, pregunto a los presentes:

- ¿Deberíamos mirar si la habitación de la segunda planta ha vuelto a la normalidad?

En la habitación del sótano no había nada más que los extraños papeles con dibujos en la mesa. Walter se ocupó de fotografiarlo todo.

El asunto con la policía se resolvió rápido. Le contasteis una historia sobre un intento de atraco utilizando el hueco de la carbonera y que habíais ahuyentado a los ladrones a tiros. Como no había cadáveres la policía se quedó satisfecha y no hizo más preguntas.

En cuanto a la gema, Paul la recogió con un pañuelo y no ocurrió nada espectacular, así que la guardó para un posterior estudio.

El dueño quedó complacido con la historia de que la casa estaba limpia, aunque no tanto después de ver los destrozos que hicisteis en el sótano. Pero comprendió que era necesario, así que os pagó los honorarios acordados.